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Discursos dados por Sai Baba

36. 22/11/89 Los estudiantes, los padres y la nación

Los estudiantes, los padres y la nación

Los estudiantes, los padres y la nación

22 de Noviembre de 1989

¡Amados estudiantes, maestros y amantes de la educación! Los Bharatiyas están casados con la verdad y la rectitud. La justicia fue su ancla de la esperanza. Los estudiantes deben cuidar hoy no a la nación sino a la verdad y la rectitud. Sólo estudiantes con una mente y una visión amplias pueden sostener la verdad y la rectitud.

El mundo está basado en la verdad y la conducta correcta.

Estas dos sostienen al mundo. Si son protegidas, el mundo será feliz y próspero. La victoria vendrá a la zaga de la verdad y la rectitud. Ninguna otra forma de fuerza, incluyendo el poderío armado, asegurará la victoria. Por ende, los estudiantes deben considerarse a sí mismos como guardianes de la verdad y de la rectitud y equiparse para este papel.

La educación es la expresión formal de la verdad que es, a su vez, la base de la armonía social. Las cualidades Divinas del hombre pueden verse en la educación como en un espejo. El sistema educativo de ahora hace al estudiante duro de corazón. Carece de sentimientos como la bondad y la simpatía. La tolerancia y la compasión están totalmente ausentes.

Aquellos que deberían servir a los pobres y necesitados están envueltos en sus propios fines egoístas. El egoísmo y el egocentrismo deben ser desenraizados. El servicio a la sociedad debe considerarse como el propósito primordial de la educación.

Declinación de los valores morales La cultura bharatiya es una cultura sublime. Es incomparablemente grande. Pero el avance de la tecnología moderna ha sacudido las instituciones tradicionales como un poderoso ciclón.

Es cierto que en lo material, científico y económico se han hecho grandes progresos. Pero en lo moral, espiritual y social, el hombre ha decaído mucho. Los valores morales han sido destrozados.

Al tratar de hacer la vida más cómoda con la ayuda de máquinas, los hombres se han vuelto esclavos de la máquina. Por lo tanto, es responsabilidad de los estudiantes el velar por que la ciencia y la tecnología sean usadas correctamente para el bien de la humanidad. Desgraciadamente, aun los que profesan ser líderes de la sociedad y pretenden estar interesados en promover el bienestar del pueblo, no están actuando por líneas correctas para darles un buen ejemplo a los estudiantes.

La educación, cuando está conectada al egoísmo, pierde su perspectiva más amplia. Se vuelve supremamente a propósito solamente cuando está relacionada con la espiritualidad. Por lo tanto, los estudiantes deben librarse del egoísmo y esforzarse por promover el bienestar de la sociedad a través del conocimiento adquirido por ellos con fe y confianza en sí mismos.

La educación no es mero conocimiento verbal. Debe capacitarlo a uno para manifestar su Divinidad inherente. Debe promover la práctica de la verdad y de la conducta correcta.

Desafortunadamente las instituciones educativas de ahora se han vuelto meros talleres para manufacturar portadores de grados. La adquisición de grados no puede constituir la educación.

La educación debe promover un comportamiento ético.

Debe desarrollar el autocontrol. Esta es la función esencial de la educación.

Los padres deben poseer un carácter ejemplar Si los estudiantes han de comportarse apropiadamente, los padres deben darles el ejemplo correcto. Desafortunadamente, aunque muchos de los padres pueden estar educados, ricos e interesados en la cultura bharatiya, su conducta en la práctica no es ejemplar. Esta es la razón por la cual la mayoría de los estudiantes se descarrilan. Todos los padres desean que sus hijos tengan una buena educación, buenos trabajos y ganen altos ingresos. Pero pocos de ellos desean que crezcan como ciudadanos ideales. En algunos casos, en los que los estudiantes han desarrollado algunos intereses espirituales, los padres tratan de desanimarlos. Hay padres que se comportan como Hiranyakashipu y les reclaman a sus hijos por su interés en prácticas espirituales a tan temprana edad. No es esto todo.

Algunos de ellos hasta tratan de encubrir el mal comportamiento de sus hijos pretendiendo que se están comportando bien.

No hacen ningún esfuerzo por corregir a los niños y encauzarlos por el buen camino. Debido a esta actitud de los padres, los estudiantes adoptan malas maneras y son maleados como los hijos de Dhritarashtra, los Kauravas. Los estudiantes no deben culparse. Son los padres los responsables por el mal comportamiento de los estudiantes, lo cual se refleja en la indisciplina en las instituciones educativas.

Hay que inculcar a los estudiantes que deben sentirse orgullosos de su país, de su pueblo y de su cultura. Deben darse cuenta de que la riqueza y fuerza no tienen valor sin carácter.

¿De qué le sirvió toda su riqueza a Dhritarashtra? Debido a la maldad de sus hijos, él perdió todo al final.

La educación hoy en día desarrolla conocimientos y destrezas, pero no es el carácter. La educación correcta debe promover buenas cualidades. No se necesita buscar un nuevo sistema de educación o efectuar reformas en la sociedad. Es suficiente si tenemos hombres y mujeres jóvenes de buen carácter e integridad. Harán al país grande y próspero.

¡Estudiantes! Deben tomar conciencia de la importancia de la transformación mental. Toda clase de reformas políticas y económicas están teniendo lugar. Pero poco está siendo hecho para promover la sagrada cultura de Bharat (la India). Lo que necesitamos es transformación espiritual. Es la ausencia de espiritualidad la razón de todo el caos, conflicto y desorden en el mundo.

Las dos máximas de la tradición hindú La tradición hindú destacó dos máximas: “Habla la verdad.

Sigue la rectitud”. Estos dos principios vitales han sido obliterados hoy en día. Hoy, Mammón reina supremo. La riqueza es adorada como Dios. Las malas prácticas son las ofrendas hechas a esta deidad. La humanidad ha sido sacrificada. Debe haber un regreso a los valores humanos. La educación debe apuntar a la promoción de estos valores. Sembrando la semilla del amor y promoviendo el árbol de la tolerancia, los estudiantes deben buscar ofrecer el fruto de la paz a la sociedad. Este debe ser su deber primordial.

¡Estudiantes! No se vuelvan educados meramente para obtener grados. Serán verdaderamente educados sólo cuando rindan servicios al pueblo. Dedíquense al servicio de la gente. La verdadera educación es la que los equipa para el servicio y no sólo para adquirir bienes. Llenen sus corazones de compasión.

Un corazón compasivo es el asiento de lo Divino.

Rol de la instituciones Sai en formar a los estudiantes Se preguntarán: ¿Quién es culpable del estado actual de la educación, los estudiantes o los maestros? Debe recordarse que los maestros de hoy fueron ellos mismos estudiantes una vez. Los estudiantes de hoy serán los maestros de mañana. Por lo tanto, los estudiantes deben entrenarse apropiadamente para sus futuros roles. Fue con este objeto en mente que las instituciones educativas Sathya Sai fueron iniciadas. Los estudiantes de hoy son los futuros constructores de la nación. Sólo cuando los estudiantes aprendan a conducirse con integridad y equidad es que podrán restaurar los antiguos valores y la herencia cultural de la nación.

Los antiguos lograron nombre y fama por su adherencia a los valores. Los estudiantes en aquellos días eran ejemplos de tolerancia y compasión. Estaban casados con la verdad y la rectitud.

En consecuencia, vivieron largas vidas. Desgraciadamente, estas actitudes no pueden verse entre los estudiantes de hoy. No tienen traza de altruismo en sí. Han instalado el engreimiento y la ostentación en el altar de la educación. Estos rasgos son ajenos a la verdadera educación y deben ser totalmente erradicados. La humildad y la obediencia, que son las insignias del hombre educado, deben ser promovidas. Los estudiantes de hoy no muestran reverencia ni siquiera por sus padres, mucho menos para los mayores.

El hacer gala de sus grados no es señal de verdadera educación, sino sólo una aberración. La persona verdaderamente educada debe cultivar las virtudes de la verdad y la conducta correcta y llevar una vida ideal al servicio de la sociedad. Sólo tales personas pueden contribuir a la grandeza y gloria de Bharat.

Cultiven el respecto por la antigua cultura de Bharat Bharat estuvo como un faro de luz en el mundo en tiempos antiguos debido a sus ideales espirituales. Esta sagrada tierra es la tierra del sacrificio (tyaga), del yoga, y del karma, la acción correcta.

Hoy la educación tiende a hacerla una tierra de indulgencia (bhogabhumi), con el resultado de que toda clase de enfermedades (rogas) están presentes en las instituciones educativas.

Deben cultivar el respeto por la antigua cultura de Bharat, seguir sus ideales y experimentar la alegría que debe derivarse de ello. La sociedad hoy en día sufre de una falta de paz. Las fuerzas malignas están rampantes debido al irreprimible crecimiento del egoísmo y del interés propio. Estas tendencias deben ser desenraizadas. Esto se puede hacer solamente tomando el camino espiritual. Es deber de los padres sembrar las semillas de espiritualidad en los niños desde sus tempranos años. No deben pensar que las responsabilidades paternales terminan con enviar a los niños a la escuela o al colegio. Tienen el deber de velar por que los niños crezcan como ciudadanos merecedores del país. Grandes hombres como Shankaracharya, Vivekananda y Mahatma Gandhi se volvieron hombres ideales debido al ejemplo dado por sus padres en sus vidas diarias.

Cuando los padres llevan vidas rectas, los niños los siguen. Por ende, los padres así como los maestros deben servir como ejemplos ideales para los estudiantes.

De todas las indagaciones que he hecho, he encontrado que son los padres los que dañan a los hijos. Su afecto por sus hijos está totalmente mal concebido. Deben darse cuenta de que sólo las buenas cualidades que son inculcadas a los niños cuando pequeños les servirán durante toda su vida.

¡Amadas Encarnaciones del Amor! Junto con sus estudios, cultiven la humildad y la reverencia, y aprendan a conducirse de una manera ejemplar. Sin moralidad, la sociedad quedará arruinada.

Por ende, llevando vidas morales, promuevan el bienestar de la nación. Este es el sacrificio que deben realizar. No lleven una vida de egoísmo. El dinero viene y se va. La moralidad viene y crece. El camino de la rectitud puede estar sembrado de obstáculos. No se preocupen por ellos. Actúen de acuerdo con su conciencia en todas las circunstancias.

Adherencia de Dharmaja al dharma En el Mahabharata, hubo una ocasión durante el tiempo en que los Pandavas estaban viviendo en el exilio, en que Draupadi se dirigió a Dharmaja así: “¡Dharmaja! No hay votario más grande del dharma que tú. Tú te adheriste al dharma como su aliento vital, aun en las más pequeñas acciones. A pesar de esto, has tenido que pasar por inconcebibles ordalías. ¿Cómo te ha protegido tu dharma?”. Sonriendo, Dharmaja respondió:

“¡Draupadi! A pesar de todas las pruebas y tribulaciones por las que he pasado, no he abandonado mi adherencia al dharma.

Esa es mi grandeza. No debemos sucumbir a las dificultades y abandonar el dharma. El dharma debe ser mantenido aun durante las dificultades. Esa es la marca de la grandeza”.

¡Estudiantes! Esta vida no es para experimentar felicidad o aflicción. Ambas tienen sus buenos y malos resultados. Son transitorias y efímeras. Deben elevarse por encima de ellas para sostener la rectitud en el servicio a la sociedad y servir de ejemplo para la nación.

Alocución a la 8va Convocación del Instituto Sathya Sai de Educación Superior en el Auditorio Purnachandra el 22 de noviembre de 1989.

Es esencial indagar en las credenciales que uno tiene antes de formular su oración. Esa indagación revelará si nuestros propios pensamientos y resoluciones, esperanzas y deseos surgen de la fe o no.

¿Cómo probar y descubrir la verdad? La gente toma un trozo de oro y traza con ella una línea en un pedazo de piedra; luego examinan esa línea y evalúan la calidad. La prueba que revelará la calidad de su fe es si están practicando sinceramente los mandatos establecidos por Dios.

Baba