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Discursos dados por Sai Baba

29. 08/10/64 La repeticion y el canto del nombre de Dios

LA REPETICIÓN Y EL CANTO DEL NOMBRE DE DIOS

LA REPETICIÓN Y EL CANTO DEL NOMBRE DE DIOS

8 de Octubre de 1964

Dia del hospital Sri Sathya Sai

P.K. SAVANT y Lakshminarasiah, ambos ministros, uno del estado de Andhra Pradesh y el otro del de Maharashtra, les informaron con entusiasmo de la administración de la salud y de la parte que la disciplina espiritual juega en el mantenimiento de la misma tanto mental como físicamente. Savant habló acerca del trabajo que está haciendo el estado de Maharashtra para erradícar las enfermedades de las aldeas y para persuadir a los médicos a que se establezcan en ellas. Dijo que el antiguo sistema ayurvédico de medicina era más adecuado a los hábitos alimenticios y a las peculiaridades climáticas de este país y que como usaba medicinas disponibles en los alrededores de las aldeas era más barato y de más fácil disponibilidad. También dijo que él, hasta ahora, nunca había sido un paciente porque había podido resistir a la enfermedad por medio de la estricta observancia de las reglas acerca del alimento, el sueño y la recreación. Su fe en Baba, dijo, le había resultado en una gran reserva de fuerza para sobreponerse a la enfermedad. Lakshminarasiah es médico y habló alabando la tranquila atmósfera de las ermitas de la India y de su deseo de que el sencillo vivir de los antiguos profetas fuera revitalizado. Dijo que en lo profundo del corazón de cada indio hay un estrato de fe en el Sanathana Dharma (Justicia Eterna) que debe utilizarse para cualquier reconstrucción. Siendo ésta la celebración del aniversario del hospital, tengo algo que decir acerca de las enfermedades físicas y de su tratamiento y cura. El hombre busca su salud no por la salud misma sino porque trata de curar su enfermedad, ya que la enfermedad Significa aflicción; trata de obtener la salud que significa alegría. Lo que anda buscando es bienaventuranza (ananda). En todos los tiempos, en todos sus actos, él sólo busca eso. Un pez tirado a la orilla del lago se retuerce y lucha por entrar de nuevo en el agua. La lucha del hombre por volver a la bienaventumnza es de la misma naturaleza; él estaba en la bienaventuranza y ha sido echado a la miseria, Su elemento natural es la felicidad. Tenía calma, concordia, paz y amor mientras se encontraba en el reino de la bienaventuranza. Ahora, cada quien debe recuperar esa bienaventuranza, cada uno para sí. Nadie más puede conseguírsela. El ministro describió cómo el plan estaba proporcionando alimento, ropa y abrigo para todos. Pero aun aquellos que tienen estas tres cosas en buena medida no están libres de miseria; no han sido restaurados a la bienaventuranza, La bienaventuranza es un tesoro interno, ganado por el desapego y la disciplina. Debemos tener un plan para la bienaventuranza, un plan para la paz y el contento.

Una persona puede estar sentada en un sofá con suaves cojines en una habitación con aire acondicionado, pero su corazón puede estar ardiendo con inexpresable ansiedad y temor. El cuerpo es como la carreta y la mente como el caballo. Ahora, la planificación coloca la carreta antes del caballo. Le da e1 primer lugar al cuerpo y a sus necesidades. Deben considerar primero las cosas primordiales. Sólo entonces podrá la verdadera cultura de la India ser restaurada en toda su antigua vitalidad. Los sabios de esta tierra conocían el tesoro de la bienaventuranza que yace en cada corazón humano y habían descubierto los métodos para explotar esta mina y extraer ese oro. Decian que si se reverenciaba, promovía y aprovechaba a la madre tierra (Bhumaba), a la made vaca (Gomata); a la madre natura] (Níjamata) y a la madre Veda (Vedamata) de la mejor manera, la felicidad era cierta y la liberación estaría asegurada. Es debido a que el pueblo de la India siguió este camino que este país ha permanecido como la India y no se ha vuelto Europa O China.

Aun la escasez de alimento de la cual el habló se debe a la declinación de la sinceridad que era la marca de los campesinos. Cuando la fuerza que viene del entusiasta desempeño de la propia profesión disminuye, cuando el valor del autosacrificio está ausente, todas las actividades decaen. Tengan fe en el Señor y en el principio del Atma; entonces los vitalizará. Un fakir fue a ver a Akbar y fue informado de que éste estaba dedicado a sus oraciones y no podía dar audiencia por algún tiempo. Se le pidió que esperara en la antesala. Pero él rehusó hacerlo y dijo: "¿Qué puede este mendigo obtener de ese otro mendigo?" Todos son mendigos a la puerta de Dios. El héroe es aquel que no mendiga ni se arrastra, ni halaga ni adula. El sabe que el Señor sabe mejor. Si es su voluntad él otorgará alimento y vestido; si no, bien, que se haga su voluntad. Ése es el camino de la autoentrega (Shanagati) O de la rendición (prapati).

No se debe mendigar ni regatear. Entréguense; sométanse a su voluntad. Algunas personas regatean con Dios y prometen darle este o aquel costoso artículo o su propio pelo si se curan de una enfermedad o si cierta calamidad es evitada. El Señor Venkateshvara o cualquier otra forma del Señor no necesita el pelo de sus cabezas; lo que él quiere es que respeten la palabra dada a quienquiera que sea. Así, a fin de ser fieles a su palabra y no incurrir en el pecado de la falsedad y del engaño, tienen que ofrecérselo a él, sin importar el período de tiempo. Raparse la cabeza es señal de que han perdido la ilusión de que es la belleza física la que cuenta; se hacen voluntariamente feos para que puedan demostrar que es la armonía y el encanto internos lo que realmente importa. Los sanyasin también tienen que afeitarse la cabeza a fin de escapar a un engaño similar y adoptar la actitud apropiada.

Ni los mejores doctores podrán salvar a un hombre cuando lo llame la muerte. Los hombres tienen que responder a ese llamado, así se encuentren en peregrinaje a Kodaram, Badri O Rameshwaram, así sean novios en el asiento ceremonial ante el fuego ritual. La muerte no permite demora, no acepta ninguna excusa; las lágrimas no conmueven su corazón ni pueden las amenazas mantenerla a raya.

El emperador janaka estaba escuchando las tranquilizantes notas de la música en el Salón de audiencias y se quedó dormido en el trono. Lenta y silenciosamente los cortesanos y músicos salieron del salón dejándolo solo. Empezó a soñar. Su reino estaba siendo invadido y saqueado y él fue capturado y encarcelado, pero se escapó y andaba errando solo en territorio enemigo, abrumado por el hambre y la sed en la oscura selva. Él Se quejó en alta voz. La reina oyó el quejido y lo despertó. Se vio como el emperador en el trono, rodeado de sirvientes. Entonces empezó a asaltarlo una duda: "¿ Qué es la verdad: esto o aquello?" Mientras estaba soñando, el sueño era tan cierto como la experiencia del palacio en la vigilia. Esto era cierto en la vigilia; lo otro era cierto en el sueño. Cada caso tiene sólo un valor relativo mientras se esté en ese estado. Nada es enteramente cierto, verdaderamente real. La experiencia de la vigilia es tan irreal como la del sueño. Cuando ustedes están en sueño profundo, no hay mundo alguno. Cuando logran el cuarto estado supraconciente, sólo el Yo permanece, el Yo Universal que fue tomado equivocadamente aun en el Sueño por limitado y partiCular.

Unos pocos minutos de tranquila reflexión los convencerán de esto. Pero ustedes están demasiado ocupados en trivialidades para darle atención a las necesidades vitales. Siembren la semilla del nombre del Señor, cualquiera que más les guste entre sus miles de nombres, en el bien preparado terreno de su corazón y déjenla brotar en el silencio que hay allí; riéguenla con amor, con servicio a sus semejantes; resguárdenla contra las plagas y el ganado de las emociones y pasiones que los arrastran al exterior poniéndole la cerca de la repetición del nombre y de la meditación: entonces obtendrán la cosecha de la bienaventuranza.

El ministro Sawant dijo que la fe en Sai Baba lo había mantenido sano y fuerte de mente y de cuerpo todos estos años. Él fue presidente del Comité de Shirdi (Shirdi Samasthan) durante muchos años. Su devoción y apego a aquel cuerpo y a este cuerpo son conocidos sólo de él y de mí. Así, cuando él dice que Baba lo ha estado manteniendo sano y fuerte, yo sé que es cierto y que su fe es profunda y sincera. Si tienen sincera devoción pondrán la responsabilidad de su salud en él y él también aceptará esa responsabilidad. Su mente estará tan llena de felicidad que su cuerpo será un instrumento apropiado para el Jadhana.