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Discursos dados por Sai Baba

06. 17/02/07 Renuncia al ego y al apego

ABANDONEN EL EGO Y EL APEGO PARA VOLVERSE GRANDES

ABANDONEN EL EGO Y EL APEGO PARA VOLVERSE GRANDES

17 de Febrero de 2007

Sai Kulwant Hall – Prasanthi Nilayam

MAHA SHIVARATRI (2° día)

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¡Queridos estudiantes!

¿Pueden las aves de plumaje verde hablar como un loro?

¿Pueden los insectos que trepan a las flores convertirse en abejas?

¿Puede un cerdo de enorme tamaño volverse un elefante?

¿Puede alguien que no se conoce a sí mismo adquirir conocimiento del Ser?

(Poema telugu)

Hoy el hombre se considera a sí mismo grande. Por otra parte, ¡aquel que carece humanidad no es un ser humano en absoluto! Un verdadero ser humano es aquel que manifiesta cualidades humanas. Un verdadero ser humano es aquel que practica los cinco valores humanos de Sathya (Verdad), Dharma (Rectitud), Shanti (Paz), Prema (Amor) y Ahimsa (No violencia) y los predica a otros. Es indigno de un ser humano que falte incluso uno de estos cinco valores. De hecho, el hombre es muy inteligente. Su inteligencia es ilimitada y sin paralelo. Sin embargo, esto no se refleja en su conducta.

La firme dedicación de Parvati

En una ocasión, el Señor Ishvara estaba absorto en intenso Tapas (austeridades). Parvati deseaba casarse con Él. Sin embargo, sus padres trataron de disuadirla. Comenzaron a razonar con ella describiendo la forma de Shiva de este modo:

¡Oh! ¡Gouri! Tú eres muy joven y Sambashiva es viejo.

Él tiene rizos enmarañados y viste una piel de tigre.

Monta sobre un toro y está constantemente en movimiento.

Usa serpientes como adorno. ¿Cómo pudiste enamorarlo?

¿Acaso no sabes todo esto?

Él no tiene casa propia y duerme en los terrenos de cremación.

(Poema telugu)

Parvati no hizo caso a todos estos razonamientos, pasándolos por alto. El Señor Ishvara conocía la naturaleza de Parvati y ella conocía la naturaleza de Shiva. De hecho ellos no son diferentes el uno del otro. El Señor Shiva es Shiva-Shakti-Atmaka-Svarupa (La encarnación de Shiva y Shakti). Parvati también lo es. ¿Cómo pueden los mortales ordinarios comprender la naturaleza mística del Señor Ishvara y Parvati? Donde hay un sentimiento de dualidad surge la duda. Un hombre con una mente dual está medio ciego. De hecho, no hay diferencia entre el Señor Shiva y Parvati.

Mientras tanto, Sarasvati llegó a ese lugar para aconsejar a Parvati acerca de lo inadecuado que era el Señor Shiva como novio. Ella le explicó: “¡Querida Parvati! La sociedad no aceptará una combinación tan extraña. No hay compatibilidad entre tú y el Señor Shiva. Tú misma lo sabes todo. No necesito explayarme más sobre este punto. Lamento que hayas caído a sabiendas en esa ilusión”. Parvati respondió con firmeza: “¡Oh Sarasvati! Estoy interesada únicamente en el Señor Shiva y en nadie más. No tengo otro interés en la vida excepto convertirme en la consorte del Señor Shiva. Nadie puede cambiar mi decisión”.

La Divinidad lo satura todo

Isavasyam Idam Sarvam (Dios satura el universo entero). El poder del Señor Shiva satura el universo entero. El deber principal de un ser humano es sentir amor por Ishvaratva (la Divinidad del Señor Ishvara). De hecho, el mismo poder divino también se halla inmanente en cada cuerpo humano. Así como el cuerpo humano es cubierto con una tela, la Divinidad está envuelta en Maya (la ilusión). Por eso, Ishvaratva no es visible aunque es omnipresente. Según la máxima Ishvara Sarva Bhutanam (Dios es el morador interno de todos los seres), Ishvaratva satura a cada ser viviente. Parvati explicó que este Ishvaratva trasciende la edad y no está de ningún modo relacionado con la apariencia externa.

La aflicción de Parvati

La Madre Lakshmi también trató de disuadir a Parvati de casarse con el Señor Shiva. Le explicó lo siguiente: “¡Mi querida! Tú eres muy joven y hermosa. Hay un gran poder en ti. Es impropio que procures casarte con alguien que va mendigando de casa en casa”. Parvati se sintió muy perturbada y respondió con severidad: “Mi novio no es un mendigo. De hecho, Él es quien da limosna al mundo entero. No es correcto que todos se dediquen a esta campaña de difamación contra Él”. Muchos otros también estaban en contra de la elección de Parvati. Le dijeron: “Él se adorna con serpientes. ¿Cómo enamoraste a tal persona? ¿No sabes todo esto?” Parvati replicó: “Las serpientes tienen veneno sólo en sus dientes, pero un ser humano tiene veneno en todo el cuerpo. Su visión, su audición y sus acciones están llenas de veneno. Ustedes consideran que un ser humano tan ponzoñoso es una buena persona. Si se le quitan los dientes, la serpiente no puede dañar a nadie. Sin embargo, el ser humano con sus dos dientes de Ahamkara (el ego) y Mamakara (el apego) vaga por ahí imperturbablemente, causando gran daño a sus semejantes y al mundo que lo rodea. Él se considera grande. El hombre está lleno de veneno. ¿Cómo puede ser corregido semejante ser humano?”

Alguien con orgullo no tendrá éxito en ninguno de sus esfuerzos.

Cometerá pecados y será ridiculizado por todos.

Sus propios parientes lo abandonarán.

Perderá toda riqueza y respeto.

Su orgullo lo arruinará completamente.

(Poema telugu)

Reconozcan su naturaleza innata

Dios es amado por todos. Cada ser humano vive gracias al amor. De hecho, ¡quien no tiene amor no es un ser humano en absoluto! El amor que existe entre Dios y el ser humano puede compararse con el que existe entre un padre y un hijo. ¡Qué gran pecado es atribuirle mala voluntad a semejante amor puro e inmaculado! De hecho, es el resultado de las malas cualidades que han impregnado a la sociedad. Cuando la naturaleza divina innata de cada ser humano sea reconocida, no habrá lugar para ningún tipo de diferencias. Todos son uno, sean iguales para con todos. Tienen que lograr tal transformación en sus vidas. Ustedes estudian diversos textos. La mera lectura no es suficiente. Eso no los ayudará de ningún modo. La verdad contenida en esos textos tiene que ser comprendida y experimentada.

Laila y Majnu (1) eran grandes amantes. El de ellos era un amor desinteresado, que se volvió inmortal. Incapaces de comprender la verdadera naturaleza de su amor sagrado, las personas le atribuyeron todo tipo de motivos a su amor y crearon una gran confusión. La mente debe estar llena de amor puro. Uno no debería desarrollar apego hacia los objetos de los sentidos y envenenar así su propia mente. Sólo entonces la verdadera felicidad puede ser experimentada. Cada ser humano en este mundo debe analizar por sí mismo qué es lo que debe cambiar y corregir y qué es lo que debe lograr. Deberá conducirse conforme a ello. Sólo entonces habrá realizado su verdadera condición humana. La Divinidad llamada ‘Yo’ se halla inmanente en cada ser humano. Esta Divinidad, ‘Yo’, no ha de ser interpretada como Brahma, Vishnu o Shiva. Todos éstos son nombres que el hombre le ha dado a la Divinidad con el objeto de reconocerla. Los nombres no son tan importantes. La verdadera Divinidad es ‘Yo’. ‘Yo soy Yo.’ Se considera que Brahma es el creador, Vishnu, el sustentador y Shiva el destructor. Dios otorga Darshan a cada uno en la forma en que cada uno lo contempla.

Matru Devo Bhava

En una ocasión el Señor Shiva y la Madre Parvati daban un paseo por el mundo etéreo. Vieron en la tierra a un hombre cortando la rama de un árbol sobre la que se hallaba sentado. La rama estaba casi cortada y a punto de caer en cualquier momento. Parvati se inquietó mucho. Le oró al Señor Shiva de este modo: “¡Oh! ¡Señor! Por favor sálvalo inmediatamente de caer al suelo”. Ishvara respondió: “Tú lo viste primero. Tú comprendiste que él podía caer al cortar la rama sobre la que está sentado. Por lo tanto, es tu responsabilidad salvarlo”. Entonces Parvati estableció una condición: “¡Swami! Normalmente, cualquier persona que cae de cierta altura expresará su angustia pronunciando las palabras ‘¡Amma!’ (Madre) o ‘¡Appa!’ (Padre). Si este hombre exclama ‘¡Amma!’, yo lo rescataré. Por otro lado, si él exclama ‘¡Appa!’ tendrás que hacerlo Tú”. Ishvara estuvo de acuerdo con esta sugerencia. Mientras tanto, la rama que estaba siendo cortada se rompió finalmente. El hombre sentado sobre ella cayó. La Madre Parvati estaba lista para salvarlo. El Señor Shiva también lo estaba. Sin embargo, la persona no le oró ni a ‘¡Amma!’ ni a ‘¡Appa!’ Él simplemente gimió ‘¡Ayy!’. ¡Aunque tanto el Señor Shiva como la Madre Parvati estaban esperando rescatarlo, el hombre no los llamó! Esta historia les recuerda a todos que siempre deben recordar a sus padres dondequiera que estén y en cualquier situación en que se encuentren. Ellos son las divinidades vivientes que los cuidan y los guían constantemente. Los Upanishads declaran: ‘Matru Devo Bhava, Pitru Devo Bhava, Acharya Devo Bhava, Atithi Devo Bhava’ (Veneren a su madre, padre, preceptor y huésped como a Dios). Pueden ser altamente educados. Pueden ser expertos en todas las ramas del conocimiento de este mundo. Sin embargo, para sus madres ustedes son sólo niños. Las bendiciones de sus madres siempre los acompañarán. La vida de un hijo que niega a tal madre carece de valor.

Sólo la Madre Parvati posee un corazón compasivo para proteger al hombre afligido. Por eso, deben estar siempre sumidos en la contemplación de dicha Shaktisvarupini. Ishvara no puede tomarse tanta libertad y avanzar para salvar a un devoto. Sólo después de que Shakti da un paso hacia adelante, el Señor Ishvara la sigue. Por eso, uno tiene que adorar en primer lugar a Shaktisvarupini. Ella es en verdad la Madre. Esa es la razón por la que se ha dicho ¡Matru Devo Bhava! El primer lugar le ha sido concedido a la madre. Hasta el país de uno es comparado con la madre. Decimos “India es mi Madre Patria”. Todos se refieren a su país como ‘la madre patria’ y no como ‘el padre patria’. Es una práctica común en el país de Bharat que una muchacha, luego de su matrimonio, vaya a vivir con su esposo a la casa de sus parientes políticos. En el idioma inglés se hace referencia a la señora de la casa de los parientes políticos como ‘mother-in-law’ (suegra – la palabra ‘law’ significa ‘ley’ en inglés). Sin embargo, la Madre Parvati es la ‘Mother-in-love’ (Madre que ama) para el mundo entero. ‘Law’ (ley) es una palabra relacionada con el mundo, mientras que ‘love’ (amor) se refiere al corazón de uno. Por eso, en primer y principal lugar desarrollen amor. Consideren al amor como a su todo. Sólo entonces habrán llevado una vida fructífera. Sus madres pueden ser muy simples y pueden no poseer conocimientos mundanos. Pueden ser débiles física e intelectualmente. Sin embargo, una madre es una madre. No deben desatender a su madre simplemente porque ella sea débil o haya enfermado. Una madre está siempre llena de amor por sus hijos. Esa es la razón por la que Bhakta Ramadas le oró a la Madre Sita de este modo: “¡Oh! ¡Madre Sita! Por favor presenta mi caso ante Rama y ayúdame. Cuando estén conversando felizmente con Rama en soledad, ten la bondad de mencionarle mi condición lamentable”. Bhakta Ramadas trabajaba como Tahsildar bajo el Nawab Tanisha. Él gastó todos los ingresos recaudados de la gente en la construcción de un templo al Señor Rama, a Lakshmana y a la Madre Sita y decoró los ídolos con joyas de oro. Lo encarcelaron bajo cargos de malversación, por no haber depositado el dinero en el tesoro. Incapaz de soportar la agonía en la cárcel, él se lamentó así: “¡Swami! He empleado todo el dinero recaudado por mí únicamente en tu servicio”. Él cantó un hermoso Kirtan (canto):

“¡Oh Ramachandra!

He gastando diez mil monedas de oro para adornar a la Madre Sita

con un collar de oro y otras diez mil monedas para decorar a Tu

hermano Lakshmana con un cinto de oro.

Esa joya que adorna Tu cabeza me costó otras diez mil monedas de oro.

¡Sin prestar atención a mis arduos esfuerzos,

Tú ostentas las joyas como si las hubieras obtenido con Tu propio dinero!”

(Poema telugu)

Uno no puede lograr nada en la vida a menos que se libere del ego y el apego. Todo puede lograrse con humildad y obediencia. En todas las esferas de la vida –moral, espiritual, física y hasta política- uno debe conducirse con devoción. Sólo entonces la tarea ejecutada brillará con gloria.

Las mujeres deben ser respetadas

Cuando una madre abandona su cuerpo físico, su alma seguirá preocupada por sus hijos y su bienestar. Un día una madre se acercó a Mí y Me suplicó: “¡Swami! Mi hija escucha a todos. Sin embargo, ella sólo le da importancia a las palabras de Swami. Mi hija ha sido obstinada desde el principio. Ella no escucha lo que yo le digo. Sin embargo, si Tú le hablas, ella seguirá Tu consejo. Tiene mucha fe en Ti. No desobedecerá Tus palabras”. Así, muchas madres vienen y oran por diversas cosas en nombre de sus hijos. Las madres tienen un papel importante que desempeñar. No hay Dios más alto que la madre. Por eso, uno jamás debe desatender a su madre. Aquellos que desairan a su madre enfrentarán severas dificultades. Las mujeres deben ser respetadas, deben ser amadas y se les debe mostrar gratitud. Sólo entonces los hombres y las mujeres alcanzarán una posición elevada. Sean ustedes grandes o altamente educados o incluso iletrados, deben respetar a su madre y asignar valor a sus palabras como deber principal.

Una madre y su hijo llamado Ishvarchandra Vidyasagar solían vivir en una pequeña aldea cercana a Kolkata. La madre solía realizar grandes esfuerzos para educar a su hijo. Como no había luz en su casa, Vidyasagar solía sentarse bajo los faroles de la calle para estudiar sus lecciones. Así, él trabajó duramente día y noche y estudió bien. Finalmente, alcanzó una buena posición en su vida. Se volvió muy famoso como orador. La gente solía reunirse de a miles para oír sus conferencias. En una ocasión, Vidyasagar estaba viajando en tren rumbo a una ciudad para dar una conferencia allí. Un funcionario público también viajaba en el mismo compartimiento rumbo a la misma ciudad para oír su conferencia. En cuanto el funcionario descendió del tren en la estación, llamó a un cargador para que llevara su maletín. Vidyasagar se acercó a ese funcionario y le dijo: “Señor, déme ese maletín. Yo se lo llevaré. De paso, ¿a dónde tiene que ir?” El funcionario respondió: “Voy al lugar donde Ishvarchandra Vidyasagar dará una conferencia”. Al oír esas palabras, Vidyasagar sonrió para sus adentros y se dirigió al lugar de la reunión. En cuanto llegaron, Vidyasagar le entregó el maletín al funcionario y dijo: “¡Señor! Me despido de usted”. El funcionario le ofreció algo de dinero a Vidyasagar por cargar su maletín diciendo: “Mire. Tome este dinero”. Vidyasagar respondió: “¡Señor! He cargado su maletín como un acto de servicio, no por dinero”. Y cortésmente rechazó el ofrecimiento de dinero. La reunión comenzó. Vidyasagar fue profusamente adornado con guirnaldas y llevado al estrado con todos los honores. El funcionario, al ver a Vidyasagar, lo reconoció como la persona que había cargado su maletín pocos minutos antes. Se sintió muy avergonzado. En cuanto terminó la reunión, cayó a los pies de Vidyasagar, implorando su perdón.

La humildad trae grandeza

Sólo la humildad y la obediencia trajeron gran honor a Vidyasagar. Incluso hoy encontramos la vida de Vidyasagar en los libros de texto. La grandeza no reside en la educación que prosiguen o en los altos grados académicos que obtienen. La humildad y la obediencia son las que les traen grandeza. Hay muchas personas educadas en este mundo. Sin embargo, ¿de qué sirve esto? ¿Qué beneficios obtiene el mundo de su educación? Una persona se arruina sólo debido al ego y al apego. Uno puede volverse realmente grande cuando renuncia a estos dos.

Durante su viaje por el norte de India para participar en diversos debates, Adi Sankara conoció a un gran erudito llamado Mandana Mishra. Él tenía una esposa llamada Ubhayabharati, que fue seleccionada como árbitro y juez para decidir quién era el ganador en el debate entre Adi Sankara y Mandana Mishra. Ella consideraba que la verdad era Dios; por lo tanto, estaba eminentemente calificada para la tarea. Sankara derrotó a Mandana Mishra en el debate y Ubhayabharati lo declaró ganador. Según las condiciones del debate, Mandana Mishra tenía que volverse Sannyasi (renunciante) y eso hizo. Como esposa obediente, Ubhayabharati hizo lo mismo y también se convirtió en renunciante.

Ubhayabharati le abre los ojos al renunciante

En una ocasión, Ubhayabharati se dirigía al río Ganges con sus discípulas para tomar un baño. En el camino, observó a un Sannyasi que se encontraba descansando, con la cabeza apoyada en un recipiente hecho con un calabacín. Él lo utilizaba para guardar agua potable y por eso lo guardaba cuidadosamente. Ubhayabharati vio este apego del Sannyasi por el recipiente y les dijo a sus discípulas: “¡Miren! Este hombre se dice Sannyasi pero está apegado al calabacín que usa como almohada”. El Sannyasi oyó este comentario, pero permaneció en silencio. Cuando Ubhayabharati y sus discípulas regresaban del río, él arrojó el recipiente frente a ellas para demostrar que no estaba apegado a él. Observando su acción, Ubhayabharati comentó apropiadamente: “Pensé que sólo había un defecto en él: Abhimana (apego). Ahora comprendo que tiene también otro defecto: Ahamkara (ego). ¿Cómo puede alguien con Abhimana y Ahamkara volverse un Jñani y un Sannyasi?” Su comentario hizo que el renunciante abriera los ojos. Le expresó su gratitud a Ubhayabharati por impartirle el verdadero conocimiento acerca de la renunciación.

Emulen a Karna

Diversos pueblos deben seguir diferentes sendas en el mundo. El Señor Krishna enseñó la senda de la sabiduría y estableció la verdad de que la cualidad del amor es común a todos. Él incluso perdonó a personas con cualidades demoníacas como Duryodhana y Dussasana. Aunque Karna se unió a las fuerzas del mal, era un hombre de cualidades nobles. Por eso, el Señor Krishna elogió sus cualidades. Karna no tenía ni un ápice de ego o apego. Era un gran guerrero y una persona sumamente caritativa. Por lo tanto, uno debe emular sus nobles cualidades. Cada estudiante debe oír cosas buenas y ponerlas en práctica. Experimenten la bienaventuranza y compártanla con todos. Éste es su deber principal.

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(1) Del Divino Discurso del 10-6-2001: ‘Quizás hayan oído la historia de Laila y Majnu. Laila era rica mientras que Majnu era muy pobre. Ella quería saber si él realmente la amaba porque quería casarse con él. Ella ideó un plan y envió a dos de sus sirvientas con él. Se acercaron a Majnu y le dijeron que Laila estaba muy enferma y necesitaba sangre. Majnu dijo que él estaba dispuesto a sacrificar su vida misma por el bien de Laila y que su bienestar era su primera preocupación. Cuando esto le fue transmitido a Laila, ella se dio cuenta de cuán puro y desinteresado era el amor de Majnu. Ella se arrepintió de no haber estimado de manera apropiada el amor de Majnu por ella.’


Traduccion Mercedes Wesley

Revision Verónica y Carlos Fazzari