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Discursos dados por Sai Baba

27. 08/10/97 El papel vital del Budhi

El papel vital del Budhi

El papel vital del Budhi

8 de Octubre de 1997

¡Encarnaciones del Amor!, ¿acaso uno necesita una lámpara para ver la luz de otra lámpara? Y, sin embargo, el hombre, que posee la luz de la sabiduría en su corazón, va en busca de la sabiduría a otra parte. Esta búsqueda, nacida de la ignorancia, lo lleva a buscar gurús. Para adquirir el conocimiento del Ser divino (Atma- Jñana), el hombre no necesita un preceptor (gurú). Ningún preceptor puede otorgar este conocimiento, porque la Madre Naturaleza (Prakriti) misma ha conferido a sus hijos las llaves del conocimiento para su protección.

Cada hombre es hijo de la Madre Tierra (Bhudevi). Como madre, Bhudevi enseña muchas lecciones a sus hijos. Ella los llama para que aprendan todo de ella en lugar de ir tras otros preceptores.

“Los eruditos y los intelectuales me están cortando en pedazos para adquirir conocimientos y realizar sus experimentos”, se lamenta la Madre Tierra. “Me están sometiendo a grandes sufrimientos con sus excavaciones y voladuras. Sin embargo, todo esto no me preocupa. Aprendan de mí este espíritu de tolerancia.

Cualquiera sea el maltrato o el ataque que reciban de otros, sopórtenlos con fortaleza. Traten a la alabanza o la censura, lo bueno o lo malo con ecuanimidad. Este es el Conocimiento más elevado.” Otro elemento vital de la Naturaleza es el agua, que también es una manifestación de lo Divino. La lección que el agua enseña es:

“¡Hijo! Por naturaleza soy pura, dulce y fresca. La pureza, la paciencia y la perseverancia son tres buenas cualidades que tienes que cultivar”.

El fuego (Agni) es otro de los preceptores de la Naturaleza. Le dice al hombre: “¡Hijo mío! Yo no hago diferencias entre lo bueno y lo malo. No gano quemando una cosa ni pierdo quemando otra.

Trato por igual a todo lo que entra en mi órbita. Aprendan a ver lo Divino en todas las cosas. Este es el modo de obtener conocimiento del Ser”.

La Naturaleza es el mejor libro de texto Amenudo he dicho que la Naturaleza es el mejor libro de texto para todos. Pueden aprenderse muchas cosas valiosas del comportamiento del viento, que sustenta la vida mediante el proceso respiratorio y lo penetra todo. Para ejercer el poder de discernimiento, el hombre está dotado del intelecto (Budhi). El intelecto tiene que ser firme y estable. El hombre no logra usar este poder de discernimiento en forma correcta y completa debido a sus cualidades de apego y aversión (raga y dvesha), al olvido de su divinidad inherente y a su preocupación por los deseos mundanos. Si se eliminan estas tendencias, el intelecto llegará a ser un instrumento de discernimiento.

El intelecto es la dote más elevada del hombre, comenzando con el cuerpo. Por encima del cuerpo están los sentidos. Más sutil que los sentidos es la mente. El intelecto es más sutil que la mente.

Por encima del intelecto, mucho más sutil, está el Ser (Atma).

Debido a esta proximidad con el Atma, el Budhi es muy sutil.

En el Taitiriya Upanishad, el Budhi es comparado con un ave.

Se dice que el asiento del intelecto es la cabeza. Al ala derecha se la llama Ritham y al ala izquierda, Verdad. La cola recibe el nombre de Mahat-tatva (gran principio director). Al cuerpo se lo llama Yoga. Se dice que el Budhi está formado por estos cinco componentes, cada uno de los cuales representa un poder, como discernimiento, verdad, etc. La mayoría de las personas tiende a asignarle un lugar más elevado a la inteligencia (Medha Shakti) que al intelecto. La inteligencia, que carece del interés y la firmeza que caracterizan al intelecto, es inferior a este. Eso fue lo que declaró el rey Vikramadhitya ante una asamblea de eruditos que no podía tomar una decisión con respecto a este tema. La combinación de interés y fe firme es lo que sirve para divinizar al hombre.

Ritham significa armonía de pensamiento, palabra y acción. La verdad es la expresión hablada de Ritham. Rendir homenaje a Ritham y a Sathya antes de las comidas es prescripto como ritual.

Una vez, Ubhayabharati, la esposa de Mandana Misra, después de dedicarse a sanyasa luego de la derrota en el debate filosófico con Adi Shankaracharya, enseñó una lección de desapego y de renuncia a la ira a un asceta que se describía a sí mismo como un Brahma-Jñani. Nadie puede llamarse a sí mismo un conocedor de lo Absoluto mientras posea apego y aversión. Este episodio muestra que, en la Antigüedad, los hombres y las mujeres se dedicaban por igual a la búsqueda del conocimiento del Ser (Atma-Jñana).

El papel del intelecto: discernimiento y determinación Para adquirir el conocimiento del Ser, la pureza del intelecto es esencial. El intelecto debe ser firme y estar totalmente libre de apego. La mente se halla expuesta a la inestabilidad debido a los deseos. Estos surgen de las impresiones recibidas desde afuera a través de los sentidos. El único modo de evitar estas impresiones externas es dirigir los sentidos hacia adentro. Para realizar este cambio en el uso de los sentidos, ha de emplearse el poder de discernimiento proveniente del intelecto. Debe usarse el intelecto para determinar qué impresiones han de dejarse afuera y qué impresiones pueden dejarse entrar. El intelecto debe determinar qué compañías deberíamos tener, qué clase de alimentos deberíamos ingerir, cuáles son los hábitos deseables y cuáles, los indeseables.

Mediante el uso correcto del discernimiento intelectual, los antiguos sabios adquirían eminencia espiritual.

El mismo Ser Cósmico habita en cada uno Las personas deberían comprender que el Ser (Atma) es solo uno. Hay muchas personas en este salón. Cada uno de ustedes puede considerar que todos poseen un Atma separada y distinta.

Esto es completamente erróneo.

Como el reflejo del Sol en innumerables recipientes distintos llenos de agua, el mismo Ser Cósmico habita en cada uno. El reflejo es uno y el mismo, aunque los recipientes sean diferentes. Los nombres y las formas pueden ser diferentes, pero el Atma que habita en el interior es solo una. ¿Cómo ha de reconocerse esta unidad? Para eso ha de observarse la diferencia entre el cuerpo y el corazón. El Vedanta enseña lo siguiente: “¡Hijo! El nacimiento y la muerte son comunes a todos. El hambre y la sed son igualmente comunes a todos. La alegría y el pesar también lo son”. Si analizan con profundidad estas tres declaraciones, comprenderán que tanto el millonario como el mendigo provienen del vientre de sus madres. Aunque un hombre rico y un hombre pobre pueden comer cosas diferentes, el objetivo de comer es aplacar el hambre, que es común a ambos. Lo mismo se aplica a la sed. Si las personas examinan de esta forma lo que es común a toda la humanidad, tomarán conciencia de la unidad que subyace tras la diversidad.

Esto revelará la divinidad que hace que la humanidad sea una espiritualmente. No es necesario realizar difíciles ejercicios espirituales para experimentar lo Divino. Muchas de las posturas físicas recomendadas por algunos gurús para los ejercicios espirituales no son cómodas en absoluto. Lo que se necesita realmente es tener un corazón lleno de compasión y meditar en Dios. Las posturas físicas no son tan importantes. El Budhi desempeña un papel vital en hacer que uno tome conciencia de la diferencia entre el cuerpo físico y un corazón compasivo lleno de amor.

La fuente de la bienaventuranza se halla dentro del hombre La fuente de la bienaventuranza no se encuentra en el mundo exterior, sino dentro del hombre. Dios es omnipresente y no está separado de ustedes. Esa es la enseñanza principal de Sai. La descripción de la forma cósmica de Dios como Vishva-Virat Svarupa significa que Él está presente en cada partícula minúscula del universo.

¡Estudiantes!, hoy el mundo se mueve en dirección opuesta a la espiritualidad. Es un gran error. Olvidar a Dios es olvidar su propia esencia Divina. Ramana Maharshi siempre les decía a los devotos que se acercaban a él: “Conózcanse a sí mismos”. Esto no significa conocer los hechos acerca de su cuerpo, mente o sentidos. Es conocer a aquel que dice ser el dueño del cuerpo, la mente, etc.

Tienen que hallar la respuesta a la pregunta: “¿Quién soy yo?”.

El cuerpo, los sentidos, la mente y el intelecto son sus instrumentos.

Ustedes son los amos. Controlen la mente y sean los amos.

Para una persona, el Ser (Atma) es el Amo. El poder del Ser (Atma) es lo que permite a los sentidos realizar sus diferentes funciones, como ver, oír, etc. Por lo tanto, ustedes tienen que tomar conciencia de que son el Atma y no, el cuerpo.

Posiblemente todos sepan lo que ocurrió hoy. Karunyananda había estado con Swami durante cuarenta años. Él era centenario.

Hoy su cuerpo se fundió en los cinco elementos. Para que se produzca la muerte de una persona, el tiempo, el lugar y las circunstancias tienen que coincidir. En este salón se lleva a cabo la recitación de los Vedas. Se está realizando el Jñana Yajna. Él estaba escuchando todas estas cosas sagradas. Se fue a dormir a la noche y murió durante el sueño.

Él vino a Mí hace una semana. Swami le preguntó:

“¡Karunyananda! ¿Qué es lo que quieres?”. Él respondió: “No necesito nada. Solo quiero fundirme en Tus Pies de Loto. No tiene sentido que yo continúe”. Le pregunté por qué decía eso. “¿De qué más puedo disfrutar en la vida? He permanecido y me he movido con Swami durante cuarenta años”. Él me acompañó a Kashmir y Shimla, Gaya y Prayaga. Me acompañó a todas partes, adondequiera que Yo fuera. Como permaneció conmigo, él murió con una sensación de satisfacción.

Esta clase de contento debería llegarles a todos en la vida. Uno no debe terminar con una sensación de frustración.

La señal de grandeza Háganse esta pregunta: “¿Quién es el hombre más rico del mundo?”. No lo son hombres como Tata o Birla, que son realmente los más acaudalados. El hombre más satisfecho es el más rico.

Aquel que tiene muchos deseos es el hombre más pobre. Estar libre de deseos es señal de grandeza.

Todo tipo de cosas ocurren continuamente en el mundo. Los nacimientos y las muertes son como bromas para Mí, aunque ustedes quizá no lo sepan. Cuando alguien viene a Mí y se lamenta: “Mi esposo ha muerto”, Yo digo: “Bien” (Santosham). La mujer tal vez pregunte: “¿Cómo puedes estar feliz si mi marido ha muerto?”.

Todos los sucesos son lo mismo para Mí, Yo siempre estoy feliz.

Una vez una dama vino a Mí y me dijo que sufría de un dolor de estómago insoportable. Yo repuse: “Muy feliz” (Chala santosham).

Padmanabha Shastri (el sacerdote del Mandir) vino a Mí hace cuarenta años. Todos ustedes lo conocen, él realiza la puja en el Mandir cada mañana. Realiza el abhishekam a los ídolos. Se dedica a esta puja por la mañana y por la tarde. Él también murió hoy.

Tanto Karunyananda como Padmanabha Shastri estuvieron conmigo durante cuarenta años. Ellos murieron cuando les llegó el final.

Estén preparados para el final Los cuerpos vienen y se van de este modo. Son transitorios como las nubes pasajeras. Ningún cuerpo físico es permanente.

En la existencia humana, ustedes deben estar preparados para el final en todo momento. Es como quedarse “quietos” cuando un fotógrafo quiere tomar una fotografía a una persona o un grupo. Si no se quedan quietos, la foto saldrá borrosa. El fotógrafo puede darles una señal de advertencia, pero, en lo que a la muerte se refiere, ustedes no pueden saber cuándo llegará el final de acuerdo con la voluntad Divina. Estén listos siempre. No saben cuándo vendrá el llamado.

Desafortunadamente, hoy a muy pocos les interesa escuchar la voz de Dios. Se dejan guiar por lo que les sugiere el ego. Esta es la señal de la Era de Kali. Todos son víctimas del egoísmo hasta tal punto que dudan de cada palabra de la Divinidad. Ni siquiera escuchan los buenos consejos, y por eso sufren consecuencias nocivas.

Durante los últimos tres meses, Yo le estuve aconsejando a Padmanabha Shastri que tomara conciencia de que era un paciente diabético. “La herida de tu pierna está empeorando. Al final la amputación quizá sea inevitable. Estás descuidando tu pierna.

Presta atención a Mis palabras.” Se lo advertí repetidamente. Sin embargo, pasando por alto la advertencia de Swami, él comía cosas dulces, como payasam y laddus. Hoy su presión sanguínea subió a 400 y sufrió un grave ataque al corazón. Pueden ver lo que ocurre cuando se pasan por alto las advertencias de Swami. Si siguieran Mis consejos, sería bueno para ellos y sus familias estarían felices. De vez en cuando, canto una canción acerca de las consecuencias de no escuchar Mis palabras y comportarse tontamente.

El resultado es que terminan sufriendo una desgracia.

“Todo lo que hago es para el bien de ustedes” Tienen que hacer caso a Mis palabras o recomendaciones y seguirlas. No las digo por Mi bien, sino por el de ustedes. Pronto cumpliré 72 años. En todos estos años, jamás he albergado un pensamiento egoísta. Todo lo que les digo es solo por su bien y no para Mi beneficio. Todo lo que hago es siempre para el bien de ustedes. Como muchos no se dan cuenta, se engañan a sí mismos.

¿De qué sirve lamentarse al final? Deben estar alertas desde el principio.

Canten el nombre del Señor en todo momento. Comprendan el papel del intelecto. Mañana les hablaré acerca del Principio Átmico. Espero que al menos algunos obtengan un beneficio de esta serie de charlas.

Discurso pronunciado en el Salón Sai Kulwant, el 8 de octubre de 1997