|
07. 24/03/89 Dejen que la práctica prevalezca | Dejen que la práctica prevalezca Dejen que la práctica prevalezca
24 de Marzo de 1989
¡Encarnaciones del Divino Amor! El mundo de hoy en día está repleto de grandes intelectuales, sabios eruditos que son expertos en logomaquia, políticos profesionales y sannyasis que ostentan el traje ocre. Pero la Divinidad que es inherente a la humanidad no se ve en absoluto. La gente ha olvidado su Divina esencia. La humanidad tiene que descubrir sus cualidades humanas básicas.
Cualquier conocimiento que uno pueda adquirir, cualquier posición que uno pueda ocupar, cuan gran científico uno pueda ser, si carece de valores humanos no es un ser humano en absoluto.
¿Cuál es la cualidad de humano? Esencialmente significa unidad en pensamiento, palabra y acción. Cuando lo que uno piensa difiere de lo que dice y de lo que hace, ha cesado de ser humano, se vuelve un demonio. Hoy, lo que los hombres tienen que cultivar es unidad y pureza de pensamiento, palabra y obra. Las verdaderas cualidades humanas pueden crecer solamente en un corazón lleno de aspiración espiritual, semejante a una semilla sembrada en terreno fértil y no en un pedazo de roca. Por lo tanto, para desarrollar estas cualidades, los hombres tienen que desarrollar compasión y ecuanimidad en medio de las vicisitudes de la vida.
El hombre de hoy está atrapado en preocupaciones carentes de sentido, interminables deseos e inalcanzables ambiciones y no tiene paz mental. Para alguien que anda a tientas en la oscuridad de la ignorancia y la carencia de paz, solamente la iluminación espiritual puede revelarle el sendero correcto. Hoy en día el cinismo y la apatía están rampantes. La gente no está interesada en discursos religiosos; la razón es que estos discursos están confinados a la plataforma. No existe una seria investigación en el valor de estas enseñanzas, ni existe la práctica de los preceptos. La necesidad más imperiosa de hoy en día es vivir la vida del Espíritu.
El mundo necesita gente buena Para el progreso del mundo no se necesitan fábricas o industrias.
El mundo necesita buenos estudiantes y buenos hombres y mujeres. Sólo entonces progresará la nación.
Los hombres no se dan cuenta de que a medida de que sus deseos aumentan su felicidad disminuye. No hay límite para los deseos, los cuales se multiplican como hormigas en un hormiguero. No hay sentido de satisfacción, no importa cuánto uno pueda poseer o disfrutar. Los animales y los pájaros tienen contento. No tienen ni la necesidad egoísta de acumular, ni la cualidad pecaminosa de explotar a otros. Sólo el hombre es propenso a atesorar posesiones y a la explotación.
Para realizar a la propia Divinidad no hay necesidad de embarcarse en una larga búsqueda. La Divinidad es todopenetrante y está presente dentro y fuera de cada ser. Cada hombre es una encarnación de lo Divino.
Dios es la encarnación del amor. El hombre, que ha emergido de Dios, es también una encarnación del amor. Pero, debido a que ha expresado su amor hacia objetos externos, se está olvidando de la verdad de su ser interior. En vez de limitar su amor a confines tan estrechos, el hombre debe extenderlo a todos y de allí hacer su vida valiosa y con propósito.
La misma Divinidad está presente en cada uno Hoy en día el amor ha desaparecido, aun entre madre e hijos, padre e hijos, esposo y esposa, y entre amigos. Los apegos de mente estrecha son divisivos por naturaleza. Esto debe reemplazarse con un amplio sentimiento de amor y preocupación por todos sobre la base de que la misma Divinidad está presente en cada uno.
Hay un ejemplo en el Mahabharata que ilustra esta situación.
Debido a la gracia del Señor Krishna, todos los hermanos Pandavas sobrevivieron a la guerra de Kurukshetra. Todos los cien hermanos Kauravas murieron en la guerra.
Viendo el aprieto de Gandhari, de que ninguno de sus hijos sobreviviera a la guerra, la gente culpó a Krishna por tal calamidad.
Krishna se fue donde Gandhari para consolarla. Al verlo ella explotó en cólera: “¡Krishna! Siendo Divino, ¿cómo es que exhibes tal favoritismo? ¿No podrías haber salvado, al menos, uno de mis hijos?”. Sonriendo Krishna replicó: “¡Madre! ¿Pusiste tus ojos en, al menos, alguno de tus hijos?
Cuando tú misma decidiste no poner tus ojos en tus hijos, ¿cómo esperas que Dios los mire?” (Gandhari se había vendado los ojos desde el tiempo de su matrimonio con su esposo ciego, Dhritarashtra, y nunca había removido la venda de sus ojos, por devoción a su esposo). Ustedes tienen que ganarse el amor de su madre. No hay nada más grande que la madre de uno, así como la madre tierra.
El hombre está acosado, hoy en día, por muchos problemas y dificultades. Solamente el que enfrenta estas dificultades con fortaleza y las supera, es un verdadero ser humano. Para esto lo que se requiere es fuerza de espíritu. Sin fuerza espiritual, todas las otras cosas carecen de valor. Karna tenía fuerza física y riqueza material, pero carecía de la gracia Divina, por lo que cayó en la batalla.
¡Encarnaciones del Divino Amor! Recuerden siempre que Dios lo penetra todo en el cosmos. Todo lo que ustedes experimentan es Divino. Todo lo que ven es Divino. Lo que comen es Divino. El aire que respiran es Divino. No pueden ver el aire ni lo pueden tocar. De la misma manera no pueden tocar a Dios.
Los ojos no pueden verlo. Sólo pueden experimentarlo en el corazón.
Él está más allá de la mente.
Promuevan la unidad en el mundo a través del Amor El nacimiento humano es precioso. Santifíquenlo llevando vidas rectas. No lo desperdicien. Cualquiera que sea la disciplina espiritual que practiquen o no, cultiven el amor por todo y por todos. Ofrezcan ese amor como una divina ofrenda a todos.
Sólo a través del amor puede ser promovida la unidad mundial. Es debido a la ausencia de amor que toda clase de diferencias se suscitan. El amor es Dios. Vivan en el amor.
Hagan de esto la regla principal de sus vidas. Sean considerados con todos y cada uno.
Hoy en día se dictan charlas sobre la Verdad, la Rectitud, la Paz y el Amor (Satya, Dharma, Shanti y Prema) y se organizan exhibiciones para propagar estos valores, pero no se hace ningún intento de ejemplificarlos mediante su práctica en la vida diaria. ¿De qué sirven estas charlas y exhibiciones si no se practican estos valores? El mundo no se reformará con propaganda.
Es solamente cuando haya ejemplos vivientes de estos ideales que se volverán significativos e inspiradores.
Todo este caos en el mundo se debe al hecho de que la gente vive doble vida. Dicen una cosa y actúan en forma diferente.
Debe haber unidad de pensamiento, palabra y obra.
La verdadera espiritualidad consiste en promover la unidad humana a través de un vivir armonioso y un compartir la dicha con todos. Los bhajans y todas las formas de adoración son sólo buenas acciones, pero espiritualmente no son tan importantes.
La devoción consiste en expresar amor hacia todo. No pueden efectuar un cambio de corazón con charlas. Ellas sólo llevan a confusión y conflicto. Mejor que dar charlas es practicar el amor con fe en la Divinidad. Sigan el sendero del amor y rediman sus vidas.
Discurso pronunciado en “Shivam”, Hyderabad, el 24 de marzo de 1989.
No usen el estudio de los Shastras y escrituras para incrementar su egoísmo; permítanles que los vuelvan humildes aunque, al mismo tiempo, más resistentes a las tentaciones. Su naturaleza es Divina; lo que ha pasado es que la ilusión la ha cubierto con suciedad.
El lavandero no vuelve sus vestidos blancos, ya son blancos desde el principio; lo que él hace es hacer su blancura manifiesta, removiendo la mugre que ha ocultado su genuino y original color: blanco.
Baba
|
