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Discursos dados por Sai Baba

27. 18/10/63 Acciónes humanas y Divinas

18 de Octubre de 1963

Hospital Sri Sathya Sai

Festival del Séptimo Aniversario

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Muchas personas consideran todos los actos de adoración, culto, etcétera, como Sus actos y todos los actos relacionados con el ganar y gastar como "míos" o "tuyos". Pero esto es un error. Todos los actos son Suyos. No hay ninguna distinción entre karma humano y karma divino, acciones humanas y Divinas . Todo karma los lleva hacia Dios o lejos de él. Por ejemplo, ustedes dicen que han caído enfermos, o que están bien de salud, etcétera. Esto se debe a que sienten que ustedes son el cuerpo, mientras que en realidad son sólo el Atma, con las cinco envolturas que han superpuesto en él. Tal concepción es resultado del sistema de educación prevaleciente ahora, que enseña que la felicidad que se deriva de los sentidos es la única felicidad que se puede obtener, o que se debe obtener. No le revela al individuo la fuente eterna de bienaventuranza que él tiene dentro de sí.

No existe ninguna disciplina de adiestramiento en el arte de adquirir paz mental. A nadie se le dice el secreto de cómo lograr el estado de ecuanimidad entre la confusión de la civilización moderna. Cada quien está inducido a flotar con la corriente que arrastra a la humanidad por el río del temor, de la ansiedad y de la desesperación. La vida hoy en día es similar a la situación en la cual el amo de la casa está restringido a una dieta desabrida mientras los miembros de la familia se deleitan en un banquete. Los sentidos se deleitan sin límite pero el atma es ignorada.

La educación moderna produce solamente "necios aprendidos"; no produce hombres sabios que puedan enfrentarse a la vida con calma y valor. Los formados en ella saben cómo llenarse de información, inventar objetos y manejarlos para la destrucción de sus congéneres o complacer los caprichos de los sentidos, pero son incapaces de enfrentarse a la crisis de la muerte, una crisis que es inevitable.

Hanumantha Rao, del I.A.S., quien es el presidente de esta reunión, dijo que durante los catorce años que no había visitado este lugar habían ocurrido muchos grandes avances, incluyendo la construcción de este hospital.

Algunos de ustedes podrían preguntar por qué debe haber un hospital en este lugar. ¿Por qué Baba no cura las enfermedades con el solo ejercicio de su voluutad?, se preguntan. Bien. Por una parte, este hospital no es mi único hospital. Hanumantha Rao tiene un hospital en Madrás donde se trata a niños discapacitados y se les enseña a ser individuos útiles y dignos. Ése también es mi hospital. De hecho, todos los hospitales en todas partes son míos. Yo los visito todos. En realidad, visito a todos los que llaman desde el fondo de su corazón pidiendo alivio, en cualquier idioma, desde cualquier clima, así sea desde hospitales o desde sus casas, son míos. No me confinen a estas pocas hectáreas alrededor de Prashanti Nilayam. Dondequiera que viva y ore una persona ansiosa de paz suprema, allí existe una Morada de la Paz Suprema, un Prashanti Nilayam.

Deben recordar otro punto. El hospital sirve para aumentar la fe, para demostrar la divinidad y para eliminar la duda. Eso también es necesario. Además, se debe marcar el tiempo de acuerdo con la melodía que se canta. Hay tantísima gente ansiosa de tratamiento médico y queda satisfecha solamente si se le da drogas e inyecciones. Su fe en la gracia, todavía no es fuerte. Así, se requiere un hospital para tales personas. Gánense la gracia divina; eso es lo que importa. Los hospitales pueden cerrarse, especialmente si la práctica espiritual para ganarse la gracia divina es resultado de vidas sencillas, vividas en el contento y la calma imperturbable.

El rey de la muerte no trae lazo cuando viene a arrastrar a la gente a su morada, el lazo lo hace la víctima misma y lo tiene listo alrededor de su cuello, esperando la llegada del fin. Es la atadura del karma que cada quien produce y enrolla a su alrededor lo que a fin de cuentas lo arrastra. Tomen conciencia de su realidad y perderán el sentido de identificación con el cuerpo. Esto los hará libres de enfermedades. Tendrán perfecta serenidad. Es muy fácil comprender que no son el cuerpo, pues están practicando esta verdad cada día durante, por lo menos, seis horas, ¡desde su nacimiento! Si esto no se los puede enseñar, no sé qué podrá hacerlo.

Cada día, cuando duermen ¿dónde están? ¿quiénes son? Sus sentidos no están operando, su inteligencia está desconectada, su mente crea un mundo propio y después de jugar en él por algún tiempo, cae en inactividad. Esto es el sueño, lo más que se acercan en su viaje hacia la iluminación (samadhi).

Vivan en la naturaleza del Atma; esto asegurará la paz. Con el veneno del deseo y del odio dentro, ¿cómo pueden ser declarados sanos? Si experimentan la naturaleza del Atma se vuelven Bhagavan mismo. ¡Es por esto que no me dirijo a ustedes como a devotos! ¡Ustedes no son devotos! Ustedes son más que eso, deben convertirse en Bhagavan; cada uno de ustedes puede volverse Bhagavan fundiendo sus almas individuales separadas en el océano del Alma Universal.

La muerte viene bajando en picada como el halcón sobre los pollos en el suelo. El hombre que muere me ruega por que lo reciba; las personas que lloran por su partida me ruegan para que lo mantenga vivo. Yo conozco a ambos lados del cuerpo, el pasado y el presente, el crimen y el castigo, el logro y la recompensa y así yo llevo a cabo lo que es justo, aunque modificado por la gracia. No me afecta en nada la llegada al mundo de algunos o la salida de otros. Mi naturaleza es la permanente bienaventuranza. Pueden participar de esa bienaventuranza siguiendo mis instrucciones y practicando lo que yo les digo.