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Discursos dados por Sai Baba

12. 28/04/63 Monismo ( no-dualismo ) de Shankara. ( Shankara Adhwaitha )

28 de Abril de 1963

Prasanthi Nilayam

Shankara jayanthi (Aniversario de Shankara)

Los seis enemigos o faltas internas (arishadvargas) del hombre se arraigan en la mente porque ella está llena de la oscuridad de la ignorancia. Son pájaros nocturnos que, como los murciélagos y los búhos, no toleran la luz. La oscuridad no se irá si le tiran piedras, ni desaparecerá si la cortan con una espada o le disparan con un revólver. La oscuridad será destruida sólo sí encienden una lámpara.

Shankara enseñó esta sencilla verdad a muchos que no tenían conocimiento de ella. La gente de este país estaba perdida en la persecución de muchas metas distintas porque su visión había sido nublada por la oscuridad. Shankara les enseñó que los Vedas, los Upanishads y los Shastras no enseñaban otra cosa que el uno sin segundo, la no-dualidad.

Shankara, siendo muy joven, se encontraba un día ofreciendo el culto a Devi, la deidad tutelar de su casa, lo que su padre, ausente, le había pedido que llevara a cabo en su lugar. Shankara colocó leche delante de la imagen y oró patéticamente para que ella se la tomara, tal como él lo imaginaba cuando su padre realizaba la ceremonia. Lloró con tanta sinceridad que la Madre, conmoviéndose, se bebió toda la leche. Shankara había visto que su padre distribuía la leche así ofrecida dando una cucharadita a cada miembro de la familia; pero ahora que ella había tomado toda la copa, no quedaba nada. El muchacho temió que se le culpara de haberse tomado la parte de los demás, de modo que se puso de nuevo a orar y Devi se apiadó nuevamente de él, que creia que la imagen estaba viva y la había obligado a manifestarse. Esta vez Devi no derramó la leche de su palma como yo hago, sino que la extrajo de sus pechos y llenó la copa. ¡El angustioso anhelo de Shankara había logrado que Devi se manifestara!

De modo similar, el otro día, Sri Ramamurthy, quien está sentado entre ustedes, gritó ¡Swami! con sincera fe y agonía. Y es que su esposa se estaba torciendo de dolor porque su ropa se había incendiado. Ella estaba presa del pánico como para gritar mi nombre, pero yo oí el grito de su esposo. Corrí al lugar, a más o menos 640 kilómetros de aquí, y apagué el fuego antes de que fuera tarde.

Shankara adoraba imágenes en su infancia y conocía el valor de la forma con atributos. Por eso aconsejó este tipo de culto a una gran mayoría de personas hasta el final de su vida. Así como a los niños pequeños se les enseña con la ayuda de pizarrones en los cuales se dibujan las ilustraciones, de la misma manera los templos, las imágenes y los retratos son como pizarrones para los niños en el progreso espiritual. Sin embargo, si juegan con un elefante de juguete, no pueden derivar de ello la vivencia del contacto con un elefante real. Lo sin forma puede ser concebido y aprehendido solamente cuando hayan trascendido la forma.

Cuando Shankara pensó en renunciar al mundo (a fin de adquirir la autoridad para educarlo), consideró que necesitaba el consentimiento de su madre para dar el paso. Así, mientras se bañaba un día en el río Purna, cerca de su casa, gritó que un cocodrilo lo había atrapado por una pierna. Eso era verdad, pues el cocodrilo simbolizaba, como en la historia de la liberación de Gajendra, no más que lo transitorio (samsara) o, en otras palabras, el deseo sensual. Cuando la madre llegó corriendo hacia el borde del río, él le dijo que el cocodrilo no lo soltaría sino cuando se hiciera renunciante o monje. Esto era también cierto, pues la renunciación, el desprendimiento, el abandono de los lazos terrenales constituyen el medio para salvarse de la esclavitud. La perpleja madre convino y el niño se fue de la casa en busca de su gurú y, a través de él, del secreto de la liberación.

Shankara vivió sólo treintaidós años, pero durante ese tiempo purificó y consolidó las varias escuelas de adoración existentes y las agrupó a todas bajo el cuidado envolvente de un solo principio filosófico: No dualismo (advaita).

Los grandes aforismos (1) de la Suprema Realidad de los Vedas resonaban de nuevo en todos los corazones con su verdadero significado. Aham Brahmaasmi ( soy Brahman), Thath-thwam-asi (tú eres Eso, eres Conciencia ) ; Prajnanam Brahma, ( la Conciencia es la infinita realidad ) fueron todos explicados con lógica sencilla y convincente, llena de dulce y encantadora poesía. El no-dualismo (advaita) de Shankara es la verdad última y, así, sólo puede ser confirmada pero no debilitada por los descubrimientos de la ciencia o los vuelos del intelecto. Habla de la unidad de la materia y de la energía, del tiempo y del espacio, del universo como sólo Brahman, visto a través del velo de la ilusión ( maya ), la cual no es sino una actividad de lo primordial.

Shankara sabía que la no-dualidad requiere de una intensa práctica que remueva toda traza de ego, toda idea de dualidad que exista en la mente del hombre. Por eso, como disciplina preparatoria a la alborada de la conciencia de la verdadera unidad del ser con la sustancia del universo, él enseñó las reglas del yoga, de la devoción y del karma; éstas, según él, iluminan el intelecto, limpian las emociones y purifican el corazón. La no-dualidad es la conciencia de la Divinidad en todos, en todas partes, en medida plena.

Shankara sugirió que se buscara la compañía de los buenos (satsanga) como el primer paso en el sadhana; la compañía de los sabios y de los buenos fructificará en el desapego y amor al silencio y a la soledad, y esta actitud promoverá la desaparición del engaño. Esta desaparicion, de acuerdo con Arjuna, era el fruto de escuchar el Gita. Cuando esto sucede uno se establece firmemente en el tat-tuam: en la realidad de esto y aquello, la identidad de esto con aquello. Y el reconocimiento de esa identidad es el logro de la liberación.

(1) aforismo : precepto, frase que define