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Discursos dados por Sai Baba

31. 22/11/97 La crisis educacional y cómo salir de ella

La crisis educacional y cómo salir de ella

La crisis educacional y cómo salir de ella

22 de Noviembre de 1997

La riqueza ha sido glorificada; la arrogancia se ha vuelto un credo; la paz se ha vuelto algo remoto para el hombre; la jactancia egoísta está de moda; la posesión se ha vuelto un adorno; el egoísmo se ha instalado en el corazón; el sentido de respeto por uno mismo ha declinado; la hipocresía se ha convertido en el sello distintivo.

El amor y el afecto se han vuelto enfermizos; el corazón está divorciado de la rectitud; la vida se ha vuelto una carga; la gente ha perdido sus amarras.

¿Qué depara el futuro?

¡Basen la educación en los valores y aseguren un futuro para Bharat! ¡Estudiantes!, ¡encarnaciones del Amor!, ¡educadores!: Bharat, que ha sido la mina de la espiritualidad, está decayendo continuamente en rectitud (Dharma). La injusticia, la deshonestidad, la inmoralidad y otras cualidades demoníacas se mueven libremente en el país. En esta situación, solo los estudiantes –hombres y mujeres– serán capaces de enfrentar a estas fuerzas del mal y establecer la paz.

¡Estudiantes!, si sus padres se sienten infelices cuando ustedes se atrasan en los estudios, ¡cuánto más infeliz se sentirá la Madre Bharat por la declinación de los Valores Humanos! Los estudiantes deben tomar desde el principio la decisión de servir a sus madres y a la Madre Patria. Deben luchar por restaurar la paz y el orden en el país. Un país no significa un pedazo de tierra. Son las personas las que constituyen un país.

¿Cuál es el significado de la transformación de la gente? La transformación no es un objeto específico. Es el proceso completo de refinamiento por el cual la gente se libra de sus malos pensamientos y acciones, cultiva buenos pensamientos y realiza buenas obras en la vida diaria.

¿Cuál es el significado de la educación (Vidya)? ¿Cuál es la educación apropiada para los jóvenes en la actualidad? ¿Cuáles son las normas de la educación correcta? ¿Qué clase de educación promoverá la elevación del hombre? ¿Cuál es la utilidad del actual sistema de educación? Quien encuentre las respuestas correctas a estas cinco preguntas será un consejero sabio para la nación. El valor de una persona no se desprende solo de la educación.

También es importante que su estilo de vida mejore en el aspecto cultural.

¿Qué se entiende por cultura? Es la realización de la Divinidad inherente al hombre y su manifestación en la propia forma de vida.

Una vida sin cultura es como una casa sin luz. Una casa a oscuras es un nido para murciélagos malolientes y no, para objetos fragantes.

Una persona sin cultura es como una cometa sin hilo, que es agitada de acá para allá. Una educación carente de cultura no tiene valor, al igual que una moneda falsa. Por lo tanto, la cultura es sumamente importante, sobre todo en relación con el propio carácter.

La educación es para la vida, no meramente para ganarse la vida En el ámbito de la educación, se necesitan muchos cambios revolucionarios. Desde que se logró la libertad, hace cincuenta años, el gobierno ha formado muchos comités para analizar el problema de la reforma educativa. Estos comités han recomendado muchas reformas, que no se han llevado a cabo.

Incluso ahora, nadie trata de restaurar los antiguos ideales de la educación. Como resultado, el país sufre el flagelo de la violencia y el desorden. Las instituciones educativas se han convertido en centros de desorden.

Vidya significa “adquisición de conocimiento”. En el idioma inglés esto se denomina Education (educación). El término “educación” deriva de la palabra latina e-ducare, que significa “extraer”.

La idea es extraer lo que está latente. La adquisición de conocimiento es un aspecto mundano. Sin embargo, debe distinguirse el sentimiento divino presente en el corazón humano. Uno se refiere a la forma de vida, y el otro, a la vida misma. Además de ganarse la vida, uno debe comprender el propósito de la vida.

Ambos aspectos son tan importantes para la persona como los ojos. Hoy en día se hace demasiado hincapié en un aspecto: cómo ganarse la vida. Incluso en esto, existe una continua declinación de las normas morales.

Nadie hace un esfuerzo serio para realizar la divinidad en el hombre. No se hace ningún intento para comprender la verdadera naturaleza propia. Ese es el auténtico propósito de la vida. La verdadera educación implica tratar de manifestar la divinidad interior en el hombre. ¿Cómo se ha de lograr esta manifestación?

La educación es aquello que ilumina el ambiente físico, mental y social del hombre. No está limitada a una esfera específica. La educación debería iluminar cada aspecto de la vida: el económico, el político, el moral, el espiritual y otras esferas de la vida.

Los alumnos llaman educación al conocimiento que dan los libros. Esto les proporciona solo conocimiento superficial. Ellos necesitan conocimiento práctico, que debería capacitarlos para llevar vidas virtuosas.

Hoy la gente adora la riqueza como si fuera algo divino. Esto es completamente erróneo. La riqueza jamás podrá otorgar paz mental.

Puede proporcionar bienestar físico, pero no, paz mental. Sin comprender esto, la gente y el gobierno creen que hay un gran progreso en la educación.

¿Cuál es este progreso?

La justicia y la moralidad se limitan a los libros.

Los corazones se han vuelto nidos de todo lo que es pestilente.

Las manos se han vuelto instrumentos del egoísmo.

Este es el progreso alcanzado por la educación actual.

(Poema telugu) La educación debe utilizarse para el bienestar de la sociedad ¿Es este el signo de una verdadera educación? No. Se deben hacer esfuerzos para eliminar tales sentimientos. Además, todo lo que se aprende, debe emplearse para promover el bienestar de la sociedad. Todos deberían trabajar para el bienestar de la gente.

“Regocijémonos con el bienestar de toda la gente del mundo” (“Sarva loka hite ratah”). “Que todos posean la riqueza de todo el conocimiento” (“Sarve jñana Sampannah”). “Que todos estén dotados de buenas cualidades” (“Sarve Samhita gunaihi”). Estas son tres declaraciones fundamentales con respecto a las personas educadas.

Esto implica que cada estudiante, luego de completar sus estudios, debería dedicarse a servir a la sociedad. Para este servicio, uno debería adquirir todo el conocimiento necesario. Los estudiantes deberían tener solo cualidades buenas. Un buen estudiante debe propiciar una atmósfera serena dondequiera que se encuentre. Debe estar siempre preparado para ayudar a otros.

Estas son las señales de un buen estudiante. Lamentablemente los estudiantes de hoy no tienen ninguna de esas cualidades. ¿De quién es la culpa? No de los estudiantes. Tampoco de los maestros.

Todos en la sociedad son responsables. Los estudiantes no poseen las habilidades requeridas para seguir la senda correcta. Los maestros también carecen de estas aptitudes. No asumen la tarea de moldear el carácter de sus alumnos desde una edad temprana.

Para hacerlo, tienen que entrenarse y ser maestros ideales.

Cuando los maestros lleven una vida ejemplar, los alumnos seguirán su ejemplo. No se analiza minuciosamente cómo enseñan los maestros o cómo estudian los alumnos. El gobierno gasta más de 20.000 millones de rupias por año en educación. Nadie sabe cuál es el resultado de todo este gasto. ¿Qué transformación se está produciendo en los estudiantes? ¿Cuál es su futuro? Nadie parece indagar sobre todo esto. Solo se gasta dinero incesantemente.

Lo que importa no es la grandeza, sino la bondad Y eso no es todo. Los políticos están invadiendo el campo educacional y arruinando a los estudiantes. Estos, por supuesto, tienen que estudiar ciencias políticas. Pero el campo educacional no debería ser politizado. Hoy los estudiantes están entrando en el campo de la política y no solo arruinan sus estudios sino también todo su futuro. Por lo tanto, los estudiantes deberían tomar la decisión de proseguir sus estudios con devoción.

Los padres también deben alentar a sus hijos para que continúen su educación con el espíritu correcto. No deben desear tanto que sus hijos obtengan puestos elevados. Lo que importa no es la grandeza sino la bondad. Deberían desear que sus hijos ganen una buena reputación antes que una excelencia puramente académica.

Hagan buen uso de su educación por el bien de la sociedad.

Sean hombres de buen carácter. Eso los hará brillar ante el público.

La verdadera educación los hará divinos. La educación no es el mero conocimiento de palabras. Debería expandir la mente. La simple adquisición de títulos no tiene valor. El carácter es más importante y solo puede ser desarrollado emprendiendo la senda espiritual. ¿De qué sirve una educación que no promueve las buenas cualidades?

La humildad es el sello de la verdadera educación ¡Estudiantes!, ¡muchachos y muchachas!, junto con la educación académica, tienen que adquirir sabiduría y el sentido de lo correcto y lo incorrecto. El conocimiento sin sabiduría, la erudición sin determinación, la música sin melodía, el aprendizaje sin humildad, una sociedad sin disciplina, la amistad sin gratitud, la palabra sin verdad, todo ello es completamente inútil. Por lo tanto, traten de seguir la senda correcta.

No hay sentido de respeto por la gente en la sociedad. La gratitud está ausente. Los eruditos no tienen discreción. Los educados carecen de humildad. La humildad es el sello de la verdadera educación. No significa andar por ahí con la cabeza gacha.

Requiere el respeto por la condición humana. Es propio de las bestias andar por ahí causando miedo a los otros. Los humanos deberían estar libres de temor. Tanto el temor como el amedrentar a otros son cualidades animales. Los hombres deben ser valientes.

Hoy en día el temor ronda por todas partes. ¿Cuándo surge el temor? Cuando uno está lleno de malos pensamientos y malos sentimientos.

Hoy en las instituciones educativas abundan el desorden y la indisciplina. ¡Qué distintas eran las antiguas moradas del aprendizaje! Antiguamente la educación solía ofrecerse en forma gratuita.

En aquellos días los preceptores enviaban a los alumnos a los bosques.

Periódicamente, los alumnos eran interrogados con respecto a sus estudios. Por ejemplo, se les preguntaba: “¿Qué árbol encontraste que fuera inútil en el bosque que visitaste?”. Las respuestas de los alumnos variaban. Cada uno decía que un árbol en particular les parecía inútil. El maestro no aceptaba sus respuestas.

Les decía que todos los árboles son útiles, cada uno a su manera. Cada árbol tenía una cosa u otra con propiedades medicinales.

Si un árbol no hacía nada más, servía para absorber el dióxido de carbono de la atmósfera y liberar el oxígeno dador de vida para beneficio del hombre. Cada árbol sirve a un propósito útil. De la misma manera, cada ser humano es valioso.

Hoy la educación se ha vuelto muy costosa. En realidad, debería ser gratuita. Entonces no habría lugar para prácticas corruptas destinadas a obtener puestos.

El carácter único de la Educación Sai En el Sistema Educacional Sai, no hay problemas de desórdenes estudiantiles debido a que la educación es gratuita. Nuestros estudiantes son felices. Todos nosotros también lo somos.

Como la educación es gratuita, el comportamiento de los estudiantes es ejemplar. Ellos piensan: “Aquí estamos recibiendo educación gratuita. Debemos portarnos bien para demostrar nuestra gratitud a todos los que participan en esto”. Se deben dar oportunidades para que los estudiantes adopten una actitud semejante para con su universidad. En nuestro Instituto no se cobra ninguna cuota por ningún concepto.

Debemos esforzarnos por restaurar el antiguo sistema de educación gratuita. Hoy los estudiantes, los padres, los maestros y las autoridades carecen de ese enfoque sagrado con respecto a la educación. El cambio debe producirse en el ámbito gubernamental.

Entonces el público en general también cambiará. Debe haber un cambio en el clima moral del sistema educacional. Solo entonces las instituciones educativas podrán producir hombres y mujeres de carácter.

Reconocimiento a los estudiantes Sai Lo primero que los estudiantes deben aprender hoy es la moderación en el habla. Hablen menos y estudien más. Aunque no lo comento a menudo, estoy inmensamente feliz por el carácter de nuestros estudiantes. Ellos están inspirados por altos ideales.

Algunos de los estudiantes incluso llegan al punto de reformar a sus padres. Con la debida humildad y reverencia, les dicen a sus padres que cambien sus formas de vida. Cuando escucho acerca de semejante conducta en nuestros estudiantes, Me regocijo. Yo no espero nada de los estudiantes. Lo único que deseo es que ellos logren una buena reputación cuando salgan de aquí. Su comportamiento debe ser intachable. Los estudiantes mal educados son peores que los analfabetos.

El escepticismo parece crecer a medida que crece la educación.

Cuanto más inteligentes son los estudiantes, más dudas se les presentan. Finalmente, al carecer de confianza en sí mismos, no logran alcanzar la realización del Ser.

Los estudiantes de nuestro Instituto están siempre felices. Esta felicidad otorga belleza a sus vidas. No es belleza física, sino la belleza espiritual derivada del buen carácter.

Nuestro vicepresidente trató con profundidad el tema del Dharma.

Hoy Sathya y Dharma no resultan muy notorios. El Dharma parece estar huyendo de la gente. Sathya y Dharma están declinando entre las personas. Las antiguas enseñanzas Védicas sagradas están desapareciendo. Es esencial revivirlas.

Los estudiantes no deben obsesionarse con ganar dinero (dhanam).

Deben anhelar adquirir buenas cualidades (gunas). La educación sin ética no es educación en absoluto. La educación debe enseñar a los hombres a ser sinceros en pensamiento, palabra y acción como signo de su condición humana. El estado de la educación india es tal que engendra todo tipo de malas tendencias en los estudiantes. Alienta el engaño y la deshonestidad. La educación debe dar por resultado la purificación del corazón. Los estudiantes no necesitan estar excesivamente ansiosos por obtener altas calificaciones.

Es más importante cultivar un buen corazón. Reverencien a sus padres. Promuevan las mejoras sociales. Cooperen con su prójimo. Estas son las cosas que deben aprender.

Consideren a la Naturaleza su maestra En lugar de depender tanto de los libros, consideren a la Naturaleza su maestra. El vasto universo tiene muchas lecciones que enseñar. Piensen que el corazón es su preceptor. Consideren a Dios su mejor amigo. Él nunca les fallará, a diferencia de la mayoría de los amigos por interés.

Prefiero oír que se han ganado una buena reputación gracias a su comportamiento antes que alabanzas por su erudición. No calculen cuánto dinero pueden ganar con los títulos que obtengan.

Deben preguntarse a sí mismos: “¿Qué bien puedo hacerle a mi familia? ¿Qué ayuda puedo ofrecerle a mi prójimo?”. La educación no es para obtener un empleo. Es para adquirir conocimiento y sabiduría. Es una lástima que se haya vinculado la educación con conseguir un empleo y ganar dinero.

Deben moverse entre la gente con un espíritu amigable y de camaradería. No odien a nadie. Sigan este principio: “Ayuden siempre, no hieran nunca”.

Hoy muchos ocupan cargos elevados y cobran sueldos fabulosos.

¿Cuántos de ellos realizan trabajos que puedan justificar el dinero que ganan? Los hombres que reciben 20.000 rupias por mes ni siquiera realizan un trabajo honesto que valga 20 rupias.

Esto es traicionar a la nación. Una persona educada debe trabajar de acuerdo con el salario que recibe. Los estudiantes deben tener esto en cuenta cuando obtengan un empleo. Deben devolver de manera adecuada el salario que reciban. Eso les dará satisfacción en el trabajo y aliviará su conciencia.

Nuestros estudiantes se comportan de una manera ejemplar.

Cualesquiera hayan sido sus antecedentes antes de ingresar en el Instituto, en el término de un mes los nuevos alumnos se transforman en estudiantes ideales. Desarrollan cualidades loables.

¡Muchachos y muchachas!, adondequiera que vayan y en todas las instituciones en las que trabajen, den buena fama al Instituto y obtengan una buena reputación para sí mismos. Las estudiantes que se casen deberán servir a sus familias políticas de tal manera que el buen nombre del Instituto sea reconocido. La suegra deberá estar orgullosa de una nuera bien educada proveniente del Instituto Sai.

La buena reputación que obtengan Me regocijará. Cumplan con su deber adondequiera que vayan. Gánense la estima de sus empleadores.

Eso Me complacerá. Este es Mi mensaje para ustedes.

La devoción de los estudiantes por Swami ¡Estudiantes!, muchos de ustedes han obtenido altas calificaciones en los exámenes. Este año, 150 estudiantes de la Escuela Secundaria Sathya Sai se presentaron para rendir los exámenes públicos tomados por el Consejo Central. Todos ellos aprobaron con nivel I. En muchos estados, cuando uno o dos candidatos obtienen un nivel I, le dan publicidad al hecho. Les pregunté a nuestros estudiantes por qué no publicaban sus fotos en los diarios al haber aprobado con un nivel I. “Estudiamos para Swami y no para que publicaran nuestras fotos en los diarios”, contestaron.

Esas palabras Me deleitaron inmensamente. Muy pocos saben que estos muchachos tan jóvenes albergan sentimientos tan elevados.

Los niños están llenos de excelentes cualidades. Tienen la capacidad para desarrollar al mundo entero. Sin embargo, no tratan de utilizarla. Los estudiantes deberían darse cuenta de la relación integral que existe entre ellos y el mundo. Entonces no dudarán en servir al mundo con determinación. Así podrán lograr lo que quieran.

Los estudiantes poseen un poder inmenso, mayor que el de otras personas. Mis estudiantes son Mi propiedad. Alcancen una buena reputación dondequiera que vayan, desde el hogar hasta la nación. Eso Me complacerá más que nada. Cuando obtengan un buen nombre, redimirán su nacimiento humano. Shankaracharya advirtió a los jóvenes contra el orgullo por la riqueza, la progenie y la juventud. Todas estas son transitorias. Son perdurables la verdad y la fama (Sathyam y Kirti). Nunca se preocupen por el éxito o el fracaso, la pérdida o la ganancia, la felicidad o el pesar. Forman parte de la vida en el mundo.

Con la convicción de que muy pronto nuestros estudiantes saldrán al mundo, darán el ejemplo en cualquier institución en la que trabajen y marcarán el comienzo de una nueva era, Yo los bendigo a todos.

Una cosa más. No me importa si obtienen altas calificaciones o no, pero que no haya “comentarios” contra ustedes. Soy consciente de que casi todos ustedes se están comportando bien. Sin embargo, uno o dos pueden descarriarse. Deseo que todos sean ejemplares. Esta es Mi bendición.

Discurso pronunciado durante las XVI Jornadas del Instituto Sathya Sai de Enseñanza Superior, el 22 de noviembre de 1997, en el Auditorio Purnachandra.

Confíen en Mi sabiduría. Yo no cometo errores. Amen Mi incertidumbre, porque no es un error. Es Mi intención y Mi voluntad.

Baba