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Discursos dados por Sai Baba

18. 28/10/03 El amor es Dios, vivan en el Amor

«EL AMOR ES DIOS, VIVAN EN EL AMOR»

«EL AMOR ES DIOS, VIVAN EN EL AMOR»

28 de Octubre de 2003

Sai Kulwant Hall – Prasanthi Nilayam

Conferencia de Vicerrectores

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"Pueden dominar todas las formas de conocimiento.

Pueden vencer a los adversarios en el debate.

Pueden luchar con valor y denuedo en el campo de batalla.

Pueden ser emperadores que reinen sobre vastos reinos.

Pueden ofrecer vacas y oro como acto de caridad.

Pueden contar las innumerables estrellas en el cielo.

Pueden recitar los nombres de las diferentes

criaturas vivientes en la tierra.

Pueden ser expertos en el Yoga de los Ocho Pasos (Ashtanga Yoga).

Pueden hasta llegar a la luna, pero es casi imposible

controlar el cuerpo, la mente y los sentidos.

Volteen su vista hacia dentro

y alcancen el supremo estado de ecuanimidad de la mente".

(Poema en Télugu)

¡Encarnaciones del amor!

Hoy, se están realizando una serie de discusiones y deliberaciones en el campo de la educación. Primero que todo, debemos tratar de reconocer el verdadero significado de la educación. Se pueden leer todos los libros a disposición y elucidar el significado contenido en ellos, pero esto no nos da el derecho de llamarnos personas educadas. Hay muchas personas altamente educadas en el mundo de hoy, Pero, ¿qué transformación y poder de discernimiento han alcanzado con su educación? ¿Qué beneficio ha recibido el mundo de estas llamadas personas educadas? Nadie trata de comprender y evaluar este aspecto. Sólo cuando una persona educada mira hacia dentro podrá tomar conciencia del verdadero significado y filosofía que subyacen a la educación. En contraste con esto, la gente está aplicando su inteligencia a asuntos mundanos.

Sin embargo, los hay que inquieren en la naturaleza del principio del Atma, el Atma tattva. Dándonos cuenta de la importancia de una indagación en la naturaleza del Atma tattva, hemos introducido este concepto en el curso de M. B. A. en el Instituto Sri Sathya Sai de Educación Superior. Las letras M. B. A. simbolizan "la comprensión de la naturaleza de la mente, del cuerpo físico (cuerpo = Body en inglés), y del Atma". Es más fácil comprender la naturaleza de la mente y del cuerpo. Pero, comprender la naturaleza del Atma no es tan fácil. Nadie puede comprender lo que el Atma es. No tiene forma. Es conciencia pura. Ni siquiera las personas educadas pueden comprender que el Atma tattva es conciencia. La mayoría de ellas pueden llegar hasta la etapa de lo consciente. Algunas otras pueden alcanzar la siguiente etapa de la conciencia. La suma y sustancia de todo esto es que el hombre de hoy es incapaz de comprender el Atma tattva, la conciencia pura. Sólo cuando uno es capaz de comprende lo consciente, es que puede comprender lo que la conciencia es. Y de nuevo, sólo cuando es capaz de comprender la conciencia, es que pueden realmente comprender el principio de la conciencia. Así las tres categorías de consciente, conciencia y conciencia están entrelazadas.

¡Amados estudiantes!

Pueden sentir que la espiritualidad es demasiado abstracta y no fácilmente comprensible. El Atma tattva no puede ser entendido y realizado con el mero desarrollo de los conocimientos materiales. De hecho, el Atma tattva está más allá del alcance del conocimiento material. Es trascendental. Es conocimiento fundamental. Está en la base de todos los conocimientos físicos, materiales y seculares.

¡Amados estudiantes!

Pueden estar bajo la impresión errónea de que la espiritualidad es aquello que no puede ser comprendido, pero esto no es correcto. La espiritualidad es conciencia que tiene un significado interno. ¿Qué es el estar consciente? Nuestra comprensión normal de este término es conciencia acerca de un objeto u objeto particular. Tomen por ejemplo (mostrando un pañuelo) este objeto. Si se preguntan lo que es, la respuesta es que es un pañuelo. Este conocimiento acerca del objeto es considerado como el estar consciente. De nuevo, cuando yo les pregunto (mostrando una flor) qué es, me responden que es una flor. Esto también es considerado como el estar consciente. Todas éstas son las formas externas de diferentes objetos materiales. Esto es una tela (mostrando el pañuelo). ¿Cuál es la base de esta tela? El hilo. De nuevo, ¿cuál es la base para este hilo? El algodón. Así que esta tela no puede ser hecha sin el hilo y el algodón. El algodón es el objeto fundamental que forma la base del hilo y de la tela. Desafortunadamente, hoy reconocemos solamente la tela, pero no el objeto fundamental del algodón, la base de la tela. Por lo tanto, lo que es de importancia primordial hoy es reconocer el Atma tattva, que está en la raíz de todo conocimiento. Si son capaces de hacer real este Atma tattva, podrán fácilmente realizar cualquier otro aspecto.

¿Qué es el Atma tattva? Por ejemplo, tenemos el cuerpo físico. Ese cuerpo tiene varios miembros que funcionan continuamente. Pero, ¿qué es lo que hace que funcionen los miembros del cuerpo? Sostenemos un objeto particular, digamos, una flor con una mano. ¿Qué es lo que le da poder a la mano para sostener la flor? Olemos la flor. ¿De dónde obtuvimos este poder del olfato? No hacemos ningún esfuerzo por comprender y reconocer la fuente interna de todos estos poderes, es decir: el Atma tattva. Decimos: “esto es mi mano, mi pierna, mi dedo, mi cabeza, etcétera. Pero, ¿quiénes son ustedes? Este “ustedes” tiene que ser comprendido primero, para que puedan decir mi mano, mi pierna, mi dedo, mi cabeza, etcétera. ¿De quién es la cabeza? ¿De quién es la pierna? A menos que comprendan este aspecto ¿cómo pueden decir “yo” y “mi”? El Vedanta es ese conocimiento que trata de ¿quiénes son? y ¿quién soy yo? Pero, nadie hace el esfuerzo de preguntarse “¿quién soy yo?” La pregunta fundamental para la base de todo en este universo es: "¿Quién soy yo?" Si han comprendido este “yo”, habrán comprendido todo lo demás. La espiritualidad no es algo incomprensible o un ejercicio fútil. Hay un principio fundamental en este universo que es el movedor primordial y debemos esforzarnos por comprender este principio fundamental.

¡Encarnaciones del amor!

¿Qué es el amor? ¿Cuál es su naturaleza? ¿De dónde se origina? ¿Puede un ser humano vivir sin amor? Imposible. Por esto se dice: "El amor es Dios; vivan en el amor". Deben comprender este principio del amor que es la base de todo en este universo. Sin amor, no puede haber vida en este mundo. Hay una fuerza subyacente que permea al universo entero. Esa es la verdad. ¿Qué es la verdad? Se dice que la verdad es "la que es válida en los tres períodos del tiempo" ("Trikalabadhyam Satyam"), pasado, presente y futuro. Sin embargo, no podemos llegar a una conclusión sólo a causa de esta máxima. La verdad (satyam) es lo que trasciende el tiempo. No hay forma tangible para el concepto de la verdad, pero, hay significado. Decimos: "La verdad es Dios, el amor es Dios". Y seguimos repitiendo la palabra "Dios". Hacemos uso de esa palabra "Dios" en diferentes circunstancias. Hasta el ateo dice: "¡Oh, mi Dios!" cuando comete un error. La gente usa esta palabra "Dios" aun sin conocer su significado. Sin embargo, nadie puede definir el término de manera apropiada. Similarmente, nadie puede definir el término "verdad". El método más apropiado sería por medio de la propia experiencia. ¿Cómo puede describirse correctamente esa experiencia? Por ejemplo, uno puede seguir repitiendo 1+ 1 = 2, 2 + 2 = 4 y 2 – 1 = 1, etcétera, hasta el infinito. Sólo podemos repetir más y menos, pero nadie puede definir la base de los cálculos. Podemos dar nombres de los diferentes objetos de este mundo, pero no hacemos ningún esfuerzo por comprender la verdadera naturaleza de estos objetos. El mundo entero está lleno de objetos materiales. Este es un mundo material. Sin embargo, hay algo detrás de este mundo material, y ese algo es "aquello que es ininteligible y más allá de la comprensión del intelecto" (Buddhi grahyamathindriyam"). Es trascendental. Podemos contar los objetos de ese mundo y decir que hay tantos millones de objetos. ¿Qué hay más allá de esta cifra? Así que si siguen inquiriendo, terminan llegando a ninguna parte. El hecho es que hay un principio fundamental presente en cada ser humano. Cuando dicen: "El amor es Dios", ese "amor" está en todas partes, es omnipresente. ¿Este principio fundamental del amor está presente en cada ser humano? no, en cada ser viviente. Si dicen: "La verdad está en mí" y yo soy la verdad", ¿qué significa? ¿Qué son ese “yo” y ese mí”? Si lo analizan cuidadosamente, este “yo” en ustedes es también el “yo” en otros. Esa es la única verdad. Esta verdad puede ser comprendida sólo mediante la indagación espiritual. Y esto también mediante una firme y sincera investigación en la propia naturaleza de sí mismo. Pocos son los que emprenden tal indagación hoy en día. Estamos haciendo uso de los varios términos de una manera casual, sin comprender su verdadero significado.

¡Encarnaciones del amor!

Sin embargo, no necesitan perder su tiempo, tratando de comprender algunos conceptos abstractos que no son capaces de entender. Sólo desarrollen fe firme en la existencia de Dios. Si creen firmemente que hay un Dios, son Dios. No podemos comprende nada sin desarrollar fe. Por esto, primero y principal, desarrollen una firme fe en el concepto del “yo”. Sólo entonces podrán comprender el segundo concepto “ustedes”. Un pequeño ejemplo: cuando “yo” y “ustedes” se unen, se vuelve “nosotros”. Sin embargo, “nosotros” más “Él” se vuelven sólo “Él”, que existe por siempre. El “yo” y el “ustedes” cambian constantemente. Cuando niño, dicen: "soy un muchacho". Cuando joven dicen: "soy un hombre". Similarmente, cuando envejecen, dicen: "soy un hombre viejo". Así, están pasando por constantes cambios en diferentes etapas de la vida. Por esto, de nada sirve apegarse a este cambiante principio. Apéguense al principio inmutable, es decir, "Él". Ese "Él" es Dios. Ese "Él" está presente en ustedes, en el otro y en cada persona. "Él está en todas partes, dentro de ustedes, encima de ustedes, debajo de ustedes y alrededor de ustedes". Por lo tanto, este principio de "Él" representa la divinidad omnipresente. La gente debe desarrollar fe firme en tal principio divino. Supongan que dicen "yo lo amo a Él" y a nadie más. ¿Cómo puede esto ser verdad? Significa que no se aman a sí mismos. Cuando dicen: "esto es mi cuerpo", ¿pueden creer en este cuerpo? No pueden, puesto que sufre constantes cambios y es perecedero. Por el otro lado, el principio unitario del Atma tattva inmanente en el cuerpo es eterno y trascendental. No tiene ningún otro nombre, excepto Atma. Entonces, surge la pregunta acerca de quién le ha dado ese nombre. De hecho, este nombre no vino de alguien. El Atma es omnipresente. "Él" está presente en todas partes. ¿Cómo puede dársele un nombre a un principio del Atma que lo penetra todo? Es un ejercicio fútil. No desperdicien su tiempo en este ejercicio vano. Desarrollen una fe firme en este omnipresente Atma tattva y propáguenlo. Esa es concienciación, el estar consciente. Sin esta concienciación, no pueden existir. Aquí tenemos una rosa (apuntando a una rosa). La han reconocido como tal. Pero, ¿quién le dio ese nombre a esa flor? No lo saben. Simplemente repiten un nombre que se le da a una flor en el idioma que estén hablando. Así es cómo vamos repitiendo las palabras sin comprender la verdad subyacente. Por eso, primero que todo, deben voltear su vista hacia adentro y meditar sobre el Atma tattva presente allí. Este Atma tattva puede concientizarse solamente por una constante práctica espiritual. Sólo después de realizar este Atma tattva es que se puede entrar en cualquier discusión.

Asimismo deben comprender la naturaleza del cuerpo físico. El cuerpo físico consiste en varios miembros. Encontrarán el principio del "yo" inmanente en todos estos miembros. Por esto dicen que éste es mi cuerpo, mi mano, mi dedo, etcétera. Si siguen inquiriendo en la naturaleza del cuerpo, encontrarán que el mismo principio del “yo' está presente en todos los miembros. Es muy difícil comprender los conceptos espirituales, pero no deben abandonar su práctica espiritual por esto. Por el contrario debe ser seguida con vigor. Es fútil correr detrás de los objetos mundanos. Si pueden comprender el Atma tattva, es igual a comprender todo lo demás. Si siguen inquiriendo ¿quién soy yo?, finalmente concientizarán la verdad de que el principio del “yo” no es sino el mismo Atma tattva. Desarrollen fe firma en ese Atma tattva. Las distintas personas le dan diferentes nombres es este principio, pero no tiene nombre y forma en absoluto. Está más allá de todos los nombres y formas. Es trascendental. El poder de la conciencia inmanente en el hombre no se encuentra en ninguna otra parte. Este estado de conciencia debe ser comprendido y realizado. Es posible solamente por una constante práctica espiritual e indagación.

¡Encarnaciones del amor!

Ustedes los estudiantes no pueden comprender los conceptos espirituales tan fácilmente. Sin embargo, si desarrollan fe firme, podrán llegar a comprender estas cosas fácilmente. Hoy en día, la gente se ha vuelto ciega al perder los ojos de la fe. ¿Qué es el amor (prema)? No lo saben. ¿Qué es la oscuridad? ¿Hay alguno hoy en día que ha visto la oscuridad? Simplemente cierren los ojos. ¿Qué ven? Su respuesta es que están viendo la oscuridad. Significa que son capaces de ver y reconocer la oscuridad. De otra forma, ¿cómo pueden decir que es oscuridad? Por lo tanto, queda establecido que hay una base para todo en este mundo. A fin de realizar la verdad, deben desarrollar fe. Ustedes sigan en su viaje de la vida con una fe firme como su guía. Si están yendo a alguna parte, a menos que sepan adónde van, ¿cómo pueden llegar a su destino? Por esto, hagan la firme resolución de que van a ir al Mandir. Sólo entonces podrán llegar al Mandir. Similarmente, primero que todo, hagan el Atma tattva la meta del viaje de su vida.

¡Encarnaciones del amor!

No comprenden lo que el verdadero amor (prema) es. Aman al cuerpo físico y su belleza. Aman la riqueza. Aman la forma externa. Aman el comportamiento externo. ¿De dónde han venido todas estas cosas? ¿Cuál es la base de todos estos aspectos? ¿Cuánto tiempo permanecerán estas formas externas? Todas ellas sufren continuamente cambios. ¿De qué sirve apegarse a estas formas externas cambiantes? Deben dirigir su amor al inmutable principio del Atma tattva. El Atma tattva no sufre cambio en absoluto. Nada puede serle añadido ni restado. Por lo tanto, deben desarrollar firme fe en este principio inmutable.

A menudo dicen que aman muchísimo a tal y cual. Pero, ¿qué saben de él? ¿Aman su forma física? ¿Desarrollaron esa preferencia por su comportamiento? ¿Aman su dulce disposición? ¿Qué es lo que los ha atraído a él? De hecho, todos estos factores son transitorios. Hay, sin embargo, una cualidad en ustedes que es responsable por todo esto. Esa es el amor. Ese amor es Dios. El amor es su forma. Por lo tanto, ustedes cultivan el amor por el amor. No puede haber vida sin amor. Un pequeño ejemplo ilustra el punto. Una madre tiene un hijo, ya tiene 20 años. Al tiempo, el hijo muere. Entonces la madre gime y se lamenta encima del cuerpo del hijo. "¡Oh! ¡Hijo! Pude vivir mientras tú estabas vivo. ¿Cómo voy a vivir ahora?" Este tipo de dolor es el resultado del apego de la madre por la forma física del hijo. No es verdadero amor. Lo que es importante es el amor; pero no el amor por la forma física. Sólo aquellos capaces de amar por el amor, pueden alcanzar el verdadero amor. Aquellos que aman el cuerpo físico lo hacen mientras ese cuerpo está presente. Después, el amor se va desvaneciendo. Por lo tanto, amen por el amor. Un amor así es vida. Esa vida es Dios. Y es en verdad el Atma tattva. El Atma tattva es la única realidad.

¡Encarnaciones del amor!

Deben buscar el amor únicamente por medio del amor. Las pastoras (gopikas) oraron así:

"¡Oh Krishna!

Toca tu dulce flauta y siembra las semillas de amor

en el desierto de los corazones carentes de amor.

Deja que la lluvia de amor caiga sobre la tierra

y haga que fluyan los ríos de amor".

(Canción en Télugu)

Los ríos de amor deben fluir continuamente. Es suficiente si pueden comprender el solo principio del amor. Este amor lo es todo. Traten este amor como el único fin y propósito de su vida. No dirijan su amor hacia los objetos materiales. Si continúan amando por el amor, entonces tal amor será eterno. No es el cuerpo que hay que amar, sino el principio del amor. Todos los nombres y formas son evanescentes y transitorios. No deben amar tales cosas. El amor dirigido hacia tales cosas es físico, mientras que el amor por el amor es eterno. Consideren que la verdad es verdad. No deben asociar la verdad con los objetos materiales. Similarmente, el amor no debe asociarse con los objetos materiales. El amor es simplemente amor. Como tal, el amor es Dios. Deben alcanzar a la divinidad con tal amor.

¡Amados estudiantes!

Ustedes encontrarán varias expectativas y decepciones en la vida. Si tienen una expectativa, tendrán una decepción si no se cumple. Por lo tanto, no tengan deseos en absoluto. Entonces, ya no tendrán lugar para las decepciones. No le den importancia a la forma. De hecho, su Atma tattva representa su verdadera forma. No confinen a la divinidad a un nombre y forma particulares. Los nombres como Rama, Krishna, Govinda son sólo nombres atribuidos a Dios por el hombre. No son innatos. No deben darles mucha importancia. Sin embargo, en las etapas preliminares de su búsqueda espiritual, el hombre debe adoptar un nombre particular. También es necesario que realice la esencia de toda la educación. Esto es, desde luego, la verdad. ¿Pero cuánto tiempo? Hasta que experimenten esa esencia. Una vez que experimenten la esencia del conocimiento, hasta ésta desaparece. Por eso, no dependan del nombre y de la forma. La verdad es la verdad. Esa es la única verdad. No tiene forma. El amor es Dios. El amor no tiene forma. Cultiven ese amor divino. Dios existe. No puede haber duda al respecto. Si Dios no existiera, entonces no habría lugar para que existiera la naturaleza. De una experiencia de la naturaleza (prakriti) emerge la comprensión del ser supremo o paramatma. Del paramatma surge la realización del paratattva y este paratattva es el Atma tattva. Por lo tanto siempre amen ese paratattva. No confinen su amor a lo particular, que está siempre susceptible de cambiar. Si el tiempo lo permite, yo ampliaré acerca de este principio del amor (prema tattva) en mayor detalle. Una vez que los estudiantes comprendan la naturaleza de este amor divino, no habrá lugar para las decepciones. Están siempre ocupados en sus deseos y sus decepciones. El amor tiene sólo un nombre, pero ninguna forma. Pueden dirigir ese amor hacia cualquier forma.

¡Encarnaciones del amor!

Dios puede alcanzarse únicamente por una ruta. Esa es el amor. Esa es la verdad. No confinen el principio del "yo" a una forma particular. He aquí un pequeño ejemplo. Janakiramaiah (hermano menor del cuerpo físico de Swami) murió recientemente. Varias personas le amaban. Han estado haciendo referencias necrológicas cada día en los periódicos, diciendo: "¡Janakiramaiah! Has dejado tu cuerpo mortal, dejándonos solos. Por favor, vuelve a nacer para que podamos volver a amarte." ¿Es necesario que Janakiramaiah vuelva a nacer para que esas personas puedan amarle? ¿Es esto lo que estas personas desean? ¿Debemos confinar nuestra vida entera al nacimiento y la muerte solamente? De hecho, tanto el nacimiento como la muerte son irreales. Donde hay nacimiento, hay muerte, sin duda. Las dos etapas de la vida, a saber, el nacimiento y muerte, son únicamente para el cuerpo, no para el Atma. Debemos dirigir nuestro amor hacia el eterno Atma tattva, no al cuerpo que está sujeto a nacimiento y muerte. Yo me dirijo a menudo a ustedes como "¡Bangaru!" ¿Cuál es el significado subyacente de que me dirija a ustedes de esta manera? El oro como metal no perece. Su forma cambia cuando es fundido y formado en diferentes tipos de ornamentos. Ustedes, como el oro, pueden tomar diferentes formas, pero su Atma tattva, no sufre ningún cambio. Deben esforzarse por alcanzar el inmutable principio del Atma tattva, pero no las formas cambiantes. Yo me dirijo a ustedes como "¡Bangaru!", recordándoles su verdadera naturaleza, a saber, el inmutable Atma tattva. El oro es siempre oro. Es la verdad. Es eterno. Deben ansiar siempre alcanzar esa realidad eterna. Teniendo sólo ese aspecto en mente, Adi Shankara en su famoso poema "Bhaja Govindam" cantó así:

"Punarapi Jananam Punarapi Maranam

Punarapi Janani Jathare Shayanam

Iha Samsare Bahu Dustare

Kripayapare Pahi Murare"

"¡Oh! ¡Señor!

Estoy atrapado en este ciclo de nacimiento y muerte;

una y otra vez, estoy experimentando la agonía

de yacer en el útero de la madre.

Es muy difícil cruzar este océano de la vida mundana.

Por favor, ayúdame a cruzar este océano

y otórgame la liberación".

Debemos ansiar por ese principio que no tiene nacimiento ni muerte. ¿Por qué debemos querer volver a nacer?

¡Encarnaciones del amor!

Hay amor divino en ustedes que no tiene nacimiento ni muerte. Dirijan su amor hacia ese amor divino. Ese amor está siempre con ustedes. Si cultivan tal amor, permanecerán siempre como encarnaciones del amor. Tengan firme fe en este amor divino. No crean en el amor mundano, no vayan a decepcionarse. El amor mundano es como las nubes pasajeras que vienen y se van. No son permanentes. Amen el amor eterno. Ese es el Atma tattva. Amen ese Atma tattva. Las personas que desean entrar al campo espiritual y conocer el camino que lleva a la divinidad, por favor, vengan a mí. Yo se los explicaré. No se dejen engañar por el amor mundano que causa sólo decepciones. Cultiven el tipo de amor que no les causará decepciones. Persigan cualquier tipo de educación, pero, comprendan el significado interno de la educación. Entonces, pónganlo en práctica, experimenten y disfruten de esa esencia de una educación tal. No se decepcionen dirigiendo su amor hacia todos por aquí y por allá. Varios estudiantes han sido decepcionados de esa manera. Al final, no son capaces de amar a nadie. Ese no es el camino correcto. Amen el principio del amor mismo, que es divino y eterno. Cuanto más amen ese amor divino, tanto más crece.

¡Encarnaciones del amor!

Yo siempre me dirijo a ustedes como "Encarnaciones del amor". Cultiven solamente ese tipo de amor. Si cultivan ese amor, a su vez, él los protegerá. Esto es lo que se quiere decir con la frase, "con ustedes, en ustedes y alrededor de ustedes".

Bhagavan concluyó su discurso con el bhajan: "Prema Mudita Manase Kaho..." El programa terminó con el canto del Himno Nacional.


Traduccion Arlette Meyer