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Discursos dados por Sai Baba

13. 29/04/63 Esperanzador si, Cadaver no (Sivam si, Savamno no )

29 de Abril de 1963

Prasanthi Nilayam

Gandikota Subrahmanya Shastri leyó y ofreció lo que él llamó "una guirnalda de nueve gemas poéticas" (navarathna haram). Aunque yo no acepto guirnaldas, sí acepto la devoción que le da fragancia a la guirnalda. Él dijo que los Vedas son para la glorificación de los dioses; que en la edad de kali debe uno apoyarse más en la repetición del nombre de Dios para alcanzar la liberación. ¿Por qué esto se considera suficiente para las gentes de esta era? Porque otras prácticas están sembradas de dificultades; se necesita una disciplina rigurosa y mucho esfuerzo preliminar. Además, en la repetición del nombre existe otra ventaja: tan pronto como se pronuncia, su dueño aparece ante la vista. Cuando piensan en la forma, el nombre no siempre puede acompañarla y ustedes quizá no sean capaces de identificarla; incluso la forma puede tener más de un nombre y ustedes podrían confundirse. Pero pronuncien el nombre y la forma automáticamente aparecerá ante el ojo de la mente.

En la India, la disciplina para destruir el apego a los sentidos y para domar a la mente impidiendo que corra detrás de placeres pasajeros está claramente establecida desde hace milenios, y tenemos la experiencia de muchos santos registrada en la literatura sagrada de este país. Todas las actividades del pensamiento, de la palabra y de la acción pueden ser sublimadas para este fin superior. El hombre está lleno de esperanza (shivam), no de muerte (savam); tiene tres ojos que se derivan uno del Sol, el otro de la Luna y el tercero de agni, el fuego.

El ojo del fuego, es el ojo interno que puede ser abierto por la disciplina del yoga. El Shiva de los tres ojos puede ver el pasado, el presente y el futuro. Si recuerdan a un niño de diez años al cual vieron de recién nacido, podrán visualizar cómo era entonces, pero no pueden verlo como está ahora ni como estará dentro de diez años. Pero si desarrollan su tercer ojo, que puede ver el pasado, el presente y el futuro, podrán ser clarividentes en los tres, se volverán maestros del tiempo y del espacio.

El nombre es suficiente para obtener todos los resultados de los diversos tipos de prácticas espirituales. Esto es aceptado por los Shastras y por los aspirantes que han dejado relatos de sus luchas y éxitos. Además, el nombre puede ser recitado por cualquier persona y todas pueden meditar en él con igualdad. Por supuesto, el nombre es una limitación de lo universal; reconoce lo no identificable a través de uno de sus aspectos, pero tomen ustedes ese soporte (upadhi) como un medio para salvarse; tómenlo como un barco que los llevará por el mar de los nacimientos y las muertes.

Cuando repitan el nombre, toda la dulzura de la forma y su gloria deben surgir en la memoria y, al igual que su boca se "hace agua" cuando recuerdan algún platillo sabroso, también su mente debe "hacerse agua" cuando contemplen la forma del Señor. Escojan el nombre que cautiva su corazón. ¿De qué sirve correr detrás de las riquezas cuando todo el placer y la satisfacción que ellas puedan ofrecer pueden ser obtenidos con deleitarse en el nombre? El Señor ha dicho que dondequiera que se cante su nombre "allí se sienta". Él se establece allí y no se moverá del lugar. De modo que la lengua es suficiente para lograrlo a él, la lengua que habla el lenguaje de una mente pura.

El Señor es un árbol colmador de deseos (kalpavriksha); ustedes son los que deben acercarse a él y desarrollar el apego a él. Deben ganarse su gracia y estar siempre en su cercanía, manteniendo alejadas todas las fuerzas que los arrastran lejos de su divina presencia. Aun si cometen algunos errores técnicos al cantarle o en adorarle, no importa. La devoción hará excusable cualquier error. El néctar, aunque se vierta en una copa de bronce, no perderá su sabor. El veneno, aun cuando esté contenido en una copa de oro, no perderá su propiedad mortal.

La devoción obligará al Señor a darse a sí mismo como don. La ceremonia de la coronación y las celebraciones habían terminado, la presentación de regalos a todas las personas importantes había llegado a su fin. Entonces, Sita recordó que Maruthi había sido olvidado. Ya no quedaba nadie en la sala sino Rama, Sita y Maruthi. Rama se preguntaba qué cosa darle; le sugirió a Sita que el anillo de gemas que Janaka le había dado en la ocasión de su matrimonio sería el mejor regalo. Así, le dijo: "Tu padre me lo dio el día que te dio a mí; pero también Maruthi te dio a mí una segunda vez. De manera que yo le daré el anillo a él".

Maruthi no pareció muy contento cuando Rama le puso el anillo en su mano. Evidentemente, no apreciaba el don porque no había sido dado a la plena vista de todos, cuando se hizo entrega de los regalos; él había sido hecho a un lado. Pero Maruthi lo colocó cerca de su oreja, como si tratara de saber qué sonido emanaba de él, lo mordió con los dientes, trató de mirar dentro de su estructura.

Rama le preguntó el porqué de su actitud y Sita también estaba ansiosa de saber. Entonces Maruthi dijo: "Estoy tratando de averiguar si tiene el nombre de Rama que yo deseo con exclusión de todo lo demás".

Entonces, Rama lo abrazó y le dijo: "Maruthi, ¿qué otro regalo puedo darte? Me daré yo mismo como regalo. ¡Acéptame!". Ésa fue la razón por la cual había sido descuidado en el momento en que todos los demás recibieron sus regalos. Es por esto que dondequiera que se encuentre Maruthi allí está Rama; dondequiera que se encuentre Rama allí está Maruthi, invariablemente presente. El Nombre es así de valioso para el devoto. Persuade a la Forma a inclinarse y a bendecir.

Sólo consideren esto: la forma cambia de edad en edad, de una aparición a otra. Rama y Krishna tuvieron diferentes formas; incluso sus acciones fueron diferentes. Pero la gente siempre está de acuerdo en decir que ambos son idénticos. Sin embargo, díganles que fue Rama quien sostuvo al monte Govardhana y entonces no lo aceptarán.

El nombre tiene la asociación de toda la fragancia especial de la acción divina, del milagro y de la enseñanza. Cada uno tiene un apego especial a un nombre entre los muchos nombres adecuado a su temperamento y a los instintos heredados y las tendencias conformadas en nacimientos anteriores.

Meera amaba el nombre de Giridhari (el que sostuvo la montaña). Para ella, aquella acción divina parecía ser la más significativa, la más simbólica de la gloria del Señor. El nombre que les agrada, el que despierta el amor más dulce y más puro, ése es el mejor para ustedes. Para el devoto de Rama, es Rama. Para el devoto de Hara, el destructor, es Hara o Hari. En consecuencia, lo que agrada es Rama (Ramayathi), el que destruye a maya es Hara o Hari (Harathi).

Surdas quedó abrumado por el dolor cuando el bello muchacho que tenía su bastón y lo llevaba por el camino a Brindavan repentinamente lo abandonó y le anunció que su nombre era Krishna. Entonces Surdas empezó a correr de un lado a otro con los brazos extendidos, tratando de asirlo y retenerlo, pero Krishna había desaparecido. Entonces Surdas gritó: "Puedes escaparte de mi mano, pero yo te tengo en mi corazón. De allí nunca podrás desaparecer". Prahlada también era así; él no tenía ningún otro pensamiento, no veía otra cosa; para él, un elefante, una culebra, el veneno, el fuego, todos eran el mismo principio de Narayana. ¿Cómo podían entonces hacerle daño?

El nombre es como el hombre-león (narasimha) para los demonios de la mente, las fuerzas rajásicas y tamásicas que acosan a su corazón y están empeñadas en su caída. Del mismo modo que se toman tabletas de calcio y vitaminas para curar la anemia, ingieran la medicina del nombre de Dios para librarse de la anemia mental y de otras enfermedades. Hay algunas pastillas para la garganta que deben ser mantenidas en la boca y diluidas lentamente en la saliva a fin de aliviar la tos; tengan al nombre en su lengua y embébanse de su sabor, lentamente, para librarse del molesto surgimiento de las pasiones y emociones. Mantengan al nombre en la lengua; iluminará su interior y también su exterior, limpiará su mente así como también a los que escucharan dicho nombre recitado por ustedes. Mantener el nombre de Dios en la lengua es como mantener una lámpara encendida en el portal de su casa.

La repetición del nombre es la mejor práctica y la más beneficiosa. Es el más alto ejercicio, la más provechosa austeridad. Kuchela ganó la gracia del Señor por el mismo medio. Llenen con su amor al nombre; siempre que lo repitan, satúrenlo de devoción. Ése es el camino más fácil para ustedes.