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Discursos dados por Sai Baba

32. 23/11/97 Reconozcan su identidad Divina

Reconozcan su identidad Divina

Reconozcan su identidad Divina

23 de Noviembre de 1997

Ni el mérito ni el pecado, ni la alegría ni el pesar; ni los mantras ni los peregrinajes; ni la caridad ni los yajnas; ni el acto de alimentarse, ni el alimento, ni el que lo consume.

Yo no soy ninguno de estos.

Yo soy la Eterna Bienaventuranza Divina, el Uno Absoluto. Yo soy Shiva.

¡Encarnaciones del Amor!, ustedes no están dotados ni de mérito ni de pecado. No son criaturas de felicidad o pesar. No son criaturas de mantras (cantos sagrados), ni el producto de habilidades manuales o mecánicas. Ustedes no son renunciantes ni hedonistas.

Entonces, ¿quiénes son? Su verdadera forma es la Eterna Bienaventuranza Divina (Sadhananda Rupam), la Divina forma de la Auspiciosidad (Shiva).

Sin embargo, debido a las diferencias en las formas físicas externas, son víctimas de la ignorancia de su verdadero ser. Desde un mendigo hasta un millonario, desde un ignorante hasta un gran erudito, sin tener en cuenta si uno es varón o mujer, joven o viejo, al describir el propio Ser, todos usan el término “Yo” (nenu). Las escrituras lo han descripto como el Atma o Hridhaya.

Hridhaya significa aquello que alberga a la bondad. Por lo tanto, todos ustedes son encarnaciones de la bondad. Solo cuando todos reconozcan esta cualidad de bondad habrá paz mundial. Las personas pronuncian la plegaria “Que todos los seres de todos los mundos sean felices” (“Lokas Samastas Sukhino Bhavantu”). Sin embargo, pocos practican esa bondad que hará que todas las personas sean felices.

El Principio del “Yo” Ningún individuo puede presentarse al mundo exterior sin usar el término “Yo” (nenu). Las aves y las bestias no usan la palabra “Yo” porque no conocen el lenguaje humano. De otro modo, cada una de ellas declararía: “Yo soy una vaca”, “Yo soy un águila”, “Yo soy un perro”, y así sucesivamente. Todos los seres del mundo proclaman su existencia usando el término “Yo”.

El “Yo” está presente en todos los seres. El Principio Bráhmico que todo lo penetra también es el “Yo”. Sin comprender correctamente la naturaleza del “Yo”, el hombre se identifica a sí mismo con el cuerpo y está inmerso en la ilusión causada por esta identificación equivocada.

Todo el cosmos está asociado con la dualidad o la pluralidad (dvaitam) basada en la distinción entre “Yo” y “esto” (el otro). “Esto” se refiere a lo que es percibido (drishyam). “Yo” se refiere al que ve (drashta). Sin el que ve, lo visto no puede existir. Permítanme levantar este pañuelo. Esto es una tela. No puede hacerse referencia a la tela sin usar el término “esto”. Es el vocablo que hay que utilizar para referirse a un objeto específico. Cuando digo “esto es un salón”, la frase señala un objeto específico que es percibido.

Todos los nombres y formas están asociados con objetos de percepción. El que ve (drashta) es quien da testimonio de la existencia de lo que es percibido.

El que ve y lo visto Ustedes ven los focos de luz que iluminan este salón. Lo que está esparciendo luz no es el foco sino la corriente. El foco es una vestidura (Upadhi).

Si se le pregunta a un niño pequeño cuándo llegó a Prashanti Nilayam, él responderá: “Llegué el 20, Swami”. Si se le pregunta:

“¿Por qué viniste?”, él responderá: “Vine para las Jornadas”.

¿Quién es el que vino? El cuerpo (del niño). Al identificarse con el cuerpo, responde que “él” vino el 20. Ayer, él se resbaló y sufrió la fractura de una pierna. Hoy, él viene a Mí y dice: “¡Swami! Mi pierna ha sufrido una fractura”. ¿Esto no significa que su pierna es diferente de él?

En un momento ustedes se identifican con el cuerpo. En otro momento se distinguen como separados del cuerpo. Eso significa que todo lo que perciben pertenece al reino de lo visto (drishyam).

El que percibe, que participa en la percepción de todas las cosas, es la Realidad. Él es inmutable y permanece inmutable a través de todas las categorías de tiempo: pasado, presente y futuro. Los Srutis llaman a esa entidad inmutable el “Yo” (Nenu). Ese “Yo” representa al Atma. El Atma se convierte en Hridhaya, el asiento de la compasión (karuna). Todos los términos, como “Yo”, Karuna, Atma, Hridhaya o Dios, son sinónimos. Son diferentes nombres dados a la misma entidad en el lenguaje común. El nombre Rama o Krishna por el que uno puede ser llamado es un nombre conferido a una persona y no nace con ella.

El primer nombre dado a todos al nacer es “Yo”. Incluso para Dios el primer nombre original es “Yo”.

Los Upanishads declaran: “Yo soy Brahman” (“Aham Brahmaasmi”).

En esta declaración, el “Yo” (Aham) viene primero y Brahman viene después. Por lo tanto, el “Yo” es la base primordial para todo. Muy pocos se esfuerzan por reconocer la naturaleza de este “Yo”.

Muchas personas se dedican a diferentes tipos de ejercicios espirituales. ¿Por el bien de quién realizan estos ejercicios? La respuesta usual es “Estoy haciendo los sadhanas para buscar a Dios”. ¿Qué necesidad hay de buscar a Dios, cuando Él es omnipresente?

Es un ejercicio absurdo. ¿Qué necesidad hay de una búsqueda cuando ustedes mismos son Dios? Un hombre que vaya por ahí preguntando dónde está él, será considerado un loco.

El papel de la mente Hoy el hombre no logra reconocer su identidad Divina. Esta situación tiene que cambiar. ¿Qué debe hacerse?

Una rama doblada puede enderezarse, una roca puede ser suavizada, ¿pero cómo puede reformarse una mente pervertida?

(Poema telugu) La incorregible mente pervertida es la responsable de que el hombre erre el camino. La mente es la causa fundamental de la felicidad o el pesar, la salud o la enfermedad, la bondad o la maldad del hombre. ¿Cuál es entonces el significado de la búsqueda del hombre? Es el deseo de experimentar una visión del Ser (Atma).

Las diferentes clases de ejercicios devocionales a los que se dedican las personas no son realmente para experimentar a Dios, sino para obtener algún tipo de satisfacción mental.

Si quieren continuar con estos ejercicios espirituales, deben hacerlo solo con un objetivo en vista, a saber, superar el olvido del Atma y la identificación del propio ser con el cuerpo (Anatmabhava).

Entonces comprenderán que el Atma es la única realidad.

Anatma-bhava es como la oscuridad en una habitación. No tiene existencia propia. En el momento en que se enciende una luz, la oscuridad desaparece.

Dios no tiene ni forma ni nombre Quizá pregunten: “¿Cómo voy a declarar que ‘Yo soy Brahman’ (‘Aham Brahmasmi’)?”. Sí, pueden hacerlo. Sin embargo, primero deben comprender el “Yo”, el Aham. El principio del “Yo” es lo Divino. El Vedanta declara: “Ekam Eva advaitiyam Brahma”. El Absoluto es Uno solo sin segundo. En el mundo actual, los hombres acostumbran adorar a lo Absoluto con diferentes nombres y formas. Sin embargo, la Realidad Suprema es una sola. Se usan distintos nombres en el contexto de diferentes funciones. Es como llamar a la misma persona por distintos epítetos de acuerdo con la función particular que cumple en determinado momento. Dios no tiene ni forma ni nombre. Todos los nombres y formas son creaciones de la mente humana. El Sruti ha declarado que el Señor es la Realidad eterna sin atributos.

En este contexto, no tiene sentido que las personas vayan tras gurús y preceptores. Ustedes son su propio preceptor. Deben dominar su mente. Solo entonces desarrollarán buenas cualidades. El hombre está perdiendo la paz por darle rienda suelta a la mente.

Debe entenderse bien la naturaleza Divina del “Yo” (Aham). Ese “Yo” es el amo del cuerpo, los sentidos y el intelecto. Es el poder que satura todo el cosmos. Adorar a semejante poder omnipresente en un pequeño santuario no es lo más apropiado. Confinar al Divino Infinito a los límites de una pequeña fotografía para adorarlo no es lo que corresponde.

¿Qué necesidad hay de tener muchas fotografías? Adorar a lo Divino en una variedad de fotos es degradarlo. (Swami cantó una canción en telugu que se explayaba sobre la futilidad de tratar de erigir templos, encender lámparas o conferir nombres al infinito Señor cósmico, que es ilimitado, refulgente, el morador interno de cada ser y que contiene dentro de Sí al universo entero. ¿Cómo puede ofrecerse comida o adorarse de algún modo a semejante Dios?) Todas las formas en que Dios es adorado son productos de la imaginación humana. La forma correcta de experimentar a Dios es sentir, con la totalidad del ser interior, que ustedes son lo Divino mismo. Esa experiencia les hará sentir la presencia de lo Divino en todos los seres y en todas las cosas. Con esa experiencia no habrá lugar para el odio hacia nadie. Una persona semejante no llevará a cabo malas acciones.

¿Cuál es la causa de que en todas partes haya violencia, discordia y desorden? Es la ausencia del sentimiento de unidad espiritual de todos los seres. El mismo Morador Interno Divino está presente en todos los seres, como la corriente que ilumina todos los focos. Todos son manifestaciones de lo Divino, como declara el Gita. (Swami cantó una canción que describía cómo a las Gopikas les resultaba imposible tomar conciencia de la verdadera naturaleza de Krishna, cuya divinidad se manifestaba en la partícula más sutil y en la infinita vastedad del cosmos.) Reconozcan la omnipresencia de Dios Cuando los hombres comiencen a reconocer la omnipresencia de Dios, serán transformados. Todos sus pensamientos y acciones quedarán disminuidos. Quizá pregunten: “¿Quién es responsable del mal en el mundo?”. Las personas que se dedican a actuar con maldad son responsables. Dios es solo un testigo. Las recompensas o los castigos que las personas reciben en la vida son frutos de sus propias acciones y no son otorgados por Dios.

Cuando todas las acciones sean realizadas con un espíritu de dedicación a lo Divino y con un reconocimiento de la propia divinidad, todas las acciones se volverán sagradas. La identificación del “Yo” con el cuerpo es la causa de todas las dificultades. Esto convierte al “Yo” en el ego (Ahamkara). El ego es la raíz de los problemas.

No tiene nada de malo cuidar el cuerpo, pero la vida no debería basarse en el apego al cuerpo.

Cuando entré en el salón, muchos devotos Me saludaron diciendo “¡Feliz Cumpleaños!”. Deberían desearles “feliz cumpleaños” a aquellos que no son felices. Yo no necesito sus saludos de cumpleaños. Lo Divino está en bienaventuranza perenne (Nityanandam).

Lo Divino es siempre bienaventurado, confiere felicidad suprema a otros, es la misma encarnación de la sabiduría más elevada, ha trascendido a los opuestos, es vasto como el espacio, de complexión nebulosa, de facciones perfectas.

(Verso sánscrito) La sabiduría debería iluminar sus corazones como el relámpago en el corazón de una nube. Esa sabiduría revelará lo Divino en ustedes.

Comprendan la base espiritual del principio del “Yo” ¡Encarnaciones del Amor!, todos ustedes han superado dificultades e incurrido en muchos gastos para venir aquí. Hagan un gran esfuerzo para comprender la base espiritual del principio del “Yo”.

Cuando consideren al “Yo” el Ser (Atma), se liberarán del sufrimiento.

En el caso de que surjan dificultades, estas se disiparán como la nieve de una montaña. ¿Por qué habrían de preocuparse por estas nubes pasajeras? Cuando hayan realizado la conciencia del Ser (Atma-Jñana), no será necesario que se preocupen por nada.

Todas las dificultades surgen porque el hombre, al estar obsesionado con la mente, olvida al Atma. Cuando su vida esté iluminada por la refulgencia del Atma, la mente quedará en la sombra.

Cuando no hagan caso del cuerpo y la mente, comprenderán su verdadera naturaleza: el Principio Átmico en ustedes. Cuando hayan comprendido esta verdad básica, podrán continuar con sus actividades diarias y cumplir con sus tareas en un espíritu de dedicación.

Hoy no hay paz en ningún lugar del mundo. ¿Cuál es la razón?

Las personas han olvidado la realidad del Espíritu (Atma-tatva).

Han perdido la fe en el Espíritu y sienten apego a las cosas mundanas.

Miran el mundo fenoménico, pero no lo ven como una manifestación de lo Divino. En eso reside su necedad.

Todo lo percibido por los ojos es divino. El que percibe también es divino. La espiritualidad señala la Divinidad que está presente tanto en el que ve como en lo visto. Cuando se comprende esta unidad espiritual básica, la división entre el hombre y la Naturaleza desaparece.

Dios está más cerca de ustedes que cualquier madre Tengan la convicción de que Dios está con ustedes siempre. Una madre puede olvidar a su hijo, pero Dios jamás los olvidará. Él está más cerca de ustedes que cualquier madre. Jamás olviden a Dios.

¿Todos los que vienen a Prashanti Nilayam están experimentando “Prashanti” (Paz suprema)? No. Se dedican a hablar demasiado, moviéndose de un lugar a otro. ¿Para qué han venido? ¿A la morada de quién han venido? ¿Por qué se pasean con inquietud?

Utilicen esta excelente oportunidad de adquirir paz mental.

Reúnan tanta experiencia espiritual como les sea posible mientras están acá y rumien acerca de ella cuando regresen, del mismo modo que una vaca mastica el bolo alimenticio.

Han venido aquí para fortalecer su relación con lo Divino.

Sosténganse firmemente de ella. Pongan en práctica al menos una de las cosas que aprendieron aquí. ¿De qué sirve una montaña de conocimiento libresco sin un ápice de práctica?

No es suficiente cantar los nombres de Dios. Deben instalar a Dios en su corazón. Que su conciencia sea su guía y preceptor.

Eso promoverá la verdadera devoción. Toda la parafernalia externa es inútil.

Hay cuatro máximas que todos los devotos deberían seguir:

Eviten las malas compañías.

Estén dispuestos a relacionarse con buenas personas.

Recuerden siempre qué es transitorio y qué es permanente.

Dedíquense constantemente a las acciones meritorias.

Así se volverán buenos. Recuerden el mensaje de Vyasa resumido en el aforismo: “Ayuden siempre; no hieran nunca”. Si se siguen estas reglas básicas, todos los países serán felices y pacíficos.

Cada país es parte de la mansión del planeta Tierra. Bharat es parte de esta mansión. Cuando tengamos esta visión amplia, la humanidad será una en espíritu.

Swami no se regocija en la celebración de su cumpleaños.

Como todos ustedes han venido para esta celebración, me veo obligado a satisfacerlos. Yo no tengo deseos. Todo lo que hago es por el bien de ustedes. Reconozcan esta verdad. No tengo aversión a nadie, y nadie me tiene aversión a Mí. Todos son Míos, y Yo les pertenezco a todos. Mi bendición es “Que todos sean felices”.

Todos deberían seguir la senda de la rectitud. Todos deberían manifestar su bienaventuranza espiritual. Hasta que realicen esta unidad espiritual, tienen que llevar a cabo actos devocionales, como bhajans, japas y plegarias.

Consejos a los devotos Deben instalar en sus corazones la esencia del mensaje que hoy les di a todos. Quiero que lleguen a controlar cinco cosas esenciales en la vida.

Primero: “No malgasten el dinero”. Tomen conciencia de que el mal uso del dinero es pernicioso. Si desean tener una foto (de Bhagavan), tengan solo una. ¿Por qué derrochan dinero comprando demasiadas fotos? No compren más fotos.

Segundo: “No desperdicien la comida”. Tomen conciencia de que “la comida es Dios”. Su cuerpo es producto de la comida que sus padres ingirieron. Desperdiciar comida es desperdiciar a Dios.

Tercero: “No pierdan el Tiempo”. El Tiempo es Dios. Las escrituras han alabado a Dios de muchas formas como el Amo del Tiempo. El Tiempo perdido es vida perdida.

Cuarto: “No malgasten la energía”. La energía está presente en cada una de nuestras acciones. Cuando ven, hablan, oyen, actúan o piensan, la energía se expande. En cada una de estas actividades deberían asegurarse de no malgastar sus energías innecesariamente.

Quinto: “No olviden a Dios”, en ningún momento, hagan lo que hagan. Dios está presente dondequiera que vayan. Él está con ustedes, junto a ustedes y alrededor de ustedes siempre. Por lo tanto, no es necesario que vayan a algún templo a rezarle a Dios.

El corazón es su templo. Vuelvan la visión hacia adentro y comprendan así el Principio Átmico.

En su viaje a Prashanti Nilayam, deben de haber pasado por muchos inconvenientes. En el futuro eviten los viajes innecesarios.

Pueden viajar cuando lo necesiten para su contento.

Por lo tanto, no pierdan el tiempo. No den lugar a pensamientos innecesarios. No malgasten su amor. El amor es la vida misma. Sin amor, uno es como un cadáver. Instalen al amor en sus corazones.

Eviten las malas compañías Eviten relacionarse innecesaria y excesivamente con todos y cada uno. Muchos de ustedes han venido aquí y se han alejado de sus parientes y amigos. Han venido personas de América, Japón, Alemania o Rusia, dejando a sus padres y otros parientes. ¿Por qué habrían de cultivar entonces nuevas relaciones con otras personas aquí? Hasta donde sea posible, eviten tener contacto con otros. Mantengan su mente pura. No es necesario dedicarse a conversar con la gente en toda clase de lugares. Hablen menos, piensen más. Cultiven este hábito. Relacionarse innecesariamente con extraños puede tener consecuencias inesperadas y graves. Quizás hayan notado en la obra de teatro presentada por los estudiantes cómo una persona se metió en líos debido a su relación con algunas personas indeseables. Finalmente, él reconoció su error y comprendió que la relación con malas personas había envenenado su mente. No se debería culpar a otros. El error fue de él al no haber limitado sus relaciones a las buenas personas. Él lloró por su necedad al tener malas compañías.

Juntarse con personas malas, y luego sufrir consecuencias desastrosas, es una calamidad forjada por uno mismo. Mantengan su relación con otras personas al mínimo. Los aspirantes espirituales genuinos deberían cuidarse especialmente de las malas compañías.

Deberían crear un ambiente que los lleve a su progreso espiritual y paz mental. Eso es lo único que Swami quiere.

Por haber venido a Prashanti Nilayam, todos ustedes deberían volverse excelentes devotos. Los extraños deberían notar enseguida qué ejemplar es la conducta de los estudiantes y los devotos Sai. Más que satisfacerme a Mí, esa reacción les hará mucho bien a ustedes.

Sathya Sai es el devoto de los devotos Yo no tengo devotos. Ustedes pueden llamarse devotos de Sathya Sai. Yo mismo soy un devoto. ¿De quién? De aquellos que afirman ser Mis devotos. Mi deber es cumplir sus deseos. Yo les pertenezco a ustedes, y ustedes me pertenecen a Mí. Comprendan esta relación y fortalézcanla. Ese es Mi único deseo.

No me gusta la celebración de Mi cumpleaños ni las decoraciones pomposas con ese propósito. Semejante ostentación no es buena para nadie. Adopten una actitud práctica para la vida espiritual.

Albergando pensamientos sagrados en este día auspicioso, deben salir al mundo y difundir sus sentimientos sagrados entre los demás. No se guarden sus sentimientos ni los conserven solo durante su estadía aquí. Difúndanlos dondequiera que vayan.

Swami está más allá de toda distinción de casta, religión o lenguaje.

La casta de la humanidad, la religión del amor y el lenguaje del corazón: esto es lo que Yo represento. Experimenten esta verdad y compartan su alegría con otros.

Discurso pronunciado en el Salón Sai Kulwant, la mañana del 23 de noviembre de 1997.

Si no aman al hombre, su corazón no amará a Dios. No pueden despreciar a sus hermanos hombres y, al mismo tiempo, adorar a Dios; si lo hacen, Dios no aceptará esa hipocresía. Dios reside en cada corazón; por lo tanto, si sirven a alguien, ese servicio llega al Dios dentro de él. Les proporciona a ustedes la gracia de Dios.

Baba