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Discursos dados por Sai Baba

42. ??/12/63 La Voz Divina

Diciembre de 1963

Prasanthi Nilayam

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Narakasura está presente en todos como la lujuria, el odio y la codicia. y también como el miedo y el dolor, los cuales van en contra de la naturaleza misma de la humanidad. Un paraguas de tela ordinaria no puede protegerlos de la lluvia; solo puede hacerlo si la tela es impermeable. De la misma manera, en este mundo tormentoso, bañado sin pausa por lluvias torrenciales, se requiere un paraguas de tela impermeable al deseo y a la ira. Los cinco elementos que constituyen el universo (fuego, tierra, agua, éter y viento) no pueden dañar a quien esté equipado con esa protección. Los cinco elementos son las cinco fortalezas (durgas) en las cuales supuestamente Narakasura ha encontrado refugio. Hay un gran poder latente en cada individuo, y cuando ese poder se hace explícito (vyaktha), el ser humano merece ser llamado una persona (viyakthi). Cuando este poder se pone de manifiesto, el demonio es automáticamente destruido.

La realidad de ustedes es el Atma; su cualidad es la dicha (ananda). ¿Qué importancia tiene para ustedes que el Narakasura de los Puranas sea muerto por Krishna y Sathyabama? Para ustedes, Krishna es el Super-yo u Omni-yo (Paramatma), y Sathyabama es el yo individual (jiva). Paramatma destruye las malas propensiones con la colaboración activa del yo individual; el yo individual derrota al mal con la gracia activa del Señor.

Conviertan al deseo en servidor de Rama

La India es el repositorio del poder espiritual, pero ahora casi nadie practica la disciplinada vida que es el sello distintivo de ese poder. Millones de personas van a peregrinaciones, millones de libros espirituales se compran y se leen, miles de ascetas y gurúes están distribuidos por todo el territorio y reciben el homenaje de la gente. Sin embargo, no hay paz en el corazón, no hay alimento en el estómago ni hay vestimenta para defender al cuerpo del frío. La India, que es el granero del mundo, (annapurna swarupa), tiene que andar con un cuenco de mendigo pidiendo alimento para sus hijos. Esta tragedia ha sido causada por la indisciplina y la falta de autocontrol: lo que podríamos llamar falta de autogobierno, falta de gobierno de Uno Mismo.

Sathya Narayana, mientras actuaba en la obra teatral como Sathyabama, no dejaba de recordar que era Sathya Narayana, aunque también era consciente de tener un papel que interpretar en la obra, y lo interpretaba bien. Hubiera sido un fracaso de su parte olvidar su identidad de Sathya Narayana o su identidad de Sathyabama. Ustedes, de la misma manera, actúen en el mundo, pero recuerden su auténtico Ser. Cuando los humanos olvidan que esto es una actuación y comienzan a suponer que es real, el Señor desciende para recordarles la realidad. De otro modo, cada vez que se pone en escena la ejecución, rodarían cabezas, o el teatro entero se consumiría en llamas cuando se incendia Lanka. No tomen al mundo más en serio de lo que merece.

En el corazón cabe un solo trono; pero ahora, ustedes invitan a muchos a que se sienten en él, o ponen dos tronos, uno para Rama y el otro para el deseo. O, si lo hallan difícil, sugieren a Rama y a Kama (el deseo) que se apretujen en un solo asiento. O bien, instalan a Kama y quieren que Rama se siente debajo de él, como su esbirro. No debería sorprenderlos que Rama los abandone. Hagan que Rama sea la deidad sobre el trono, y utilicen el deseo como su sirviente: así estará todo bien.

Cultiven la visión interior

Se dice que la gata toma a sus gatitos recién nacidos y los traslada de un sitio a otro siete veces durante los primeros días de vida, hasta que sus ojos se abren y pueden ver. Los gatitos adquieren la visión después de pasar por siete traslados. Pero el ser humano no adquiere la visión (de ser en realidad el infinito Atman, sin nacimiento ni muerte), a pesar de haber pasado un millón de veces de una matriz a otra. Esta es la tragedia de la ignorancia y la pereza.

Ustedes habrán oído la historia de la liberación de Gajendra, el elefante. Atrapado por el cocodrilo y lentamente arrastrado, apeló al Señor en su impotencia, y el Señor envió el disco de la visión correcta (sudharsana) matando al torturador y salvando a la bestia. La historia tiene un significado profundo, universalmente atractivo. El elefante salvaje, que representa al individuo (jiva), lleno de deseo sensual y cegado por la ilusión, se introduce en el estanque del mundo objetivo (samsara). Una vez allí, el cocodrilo del egoísmo lo atrapa y tira inexorablemente de él hacia la profundidad del pantano.|

Para tomar conciencia de Dios hay un proceso bien definido

El individuo lucha por su cuenta durante mucho tiempo, hasta que su orgullo se agota y su fe en sus propias fuerzas se termina. Entonces apela en total entrega (saranagathi) al Señor. ¿Y qué envía el Señor? La buena vista (sudharshana). ¡Tengan en cuenta estas palabras! ¿Qué significan? Sudharshana: la visión correcta, la visión beneficiosa. Una visión que es pura, que conduce a la alegría perdurable: se trata de la visión interior, alejada de los objetos de los sentidos. Tan pronto como esta visión es cultivada, el egoísmo es destruido y la persona es liberada.

Vivan en el mundo y actúen en él, por supuesto, pero consideren el mundo objetivo como el colirio que se aplica al ojo. El ojo no resulta cegado por el colirio; por el contrario, es más eficiente y más agradable para la propia persona y para los demás. Sean como el loto, que, a pesar de nacer en el barro, se eleva a través del agua hasta la región de la luz solar. Requiere barro y agua para su existencia, pero conoce lo que valen, por lo que no se deja contaminar por ninguno de ellos.

Una vez, un gran sabio se vio en medio de un grupo de no creyentes, en un pueblo ateo. Lo rodearon, importunándolo con preguntas e insistiendo en que debía mostrarles el Dios en quien creía. El sabio prometió hacerlo, pero solicitó un poco de leche antes de demostrar a Dios. Se le trajo una vasija de leche. Él permaneció sentado largo rato, revolviendo la leche con su dedo. Los presentes se impacientaron por la demora y por su silencio, y le preguntaron qué estaba haciendo. Él respondió que solo trataba de descubrir dónde estaba la manteca, si arriba, abajo o en medio. Los presentes gritaron que está en todas partes, en cada gota de leche, y que podría verla solo después de que se hubiera realizado el proceso preliminar del batido. El sabio respondió: “También el Señor es inmanente en cada átomo de este universo. Solo puede ser percibido y experimentado cuando se han efectuado los ejercicios espirituales preliminares”.

Para tomar conciencia de Dios hay un proceso definido y bien conocido, así como hay un proceso definido y bien conocido para percibir la manteca.