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Discursos dados por Sai Baba

04. 23/02/90 Lo que los Avatares significan

Lo que los Avatares significan

Lo que los Avatares significan

23 de Febrero de 1990

¡Encarnaciones del Atma Divina! El Atma es la base para la vida Divina. El cuerpo alberga al Atma. La vida mundana debería estar en consonancia con las aspiraciones espirituales. Debido a que el hombre se identifica hoy con la existencia física como la única realidad, se le tiene que enseñar el conocimiento del Espíritu.

La Voluntad Divina es lo que determina el destino del individuo o de la sociedad. La sociedad misma es un reflejo de la Voluntad Divina. Sólo cuando el hombre se conduzca sobre esta base, podrá cumplir con sus deberes, libre del ego. Por lo tanto, el deber supremo del hombre es actuar de acuerdo con la Voluntad Divina.

El Dharma (deber) es la expresión espiritual de la Voluntad Divina en relación con la sociedad. El término Aisvarya deriva de la palabra Ishvara (El Señor Supremo). El término Siva o Sankara significa “Auspicioso”. Sam significa Chitananda (Conciencia bienaventurada). Kara significa “aquel que la origina”.

“Sankara” significa Aquel que causa la conciencia bienaventurada.

Sankara es Aquel que confiere Chitananda a quienes se refugian en Él y lo adoran.

El simbolismo de la forma de Siva El secreto de la Creación se evidencia en la descripción de la forma de Siva. La Luna creciente sobre la cabeza de Siva simboliza la conciencia en los seres humanos, el Ganges simboliza la Fuerza Vital y, en cuanto a las serpientes sobre el cuerpo de Siva, representan los innumerables seres vivientes.

Él reside en una montaña de plata. Su amigo más querido es Kubera, el Señor de la Riqueza. No obstante estar dotado de todo esto, ¿por qué se vio obligado a llevar el cuenco del mendigo?

Para demostrar al mundo que toda forma de riqueza es un obstáculo para el avance espiritual, Siva renunció a todo. Gracias al renunciamiento, Siva se convirtió en la encarnación eterna de la suprema bienaventuranza.

El Señor posee otro nombre. Sólo cuando se comprende correctamente el principio del amor que subyace en este nombre, la forma real del Cosmos puede ser reconocida. Ese nombre es “Sambasiva”. Sa significa divinidad. Amba se refiere al cosmos.

Siva significa Purusha (La Persona Suprema).

Ishvara posee otro nombre más; Yogasikha. El cielo es Su forma azul. Las Dik (direcciones) son Sus vestimentas. Por lo tanto, se lo conoce como Digambara. Él también es conocido como Panchanana, Aquél de cinco cabezas. Estas cinco son: la tierra, el agua, el fuego, el aire y el espacio. Sus cinco cabezas representan los panchabhutas (los cinco elementos básicos).

Siva también es descrito como Bhutanata, el Señor de todos los seres creados. Bhuta se refiere a la creación. Ishvara es el Señor de cada criatura en el universo. Por ende, el cosmos entero se refleja como una imagen en el Señor.

Siva es la fuente de toda prosperidad Siva es conocido como Subhankara, Aquel que es siempre bueno (Subham). En el mundo, en quienquiera que tome una forma humana –ya sean seres humanos, deidades o avatares– en algún momento u otro, el cuerpo se vuelve Asubham (contaminado).

El prefijo “Sri” se agrega a los nombres de tales personas para indicar que, sin el prefijo, son contaminadas por sus cuerpos. Por eso, se agrega “Sri” a los nombres de Krishna, Rama, Venkatesvara y demás, para conferirles beatitud. Sin embargo, con respecto a Ishvara, el epíteto “Sri” no se aplica porque Ishvara se halla siempre en un estado de beatitud. “Sankara” sigue siendo “Sankara” sin el “Sri”. Siva no es llamado “Sri Siva”. No se hace referencia a Ishvara como a “Sri Ishvara”. Él es la encarnación de todo lo auspicioso y lo sagrado. Por lo tanto, no necesita otro título. Él es la fuente de Sakala Aisvarya (toda prosperidad y bienestar).

El hombre es el producto de la interacción entre Purusha (lo Supremo) y Prakriti (la Naturaleza). En consecuencia, el hombre debería poseer la bienaventuranza perenne de la Divinidad y permanecer perpetuamente bendito. El hombre está hecho a imagen de la Naturaleza. Él puede divinizarse a sí mismo sólo mediante la contemplación de los atributos de Ishvara (la Divinidad).

Los tres ojos de Siva representan los tres lokas (mundos).

El tridente de Siva simboliza el Pasado, el Presente y el Futuro, los tres aspectos del Tiempo. Los tres gunas (Satva, Rajas y Tamas) son imágenes de la Trinidad: Brahma, Vishnu y Siva. Así, los tres mundos, el aspecto trino del Tiempo y los tres gunas (cualidades) son manifestaciones del Principio de Ishvara.

Cuando la Divinidad se instala de este modo en el corazón, el hombre puede elevarse hasta el nivel de lo Divino.

Para el bienestar del mundo, Siva tragó el veneno Halahala.

Una vez más, por el bien del mundo Siva contiene el Ganges en Sus rizos enmarañados. Siva lleva la luna en Su cabeza para conferir paz mental a la humanidad. Cuando el hombre se moldee a sí mismo según el modelo de Ishvara, se librará de todas sus malas tendencias y ofrecerá al mundo lo que es bueno en él. Ése es el significado de la adoración de Siva. Sólo cuando el hombre abandone totalmente sus malos pensamientos, sus malos deseos y sus acciones malvadas, podrá transformarse a sí mismo en la divinidad.

El proceso de realización del Ser El proceso espiritual puede ser comparado con la conversión de leche en manteca. El cuerpo es como una casa. El corazón es el recipiente en el que la leche de la conciencia es hervida sobre la hornalla de la devoción. El recipiente es cubierto con la tapa de sraddha (el ahínco). Cuando el fuego de Viveka (el discernimiento) es encendido, la crema de la comprensión sube desde la leche hirviente. Para evitar que el gato de Maya alcance la leche, la puerta tiene que ser cerrada con la tranca de Sujnana (la sabiduría). Después de que la leche ha sido enfriada por Shanti (la tranquilidad) y se le ha agregado el suero de leche del Nombre Divino, se forma la cuajada de la Gracia Divina. Cuando esta cuajada es batida con la varilla del conocimiento y el cordel del amor, el suero de la ignorancia es separado y emerge la manteca de la Realidad del Atma (el Jiva). Este Ser realizado es el que alcanza la unidad con lo Divino.

Hoy el hombre no logra reconocer su verdadera naturaleza.

Adora a ciertos hombres, pero no toma conciencia de la condición humana en ellos. Adora a los avatares como Rama y Krishna, pero no es consciente de los ideales paradigmáticos que ellos han ofrecido a la humanidad. Como no logra reconocer el carácter ejemplar de los avatares, el hombre es asaltado por todo tipo de dudas. Todos deberían tratar de comprender los ideales más elevados representados por los avatares.

El hombre debe considerar hasta qué punto ha vivido de acuerdo con esos ideales. La verdadera adoración consiste en practicar los ideales en la máxima medida posible. En vez de ofrecer adoración de este modo, el hombre se está degradando a sí mismo recurriendo a rituales mundanos. Él puede purificarse a sí mismo y elevar el nivel de su conciencia mediante el constante control de los pensamientos y los deseos. En la medida que el hombre reduzca sus deseos, su ichcha sakti (poder de voluntad) aumentará. Hoy el hombre ha perdido su poder de voluntad debido al aumento insaciable de los deseos. En el proceso, ha debilitado su intelecto, su memoria, su capacidad de discernimiento, su inteligencia y sus facultades de habla y pensamiento.

Cuándo experimentar el sentido de igualdad Si no comprenden plenamente su naturaleza humana, ¿cómo esperan sondear la naturaleza de lo Divino o reconocer la divinidad presente por igual en todos los seres? Por ejemplo, se les dice que Dios está presente en un gato, un perro, un burro, un cerdo, una serpiente o un escorpión, y ustedes también hablan acerca de ello. Pero si sus padres, amigos o alguien más les dice “¡Eres un burro! ¡Eres un puerco!”, ustedes se enojan y sienten que han sido insultados. Del mismo modo, si Dios es descrito de este modo, ¿no es una afrenta a Dios? ¿Cuándo podrán experimentar el sentido de igualdad de todos los seres vivientes?

Sólo cuando hayan tomado conciencia de su unidad con Dios tendrán derecho a hablar de la igualdad de todos los seres. Hasta entonces, el perro es un perro, el burro es un burro, un hombre es un hombre. Mientras se consideren a sí mismos seres humanos, respeten a sus semejantes, muestren amor hacia otras criaturas, pero no vayan por ahí diciendo que todos son uno y que todos son iguales.

Los once Rudras que el hombre tiene que conquistar ¡Encarnaciones del Amor Divino! El auspicioso y sagrado principio de Ishvara está presente en cada hombre. Este principio divino sólo puede manifestarse a través de la práctica de los pensamientos puros y las acciones puras. La observancia del Sivaratri de hoy transmite una lección significativa. De acuerdo con la numerología, las tres letras “Si”, “va” y “Ra” suman once (“Si”= 5, “Va”= 4 y “Ra”= 2). Se conoce a estos once como los Ekadas Rudras, los once Rudras. La cuarta sílaba “tri” significa “tres”. Así, Sivaratri es el día dedicado a vencer a los once Rudras adorando al Señor Supremo, que es el amo de todos ellos.

Los Rudras hacen que el Budhi (el intelecto) se vuelva hacia los objetos sensuales y arrojan al individuo al mar de Samsara (la vida mundana). El Paramatma (el Espíritu Supremo) es el amo de todos los Rudras. Sólo el hombre que ha conquistado los once Rudras puede esperar realizar lo Supremo. ¿Cuáles son los once Rudras? Ellos son: los cinco Karmendriyas (órganos de la acción), los cinco Jnanendriyas (órganos de la percepción) y el Budhi. El hombre debe esforzarse por controlar estos once órganos en la mayor medida posible. Desde la antigüedad, los sabios han enfatizado la importancia suprema del control de los sentidos como el medio para la realización de Dios.

No debería hacerse ninguna distinción entre Siva y Vishnu.

El compositor Annamacharya declaró: “Oh, hombre. Mientras exclamas ‘¡Linga! ¡Linga! ¡Sivalinga!’, no olvides a ‘¡Ranga!’ Ambos son uno”. Ya sea el vehículo del Señor un toro o un águila, el Señor es uno y el mismo.

Annamacharya indicó de qué forma este Señor debía ser adorado.

Para realizar abluciones al ídolo del Señor él fue en busca de agua pura y sagrada. No pudo hallarla en el Ganges, que estaba contaminado por el agua que salía de las bocas de los peces y los sapos. Se lamentó por su incapacidad de obtener agua completamente pura, no contaminada, desde ninguna fuente, y declaró: “La única agua pura con la que puedo lavar tu Linga, oh Siva, es la que proviene de mis ojos llenos de lágrimas, que se han conmovido por la devoción de mi corazón saturado por el sentido de completa dedicación al Señor”. Annamacharya sintió que sólo las lágrimas llenas de amor por el Señor eran lo suficientemente puras como para lavar al ídolo del Señor.

Cómo recibir la plenitud de la gracia de Dios Cada devoto tiene su propio concepto de la Divinidad. No se puede atribuir ninguna forma específica al Señor. La gracia del Señor es conferida a cada devoto según el nivel de su conciencia espiritual. Annamacharya exclamó: “¡Oh Señor! Tú te apareces ante cada devoto según la naturaleza y la medida de su realización”.

El océano es vasto e ilimitado. Sin embargo, la cantidad de agua que pueden sacar de él está determinada por el tamaño de la vasija que llevan. Si la vasija es pequeña, no pueden llenarla más allá de su capacidad. Del mismo modo, si el corazón de ustedes está contraído, la gracia Divina será igualmente limitada.

Expandan su corazón y reciban la plenitud de la gracia de Dios.

¿Cómo han de expandir su corazón? Librándose de las diferencias estrechas y controlando los deseos. Al desarrollar deseos insaciables, el corazón se contrae. Un corazón amplio es el que reconoce la verdad de que la Divinidad habita en todos.

Sólo entonces podrán alcanzar la Realidad que es inmutable y eterna.

Discurso en el Auditorio Purnachandra, el 23 de febrero de 1990, día de Sivaratri.

Es vital que cada uno indague acerca de lo verdadero, lo puro y lo permanente; porque en el presente hay conceptos falsos respecto de los valores. ¡Incluso los líderes de la gente están abrazando la falsa hipótesis de que la felicidad puede obtenerse a través de la riqueza o la salud, la vivienda, o la ropa o el cultivo de habilidades en artesanía o manufactura! El ave se posa sobre la rama que se sacude en la tormenta, confiando en sus alas, ¡no confiando en la rama sobre la que se posa! Ustedes también deberían sentirse fuertes debido a sus alas –las alas de Sraddha y Bhakti– no debido a la rama del mundo objetivo en la que se han posado.

Baba