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Discursos dados por Sai Baba

10. 12/04/96 Srishti y Dhrishti

Srishti y Dhrishti

Srishti y Dhrishti

12 de Abril de 1996

¡Encarnaciones de Amor! En este mundo constituido por los tres gunas, Sathva, Rajas y Thamas (las cualidades de la serenidad, la pasión y la ignorancia), la mezcla de felicidad y pesar impide al hombre reconocer su Divinidad. La existencia humana está envuelta en Moham (ilusión). Cuando el hombre se libre de esta ilusión, experimentará verdadera felicidad. Esta ilusión engendra a Ahamkara (egoísmo) y Mamakara (posesividad), que causan la pérdida del nombre y la fama. Quien está lleno de ego será incapaz de experimentar el amor de los demás. Por lo tanto, es esencial librarse de esta ilusión. “Moham hithva priyam bhavathi ” (Al conquistar la ilusión, uno se hace querer por los demás).

“Krodham hithva nashochathi ” (Al conquistar la ira, uno se libera del pesar). Mientras el hombre esté lleno de ira, no tendrá paz.

Para asegurarse la paz y la felicidad, el hombre tiene que dominar la ira. Un hombre lleno de ira puede convertirse en un enemigo de la humanidad.

Un hombre lleno de ira no podrá lograr nada.

Cometerá muchos pecados y será objeto de burlas.

No obtendrá prosperidad y perderá el respeto de toda la gente.

La ira es la causa de la ruina total.

(Poema Telugu) El primer requisito para una persona que inicia su desarrollo espiritual es el control de la ira.

Disciernan entre necesidades y lujos “Kamam hithva sukhee bhavathi ” (Al conquistar el deseo, el hombre se vuelve feliz). La vida es un largo viaje. Los deseos son el equipaje que ustedes llevan. Cuanto menos equipaje, mayor será el confort durante el viaje. El hombre tiene que discernir entre necesidades y lujos, y limitar sus deseos a lo que es esencial.

“Lobham hithva sukhee bhavathi ” (La felicidad se obtiene superando la codicia). La vida es un océano lleno de olas de placer y dolor. El hombre es feliz cuando sus deseos se cumplen y está triste cuando no es así. Un poema Telugu dice: “Las alegrías y las tristezas son inseparables. La alegría no está separada. Es el fruto de las dificultades”. El dolor y el placer son como las dos partes de una semilla o las dos caras de una moneda. Las personas deben aprender a tratar el placer y el dolor del mismo modo. De hecho, el dolor intensifica la alegría obtenida del placer que le sigue. El placer y el dolor, la pérdida y la ganancia, la fama y la ignominia están unidos de modo inextricable en el mundo. La Divinidad del hombre consiste en superar estos opuestos. Desafortunadamente, el hombre cae víctima de los deseos ilimitados y termina su vida en la miseria y la desesperación.

Examinen sus propias faltas y rectifíquenlas El hombre necesita la Gracia de Dios para experimentar la verdadera felicidad. Pero debido a sus propios pensamientos, palabras y acciones, el hombre pierde la Gracia de Dios. “No vean lo malo; vean lo que es bueno”. Pero los hombres hoy observan sólo las faltas de las otras personas y no piensan en sus propios defectos.

Examinen sus propias faltas y rectifíquenlas.

He aquí un ejemplo del MahaBharata: El preceptor, Dhronacharya, les pidió al mayor de los Pandavas (Dharmaja) y al mayor de los Kauravas (Dhuryodhana), que recorrieran el reino y averiguaran cuántas personas buenas y malas había. Dharmaja regresó e informó que no pudo hallar una sola persona mala en el reino. Dhuryodhana le dijo al gurú que no pudo hallar una sola persona buena. Dhronacharya reflexionó acerca de estos hallazgos divergentes y comprendió que el punto de vista de cada uno de ellos determinó la naturaleza de sus hallazgos. Dharmaja, al ser un buen hombre, sólo encontró lo bueno en todos. Dhuryodhana, con su mente malvada, sólo pudo ver lo malo en todos. Por eso, todo depende del punto de vista de la persona en cuestión y no de la naturaleza de las cosas que ella observa. Si uno mira el mundo con una mente buena, todo parecerá bueno.

Todo el cosmos es Vishnu-Svaruupa (una manifestación de lo Divino). Se lo llama Srishti (creación). Prakrithi (naturaleza) es un sinónimo de Srishti. Prakrithi significa creación de lo Divino. Los cinco elementos básicos, que constituyen la Naturaleza, se encuentran en cada ser humano individual. En consecuencia, se declara que el Señor reside en cada ser viviente. Cuando se reconoce esta verdad, no debería haber lugar para la ira, el odio o la envidia. La unidad del universo es la realidad, aunque existan innumerables formas y nombres. La unidad que subyace en la aparente diversidad ha de ser comprendida.

La comunión con lo Divino es verdadero Yoga ¡Encarnaciones de Amor! Reconozcan la suprema importancia del Principio del Amor. Hoy, lo que ha de cultivarse es el amor por lo Divino. Este amor trasciende la mente. Las diversas formas de meditación son ejercicios puramente mentales. Pero Bhakti (devoción) que emana del corazón trasciende a la mente. La comunión con lo Divino es verdadero Yoga. Todas las otras prácticas yóguicas son meramente ejercicios físicos.

Es esencial limitar los propios deseos y mantener los sentidos bajo control. Éste es el único camino hacia la verdadera felicidad. El órgano más importante que ha de controlarse es la lengua, la cual, a diferencia de los otros órganos de los sentidos —los ojos, los oídos y la nariz— tiene una doble función: el habla y el gusto. Los antiguos sabios practicaron el silencio por varias razones. El silencio sirve para conservar la energía, mejorar la memoria y experimentar lo Divino. Limitar las palabras y evitar el chismorreo y la difamación son virtudes loables. “Ayuden siempre, no hieran nunca.” Éste ha de ser el lema de todos.

“No vean lo malo; vean lo bueno”, es la prescripción para los ojos. Keechaka (en el MahaBharata) miró con malos ojos a Dhraupadhi (quien servía como doncella de la reina en el palacio del reino de Virata dhesa). Su visión lujuriosa le causó la muerte.

Su mismo nombre es aborrecido por todos. Del mismo modo, uno no debería prestar atención a las palabras malas o malintencionadas.

Kaikeyi (en el Ramayana) es el ejemplo de una mujer bien intencionada que permitió que su mente fuera envenenada por el consejo maligno de Manthara, y fue la responsable de la muerte de Dhasharatha y del amargo resentimiento de su hijo Bharata.

Kaikeyi y Manthara han pasado a la historia como personajes ignominiosos.

La historia de Dhuryodhana en el Mahabharata ilustra cómo los pensamientos malvados influyen sobre una persona y le causan la ruina. Él siempre albergó malas intenciones hacia los Pandavas.

¿Cuál fue el resultado final? No sólo se arruinó a sí mismo sino que arruinó a todo su clan. Del mismo modo, Ravana, quien era muy versado en todas las ramas del conocimiento, se arruinó a sí mismo e hizo lo propio con sus parientes debido a sus acciones malvadas. Pueden encontrarse innumerables ejemplos de esta naturaleza en las epopeyas indias.

Las tres etapas para alcanzar la Autorrealización La Autorrealización ha de ser la meta de la existencia humana.

Tiene que ser alcanzada a través de tres etapas: la autoconfianza, la autosatisfacción y el autosacrificio. El hombre debe considerarse a sí mismo el amo del cuerpo, los sentidos y la mente. Tiene que usar el intelecto para experimentar su unidad con lo Divino, la conciencia cósmica que todo lo satura. Prajnana (la conciencia integrada constante) que se halla presente en todos, está cubierta por la ceniza de los deseos mundanos. Cuando se sopla la ceniza, el fuego de Brahman (la Divinidad Absoluta) se revela.

Para dar otra ilustración, hay un árbol sobre el que se posan miles de pájaros. Sus deyecciones que caen en la tierra bajo el árbol, la vuelven inutilizable. ¿Cómo echar a los pájaros? Cuando ustedes griten “Rama, Krishna, Govindha” y aplaudan, los pájaros se alejarán volando. Nuestra vida es un árbol en el que se ha congregado una gran bandada de pájaros en la forma de deseos. Los deseos contaminan el corazón. Para librarse de los deseos, tienen que cantar bhajans.

Discurso pronunciado en Sai Shruthi, Kodaikanal, el 12-4-1996.

Los lerdos y los ignorantes dudarán en emprender una actividad, por temor al agotamiento, el fracaso o la pérdida.

Los individuos emocionales y apasionados se zambullirán de cabeza, ansiarán resultados rápidos y se sentirán decepcionados si éstos no llegan. Las personas equilibradas estarán activas porque es su deber; nada las agitará, ni el fracaso ni el éxito. Los Píos emprenderán una actividad como forma de adorar a Dios y dejarán los resultados a Dios. Ellos saben que son sólo instrumentos en las manos de Dios.

—BABA