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Discursos dados por Sai Baba

20. 28/06/89 El Cosmos está saturado de Brahman

El Cosmos está saturado de Brahman

El Cosmos está saturado de Brahman

28 de Junio de 1989

“El Cosmos está saturado de Brahman” (Sarvam Brahmamayam Jagat). No hay nada en el universo desconectado de Brahman (el Omni-Ser). Siendo la Divinidad así todopenetrante, no todos tienen la habilidad de reconocer esta verdad.

Es bien conocido que el fuego está latente en la madera pero, sobre esa base, si uno intenta cocinar arroz en una vasija colocándola sobre una pila de leña en la carga de madera de un camión, ¿puede cocinarse el arroz? El fuego tiene dos estados:

el interno y el externo. El fuego que es invisible y latente es el fuego interior. Este fuego, aunque está presente, no puede quemar nada. El fuego externo manifiesta su verdadera forma y puede quemar cualquier cosa y reducirla a cenizas. De la misma manera, el poder para experimentar la Omnipresencia Divina y visualizarla internamente lo poseen todos, mientras que sólo algunos tienen la capacidad de demostrarlo externamente.

El Cosmos tiene sus raíces en la conciencia. Cada objeto en el universo ha emanado de la Divinidad. Desde una hoja de hierba hasta una montaña, desde una gota de agua hasta un río caudaloso, desde el átomo hasta el Supremo Espíritu o Parabrahmam, todo está permeado por el Único Principio Divino. No es fácil para todos poder darse cuenta de la unidad de esta todopenetrante Divinidad. Sólo cuando los rayos del Amor Divino se unen con la devoción del individuo, es que se experimenta esa visión de la Divinidad.

El teísta y el ateo El fuego de la espiritualidad arde por igual en el teísta, que declara constantemente que Dios existe, y en el ateo, que repetidamente niega la existencia de Dios. Los sentimientos de amor están presentes en el corazón del ateo no menos que en el corazón del creyente, pero los sentimientos de amor en el teísta están dirigidos a Dios, mientras que el amor del ateo está dirigido a la naturaleza (prakriti). Debido a su amor por los objetos del mundo, el último está atado; cuando dirija ese amor hacia Dios, se volverá el instrumento de su propia liberación. El amor es la fuerza impulsora de ambos, cautiverio y liberación.

Ese amor es una manifestación de lo Divino.

El amor sólo puede experimentarse por el amor y no por ningún otro medio. El Bhagavatam expone la unión del amor con el amor. Al respecto, sin embargo, surgen algunas dudas. Uno puede preguntarse cómo en el Bhagavatam no sólo los teístas, que son amantes de Dios, figuran en la obra, sino también conocidos enemigos de Dios. Cuando ustedes tienen conocimiento de historias de hombres malvados como Hiranyakashipu, Hiranyaksha, Kamsa, Shishupala, Dantavakra y otros en el Bhagavatam, ¿puede considerarse ésta como una obra que trata únicamente de la íntima relación entre Dios y los devotos? La respuesta a esta pregunta puede ser aclarada mediante una simple ilustración. Si, suponiendo, alguien viene a su casa pidiendo agua para apagar su sed y ustedes tienen para ofrecerle algo de agua, suero de leche o alguna otra bebida, para ofrecer esta bebida necesitan un recipiente que puede ser de plata, bronce u otro material; el material del recipiente no es importante; lo que importa es la bebida. De la misma manera, Hiranyakashipu y otros, son una clase de recipientes para servir la bebida de la devoción. Lo que es significativo es la transformación del contenido del recipiente en la sustancia Divina.

Los demonios enseñan a los devotos el Poder Divino A sus ojos, Hiranyakashipu u otros pueden aparecer como demonios, pero a la vista de la Divinidad, ellos pueden aparecer como personas que ayudan a los devotos a afirmar su fe en Dios. El Señor pone de ejemplo a los demonios para enseñar a los devotos la verdad del Espíritu. El bien está aprisionado entre dos cosas malas. El placer es un intervalo entre dos pesares.

En verdad, si no hubiera habido ningún Hiranyaksha e Hiranyakashipu, no hubiera habido ocasión para el advenimiento del avatar Narasimha para bendecir a Prahlada. Sin el odio por un lado, el poder de la fe en el otro no hubiera podido demostrarse.

Aunque el padre de Prahlada, Hiranyakashipu, sometió a su hijo, un gran devoto de Dios, a numerosas pruebas y sinsabores, Prahlada emergió de ellos como un amante ideal de Dios que adquirió gloria imperecedera. Hiranyakashipu fue el instrumento para revelar la grandeza de Prahlada. El Señor crea fuerzas hostiles para demostrar el poder de la fe en la Divinidad y conferirles paz y plenitud a los creyentes.

Cuando dos pedernales se frotan uno contra el otro surge el fuego. El fuego, que está latente en ellos, se manifiesta. Pero esto sucede solamente si se frotan los palos continuamente y no en pausadas etapas de tiempo. De la misma manera, cuando se canta el nombre del Señor sin intermisión, el fuego divino de la sabiduría se manifiesta en el devoto. Para brindar paz y alegría a los devotos, debe haber algunos elementos perversos presentes en el mundo. Así como una madre provee juguetes y dulces a un niño para su placer, aunque no le sirvan de nada a ella, Dios crea ciertas cosas por amor al devoto para extraer la profundidad de su devoción.

Afronten los elementos hostiles Tomen otro ejemplo. La fibra de la caña de azúcar es esencial para preservar su jugo; lo que tenemos que consumir es el jugo, pero éste está contenido en la fibra que es inútil para nosotros. Solamente estrujando la fibra puede obtenerse el jugo.

De la misma manera, sólo al confrontar los elementos hostiles puede experimentarse la benevolencia de la Divinidad.

Aun en pequeñas cosas, encontramos que su verdadera naturaleza se descubre experimentando los elementos opuestos a ellas. Por ejemplo, si uno quiere desarrollar fuerza física, tiene que someter el cuerpo a severos ejercicios gimnásticos.

¿Puede obtenerse el piloncillo buscando favores de la caña de azúcar? ¿Puede obtenerse sin triturar la caña y hervir el jugo?

Aun un diamante necesita ser cortado y pulido para destacar su brillo y valor.

De la misma manera, aunque la Divinidad reside en cada uno, solamente en algunas personas se manifiesta a sí misma externamente.

La paz para esta manifestación externa reside en la combinación de los sentimientos devocionales del individuo junto con la gracia de Dios. ¿Quién es responsable por la aparición del Señor delante de Prahlada? ¿Es Prahlada o Hiranyakashipu?

Ambos son responsables. Las dudas de Hiranyakashipu y la fe de Prahlada se juntaron. Hiranyakashipu preguntó: “¿Dónde está Dios?”. Prahlada respondió: “No hay necesidad de abrigar dudas sobre si Él está en un lugar o en otro. Él está en todas partes”.

Hiranyakashipu entonces preguntó: “¿Está Él en este pilar?”, Prahlada respondió: “Sí”. Hiranyakashipu golpeó el pilar, y entonces Narasimha emergió de él. Es la combinación de los elementos opuestos en Hiranyakashipu y Prahlada lo que cuenta para que emerja el Avatar Narasimha. Dios está presente en una forma en Hiranyakashipu y en otra en Prahlada. Dios es el que duda y es el que cree. Él es el Uno que adora y también el que escarnece. Él es el dador y el receptor. Cuando se comprende la unicidad omnipresente de lo Divino, entonces el significado de la sentencia de “El Cosmos está permeado por la Divinidad” (Sarvam Vishnumayam Jagat) se comprenderá.

La misma entidad está presente en los tres estados La misma entidad está presente en los tres estados de la vigilia, ensueño y sueño profundo. En el estado de vigilia, ustedes están escuchando el discurso en este salón. En el estado de ensueño, ustedes experimentan ciertos incidentes; sienten allí que no hay relación entre el cuerpo y las experiencias. En el sueño profundo (sushupti) ustedes experimentan un sentido de bienaventuranza. En ese estado ustedes piensan que ni el cuerpo ni la mente existen. ¿Quién, entonces, es el experimentador?

Es la misma entidad que ha experimentado la bienaventuranza en el sueño profundo, los sueños en el estado de ensueño y las sensaciones en el estado de vigilia. En el estado de vigilia es a través de los sentidos que se tiene la experiencia. En el estado de ensueño es a través de la mente en el cuerpo sutil (sukshma sharira). La experiencia en el sueño profundo es mediante el poder Divino que trasciende el cuerpo y la mente.

Los estados son diferentes pero la experiencia es una. Es difícil comprender cómo trabaja lo Divino, pero el que busca comprenderlos con devoción y persistencia lo encontrará fácil.

Cómo funciona lo Divino De tiempo en tiempo este poder Divino asume numerosas formas. En los devotos brilla como fuego de la sabiduría (jñana agni). En los no devotos, arde como fuego del odio (krodha agni) o fuego del deseo (kama agni). El fuego es un poder terrible.

Aun cuando está uno a distancia, evoca un sentido de temor y peligro, pero el hombre de ahora tiene este fuego de odio en su corazón y se ha vuelto víctima del miedo, de la desilusión y del engaño. El fuego de la lujuria, de la ira, del odio y de los celos, puede hacer grandes estragos en un hombre. Todos los demás tipos de fuego se apaciguan a su debido tiempo, pero estos fuegos (de odio, etc.), nunca cesan completamente, y pueden flamear en cualquier momento. ¿Cómo pueden, entonces, estos fuegos ser extinguidos para siempre? ¿Qué necesitan para apagarlos definitivamente? Para extinguir estos fuegos se necesitan desapego (vairagya) y amor (prema).

Sólo a través del amor puede el hombre adquirir paz. Aunque el hombre tiene hoy un exceso de comodidades y amenidades, está acosado por el temor y la preocupación. A pesar de sus intentos por afianzar la seguridad, el temor permanece. Todas las comodidades de que goza no le confieren paz mental.

¿Por qué es perseguido por este temor y carencia de paz? Es porque abriga en su corazón los fuegos del odio, celos y otros sentimientos semejantes.

Sólo los pensamientos puros pueden conferir paz. Una persona inocente y pura siempre está en paz. El hombre culpable es el que carece de paz. Sólo cuando un hombre se libera de la maldad puede estar libre de temor. ¿Cómo es que uno se libera de lo malo? El hombre se imagina que carece de la capacidad para distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo. De todos los seres en este mundo, sólo el hombre tiene la más elevada capacidad para determinar qué es correcto y qué es erróneo. A pesar de estar consciente de esta capacidad, él le da rienda suelta a las malas acciones. Sabiendo lo que está mal, él hace lo mal, en consecuencia, se vuelve víctima del temor y la ansiedad. No sufriría de éstos si no hiciera nada incorrecto por ignorancia. Hay personas insanas que no están conscientes de lo bueno y lo malo porque no tienen poder de discernimiento; actúan sin ningún sentido de temor debido a que no están conscientes de la índole de sus acciones. Son estas personas las que dan rienda suelta, deliberadamente, a las acciones perversas, las que son perseguidas por el miedo y la angustia.

Un fuego, diferentes usos El poder de discernimiento tiene que usarse de manera correcta.

Ustedes deben seguir los dictados de su conciencia y actuar de acuerdo con los impulsos del Atma (el Espíritu Morador Interno). Están llenos de miedo cuando hacen algo en contra de los dictados de su conciencia. Para librarse del miedo, tienen que ejecutar todas las acciones con un espíritu de dedicación a la Divinidad. Recuerden que el fuego está presente en su cuerpo así como está latente en la madera. Usen este fuego apropiadamente. Aunque el fuego es uno, en su uso puede haber bondad o maldad. El fuego que se usa para cremar un cuerpo en el crematorio es fuego. Pero, ¿lo usarían para fines culinarios?

No, porque no es puro. Consideren al fuego ardiente en un fuego sacrificatorio (yajña kundam) en el que se hacen ofrendas a las deidades con mantras sagrados; eso también es fuego, pero es fuego sagrado, sobrecargado de Divinidad; es adorado como Divino. Entonces, tienen el fuego que se usa para cocinar en la cocina y ese fuego está confinado al propósito culinario. ¿Alguien hará una ofrenda de adoración al fuego de un cigarrillo? Pero cuando se enciende un palito de incienso, adquiere santidad como una ofrenda a la Divinidad. Así, el fuego puede ser uno pero puede ser usado de diferentes maneras.

El propósito de la práctica espiritual o sadhana La Divinidad es una pero se manifiesta de diferentes maneras.

El concepto de Ser-Conciencia-Bienaventuranza (Sat-Chit- Ananda) es uno, pero sus manifestaciones asumen muchos nombres y formas. En cada objeto hay tres atributos: Sat-Chit- Ananda. Estas tres cualidades están presentes en esta mesa y en este micrófono. Se puede reconocer “Sat” y “Chi”’ pero no “Ananda’” “Sat” significa: “Está allí” (existe); “Chit” significa “Pueden percibir”. Ambos son verdaderos, pero no podemos saber si está experimentando bienaventuranza (ananda). Tales objetos se describen como inertes (jada).

Ahora, miren a esa persona allí. Es a la vez “Sat” y “Chit ” (tiene a la vez forma y nombre), pero también podemos notar que está experimentando “Ananda”. Ella deriva alegría del discurso de Swami. Solamente en el hombre es cognoscible la bienaventuranza (ananda). Es evidente que en cada cosa (padartha) está presente la Divinidad.

El propósito del sadhana es convertir el objeto físico (padartha) en Divinidad (parartha). Esta Divinidad debe mirarse como la encarnación del Principio del Amor. Sin amor, no pueden ustedes comprender a la Divinidad en absoluto. Este amor no debe ir siempre tras la caza de nuevos objetos. Debe concentrarse en el Uno. Sólo entonces pueden tener la correcta relación con Dios. Por ejemplo, cuando un extraño llega a vuestra casa, lo tratan con especial respeto, pero cuando un viejo amigo llega, ustedes le dan la bienvenida libremente, con familiaridad y amor. Esta es la libertad que deben tener en relación con Dios. ¿Cómo se adquiere esta libertad? A través de una completa dedicación. “Lo mío” y “lo tuyo” deben evitarse totalmente.

El Vedanta ha declarado que la eliminación del sentido del ego es la autorrealización. Ustedes deben alcanzar el estado de “Tú lo eres todo” desde el estado del “yo”. Deben ver la Divinidad en cada cosa del universo. “Tú (lo Divino) lo eres todo –lo visible y lo invisible–”. Esta convicción debe llegarles a ustedes.

Enciendan el interruptor del Amor Divino Cuando interrumpen la corriente, la luz no se enciende, pero porque no ven la luz no pueden decir que no hay corriente.

La luz aparecerá cuando enciendan el interruptor. Por eso la presencia o ausencia de luz (o corriente) está relacionada con vuestra conducta. No afecta la omnipresencia de Dios. En su ignorancia, ustedes no encienden el interruptor y se quejan de que no hay luz. Esta es una de las razones de la ausencia de luz. Puede haber otra razón también. Existe un interruptor principal que controla todos los otros interruptores; si este interruptor principal está apagado, todos los cuartos estarán a oscuras, y si los interruptores individuales se encienden las bombillas no alumbrarán. ¿Cuál es el interruptor principal en el ser humano?

Es el Amor Divino. Cuando este interruptor del Amor Divino se enciende, el amor se manifestará en cada miembro y parte del cuerpo. Sus palabras estarán llenas de amor. Sus acciones estarán saturadas con amor, sus ojos brillarán con amor, escucharán palabras amorosas con sus oídos. La luz del amor brillará en cada miembro. Sin ese amor, si están sumidos en el egoísmo y en acciones centradas en sí mismos, cada miembro estará sumido en la oscuridad.

La oración de las gopikas De aquí que el amor sea supremo. Desarrollen amor en sus corazones. Dejen fluir el amor a través de cada parte de su cuerpo.

Hagan del amor el principio reinante de sus vidas, desarrollen amor a través del amor. Esta era la oración que salía de los corazones de las gopikas: “¡Oh Krishna! Toca tu flauta para que nuestros secos corazones sean inundados con tu nectarino amor y podamos estar llenas de amor en todo lo que hagamos y pensemos. Planta la semilla del amor en nuestros áridos corazones para que los retoños de amor puedan brotar y crecer”.

Es cuando uno está lleno de alegría que fluye la música espontáneamente desde adentro. Krishna estaba lleno de alegría siempre. De aquí que, sea que estuviera en la ciudad o en el campo de batalla, Sus palabras se tornaban en canción.

Para experimentar esta alegría, ustedes tienen que tener fe firme en Dios y arrojar todo miedo. Cultiven el Amor Divino y experimenten esta alegría. Santifiquen sus vidas dedicándolas a lo Divino.

Discurso pronunciado en el Mandir de Prashanti el 28 de junio de 1989.

La oración debe emanar del corazón, donde Dios reside, y no de la cabeza, donde las doctrinas y las dudas se entrechocan.

Baba