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Discursos dados por Sai Baba

02. 19/01/89 Eviten la Envidia. Sostengan la Verdad

Eviten la Envidia. Sostengan la Verdad

Eviten la Envidia. Sostengan la Verdad

19 de Enero de 1989

Las escrituras han declarado que es difícil adquirir un cuerpo humano. La vida humana es la más elevada entre todos los seres vivientes de la creación. Con todas estas dotes, si el hombre carece de sabiduría (jñana), no es mejor que un animal. Es la sabiduría la que distingue al ser humano de otros animales.

A pesar de poseer un cuerpo humano con todas sus capacidades sagradas, el hombre prosigue por errados pasos y se entrega a los caprichos cometiendo fechorías y delitos, degradando así su preciosa herencia. El que debería dedicarse a la persecución de la Divinidad –el sendero interno (nivritti marga)– y experimentar bienaventuranza, se hace esclavo de sus sentidos y desperdicia su vida en la persecución de lo externo (pavritti marga). Todos sus esfuerzos están dirigidos hacia el cultivo de los placeres sensuales, en vez de anhelar la realización del poder del Espíritu dentro de sí. ¿De qué sirve la forma humana si las acciones y los pensamientos no conducen a la realización de la propia Divinidad inherente? Al interesarse solamente por las demandas del cuerpo, el hombre hoy en día olvida su esencia Divina y está inmerso en persecuciones materiales. Es esta preocupación por lo mundano la que está en la raíz de toda la inseguridad y la infelicidad que el hombre experimenta. Él está perennemente descontento e insatisfecho. El descontento afecta al hombre en dos formas: una es la carencia de paz mental; la otra es la infelicidad, resultado de esa carencia de paz.

Cómo desenraizar la envidia ¿Cuál es la causa raíz del descontento? Es la envidia. Este ha sido el vicio dominante del hombre desde el principio de los tiempos. Sólo cuando la envidia se haya erradicado del corazón humano tendrá el hombre satisfacción interna. El hombre contento goza de paz. ¿Cómo surge la envidia? Cuando se compara a sí mismo con los que están en mejores circunstancias, o que ostentan mejores empleos, u obtienen mejores calificaciones, o son más hermosos, el hombre sufre por la conciencia de su inferioridad; entonces surge la envidia. El descontento sobre lo que carece da lugar al nacimiento de la envidia.

Para librarse de esta perversa cualidad, uno tiene que mirar a los que están en peores circunstancias que uno. Por ejemplo, cuando miras a aquellos que han sacado notas más bajas que tú, puedes encontrar satisfacción por el hecho de que tú has podido hacerlo mejor que otros. De esa manera, cuando uno mira el estado de aquellos que tienen trabajos más modestos, se puede sentir satisfecho de su propia posición. Así, si la envidia ha de descartarse, tiene que intentarse esta suerte de comparación con aquellos que están en peores condiciones. A su debido tiempo uno desarrolla un sentido de igualdad mental hacia ambos, los que están mejor y los que están peor. Tal igualdad mental es una cualidad Divina. No hay nada de malo en aspirar a posiciones más altas, pero uno no debe sentir envidia hacia aquellos que están en tales posiciones. Es un crimen el dar cabida a tales sentimientos.

La necesidad de la triple pureza Los estudiantes deben tener en cuenta que son necesarios para alcanzar cualquier cosa que valga la pena en la vida, un cuerpo y una mente saludables. Para llegar a tal estado doblemente sano, la pureza de los pensamientos, palabra y acción es esencial.

En el léxico vedantino esto se describe como “la pureza de los tres instrumentos: mente, habla y manos” (trikarana suddhi).

Los Vedas están divididos en tres secciones o kandas: el Karma Kanda, el Upasana Kanda y el Jñana Kanda. Éstos están asociados con los tres tipos de yoga: el yoga de la acción (karma yoga), el yoga de la devoción (bhakti yoga) y el yoga del conocimiento o sabiduría (jñana yoga).

Primero está el karma yoga. Para ejecutar cualquier acción necesitan las manos. Todas las acciones que hagan con sus manos deben ser sagradas, puras, de ayuda a otros y con determinado propósito. Las manos se vuelven santificadas con tales acciones, de aquí que el primer paso sea hacer las manos puras y santas.

Mediante las acciones puras la mente también se purifica.

Pero la mera pureza mental no es suficiente. La mente tiene que desarrollar concentración. Para cultivar la concentración, la devoción (bhakti) es de gran valor. Bhakti significa deshacerse de la separación de Bhagavan. Debe existir la percepción de que la Divinidad es omnipresente y de que ustedes no pueden separarse de Dios. Para recordar al omnipresente Divino, cantar sus glorias y adorarlo, necesitan la lengua (el poder del habla).

Jayadeva ensalzaba la lengua como el instrumento dado por Dios para glorificar al Señor. Este sagrado instrumento no debe ser usado mal en ninguna forma para hablar mal de otros o para causarles infelicidad. Como lo prescribe el Gita, ustedes deben evitar las pláticas desagradables y usar solamente palabras que sean verdaderas, reconfortantes y buenas. Las palabras ásperas y duras deben evitarse. Sólo cuando la lengua es usada de esta manera puede volverse pura y sagrada. Cuando sus palabras sean santificadas su vida misma se vuelve santa.

Cumplan sus promesas a cualquier precio No hay dharma más alto que la Verdad. “Sólo la Verdad triunfa”. El Emperador Bali preguntó: “¿Existe pecado más grande que el de no cumplir con tu palabra? Una vez que hayas hecho una promesa no debes dejar de cumplirla bajo ninguna circunstancia”. Esta fue la Verdad demostrada por Bali. Cuando ustedes dan su palabra deben hacer cualquier esfuerzo por cumplirla. Hoy en día hay muy poco respeto por la palabra dada.

Las promesas se hacen de cualquier manera y también de cualquier manera, se rompen. Los compromisos se hacen y se entierran de un momento a otro. Tales personas no son mejores que cadáveres vivientes.

La verdad es el aliento vital del habla.

El ejército es el aliento vital de un Fuerte.

La justicia es el aliento vital de la sociedad.

La firma es el aliento vital de un escrito.

Deben recordar que una vez que empiecen a tratar sus promesas a la ligera esto se volverá un hábito de por vida. Harishchandra renunció a su reino, a su esposa y a su hijo; más aún, se volvió un lastimoso guardián de un crematorio con el objeto de sostener su palabra empeñada. Su supremo ejemplo de consagración a la Verdad brilla como un faro a través de los milenios de la historia humana Si ustedes quieren ganarse un nombre como seres veraces, deben adherirse a la Verdad con absoluta determinación. Entre los atributos de Dios, la Verdad es el primero. Dios es ensalzado como “Protector de la Verdad” (Satya Vak Palakaya Namaha), el Propagador de la Verdad, la Encarnación de la Verdad, “la Verdad es Dios”, dice el proverbio. La pureza en el habla es la segunda pureza que tiene que ser asegurada.

¡Estudiantes! Este en un período crucial en sus vidas. Es el estadio en el que su Divinidad puede florecer en todo su esplendor.

Es el momento apropiado para que ustedes se esfuercen en sublimar su habla y aprendan a honrarla. La mayoría de las personas se contentan con usar las palabras adecuadas al momento. No le conceden ningún valor duradero a lo que dicen y, por lo tanto, no viven de acuerdo a sus palabras.

Dios protege a sus devotos En el Bhagavad Gita el Señor hizo la promesa de que Él cuidaría del bienestar (yogakshemam) de todos los que sean devotos de Él, exclusivamente y sin ningún otro pensamiento.

¿Qué es este yoga? Ustedes pueden ver por sí mismos de qué sagrado privilegio están gozando, qué extraordinarias oportunidades están teniendo aquí. Cada día innumerables personas vienen desde muchos países remotos gastando miles de rupias.

Esperan por largos períodos hasta poder oír una palabra de Swami, lo cual es suficiente para llenarlos de bienaventuranza.

Hay cientos de miles de tales devotos. Aquí ustedes reciben la bendición de la compañía de Swami sin ningún gasto de su parte, sin ningún esfuerzo y sin perder ningún tiempo.

¿Cuán indiferentes son ustedes ante esta gran oportunidad?

Ustedes la dan por descontada y no le conceden ningún pensamiento a su infinito valor. Ustedes han ganado este privilegio y esta bendición gracias a méritos obtenidos en algunas vidas anteriores. Esto deben considerarlo como yoga. No es el fruto de este nacimiento. Es yoga, y cuando tratan de protegerlo ustedes tienen yogakshemam. Kshemam significa protección de lo que ustedes poseen. Mira, la devota oró: “¡Oh Señor!, me sumergí en las profundidades del océano y encontré una perla, ¿dejarás que la pierda?”. Mira y Sakkubai aseguraron la Gracia de Dios a través de muchas pruebas y dificultades y le oraban al Señor para que su Gracia no les fuera arrebatada.

Una oportunidad de oro para asegurar su bienestar Es un golpe de suprema fortuna el que ustedes hayan venido hasta el Señor. No deben dejar que se les escape esta oportunidad. Esta es su oportunidad de asegurar su bienestar físico, mental y espiritual. Al no darse cuenta de esto están desperdiciando una oportunidad de oro. Es fácil perder una cosa preciosa. No están conscientes de lo que tienen adelante, de lo que les depara el futuro. Lo que apena a Swami es el pensamiento de las dificultades que tendrán que enfrentar en el futuro, de las cuales sólo Swami está consciente. Ustedes se imaginan que pueden hacer cualquier promesa que deseen mientras están aquí y proseguir cualquier curso que elijan después de que salgan del Instituto. Este es un error grave. Más tarde o más temprano tendrán que cosechar los frutos de sus decisiones. Ustedes deben velar por que estas consecuencias no sean adversas. Lo que ustedes consideran hoy como materia de risa, puede resultar ser trágico más tarde.

Vigilen estrictamente lo que digan. Si el pie se desliza pueden sufrir una caída o estar baldados por un tiempo, pero si la lengua comete un desliz puede causar un daño duradero. Nunca vayan por allí criticando a otros. Cuando señalan la paja en el ojo del otro ustedes olvidan la viga en su propio ojo. Con tantas faltas en ustedes mismos no tienen derecho a señalar las faltas de otros. Es un pecado mortal el dedicarse a encontrar faltas en los otros. Solamente es sabio el que es consciente de sus defectos. El que está constantemente buscando faltas en los demás adquirirá esas faltas en sí mismo debido al proceso de acción refleja.

Churchill, el orador efectivo Tienen que aprender del ejemplo de Churchill, quien aunque no le había ido bien en la escuela, a través de una total confianza en sí mismo y auto-educación, llegó a ser Primer Ministro de Inglaterra. Se alistó en el ejército cuando era joven. Después entró en la política, se entrenó a sí mismo para ser un orador público efectivo. Antes de asistir a un mitin practicaba delante de un espejo cómo se iba a dirigir a la audiencia y qué clase de impresión causaría con sus gestos y movimientos. Corrigiéndose de esta forma, desarrolló gran confianza en sí mismo y adquirió una personalidad pública impresionante. Se volvió maestro en el arte de la réplica aguda.

En un mitin electoral estaba fustigando a la oposición sin andarse con miramientos. Una mujer en la audiencia que se sintió fuertemente provocada por los ataques de Churchill se puso de pie y le gritó: “Cállese”. Y continuó: “Si yo hubiera sido su esposa le hubiera dado veneno para terminar con su vida”. Churchill, calmadamente, contestó: “Si yo hubiera sido su esposo le hubiera empujado el veneno en su garganta”. La mujer quedó avergonzada y permaneció en silencio de ahí en adelante.

En otra ocasión un miembro opositor en el Parlamento estaba replicando al discurso de Churchill. Viendo que éste mantenía los ojos cerrados durante su perorata, este miembro de la oposición se quejó de que Churchill estaba durmiendo mientras él respondía a su discurso. Dijo que esto era antiparlamentario.

Churchill se levantó inmediatamente y dijo:

“Hubiera sido inmensamente feliz, si hubiera podido dormir. Mi molestia fue porque no podía dormir y tenía que soportar la arenga de este miembro”. La respuesta suscitó risas en la Cámara.

Ustedes tienen que practicar el arte de la crítica silenciosa mediante respuestas ocurrentes.

Después de las manos y la lengua ustedes tienen que aprender a purificar la mente. La mente, se dice, está constantemente vacilando y saliéndose de control, pero cuando es dirigida en la dirección correcta estará en el estado apropiado.

Esta rectificación de la mente es yoga de la sabiduría (jñana yoga).

Ustedes tienen que aspirar a alcanzar esa triple pureza (trikarana suddhi). Esto les permitirá librarse de todas las malas cualidades y volverlos altruistas. Ahora ustedes parecen estar centrados en sí mismos hasta cuando se trata de cosas sencillas, como mirar a una foto de grupo o ver los resultados de un examen. Están interesados únicamente en localizar su cara en el grupo o su número en los resultados. Ustedes deben desarrollar una perspectiva más amplia y derivar alegría del éxito de otros, en lugar de estar interesados solamente en sus propios resultados. Los estudiantes de nuestro Instituto deben aprender a trascender tales actitudes estrechas y desarrollar una perspectiva más vasta.

Alocución pronunciada a los estudiantes de la Residencia Estudiantil Sri Sathya Sai en Prashanti Nilayam el 19 de enero de 1989