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07. 02/05/06 No se carga con deseos ilimitados | 2 de Mayo de 2006
Whitefield, Bangalore
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Sathya, Dharma, Shanti y Prema son los pilares del Sanathana Dharma. Sin asimilar estos valores, la adquisición de toda educación, la realización de todo acto de caridad y el emprendimiento de toda práctica espiritual tienen poco valor. ¿Qué más hay que transmitir a esta asamblea de nobles almas?
(Poema en telugu)
Encarnaciones del amor:
¿Qué significa Avatar (encarnación de Dios)? Connota la combinación de la consciencia divina con la conciencia humana. El hombre es la combinación de cuerpo, mente, intelecto y consciencia. Dios, quien es la encarnación del amor, asume forma humana para establecer identidad con el hombre y así provocar en él una transformación a través del amor. Dios desciende a la Tierra y se involucra en los asuntos del mundo para enseñar y guiar al hombre y ponerlo en el camino correcto. Aquí hay un pequeño ejemplo.
Una vez, las Gopikas se acercaron a Yashoda y le reclamaron:
—¡Madre! Krishna vino a nuestra casa y rompió nuestras vasijas de cuajada y leche.
Otras Gopikas vinieron y se quejaron a Yashoda de que Krishna había entrado en su casa a medianoche y atado las trenzas de una Gopika con las de otra. Cuando Yashoda reprendió a Krishna por estas travesuras, Krishna dijo a Su madre:
—Madre, tú sabes que estuve durmiendo a tu lado toda la noche. Entonces dime, ¿cómo podría haber ido a sus casas a medianoche?
Yashoda se dio cuenta de que lo que Krishna dijo era cierto. Pensó que obviamente, las Gopikas estaban diciendo mentiras. Hay una diferencia entre la consciencia humana y la consciencia divina. Si las divinas travesuras del niño Krishna fueran analizadas desde el ángulo espiritual, las vasijas de arcilla representan el cuerpo humano. Por lo tanto, romper las vasijas denota renunciar a dehabhranti (la ilusión causada por el apego al cuerpo). Sin darse cuenta de este significado más profundo detrás de las travesuras aparentemente infantiles de Krishna, las Gopikas se quejaban de Él ante Yashoda.
Más tarde, las Gopikas se dieron cuenta de la verdadera naturaleza de Krishna y le oraron:
—¡Oh, Krishna! Tú eres la encarnación de la felicidad suprema, libre de los trigunas (satwa, rajas y tamas) y de la dualidad, y fuera del alcance de la mente humana. Fue nuestro error superponer en ti cualidades humanas. Todas las quejas que hicimos contra ti a tu madre fueron causadas por nuestra ignorancia. ¡Oh, Swami! Por favor, perdónanos y tómanos en tu rebaño.
Entonces, Krishna las perdonó a todas y les explicó el principio de la unidad, diciendo:
—Ustedes no son diferentes de Mí. Ustedes y Yo somos uno.
Por eso, cuando cultivamos la fe en el principio de la unidad, nuestras vidas son santificadas.
El hombre está dotado con el cuerpo y la mente, los cuales engendran kama y krodha (deseo y enojo). Pero Dios no tiene ni deseo ni enojo. Dios no tiene un ápice de deseos o aspiraciones mundanas. Todo lo que Dios hace, ve y dice es por el bien de los devotos, no por sí mismo. Cuando Dios se encarna en la tierra en forma humana, se comporta únicamente como ser humano. Puede hacer llorar a alguien, hacer reír a otro y entregarse a juguetonas travesuras con otro más. Al ver todos estos actos aparentemente humanos, las personas se engañan al tratar al avatar como un ser humano ordinario. De hecho, ¿cuál podría ser la razón para que Dios descienda a la tierra con una forma humana? Es solo para establecer un ideal para el hombre y conducirlo por el camino de la rectitud.
Cuando alguien les pregunta su nombre, la respuesta usual sería: «Mi nombre es Ranganna, o Somanna, etc.». Pero, estos nombres les fueron dados por sus padres. No son sus verdaderos nombres. De hecho, cuando alguien les pregunta su nombre, deben responder: «Yo soy Yo». Este es su verdadero nombre. Este «Yo» está presente en cada individuo. Ese es el Atma tatwa (principio del Uno Mismo). Excepto esto, todos los demás nombres son imaginarios. Esto implica que Dios es inmanente en cada ser humano, o mejor dicho, en cada ser viviente. Todos son encarnaciones de Dios. «Ekoham bahusyam» (el Uno deseó volverse muchos). El Uno asumió todas las formas. «Aham Brahmasmi» (Soy Brahman). Este debería ser el descubrimiento de cada individuo. Esta percepción es la base de la unidad de vyashti (el individuo), samashti (la sociedad), srishti (la creación) y Parameshti (Dios). Sin srishti, no puede haber samashti, y sin samashti, no puede haber vyashti. Pero, ¿quién es vyashti? Es la encarnación de la Divinidad que está presente en todos. Por lo tanto, la sociedad, que es una conglomeración de individuos, es la forma colectiva de la Divinidad. Por lo tanto, en la sociedad todos son iguales. No se puede hacer ninguna distinción entre alto o bajo. Si ridiculizan a alguien, eso equivale a ridiculizarse a ustedes mismos. Lo que ven en la sociedad es solo su propio reflejo. Lo que oyen es solo el eco. Hay que percatarse de esta verdad y cultivar el sentimiento de unidad. Los nombres de Rama y Krishna fueron dados a los avatares por sus padres. Cuando Dios se encarnó en el pasado, no proclamó que era Rama ni Krishna. Estos nombres fueron dados a los avatares después de su encarnación, no antes. Los nombres y formas son meramente marcas distintivas de los individuos en la sociedad.
No necesitan buscar a Dios en ningún lugar. Cuando alguien les pregunta: «¿Dónde está Dios?», deben decir con confianza: «Yo soy Dios». Las personas construyen templos y edificios con ladrillos y argamasa, y en ellos instalan ídolos de Dios. Sin embargo, Dios está firmemente instalado en los corazones de todos los seres humanos, o mejor dicho, de todos los seres vivientes. Es solo para explicar esta verdad que el Señor Krishna declaró en el Bhagavad Gita: «Mamaivamsho jivaloke jivabhuta sanathana» (el eterno Atma en todos los seres es una parte de mi ser). Es posible tomar consciencia de esta verdad adhiriendo a los cinco valores humanos de sathya (verdad), dharma (rectitud), shanti (paz), prema (amor) y ahimsa (no violencia). ¿Dónde están estos valores humanos? No están fuera. Todos ellos están dentro de ustedes. Es muy lamentable que los busquen fuera, siendo que están muy dentro de ustedes. Mientras busquen los reflejos fuera, no podrán reconocer el objeto dentro. La divinidad está inmanente en ustedes. Por lo tanto, deben considerarse divinos y proclamar: «Yo soy Dios». Entonces, no tendrán ningún temor, ansiedad ni ilusión. Mientras no perciban dentro de sí su propia divinidad, no podrán deshacerse del apego al cuerpo.
No hay necesidad de ir en peregrinaciones para buscar a Dios. Dios está presente en todas partes. «Sarvatah panipadam tat sarvatokshi siromukham, sarvatah srutimalloke sarvamavruthya tishtati» (con manos, pies, ojos, cabeza, boca y oídos que todo lo impregnan, Dios permea el universo entero). Dondequiera que miren, allí está presente Dios. No hay lugar donde Dios no esté presente. No hay forma que no le pertenezca. El hombre busca a Dios, pensando que Él está en algún lugar distante. Pero Dios está frente a ustedes, detrás de ustedes y a su lado. Todos son encarnaciones de Dios. Sin embargo, no consideran a las personas a su alrededor como encarnaciones de la Divinidad. Miran su forma y los consideran como meros seres humanos. Olviden la forma. Estén firmemente establecidos en el sentimiento de que dondequiera que miren, solo está Dios. Es solo Él quien provee todo para nuestro sustento. Por lo tanto, cualquier trabajo que emprendan, considérenlo como el trabajo de Dios, y dedíquenlo a Él. Si realizan sus acciones como una ofrenda a Dios, resultarán puras y sagradas. Dios no está en algún rincón distante. Ustedes son Dios. Ustedes son la sociedad. Ustedes son el mundo. Ustedes son el cielo. Ustedes son la Tierra. Ustedes son las estrellas. Ustedes son todo. Por lo tanto, cultiven el sentimiento: «Yo soy todo». Ven dualidad en el mundo porque se dejan llevar por nombres y formas. Si miran más allá de los nombres y formas, encontrarán la unidad en todas partes.
Todos ustedes son las encarnaciones del Atma. Siendo las encarnaciones del Atma, ¿por qué buscar al Atma en otro lugar? ¿Qué significa el Atma? El Atma denota la consciencia. La consciencia lo impregna todo. Mientras haya consciencia en el cuerpo, este es nutrido y protegido. Cuando la consciencia deja el cuerpo, este pierde todo su valor.
Supongan que un chico y una chica deciden casarse. Después del matrimonio, la chica se refiere a él como su esposo. De manera similar, el chico se refiere a ella como su esposa. Pero, ¿por cuánto tiempo? Solo por un período específico, es decir, mientras vivan juntos. Más tarde, si uno de ellos muere, uno no tendrá ninguna relación con el otro. ¿Quién es el esposo y quién es la esposa? Todas estas relaciones son imaginarias y transitorias. Similar es la relación entre la madre y el hijo. El hijo la llama madre, durante años. Pero cuando ella deja su cuerpo mortal, el hijo llora sobre el cuerpo muerto de su madre, diciendo: «¡Oh, madre! ¡Me has dejado!». De hecho, ¿a dónde ha ido su madre? El cuerpo físico que él llamó madre todos estos años está presente frente a él. Si el cuerpo físico fuera realmente su madre, bien podría guardarlo en su casa, ¿no es así? Pero, ¿lo hará? ¡De ninguna manera! Lleva el cuerpo al crematorio y lo crema. Por lo tanto, todas estas relaciones corporales son ilusorias y no reales. Son como nubes pasajeras. Solo el Atma es eterno. Pase lo que pase con el cuerpo físico, el Atma no sufre ningún cambio.
Todos son encarnaciones de Dios. Como estamos engañados pensando que Dios está separado de nosotros, emprendemos diversas prácticas espirituales para alcanzar a Dios. Pensamos que sravanam (escuchar), kirtanam (cantar), Vishnusmaranam (contemplar a Vishnu), padasevanam (servir a Sus Pies de Loto), vandanam (salutación), archanam (adoración), dasyam (servidumbre), sneham (amistad), atmanivedanam (entrega de uno mismo) son los sadhanas que debemos realizar. Pero, ¿qué es sadhana? Sadhana es sa + dhana. La letra «sa» en la palabra sadhana implica salokya (percepción de lo Divino), sameepya (proximidad a lo Divino), sarupya (identificación con lo Divino) y sayujya (fusión en lo Divino). Esta es la dhana (riqueza) que el hombre tiene que adquirir y atesorar. Pero el hombre hoy anhela dhana (el dinero) olvidando este «sa» que consiste en salokya, sameepya, sarupya y sayujya. Hoy, toda actividad en el mundo está centrada en dhana. Suponiendo que le pidan a alguien que cante una canción o haga algún trabajo para ustedes, inmediatamente comenzará a negociar la cantidad que le pagarán por sus servicios. Toda actividad del hombre se ha convertido hoy en negocio, tanto que el negocio ha entrado también en el campo de la espiritualidad. No hay necesidad de comprar a Dios con dinero, lo cual, por supuesto, no pueden hacer. De hecho, ustedes mismos son Dios. Ustedes mismos son el principio divino. Están dotados de un inmenso poder divino. Pero tienen que mantener su mente estable. No dejen que salte de un pensamiento a otro. Si escriben respuestas correctas en su examen, obtendrán calificaciones correctas. Si tienen una mente buena, todo resultará bueno. Pero si en su mente hay malos pensamientos, el resultado también será malo. Ante todo, entiendan la naturaleza de su mente. Solo podrán entender el secreto de la vida humana cuando entiendan su propia mente. Sean buenos, hagan el bien, vean el bien. Entonces todo se volverá bueno en su vida. Sean siempre buenos y sigan el camino correcto. No sigan el camino equivocado, imitando a otros. Sigan a su consciencia. Si su corazón es puro, todo se volverá puro y sagrado.
Encarnaciones del divino Atma:
Hay un límite para todo en este mundo. No hay nada sin límite. De hecho, el mundo es una «sociedad de responsabilidad limitada». ¿Qué pasará con esa sociedad si viola sus propios límites? Por lo tanto, todos deben conducirse dentro de sus límites. Cuando un médico prescribe un medicamento a un paciente, también indica la dosis. Si el paciente toma el medicamento sin tener en cuenta la dosis y excede el límite, puede contraer otra enfermedad. De manera similar, Dios ha establecido un límite para cada individuo. Pero el hombre moderno tiene deseos ilimitados. Es necesario que mantenga sus deseos dentro de los límites. Estará en gran peligro si excede este límite por su ego. Ya sea el individuo, la sociedad o el mundo, todos deben observar los límites prescritos.
El hombre nace con muchas relaciones, como padre, madre, parientes y amigos. Todos estos son creados por el mundo. Cuando se casa, tiene una esposa. Más tarde, tiene hijos. Después, tiene nietos. Así, sus relaciones siguen aumentando sin límite. A medida que las relaciones crecen, sus deseos también crecen sin límite. El hombre se sentirá feliz si reduce sus deseos. Menos equipaje, más comodidad. Reduzcan su equipaje. Cultiven valor y confianza. Estas no son cualidades que puedan pedir prestadas a otros. Ustedes mismos tienen que cultivarlas, con paciencia y perseverancia.
Encarnaciones del Amor:
Santifiquen su vida cultivando el control de los sentidos. Es solo porque las personas no tienen control sobre sus sentidos y no tienen límite para sus deseos, que hay mucho desasosiego y agitación en la sociedad. Tales personas deambulan libremente en la sociedad como animales. Ustedes no deben volverse animales. Siempre que surjan pensamientos malignos en ustedes, recuérdense que son seres humanos y no animales. El enojo es una cualidad animal. Cuando los animales se enojan, luchan entre sí. Lamentablemente, hoy los seres humanos también están peleando entre sí como animales. En cierto modo, hoy los animales son mejores que el hombre. Los animales tienen una razón y una temporada, pero el hombre no tiene razón ni temporada. Hoy el hombre se está comportando peor que los animales. Siendo seres humanos, ustedes deben cultivar cualidades humanas. De hecho, un ser humano no debería enojarse en absoluto. Incluso si el enojo los supera, deben tratar de mantenerse calmados y tranquilos. No pierdan la calma. Cuando cultiven la calma, nunca se sentirán agitados ni inquietos.
La serenidad está dentro de ustedes. No puede encontrarse fuera. Fuera, solo hay trozos. De manera similar, la felicidad no está fuera. Muchas personas vienen a Swami y oran: «Swami, quiero paz mental». Les digo que tienen que buscar la paz dentro de sí mismos. Yo siempre estoy lleno de paz y felicidad suprema. ¿Cuál es la razón de la pérdida de paz en el hombre actual? Sus deseos son la causa básica de su inquietud. Donde hay deseos, la paz desaparece de allí. Por lo tanto, reduzcan el equipaje de sus deseos. Entonces tendrán menos carga en la vida.
Encarnaciones del Amor:
Todos ustedes saben que el hombre tiene que adherir al camino de la verdad. No deben adoptar el camino de la no-verdad, bajo ninguna circunstancia. Pase lo que pase en su vida, piensen que es bueno para ustedes. Incluso si alguien los critica, deben pensar que eso es bueno para ustedes. Si consideran bueno a todo, entonces todo se volverá bueno para ustedes. Dios no está fuera, está dentro de ustedes. De manera similar, Sathya, Dharma, Santi, Prema y Ahimsa no están fuera. Están dentro de ustedes. Cuando se enojan, pierden su paz. Por lo tanto, siempre deben permanecer serenos y dichosos. Siendo seres humanos, deben tener cualidades humanas. Un verdadero ser humano es aquel que está impregnado de sathya, dharma, shanti y prema. Cuando cultiven estas cualidades humanas, disfrutarán de paz en todo momento. Entonces tendrán siempre una sonrisa en el rostro. Pero cuando la mente está perturbada, no pueden tener paz.
Ustedes no son meros seres humanos. En ustedes hay divinidad inmanente. Dénse cuenta de esta verdad. Mientras se consideren seres humanos ordinarios, no podrán escapar de la inquietud. Los cambios ocurren en ustedes debido a su comida y su conducta. A veces, en ustedes surgen algunas malas cualidades, como el enojo y los celos. Pero no deben dar cabida a estas cualidades malignas.
Supongan que construyen una casa y colocan puertas en ella. Solo porque han puesto puertas en su casa, ¿permitirán que entren en su casa todo tipo de animales e insectos, como burros, cerdos, serpientes y escorpiones? ¡De ninguna manera! Incluso si ellos intentan entrar, ustedes cerrarán la puerta de inmediato. De manera similar, el autocontrol es la puerta de su corazón. Si cierran la puerta del corazón a las cualidades malignas, estas no podrán entrar en él. No deben enojarse con nadie, ni criticar ni dañar a nadie. Si, por alguna razón, surgen tales circunstancias, contrólense. Cuando el enojo los supere, apáguenlo de inmediato considerándolo como su enemigo. Se dice que el enojo es su enemigo, la paciencia es su escudo protector y la felicidad es su Cielo. Llenen su corazón de amor y compasión. Si tienen amor en su corazón, verán a Dios en todas partes. Sin amor, solo verán al diablo. Cuando cultiven la firme fe de que Dios está en ustedes y ustedes son Dios, y que su cuerpo es el templo de Dios, entonces no habrá cabida en absoluto para que sean perturbados por el enojo, los celos, el orgullo, etc. Por lo tanto, bangaru[1], cultiven el amor y la compasión.
«Dios es su único refugio
dondequiera que estén,
en un bosque, en el cielo,
en una ciudad o en un pueblo,
en la cima de una montaña,
o en medio del mar profundo».
(Poema en telugu)
La verdad es inmutable, independiente de tiempo y lugar. Dondequiera que estén, ¡la verdad es la verdad y el amor es el amor! Si tienen amor, la verdad automáticamente se volverá parte de ustedes, y viceversa. Todos ustedes tienen amor desde su nacimiento. Pero lamentablemente, a medida que crecen, el amor en ustedes comienza a declinar gradualmente y el odio y los celos comienzan a aumentar. Los celos son una cualidad muy mala. No solo daña a otros, sino que también les causa daño a ustedes. Por lo tanto, no den cabida en absoluto a tales cualidades malignas. Esfuércense por cultivar cualidades buenas, como el amor y la verdad. Solo entonces podrán experimentar una paz ininterrumpida.
[1] Bangaru: epíteto cariñoso que significa aproximadamente «tesoro».
Traduccion SBd
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