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Discursos dados por Sai Baba

29. 20/10/90 El día que produjo el gran cambio

El día que produjo el gran cambio

El día que produjo el gran cambio

20 de Octubre de 1990

El nombre de Prashanti Nilayam se ha difundido por todo el planeta. Están viniendo aquí personas de todos los países. Prashanti Nilayam se ha convertido en un minimundo. Lo que se ha logrado aquí en cincuenta años no podría haberse llevado a cabo en quinientos años. El Poder Supremo que atrae a tantos desde todas partes del mundo sólo puede pertenecer a la Divinidad.

No hay nada más grande o más magnífico que Jyoti (la Luz).

Ningún otro objeto tiene el poder de la luz. Sólo la luz tiene el poder de disipar la oscuridad. La luz tiene otro poder más. La luz (o la llama) siempre se eleva. Incluso si colocan una lámpara en un hoyo, la luz sólo se difundirá hacia arriba. Las dos características importantes de la luz son disipar la oscuridad y elevarse.

Sin embargo, si la luz ha de brillar sin interrupción como Akhanda Jyoti necesita una base apropiada. En primer lugar, la luz (la lámpara) precisa un recipiente. Debe haber una mecha (para encender la llama). Debe haber aceite en la mecha y en el recipiente.

Estas tres cosas no son suficientes para hacer que la luz brille. Se requiere un fósforo para encender la lámpara. ¿Pueden hacer que una luz brille meramente con un recipiente, una mecha y aceite? ¿Pueden hacer joyas si sólo tienen oro y gemas?

¿Pueden tener una guirnalda sólo con una aguja, hilo y flores?

Necesitan a alguien que haga la guirnalda. Necesitan un orfebre que haga las joyas con el oro y las gemas. Del mismo modo, hace falta que alguien encienda la lámpara, aun si tienen los otros cuatro materiales. Él es Dios. Cuando buscan la realización de Dios, la naturaleza humana se transforma en divinidad.

Enciendan la lámpara del amor ¡Encarnaciones del Amor Divino! Consideren a su corazón como el recipiente (de la lámpara). Su mente es la mecha. Su devoción es el aceite. Vairagya (el desapego) es el fósforo. El amor es la llama que brilla cuando la lámpara es encendida. Sin esta luz del Amor, el hombre se halla sumergido en la oscuridad de la ignorancia. Por lo tanto, el Amor es fundamental para cada ser. Por eso, las gopikas le pedían a Krishna que encendiera la lámpara del amor en sus corazones tocando Su flauta divina.

Hoy el hombre debe sembrar las semillas del amor en su corazón.

El Amor es Dios. No debería darse lugar a los apegos y los odios. Los hombres deben cultivar la pureza y la armonía en pensamiento, palabra y acción.

Era el 20 de octubre (de 1940), un lunes. Esto es lo que declaré ese día:

Sepan que Yo soy verdaderamente Sai.

Renuncien a sus apegos e intentos; las viejas relaciones están tocando a su fin.

Nadie, sin importar lo eminente que sea, puede alterar Mi resolución.

Cuando hice esta declaración, las familias de Tammiraju, Hanumanta Rao, Bhojaraju y Sesharaju se manifestaron al unísono en contra de Mi partida (del hogar).

Esto ocurrió en Uravakonda. Cuando existe la conciencia del cuerpo humano y de la presencia de la Divinidad en uno, es necesaria cierta cantidad de desapasionamiento y renunciamiento para manifestar este estado mental.

La adoración del alcalde Cuando Me encontraba en Uravakonda, el alcalde de Bellary, Ramaraju, vino a ver a Swami, que entonces era llamado familiarmente “Raju”. Al ver a Swami, él le dijo a Seshamaraju: “Llevaremos a este muchacho a Bellary y lo tendremos con nosotros durante las vacaciones”. Luego agregó: “¡Seshamaraju! Tú estás considerando a este muchacho como un niño común. No es así. La refulgencia de su rostro y su pureza han conmovido mi corazón. Hay un resplandor Divino dentro de él. No te engañes.

Tú también puedes venir con él y quedarte con nosotros”.

Desde allí, el alcalde nos llevó a Hampi. No consideren que lo que les voy a decir ahora es algo jactancioso, fantástico o exagerado. Todo el grupo entró al templo de Virupaksha. Si Yo hubiera dicho que no entraría con ellos al templo, otros podrían haberse enojado u ofendido. Dije que Me dolía el estómago y que no deseaba entrar al templo. Todos los miembros del grupo, incluyendo a Tammiraju, entraron. Eran unas 50 o 60 personas.

Ramaraju estaba pensando sólo en Dios y en nada más.

Me rogó varias veces que ingresara con él. Yo era un niño pequeño entonces. Él Me tomó ambas manos y suplicó: “Por favor, por favor, ven”. Sin embargo, al ver Mi firme resolución, no Me siguió presionando.

Raju como Virupaksha Dentro del templo, estaban ofreciendo arati a la deidad, ¡pero Virupaksha no estaba allí! ¡Sólo Raju estaba en el sanctasanctórum! Seshama se enfureció. Pensó que después de haberse rehusado a entrar en el templo, Raju había ingresado de algún modo y se había parado en el sanctasanctórum. Él sentía que esto era un gran sacrilegio. No podía contener su ira. Sin embargo, Ramaraju no pensaba de ese modo. Él sentía que “Raju es Virupaksha y Virupaksha es Raju”.

Seshamaraju salió del templo y Me encontró sentado bajo un árbol. Él era siempre muy suspicaz. Envió a alguien adentro para que averiguara si Raju se encontraba allí, mientras él mismo permanecía afuera para vigilar a Raju bajo el árbol. ¡Raju se hallaba dentro del templo y también bajo el árbol! Seshamaraju se sentía muy feliz internamente, pero no Me dijo nada al respecto, considerándolo todo como una experiencia única para sí mismo.

Luego Me llevaron a Bellary. Mientras permanecía allí por algunos días, el alcalde Me presentó a varios funcionarios, hablándoles muy elogiosamente acerca de Mí. Por entonces, no Me decían “Swami”, sino sólo “Raju”. Algunos de los funcionarios pensaron que el alcalde estaba tratando con demasiada deferencia a un niño pequeño como Yo y hasta intentaron burlarse de eso. Antes de traerme a Bellary, el alcalde Me hizo hacer una camisa y un par de pantalones cortos. Incluso hoy soy muy pequeño; pueden imaginar lo pequeño que era entonces.

En aquellos días, es decir, hace cincuenta años, era costumbre que los niños pequeños llevaran un prendedor en el cuello de la camisa. El prendedor era un símbolo de estatus y señal de opulencia.

El alcalde se preguntaba qué más podía darme además de la ropa. Fue a un orfebre e hizo hacer un prendedor de oro para Mí en una hora. Colocándolo en Mi camisa, dijo: “¡Raju! Debes recordarme cada vez que uses este prendedor”.

Baba alcanza la liberación de Maya Regresamos a Uravakonda en autobús. Dos días después, la escuela reabrió. Yo me dirigía hacia ella cuando, en el camino, el prendedor cayó de la camisa (no pudo ser encontrado).

La pérdida del prendedor Me liberó del apego (a las cosas mundanas).

Luego, canté una canción:

El 20 de octubre era un lunes.

Al regresar de Hampi Baba se dirigía a la escuela.

El prendedor se perdió y no pudo ser encontrado.

Ése fue el día de la transformación.

La pérdida del prendedor fue la causa de un gran cambio.

El vínculo con los lazos mundanos ha desaparecido.

El peregrinaje a Hampi también cumplió su propósito; la liberación de Maya fue alcanzada.

Ese día dejé el hogar. El apego a los objetos mundanos es una clase de Maya (ilusión). Cuando se renuncia a estos objetos, uno se libera de Maya.

El mismo día fui a la casa de Anjaneyulu, el recaudador de impuestos. Él era una de aquellas personas que sentía una especie de impulso espiritual ante Swami. Su casa quedaba camino a Mi casa. Acostumbraba preparar alguna comida y esperar Mi llegada, junto con su esposa. Preferían enviar a sus hijos adentro, no fuera que los niños se formasen alguna impresión errónea de sus padres. En cuanto Yo entraba en la casa, ambos solían tocar Mis pies. Yo le decía a menudo:

“Señor, usted es una persona mayor. No debería tocar Mis pies”. Él me respondía: “Raju, podemos parecer personas mayores en lo que concierne al cuerpo, pero en términos de sabiduría, somos muy pequeños. Tú eres en verdad Krishna Mismo”. Era frecuente que me describieran. Ambos hacían esto con gran privacidad, para que otros no se mofaran de ellos.

El surgimiento de Raju como Sathya Sai Ese 20 de octubre, no fui a la escuela. Allí, Yo solía dirigir las plegarias todos los días. Había una tarima con algunos escalones.

La plegaria incluía la siguiente canción:

Aharaha tava ahvana pracharita shuni tava Udara Vani Hindu Bauddha Sikha Jaina Parasika Mussalmano Christani.

Incluso en aquellos días se reconocía la unidad de todas las religiones. Algunos de los maestros solían preguntarse cómo era que este niño propagaba la unidad de todas las religiones.

Como no fui a la escuela ese día, se produjo una conmoción allí y todos se preguntaron: “¿Dónde está Raju?”. Ningún niño se presentó a las plegarias. Todos corrieron a la casa de Anjaneyulu.

Yo no vi a ninguno. Me encontraba sentado en una roca.

Los niños discutían entre sí: “Se ha producido un cambio en Raju. ¿Qué le ha pasado? Quizás ocurrió un cambio en su hogar que lo alteró después de su regreso de Hampi”.

Entonces declaré: “Si quieren saber quién soy tómenme una fotografía”. Cuando tomaron la foto, la imagen de Shirdi Baba apareció delante de Mí. En ese tiempo, nadie sabía quién era Sai Baba. En la reunión que tiene lugar hoy aquí, está presente Anjanayya, que ahora es el presidente de la Organización Sathya Sai del distrito de Anantapur. Él sabe acerca de esa foto.

Les dije a los niños que fueran a la escuela y comenzaran con las plegarias. Mientras tanto, Seshamaraju envió un telegrama a Puttaparti relatando los acontecimientos en Uravakonda.

Los padres llegaron apresuradamente a Uravakonda para llevarme de regreso a Puttaparti. En ese tiempo, ni siquiera había servicio de autobuses hasta Bukkapatnam. Los autobuses sólo llegaban hasta Penukonda. Desde allí, la gente tenía que viajar en carretas tiradas por bueyes. Todos los niños declararon que también querían ir con Raju.

La tragedia golpea a dos compañeros de clase de Baba En ese tiempo, ocurrió un episodio trágico. En la escuela, tres estudiantes solían sentarse juntos en cada banco. En el banco donde se sentaba Swami, Él tenía a un lado al hijo del Sheristadar y al otro, al hijo del recaudador de impuestos.

Ambos provenían de familias bastante acomodadas. Mediante su continua asociación conmigo en la clase, sus corazones se habían transformado. El día que dejé la escuela, ambos sufrieron una severa conmoción mental. Exclamaban “¡Raju! ¡Raju!” con gran angustia. Cuando me vieron subir al autobús, el hijo del Sheristadar perdió la razón y cayó a un pozo. “No puedo vivir sin Raju”, fueron sus últimas palabras. El otro niño sollozaba continuamente “¡Raju! ¡Raju!” y se negaba a comer o a beber. Este estado de desequilibrio mental es Unmata, un fenómeno espiritual. Muchas personas piensan que esta condición se relaciona con el renunciamiento a los objetos mundanos.

En vista del fin trágico de estos dos muchachos, su clase en la escuela fue cerrada. Aún hoy se encuentra allí el banco, que ha sido llamado “El Banco de Sathya Sai Baba”.

Había un director llamado Lakshmipati (en la escuela de Uravakonda). Él solía llamarme a su oficina en cuanto Yo llegaba a la escuela. No todos tienen esta clase de sentimientos. Sólo aquellos que han sido bendecidos debido a sus buenas acciones en vidas pasadas tienen tales sentimientos. En cuanto Yo ingresaba a su oficina, él solía cerrar la puerta. Me pedía que Me sentase en su silla. Él se sentaba en el piso y comenzaba a masajearme los pies. A menudo, Yo le decía inocentemente:

“Señor, no debe hacer algo así”. Lakshmipati acostumbraba decir:

“Tú no sabes acerca de estas cosas. Yo sí. Hay gran shakti (poder) en ti”.

Muchas cosas así ocurrieron en Uravakonda en aquellos días.

El cambio notable en Uravakonda El 20 de octubre (de 1940) es el día en que se produjo una gran transformación en Uravakonda. Hubo allí un cambio notable en todos los estudiantes. Les daré un pequeño ejemplo para ilustrar cuánto afecto y amor sentían por Mí. Al día siguiente de Mi partida, otro niño subió a la tarima en la escuela para dirigir las plegarias. Comenzó a orar, pero rompió a llorar. Recordó a Swami y no pudo seguir. Cuando empezó a llorar, todos en el salón empezaron a llorar también. La plegaria se convirtió en un lamento. El director dijo: “No hay necesidad de una plegaria.

El llanto mismo es la plegaria”. A partir de ese día, el salón de plegarias fue cerrado y más adelante fue convertido en una sala de exhibición sagrada.

Los estudiantes de aquellos días estaban llenos de pureza.

No eran propensos a entregarse a las críticas y las especulaciones como los estudiantes de hoy. El ingenio y la capacidad intelectual han aumentado entre los estudiantes de hoy, pero las buenas cualidades han disminuido. En aquellos días, había menos ingenio pero mayor bondad.

Prashanti Nilayam es ahora un minimundo Las luces que se han encendido para celebrar un acontecimiento memorable son un símbolo de cómo la gente de Andhra ha asimilado y está difundiendo el mensaje de Sai. ¡Encarnaciones del Amor Divino! No piensen que digo esto para adularlos.

Consideren que es una declaración de la verdad.

Lo que se ha logrado en Prashanti Nilayam en los últimos cincuenta años no podría haberse llevado a cabo ni siquiera en quinientos años (aplausos). Aunque muchos avatares han hecho grandes cosas, ningún avatar ha realizado los prodigios que se han dado aquí en cincuenta años. Todo esto lo ha realizado únicamente esta mano. Se ha establecido una universidad espléndida.

Se ha construido un planetario. En una aldea pequeña como ésta, se está erigiendo incluso un aeródromo. El nombre de Prashanti Nilayam se ha difundido por todo el planeta. Todo el mundo existe en miniatura en Prashanti Nilayam. Se están reuniendo aquí personas de todos los países. Prashanti Nilayam es ahora un mini-mundo. Ustedes van a ser testigos de muchas cosas más el 23 de noviembre.

¿Vendrían aquí personas de otros países si se las invitara?

Sin embargo, no se han enviado ni invitaciones ni literatura promocional a nadie. Incluso les estoy aconsejando a muchos que desean venir que no lo hagan. Este supremo poder que atrae a tantos desde todos los rincones del mundo sólo pertenece a la Divinidad (aplausos). La fragancia que emana de una flor se esparce por todos lados. ¿Acaso la flor invita a la abeja? No. Sin embargo, la abeja vuela hacia la flor espontáneamente para probar la miel nectarina en ella. ¿Alguna vez la abeja se acerca a una flor de plástico? ¿Dónde queda Argentina? Se halla casi en un extremo del mundo. En Argentina se cantan bhajans en cada hogar (aplausos). En Panamá, algunos militares hicieron una campaña contra el gobierno en el poder y pidieron un “Gobierno Sathya Sai”. Estos oficiales fueron arrestados y encerrados en un asilo mental alegando que se habían vuelto locos. Todos esos oficiales militares fueron capaces de convertir en devotos Sai a los médicos y las enfermeras del hospital. No es fácil hacer algo así. Tales cambios pueden tener lugar sólo mediante un cambio de corazón.

Sólo la devoción puede proteger al mundo ¡Encarnaciones del Amor! Si ustedes han sido capaces de llevar estas lámparas de casa en casa, no es el resultado de algo externo. La luz ha provenido de sus corazones. Por lo tanto, más que encender lámparas afuera, desarrollen los jyotis dentro de ustedes y purifiquen sus corazones.

Todas las Organizaciones Sathya Sai deberían estar saturadas de amor. No debería haber lugar para las fuerzas divisivas.

Las diferencias de casta y credo tienen que ser completamente erradicadas. Sólo el carácter debería ser el sello distintivo de una comunidad. El amor debería volverse un artículo de fe. La moralidad determina la naturaleza de una comunidad. La respuesta a la pregunta “¿A qué comunidad perteneces?” debería ser: “Pertenezco a la comunidad de la moral”. Si alguien les pregunta acerca de su religión, declaren: “El Amor es mi religión”.

Desarrollen devoción por Dios sobre esta base. Sólo la devoción protege al mundo entero y nada más. Ni los gobiernos, ni las bombas ni los tanques pueden salvar al mundo. Únicamente los devotos son los protectores del mundo. Desarrollando devoción, con el bienestar del mundo en mente, participen de Nagarasankirtan (recorrer el pueblo o la ciudad de uno, cantando bhajans).

Discurso histórico en Prashanti Nilayam el 20 de octubre de 1990, que marcó el quincuagésimo aniversario de la Anunciación Avatárica de Bhagavan en Uravakonda.

Hay un antiguo relato que cuenta que la Sabiduría y la Riqueza tuvieron una fuerte y larga disputa sobre su importancia relativa. La Riqueza argüía que, sin ella, el cuerpo sería débil, el cerebro confuso y la sabiduría una ilusión. La Sabiduría replicó que, sin ella, el hombre ni siquiera podría distinguir entre riqueza y falta de riqueza o saber cómo ganarla o usarla. El Alma intervino y les dijo que ambas eran igualmente importantes, pero sólo cuando se las usaba correctamente.

La riqueza sin sabiduría se vuelve un instrumento de explotación y tiranía; la sabiduría sin riqueza se vuelve mera fantasía y un montón de anteproyectos. El uso les proporciona valor; el mal uso las vuelve desastrosas.

Baba