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Discursos dados por Sai Baba

03. 27/01/07 Dios te ayudará si ayudas a otros

DIOS AYUDA A LOS QUE AYUDAN A OTROS

DIOS AYUDA A LOS QUE AYUDAN A OTROS

27 de Enero de 2007

Thiruvanmiyur, Chennai

Athi Rudram Maha Yajnam

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¡Encarnaciones del Amor!

El hombre nace de la acción, es sostenido por la acción y finalmente, se funde en la acción. La acción es la causa del placer y del dolor. Hablando con la verdad, la acción es Dios para el hombre.
(Poema en Telugú)

Los Jóvenes deben andar por el Camino Sagrado

No hay ninguna necesidad de que el hombre busque a Dios en lugar alguno. Dios está presente en cada una de ustedes. El Señor Krishna declaró en el Bhagavad Gita: “El Eterno Atma en todos los seres es parte de Mi Ser”. Él declaró, “Todos son un aspecto de Mi Divinidad”. ¿Dónde entonces buscarían a Dios si Él está en ustedes y con ustedes? Cualquiera sea el trabajo que hagan, considérenlo como el trabajo de Dios.

Dios ha bendecido al hombre con cuerpo, mente, intelecto e inteligencia. Los jóvenes tienen un cuerpo sano, una mente fuerte y un intelecto agudo, capaz de pensar profundo, pero los están usando mal. En vez de pensar en Dios y de hacer el uso apropiado de sus miembros, están usando mal sus sentidos. Esto es un grave error. A esta edad, ustedes deben poner el poder del cuerpo, de la mente y del intelecto a buen uso.

¿Qué se quiere decir con buen uso?

Significa andar por el camino sagrado. Sólo porque han sido dotados de ojos, no tienen necesidad de verlo todo. Traten de ver todo lo que es bueno. No escuchen con sus oídos las críticas de otros y todo lo que es innecesario. El escuchar las críticas de otros y ver todo lo malo es un gran pecado. Adquiriremos maldad solamente si vemos maldad. No tratan de escuchar las buenas palabras con sus oídos; en lugar de esto escuchan charlas malignas.

Surdas era ciego. Pero él constantemente cantaba el nombre de Krishna. Por ende, Krishna le dio Su darshan y llenó su vida. ¿Para qué les ha dado Dios la lengua? ¿Es para disfrutar el sabor de cualquier cosa y de todo, o para hablar mal de otros? No, no. Es para cantar las glorias de Dios, el escuchar, el cantar, el contemplar en Vishnu, el servir a Sus Pies de loto, el saludar a Dios, el adorar a Dios, la humildad, la amistad y la rendición. Al poner en práctica estos modos de adoración, el hombre puede alcanzar la realización en Dios.

Consideren a todos como Hijos de Dios

Canten el nombre de Dios. Dejen que otros también lo escuchen y rediman su vida. Hacemos cantos devocionales. ¿Para qué lo hacemos? ¿Es para disfrutar de la melodía y del modo musical? No, no. Lo hacemos para librarnos de nuestra enfermedad.

“¡Rama! ¡Sálvame!” Esto puede recitarse como un poema. Pero no nos da tanta felicidad como la que da si lo cantamos en la forma de canción. Si cantamos el nombre de Rama de todo corazón, es suficiente. El nombre de Krishna es también muy poderoso y supremo. Muchas personas describen y alaban a Krishna de muchas maneras. Pero lo qué estamos supuesto hacer ahora no es meramente cantar el nombre de Rama, Krishna o Sai, sino de ayudar a cualquiera que esté en problemas, diciendo: “¡Oh muy querido mío! ¿Qué es lo que deseas? ¿Tienes hambre? Toma este alimento”.

Deben ofrecer alimento y ayudar en la medida posible. Muchos niños pequeños andan vagando por las calles cuando sus padres van a trabajar. Están expuestos a muchos accidentes y peligros. Debemos ayudar a tales niños y protegerlos de peligros y percances. Algunas personas quedan heridas en accidentes; deben ser llevadas a hospitales y provistas de tratamiento y otra ayuda necesaria. Sean corteses con los pobres y ayúdenles. Provean la ayuda y los medios de tratamiento para aquellos que sufren de alguna dolencia. Extiendan una mano servicial a los que son débiles e incapaces de caminar.

Cuando enseñamos a otros el valor del servicio después de ponerlo en práctica en nuestra propia vida, esto creará una conciencia dentro de ellos. Entonces las personas pensarán que estos niños nos están enseñando tantas cosas buenas; así, debemos también extenderles nuestra ayuda. Debemos hablar a los niños con bondad. Cuando los llamamos, debemos hacerlo amorosamente, diciendo: ¡Querido niño! Por favor ven”. Debemos evitar llamarlos: “He tú, ven aquí” con ira.

Hablen amorosa y dulcemente sin herirlos. No le den miradas enojadas. Debemos expresar nuestro amor hacia ellos mientras hablamos con ellos. El amor es un poder supremo. Por lo tanto, llamen a todos con amor, diciendo: “Ven, hermano, ven”. Pregúntenle acerca de sus dificultades: “¿Tienes algún problema financiero o de salud?” Después de comprender a fondo sus problemas denle la ayuda necesaria. Los hay que llevan vidas solitarias ya que carecen de padre, madre, pariente o amigos. Debemos ofrecerles afecto fraternal. Debemos alentarlos diciendo, “Yo soy como tu hermano”, o hablar con ellos amorosamente diciendo: “¡Oh querido mío! ¿Tú no tienes hermana o menor? Yo soy tu hermana mayor, yo soy tu hermana menor.” Hablándoles así de esta manera íntima, debemos darles valor y ayuda.

Todos son hijos de una sola madre, en verdad. Esa madre es Dios. Sigan la máxima: Hermandad del hombre y Paternidad de Dios. Puesto que todos son hijos de Dios, deben considerar a todos como hermanos y hermanas; no necesitan, sin embargo, compartir sus bienes con ellos. Con quien sea que se encuentren, háblenle amablemente y ámenlo de todo corazón.

Dios es la encarnación del amor

Él protege a la humanidad entera con su amor. Si sólo hubiera amor en nosotros sería suficiente. Entonces todos nos uniríamos. No debemos crear distancia entre nosotros por nuestra manera de hablar o conducta. Atraigan a cada uno cerca de ustedes con amor. Entonces ustedes alcanzarán la proximidad de Dios.

Cuando miren a otros con amor, Dios también los mirará a ustedes con amor. En la situación en que se pueden encontrar, nunca deben mostrar ira, celos, hipocresía o pompa. No traten a los demás con ira u odio. Al experimentar su amor, el amor en los otros también aumentará. Cuando tratan a los demás con amor, ellos también les mostrarán amor hacia ustedes. Pero si les muestran ira hacia ellos, ellos también se comportarán de manera enojada con ustedes. Cuando cualquier mendigo se para delante de su casa y les ruega por comida diciendo: “Madre, por favor dame una limosna”, deben pedirle amorosamente que se quede, traerle comida de adentro de la casa y ofrecérsela, haciéndolo feliz con ello.

Durante la guerra por la liberación de Rangoon, una madre y su hijo de alguna forma escaparon del área y se las arreglaron para llegar a Kolkata. No tenían abrigo ni comida. La madre iba mendigando por limosnas de casa en casa, le daba la mayor parte a su hijo y comía lo poco que quedaba. Cuando ella no conseguía suficiente, ella daba la totalidad del alimento a su hijo y ella la pasaba sin comida. En consecuencia, ella se fue debilitando día a día.

Un día, el hijo, incapaz de verla sufrir, le dijo: “Madre, a partir de hoy, tú descansas y yo iré a buscar comida para nosotros dos”. A partir de ese día, él iba mendigando de casa en casa, le daba la mayor parte a su madre y comían lo poco que quedaba. A veces, él le mentía a su madre diciendo que ya había comido. En consecuencia, él también se debilitó mucho. El hijo no tenía fuerza para cuidar de su madre ni la madre tenía fuerza para proteger al hijo.

Un día, él se paró delante de la casa de un oficial y pidió limosnas. El oficial estaba relajándose en un sillón en la veranda, leyendo un periódico. Se apiadó del muchacho, fue adentro y trajo algún alimento en una hoja de banano. Le dijo que se sentara y lo comiera allí mismo. Pero el muchacho dijo que él lo iba a llevar a casa para su madre. El oficial dijo: “tú dices que estás hambriento, entonces, ¿por qué no te sientas aquí y comes? Puedes llevarlo a tu madre después”. Entonces el muchacho respondió: “Señor, todos estos días mi madre estaba trayéndome comida haciendo mucho esfuerzo. A consecuencia, su salud de deterioró. Por lo tanto, yo tengo que alimentarla primero”. Como estaba pronunciando estas palabras, él sintió un mareo. Cayó y expiró su último aliento con las palabras: “primero a mi madre, primero a mi madre...” en los labios.

El oficial se sintió muy triste. Se asombró ante el amor que el muchacho tenía por su madre. Fue en busca de la madre y la encontró acostada debajo de un árbol. Estaba en un dilema de cómo decirle la trágica noticia de la muerte de su hijo. Con la ayuda de un sirviente, él trajo el cuerpo muerto de su hijo y lo colocó al lado de ella. Ella se levantó en seguida y llamó: “Mi amado, o Mi amado. Pero no hubo respuesta. Entonces el oficial dijo: “¡Oh madre! ¡Tú hijo expiró su último aliento mientras te traía comida! Ella estaba inmersa en el dolor y se lamentaba: “¡Aye! ¿Dónde está la necesidad de comida si he perdido a mi hijo?”

Las relaciones mundanas carentes de Amor son inútiles

Mientras la madre tenga fuerza, ella nutre a sus hijos. Los hijos deben también nutrir a su madre de la misma manera. Dios nos ha dado el nacimiento como seres humanos para nutrir y cuidarnos los unos a los otros. ¿Para qué son las relaciones como hermanos y hermanas? No meramente para la división de bienes y riqueza. Estas relaciones son para desarrollar amor y compartirlo los unos con los otros. Las verdaderas relaciones son aquellas que comparten amor los unos con los otros. Las relaciones mundanas carentes de amor son inútiles.

Aquellos que son fuertes y poderosos deben proteger a los débiles e indefensos. Cuando vean a alguien en problema, muéstrenle bondad y traten de secarle las lágrimas. Esto es verdadera compasión. Esta compasión es rectitud; es amor. Cuando expandimos nuestro amor, podemos dar felicidad al mundo entero. Por lo tanto, desarrollen amor.

Si se topan con un hombre pobre, una persona enferma o alguien en problema, denles la ayuda que pueda. Si extienden ayuda a tales personas, Dios derramará Su amor sobre ustedes. En cada ser humano, Dios está presente en la forma de amor. No debemos desperdiciar o usar mal este amor. Hoy expresamos nuestro amor arbitrariamente para cualquier cosa y por todo. Al amar cosas indeseables, vamos por el camino erróneo y llegamos a un triste estado.

Algunas personas muestran gran amor para los extraños pero no muestran el mismo amor para su madre y padre en sus propias casas. Primero y principal, debemos amar a nuestros padres y entonces, a otras personas. Pero no debemos limitar nuestro amor a nuestros amigos y parientes solamente, debemos amar a todos. Sólo entonces derramará Dios Su amor sobre nosotros. Cuando vemos a alguien en problema o una persona lesionada en la carretera, no debemos mostrar indiferencia hacia ellos. No importa lo urgente del trabajo que podamos tener, debemos tratar de remover su sufrimiento. Entonces Dios se manifestará ante nosotros y nos llenará de energía.

No hay nadie en este mundo que pueda darnos más amor que Dios. Cantamos bhajans y realizamos actividades de servicio solamente para alcanzar el amor de Dios. El amor de Dios no llena de gran energía. Sólo Dios puede darnos esta energía. Por lo tanto, amen a Dios y amen a todas las personas ya que son verdaderamente hijos de Dios.

Algunos niños se vuelven huérfanos. Deben aliviar su sufrimiento. Entonces su nacimiento como seres humanos habrá valido la pena. ¡Ven a una persona en problema y se van sin mostrarle ninguna bondad! No hay peor pecado que este. Al día siguiente cuando ustedes puedan estar en problema, entonces sus amigos también los ignorarán y se mofarán de ustedes. Por lo tanto, deben amar a los demás y recibir su amor. La caridad y la bondad son una parte muy importante de la rectitud.

No hay caridad mayor que alimentar al hambriento.
No hay dioses mayores que los padres.
No hay dharma mayor que la compasión.
No hay ganancia mayor que la compañía de los buenos.
No hay enemigo mayor que la ira.
(Poema en telugú)

Bajo ninguna condición debemos permitir que la ira nos domine. Debemos obedecer a nuestros padres. Debemos amar aun los que nos odian. Uno debe sacrificar hasta la vida por amor. La vida de uno se vuelve valiosa solamente cuando uno tiene amor.

Desarrollen Amor y Experimenten la Unidad con Dios

¡Miembros del Seva Dal!

Primero y principal, llenen su corazón de amor. Con el que sea que encuentren, deben hablar con él con amor. Atraigan a sí a todos los que están en problema. Entonces Dios derramará Su amor sobre ustedes. ¿Cómo pueden recibir el amor de Dios si no dan amor a sus semejantes? Si desean volverse merecedores del amor de Dios, entonces primero y principal deben merecer el amor de sus semejantes. Dios les ayudará si ayudan a los otros. Ayuden siempre, No dañen nunca. No pongan a nadie en problemas. Amen a todos. Lleven su vida con bondad de corazón. Su corazón debe derretirse de amor y el amor debe fluir por él.

Por lo tanto, ¡encarnaciones del amor! Todos ustedes encarnan el amor. Desarrollen cada vez más el amor en ustedes. Este es un aspecto de la Divinidad. Es en referencia a esto que el Señor Krishna declara que todos los seres son sólo un aspecto de Su Divinidad.

¡Mis queridos! Ustedes no son diferentes de Mí; Yo estoy en ustedes y ustedes están en Mí. Al igual que como Yo los amo, deben también amar a todos y cada uno. Entonces su amor y Mi amor se unirán. Si añaden amor al amor, éste aumentará inmensamente. Pueden lograr grandeza solamente cuando desarrollen amor dentro de sí. Este es el servicio que deben rendir. Sólo cuando desarrollen amor es que merecerán el amor y la gracia de Dios.

(El Discurso divino se terminó con el bhajan “Prema mudita Manasa kaho Rama Rama Ram…”)