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Discursos dados por Sai Baba

20. 23/11/03 El papel de la madre en los valores humanos

«EL PAPEL DE LA MADRE EN LOS VALORES HUMANOS»

«EL PAPEL DE LA MADRE EN LOS VALORES HUMANOS»

23 de Noviembre de 2003

Sai Kulwant Hall – Prasanthi Nilayam

78 Aniversario de Swami

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“Si carece de verdad, rectitud, amor y paz,

el valor de toda su educación es cero.

Si carece de verdad, rectitud, amor y paz,

el resultado de todas sus buenas acciones es cero.

Si carece de verdad, rectitud, amor y paz,

la utilidad de su tenencia de posiciones de autoridad es cero.

Si carece de verdad, rectitud, amor y paz,

la santidad de todos sus actos de caridad es cero.

Estas cuatro cualidades son los cuatro pilares

que soportan la mansión de la Religión Eterna (Sanatana Dharma).”

(Poema en Telugú)

¡Encarnaciones del Amor!

La mansión de la vida humana descansa sobre los cuatro pilares de la verdad, la rectitud, el amor y la paz. La seguridad de la vida depende de estos cuatro valores. Desde tiempos antiguos, la cultura de Bharat ha sido capaz de sostenerse debido a que está construida sobre la base de estos valores. Nuestros ancestros llevaban sus vidas adhiriéndose estrictamente a estos valores eternos. Sin estos valores, la mansión de la vida colapsaría en un momento. La humanidad continua existiendo hasta ahora únicamente debido al hecho de que se está practicando estos cuatro valores, por lo menos, en cierta medida.

La vida de cada niño está grandemente influenciada por las cualidades de sus padres. El amoroso cuidado de Jijabai hizo de Shivaji un gran guerrero. La divinidad de Rama floreció debido a las nobles cualidades de Su madre Kaushalya. Los gemelos Lava y Kusha se volvieron poderosos y famosos debido a su noble y virtuosa madre Sita. Lo mismo puede decirse de nuestros antiguos sabios y visionarios. Ellos pudieron santificar sus vidas debido a la noble influencia de sus padres. Hoy en día, las personas descuidan a sus padres porque no son capaces de reconocer el impacto y la influencia que ellos tienen en sus vidas. Olvidan el hecho de que pudieran alcanzar la posición que tienen en la vida únicamente debido a sus padres. Gandhi se volvió un Mahatma debido a su pía madre Putlibai. Ella observaba el estricto voto de esperar que cantara el cuco antes de tomar su alimento. Sin embargo, un día, ella tuvo que esperar un largo rato por el canto del cuco antes de tomar su alimento.. El joven Gandhi no pudo soportar ver a su madre ayunando por tanto tiempo.

Así que salió de la casa e imitó el canto del cuco. Cuando entró y le dijo, “Madre, ahora que el cuco ha cantado, por favor toma tu alimento.” En seguida ella reconoció que su hijo le estaba diciendo una mentira. Incapaz de contener su dolor, ella abofeteó a Gandhi y dijo, “¡Qué pecado habré cometido yo para que me haya nacido tal mentiroso!” Ella estaba derramando lágrimas al decir esto. Gandhi se arrepintió y le rogó que le perdonara. Él hizo entonces el juramento de nunca más decir una mentira. De esa manera, nuestros ancianos desarrollaron virtudes y alcanzaron encumbradas posiciones debido únicamente a sus madres. Hoy en día, el país está confrontando dificultades porque la gente no tiene ya respeto por la verdad y comete falsedades en pensamiento, palabra y acción. El bienestar de una nación depende de las enseñanzas que la madre imparte a sus hijos. Si los padres van por el camino de la verdad, los niños los imitarán naturalmente.

Antaño, era práctica común entre las mujeres de Bharat el llevar a cabo el sagrado ritual del Sathyanarayana Vratam cada día de luna llena. La madre Ishvaramma solía llevar a cabo ese ritual a Sathyanarayana cada día de luna llena en la compañía de Subbamma la esposa del Karnam (jefe del pueblo), quien era su vecina. Subbamma le decía a menudo a Ishvaramma, “Tú llevas a cabo el Sathyanarayana Vratam. Con Sus bendiciones, tú tendrás un hijo. Yo quiero que le pongas por nombre Sathyanarayana”. En un día de luna llena particular, Ishvaramma no tomó su comida hasta muy avanzada la tarde ya que estaba participando en el Sathyanarayana en casa de Subbamma. Los miembros de la familia, incluyendo su esposo Pedda Venkama Raju estaban muy preocupados viéndola quedar sin alimento tanto tiempo. Pedda Venkama Raju argüía que no había necesidad de observar austeridades tan severas. Pero Ishvaramma estaba determinada. Ella les dijo que no la esperaran diciendo, “Yo no tengo hambre. El Sathyanarayana Vratam es más importante para mí que la comida”. Una vez terminado el ritual, Subbamma trajo prasadam (alimento bendito) para Ishvaramma. Sólo después de comer el prasadam fue que Ishvaramma tomo su comida ese día. Las mujeres en aquellos días solían llevar a cabo tales rituales con sinceridad y devoción. Sólo después de tomar el prasadam fue que Ishvaramma pudo concebir. “Así como es el sentimiento así es el resultado” (“Yad Bhavam Tad Bhavati”) algunas personas tienen fe en los preceptos de las escrituras y se adhieren a ellos con seriedad, mientras otras los ignoran. Ishvaramma era de las que seguían las órdenes estrictamente. Sólo después de realizar el vratam y de tomar el prasadam fue que pudo dedicarse a sus tareas domésticas. Ella no era letrada, pero tenía una inquebrantable fe en Dios. Durante el séptimo mes de su embarazo, un día Subbamma le dijo, “Ishvaramma, el niño en tu útero está seguro sólo debido a la gracia del Señor Sathyanarayana”. Ella le arrancó la promesa de que el niño se llamaría Sathyanarayana. La madre de Pedda Venkama Raju era también una gran devota del Señor. Ella también opinaba que el niño debía llamarse según el Señor Sathyanarayana.

Antes del nacimiento del niño, tuvo lugar un incidente muy significativo. Puttaparti era entonces una diminuta aldea. En el centro había un pozo del cual la gente sacaba agua. Un día Ishvaramma fue a buscar agua en el pozo. De repente ella vio una luminosa luz blanca que emergía como un relámpago del cielo y entró en su útero. Hubo una repentina ráfaga de viento. Subbama quien salía de su casa en ese momento vio la luz entrando en la matriz de Ishvaramma. Hasta esta fecha Yo no había revelado esto. Lo estoy haciendo hoy para que ustedes puedan comprender la significación asociada con el advenimiento del Avatar. Un día antes de esto, al pasar Pedda Venkama Raju delante de la casa de Subbama, ella lo llamó al interior y le dijo, “Venkama Raju, mañana cuando nazca el niño, ponle el nombre de Sathyanarayana”. Pero él desechó su consejo diciendo que era su tonta imaginación.

A las 3:00 de la mañana, en el momento auspicioso, nació el niño. Es natural que cualquier niño llore cuando nace. Pero este niño no lloraba en absoluto. La comadrona y los de la casa estaban ansiosos pensando que el niño había nacido muerto. Ishvaramma también estaba muy preocupada. Sin que nadie la viera, ella pellizcó al niño para hacerlo llorar. Por el contrario, para su sorpresa, el niño empezó a sonreír. Todo el mundo estaba perplejo al ver al recién nacido sonreír. Justo entonces Subbamma entró a la casa y dijo, “Ishvaramma, oí que has dado a luz a un niño varón en un momento auspicioso. ¿Puedo ver al niño?” Ishvaramma envolvió al niño en un paño y lo colocó delante de Subbamma. Subbamma era una dama brahmín ortodoxa. En aquellos días, los brahmines ortodoxos solían mantenerse a distancia de los otros. Si tocaban a cualquier persona inadvertidamente, de inmediato tenían que darse un baño. Esa era la razón por la que Ishvaramma mantuvo al bebé a distancia de Subbamma. Viendo esto la suegra dijo, “Ishvaramma, ella ha venido aquí con mucho amor y preocupación a ver al niño. ¿Por qué no dejas que Subbamma sostenga al niño en sus brazos? ¿Por qué lo mantienes a distancia?” Ishvaramma dijo, “¡Oh Madre! Subbama es una dama brahmín muy pía y ortodoxa. Quizás no quiera tocar al recién nacido. Por esto, debemos mantenerlo a una distancia de ella”. En realidad, Subbama misma no abrigaba tales sentimientos discriminatorios.

La Madre Ishvaramma cuidó de su hijo con amor y cariño. Los días pasaron y el niño creció en un muchacho. Él era un niño que hablaba poco y comía menos. (Mithabhashi y mithaahari. Ishvaramma estaba confundida por el extraño comportamiento de su hijo. Usualmente a los niños les gusta comer. La gente prefería cosas no vegetarianas como pescado o carne. Pero su hijo estaba totalmente adverso a la comida no vegetariana. Él ni siquiera visitaba las casas donde se cocinaba comida no vegetariana. Viendo sus nobles cualidades, Ishvaramma se dio cuenta que el niño no era un niño ordinario, sino un niño de naturaleza divina. Su hija mayor Venkamma también reconoció la naturaleza divina del niño. Juntas ellas criaron al niño con amor y cariño. Solían cantarles canciones devocionales como nanas. El niño fue criado en un ambiente así de noble.

Como no había escuela apropiada en Puttaparti, Seshama Raju, el hermano mayor de este cuerpo, Me llevó a Uravakonda y Me hizo admitir en la escuela allí. El entonces Residente Municipal de Bellary, Rama Raju era amigo de Seshama Raju. Él nos llevó al templo de Virupaksha en Hampi durante las vacaciones. Yo no quería entrar al templo. Entonces, Seshama Raju Me ordenó vigilar sus pertenencias mientras ellos entraban a recibir el darshan de la deidad. Yo convine y me quedé afuera. El sacerdote estaba haciendo el Arati a la deidad. Para su total asombro, Me encontraron parado dentro del sanctasanctórum en lugar del Señor Virupaksha. Seshama Raju no podía creer sus ojos. De hecho, estaba muy enojado pensando que Yo Me estaba pasando de los límites. Él pensó que era inapropiado de MI parte el haber entrado al sanctasanctórum. En seguida salió del templo, ¡sólo por encontrarme allí! De nuevo entró y también Me encontró allí. Él seguía dudando. Él le dijo a su esposa, “Ve tú afuera y vigila a Sathya. No le permitas ir a ninguna parte. Mientras tanto, yo voy a entrar y ver si Él está todavía allí”. Ella hizo lo que le pidió, y de nuevo él vio a un sonriente Sathya parado en el sanctasanctórum. Él se preguntaba si era un sueño, una alucinación o la realidad. En ese momento, su amigo Rama Raju notó una brillante aura alrededor de Mi cara. Pero él reveló esto sólo a su esposa y a nadie más incluyendo a Seshama Raju. En verdad, Seshama Raju estaba lleno de dudas.

Terminadas las vacaciones estábamos regresando a Uravakonda. Rama Raju había traído un par de pantalones cortos y una camisa para Mí como regalo de despedida. Pero Yo rehusé aceptarlos. En aquellos días, el llevar un alfiler en el cuello era considerado de moda. Entonces, Rama Raju me regaló un alfiler de oro con el ruego de que Yo siempre le recordara. Llevar un alfiler en el cuello era muy común entre los niños que provenían de familias adineradas. El alfiler se cayó en el camino al ir Yo a la escuela en Uravakonda y no pudo ser encontrado. En seguida dejé los libros y regresé a la casa. Yo declaré:

“Sepan que Yo soy Sai en realidad,

Dejen sus relaciones mundanas,

Abandonen sus esfuerzos por refrenarme,

Los apegos mundanos ya no Me pueden retener,

Nadie, no importa lo grande que pueda ser, Me puede detener.”

(Poema en telugú)

Seshama Raju no estaba en casa cuando Yo canté este poema. Luego cuando su esposa se lo contó, él se rió y lo desechó diciendo que Yo debía haberlo hecho componer por alguien. Siendo él mismo un poeta, él pensó que era imposible que un muchacho tan chiquito como Yo pudiera componer poesía tan buena.

El Inspector de Impuestos Hanumantha Rao sentía mucho amor por Mí. Hasta sus hijos Me eran muy devotos. Cuando Hanumantha Rao se enteró de lo sucedido, él vino en seguida en su carro y Me llevó a su casa. Él seguía preguntando, “Querido, ¿te regañaron o te pegaron tu hermano o tu cuñada? ¿Por qué has decidido dejar la casa?” Yo canté una canción:

“La conexión con el mundo ha desaparecido en la forma del alfiler,

el peregrinaje a Hampi también sirvió su propósito.

Baba dejó la casa diciendo que Maya ya no podía atarlo más.”

(Canción en telugú)

Yo dije, “El apego al mundo es como un pequeño alfiler al que he abandonado. Por esto, he dejado la casa. Ya no me quedaré allí.” Ni siquiera entré a la casa de Hanumantha Rao. Había una roca grande delante de la casa. Yo me senté allí y no hablé con nadie. Todo el mundo estaba estupefacto ante el cambio que había tenido lugar en Mí. En la noche, Seshama Raju, que estaba regresando de la escuela, trató de llevarme con él, pero Yo Me mantuve firme en Mi decisión de no volver a casa. Entonces Hanumantha Rao lo persuadió diciendo, “No obligues a Sathya a ir contigo. Déjalo permanecer aquí por algún tiempo. Después te lo llevaré yo mismo.”

Permanecí allí por algún tiempo. Muchas personas venían a Mí y Me hacían toda clase de preguntas como “¿Eres un fantasma o un demonio? ¿Quién eres tú?” Yo les decía que no era ningún fantasma ni demonio. “Sepan que Yo soy Sai Baba en realidad”. Preguntaron, “¿Cómo vamos a creer que Tú eres Sai Baba? ¿Puedes probar Tu afirmación?” El hecho era que en aquellos días nadie en el Distrito Anantapur había escuchado siquiera el nombre de Sai Baba. Yo tomé algunas flores en Mi mano y las tiré al piso. Mientras la gente observaba atónita, las flores se fueron arreglando para formar las letras Sai Baba en escritura telugú. Alguien trajo una cámara y tomó una fotografía de Mí sentado en la roca. En la fotografía apareció una pequeña piedra delante de Mí que parecía tener la forma de Shirdi Sai Baba. Muchas copias se hicieron de la fotografía las que se distribuyeron a todos.

La misma roca sobre la cual Yo me senté aquel día permanece allí todavía. En el mismo lugar, Anjanaiah, el Presidente de las Organizaciones Sri Sathya Sai para el Estado de Andhra, ha construido un hermoso mandir con un espacioso salón.

Gradualmente, Mi fama se fue expandiendo por doquier. Gente de varias aldeas y ciudades empezaron a congregarse alrededor Mío. Personas poseídas por malos espíritus Me eran traídas en carretas de bueyes. Otros mentalmente atrasados también Me eran traídos. Crían que Yo podía ahuyentar a los malos espíritus. Conforme a su fe, los malos espíritus eran alejados y los pacientes fueron curados de sus enfermedades mentales. Entonces empezaron a creer en Mi divinidad.

Como la gente iba viniendo en grandes números, no era posible que Yo me quedara con Seshama Raju. Así que él le escribió una carta a Pedda Venkama Raju para que viniera y Me llevara a Puttaparti. En aquellos días. Puttaparti era una aldea tan remota que tomaba varios días para que las cartas llegaran allí. Pero Pedda Venkama Raju recibió la carta en Bukkapatnam adonde había ido a hacer compras en el mercado. La carta decía, “Padre, no nos es posible tener a Sathya más con nosotros. Por favor ven y llévatelo a casa en seguida”. Pedda Venkama Raju vino a Uravakonda directamente de Bukkapatnam. Él no tenía suficiente dinero en su bolsillo. Seshama Raju le dio para el pasaje en autobús y Me trajo a Bukkapatnam. De allí tuvimos que caminar hasta Puttaparti, ya que no había facilidades de transporte. De hecho, el nombre de Puttaparti era apenas conocido fuera de los sitios más cercanos.

Cuando llegamos a Puttaparti, Kondama Raju (el abuelo de este cuerpo) estaba en casa. Era muy austero e inclinado hacia Dios. Él le dijo a Venkama Raju, “Venkappa, déjalo hacer lo que Él quiere, no le pongas objeciones. Él está inmerso en la conciencia divina. Déjalo quedarse conmigo por algún tiempo.” Él Me dejo quedarme con él y Me cuidó con gran amor y cariño.

Los cuatro hermanos –Pedda Venkama Raju, Chinna Venkama Raju, Venkatarama Raju y Venkata Subba Raju– decidieron vivir separados. Kondama Raju dividió la propiedad en partes iguales entre ellos. Pedda Venkama Raju entonces preguntó, “Padre, ¿con quién te vas a quedar?” Kondama Raju respondió, “No me voy a quedar con nadie. Yo no quiero ninguna propiedad para mí. Dame a Sathya. Eso es suficiente. Él me cuidará.” En aquellos días, nadie Me llamada con el nombre completo de Sathyanarayana. Se dirigían a mí como “Sathya”. A partir de entonces, Yo me quedé con Kondama Raju y lo servía a Él. Cada mañana y noche, Venkamma solía venir a verme. A veces ella solía preguntar, “Sathya, ¿tienes sueños? ¿Se aparece alguien antes Ti y Te habla?” a lo que Yo no le decía nada. Ella tenía enorme fe en Sai Baba. Un día, ella me rogó, “Sathya, por favor dame una fotografía de Sai Baba”. En seguida materialicé una fotografía de Sai Baba y se la di. Ella guardó la fotografía hasta su último aliento.

Un día, Kondama Raju llamó a Venkamma y le dijo, “Nuestra gente está viviendo en ignorancia. Son incapaces de reconocer la naturaleza divina de Sathya. Él es en verdad Dios mismo. Él nunca siente hambre, nunca tiene sed. Él ha trascendido al hambre y al sueño.”

Namagiriamma era el verdadero nombre de Easwaramma, dado por sus padres. Al reconocer Kondama Raju Mi divinidad, él le dijo a su hijo, Pedda Venkama Raju, que cambiara el nombre de ella a Easwaramma (Ishvaramma = madre de Ishvara o Dios. N. de la T.) ya que él estaba muy consciente de que ella era la madre del mismo Ishvara. En medio de la noche, Kondama Raju solía colocar su mano cerca de Mi nariz, sólo para ver si Yo estaba respirando o no. A veces, él no notaba ningún proceso de respiración. Él podía escuchar sólo el sonido de Soham viniendo de Mí. La gente empezó a llegar en abundancia a la casa de Kondama Raju para verme. Si les preguntaban, ellos respondían, “El nieto de Kondama Raju tiene poderes divinos. Él se apareció en nuestros sueños y resolvió nuestros problemas”.

Una vez, Seshama Raju vino a Puttaparti durante las vacaciones. A él no le gustó que tantas personas visitaran la casa de Kondama Raju. En esa época él era totalmente escéptico. Él argüía con Kondama Raju y le decía que no permitiera que nadie viniera a su casa. En aquellos días, la gente educada era altamente respetada en las aldeas. Seshama Raju acababa de terminar su entrenamiento como maestro. Por esto, la gente del pueblo lo consideraban altamente educado. Él dijo a Kondama Raju, “Abuelo, no permitas que nadie se acerque a este muchacho. Él no tiene ningún poder divino. Él está sufriendo de histeria”. Así habló él despectivamente de Mí.

Había un exorcista en Kadiri que era considerado un experto en alejar de la gente los malos espíritus que se habían posesionado de ellos. Me montaron en una carreta y Me llevaron a Kadiri y Venkamma Me acompañó. Ella no se separaba de Mí en ningún momento. Este llamado exorcista de Kadiri era un total borrachín. Él afirmó que Yo estaba poseído por un espíritu muy poderoso y se jactó de que él Me libraría del mal y Me pegó con cañas, palos, látigos y cosas así. Él llegó al extremo de verter algunos líquidos altamente corrosivos en Mis ojos, esperando ahuyentar así el espíritu. Yo Me sometí a toda esta tortura sin protestar. En la noche, cuando quedé libre, Me acerqué a Venkamma y le pedí que pusiera en mis ojos un poco de fluido de excremento de vaca disuelto en agua. Con este tratamiento durante la noche, Mis ojos se volvieron claros. Así que por cada mal tratamiento de esta clase, Yo solía ir a Venkamma para remediar la situación. Finalmente, Él Me hizo afeitar la cabeza e hizo unas incisiones profundas con un afilado cuchillo. Se Me hicieron varias heridas sangrantes en el cuero cabelludo. Teniéndome sentado, él vertía agua de una altura de algo como 3 metros o más. Era una operación terriblemente dolorosa. Después que fracasó este tratamiento, él empezó a frotar jugo de limón en las heridas. Venkamma no pudo soportar la vista de esta tortura. Quietamente, ella llamó a un carretero y en la oscuridad de la noche, ella Me llevó de regreso a Puttaparti.

Constantemente la fama de la grandeza de Sai se estaba esparciendo por todas partes. Había tal afluencia de gente que casi no había lugar para que se quedaran en la casa. Entonces Pedda Venkama Raju le dijo a la gente que vinieran a la casa sólo los jueves de cada semana. Pero la gente protestó diciendo que no podían soportar sus sufrimientos hasta el jueves. Entonces Subbamma llamó a Venkappa y le dijo que como no era práctico acomodar las crecientes multitudes en su casa, ella Me llevaría a su casa y se encargaría de todas Mis necesidades y también de las de los visitantes. Como Subbamma era una brahmin y Swami pertenecía a la casa de los Rajus, los brahmines de Puttaparti objetaron a la proposición de Subbamma y decidieron boicotear a Subbamma. Sin embargo, ella dijo que como ella no tenía hijos y no tenía ninguna inclinación a ir por allí a visitar a nadie, ella no se preocupaba por el propuesto boicot. “Yo nunca abandonaré a Sathya”, dijo ella. En la aldea había unas pocas residencias de harijans (Personas (jana) dedicadas a Dios Hari. Nombre que en India se les a los intocables. N. de la T.) Estos harijans eran grandes devotos de Swami. Yo solía visitar sus casas. Hasta Subbamma Me acompañaba a esos lugares. Ella no soportaba estar separada de Mí ni por un momento. Ella Me estaba cuidando como si fuera su propio hijo. Todos los brahmines del pueblo estaban totalmente enemistados con Subbamma y hasta su propia madre y hermano se volvieron en su contra. En el camino de la Divinidad encarnada surgen tales impedimentos y ella estaba bien consciente de la situación. Ella declaró que no la preocupaba la enemistad de nadie. Ella estaba muy firme en su resolución de quedarse conmigo. Pronto, hasta su casa empezó a quedarse chiquita ante la multitud de visitantes. Así que un día Venkappa se acercó a Subbamma y dijo, “¿Por qué has de someterte a esa clase de ordalías por cuenta de mi hijo? Deja que Le hagamos una casa separada”. Entonces Subbamma donó algo de terreno entre los templos de Sathyabhama y de Venugopala. Allí se construyó una pequeña habitación. Solían encerrarme en la habitación, pero a pesar de esto, Yo salía y Me sentaba en el tope de la colina. Estas clases de maravillas ocurrían a diario.

Mientras tanto, los que estaban opuestos a Subbamma debido a cuestiones de casta decidieron librarse de Swami por medio de veneno. En esos días Me gustaban mucho las vadas (especie de rosquillas de vegetales). Así que estas personas hicieron algunas vadas y mezclaron algún potente veneno en algunas de ellas. Subbamma Me estaba advirtiendo constantemente en contra de visitar esas casas. Pero, Yo solía ir a todos los lugares a pesar de sus objeciones. En esta ocasión, Yo visité esa casa y escogí las vadas mismas que habían sido envenenadas y Me las comí. La secuela de ese intento ya se conoce.

Otro intento de esta clase fue cuando algunos de ellos le pusieron fuego a Mi improvisada casa. La casa tenía un techo de paja. Algunos maleantes le pusieron fuego a la paja. Cuando el fuego estaba al máximo, cayó un aguacero justo sobre la casa y apagó el fuego. Sin embargo, no cayó ni una gota de lluvia en ningún otro lugar. Venkamma, Subbama e Ishvaramma vinieron allí llorando. El techo estaba completamente quemado y sólo quedaban en pies las paredes. Miraron por encima de las paredes y Me encontraron durmiendo apaciblemente. Yo estaba totalmente ileso. Entonces Subbamma hizo romper la cerradura y Me llevó a su casa. Después de varias de tales tentativas y pruebas, la gente desarrolló más fe en Sai Baba.

En Penukonda, otra persona empezó a proclamar tener poderes milagrosos, diciendo que él era un devoto de Sai Baba. Varios más empezaron a imitar Mi vestido y maneras, yendo por allí tratando de reunir seguidores en varios lugares. Con el mero asumir Mi nombre y maneras, nadie puede tener seguidores indefinidamente. La gente se dio pronto cuenta de la verdad.

Después de esto, empecé a quedarme en Bangalore. Ishvaramma y Venkamma Me rogaron que no debía olvidarme de Puttaparti. Les prometí entonces que Yo nunca abandonaría a Puttaparti. Varias personas de la realeza, incluyendo la Maharani de Misora solían visitar Puttaparti. En aquellos días el Chritravathi fluía la mayor parte del año. Solían cruzar el río poniendo tablas y llevando los carros encima de estas improvisadas calzadas. A medida que aumentaron los seguidores de todas las esferas, altas y bajas, del país, todas las oportunidades de crear obstáculos por los oponentes locales desaparecieron.

Todos los grandes hombres han sido moldeados por sus madres. Es el alto carácter y comportamiento moral de las madres que resultó en la grandeza de su progenie. Son las virtudes de Kaushalya que resultaron en la grandeza de Rama. Similarmente, Sita crió a Lava y a Kusha para ser grandes. De esa manera, madres virtuosas fueron responsables por hijos ideales. Después de la promesa a Ishvaramma, Yo nunca abandoné Puttaparti. El mundo entero puede reunirse aquí, pero Yo no dejaré a Puttaparti. Generalmente, los Avatares se adhieren a su lugar de nacimiento. Si desarraigan una planta de aquí y la siembran en otro lugar, ¿cuánto tiempo sobrevivirá? Un árbol debe crecer donde germinó la semilla. Por esto Sathya Sai Baba ha mantenido Sus raíces en Puttaparti y ha hecho de Puttaparti un lugar de peregrinaje. Cuando se estableció la Escuela Secundaria en Bukkapatnam, Me pidieron una canción y Yo compuse un verso apropiada enfatizando la unidad en la diversidad del pueblo de Bharat.

El poder de la maternidad es indescriptible. Es la observancia perfecta y la estricta adherencia a los valores morales de las madres lo que se manifiesta en sus hijos. Ellas (las madres) pueden ser analfabetas. Su grandeza no depende de su capacidad de leer y escribir. Fueron las virtudes analfabetas de Ishvaramma las que han traído esta grandeza de nombre y fama de Puttaparti. Es de lamentar que Ishvaramma haya sido olvidada mientras su hijo es alabado. Sin Ishvaramma, ¿cómo podría haber ese poder tan fenomenal? Nunca descuiden a sus padres.

¿Cuál es el origen del nombre de esta aldea de Puttaparti? Hay una extraña historia asociada con él. Cerca del templo de Venugopala Swami solía haber un hormiguero en el cual había una serpiente. Cada día, los pastores llevaban sus vacas a pastorear fuera del pueblo. Una de las vacas iba al hormiguero y la culebra bebía leche de su ubre. Cada día la vaca regresaba a casa con su ubre vacía. Los pastores averiguaron la razón detrás de esto y planearon matar a la serpiente. Un día, mientras la serpiente estaba bebiendo leche de la vaca, la golpearon con una piedra. La serpiente se enfureció y pronunció una maldición en su contra, diciendo, los pastores y sus vacas ya no podrán vivir en la aldea. Es por esto que los pastores dejaron la aldea de Puttaparti y construyeron sus casas cerca de Gokulam. Aún hoy en día pueden verlo por sí mismo. La roca con la cual los pastores trataron de matar la serpiente es ahora adorada como la estatua de Venugopala Swami.

Les narré hoy esto en detalle a fin de que tomen conciencia de la significación de los nombres de Sathya Sai Baba y de Puttaparti. Puttaparti tienen una gran historia detrás de sí. Muchas personas eminentes visitaron este lugar. Mucha gente influyente vivió aquí y le trajeron gran nombre y fama a esta aldea. En aquellos días, el Maharajá de Misora y su madre solían venir aquí muy frecuentemente. Muchas de tales personas eminentes reconocieron la grandeza de Puttaparti y la reverenciaron.

“El Señor de Puttaparti los protegerá siempre,

Él es la personificación de la compasión,

Él sostendrá su mano y los llevará por el océano de la vida,

Él nunca los desamparará bajo ninguna circunstancia.”

(Poema en telugú)

¡Encarnaciones del amor!

Ustedes son en realidad afortunados, habiendo hecho grandes méritos, para poder disfrutar de la proximidad divina de Sai. Es su gran fortuna el poder cantar con Swami y jugar con Él. Ustedes están con Sai y Sai está en ustedes. Por esto a menudo Yo digo, “Yo y ustedes somos uno”. El poder y la gloria de Dios están más allá de la comprensión humana. Desarrollen una fe inquebrantable en Él.

¡Estudiantes!

Habiendo venido a Puttaparti y estudiado aquí, deben hacer cada esfuerzo por mantener el prestigio de Puttaparti. Yo quiero llamar su atención a una cosa importante. Usualmente los estudiantes gustan de pasar sus vacaciones en sus respectivos hogares. Pero aquí los estudiantes no quieren ir a casa en las vacaciones. Sólo muy pocos de ellos van a casa. La mayoría de ellos se quedan aun después de haber completado sus postgrados. ¿Cuál es la razón de esto? Es que aquí está el más grande imán Divino. Dios los atrae a todos. Su poder está más allá de toda estimación. En los añores venideros, experimentarán cada vez más el poder de este imán.

(Bhagavan cantó el Bhajan, “Hari Bhajana Bina Shanti Nahin”, y continuó con su Discurso.)

(Apuntando hacia el Dr. Anjanaiah), Swami dijo: Él ha construido un Mandir en Uravakonda. El Mandir engloba la roca sobre la cual Yo me sentaba cuando Yo di las primeras enseñanzas a la humanidad. Él terminó su Maestría en Ciencias y su Doctorado y estuvo trabajando. Luego, se retiró y se dedicó de lleno al servicio de Swami. En la actualidad, él es el Presidente de las Organizaciones Sri Sathya Sai de Seva para Andhra Pradesh. (Apuntó a un devoto mayor:) Él es el suegro del Dr. Anjanaiah. Él también vive en Uravakonda. Él apartó 100 acres de terreno para Swami. Está cultivando varios tipos de frutos allí y los envía a Puttaparti. En la actualidad ha llegado a los 100 años. Quiero contarle otra cosa importante. Aquí, en Prashanti Nilayam, todos los devotos que dedicaron sus vidas a Swami viven hasta los 100 años completos. Kasturi vino aquí y vivió una vida plena. Similar fue el caso de Pujari Kistappa. Todos ustedes habrán oído de Kamavadhani. Él era un gran erudito védico. Vino aquí y se quedó 30 años. Nunca más dejó Puttaparti. Un día, después de llevar a cabo el Rama Kalyanam (adoración a Rama) aquí en el Mandir, él Me dijo, “Swami, voy a mi cuarto. Me daré un baño sagrado y volveré”. Yo le dije, “No necesitas volver. Después de tu baño, toma tu comida y quédate durmiendo tranquilamente.” Él se fue al cuarto y se bañó. Según las instrucciones de Swami, comió y descansó. Murió apaciblemente en su sueño. El nombre de Sai estuvo siempre en su mente. Él nunca tuvo enfermedad alguna. Hubo otro devoto llamado Sooraya. Era soltero. No tenía deseos. Antes de venir aquí, él estaba trabajando para el Rajá de Venkatagiri. Un día él expresó su deseo al Raja de venir a Puttaparti. El Rajá estuvo muy feliz e hizo todos los arreglos para que él viniera aquí. Él se quedó por más de 30 años y sirvió a Swami. Él también vivió 100 años y murió apaciblemente en su sueño.

(Swami llamó a Sri Gopal Rao al estrado.) Muchos de ustedes deben haber oído de Gopal Rao. Él también ha llegado a los 100 años. Aun a esta avanzada edad, él solía ir a la cantina regularmente y servir agua a los devotos. Cuando él era Presidente del Andhra Bank, hubo una importante huelga. Muchas personas importantes fueron arrestadas. Indira Gandhi le envió un telegrama. Ese día por casualidad estaba Yo en su casa a almorzar. Yo le dije, “Gopal Rao, no cedas a la presión política. Lo que has escogido es el camino de la verdad. No te muevas de él.” Él obedeció Mi mandato. Nadie pudo tocarle. En la actualidad él está viviendo en Prashanti Nilayam felizmente haciendo Namasmarana. El padre del Dr. Padmanabhan, Seshagiri Rao, vino aquí a la edad de 63 años después de su retiro. Él también vivió hasta los 100 años y tuvo una muerte apacible. Todos estos devotos llevaron una vida feliz y sana. En ningún momento buscaron el servicio de otros. Yo le dije a Gopal Rao que él moriría apaciblemente sin depender de otros para su servicio. Le dije que tuviera valor. De esta manera, muchos devotos llevaron una larga y apacible vida en la proximidad divina. El cuerpo físico está destinado a perecer un día u otro. Pero deben abandonar el cuerpo apaciblemente sin que lleguen a tener que depender totalmente de otros. (Al final, Swami le permitió a Sri Gopal Rao hablar unas pocas palabras.)


Traduccion Arlette Meyer