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Discursos dados por Sai Baba

10. 15/06/89 La sabiduría (vidya) y el entrenamiento cultural (samskara)

La sabiduría (vidya) y el entrenamiento cultural (samskara)

La sabiduría (vidya) y el entrenamiento cultural (samskara)

15 de Junio de 1989

La educación anglicanizada ha ganado prominencia.

Los estudios espirituales han sido relegados.

¿Cómo puede entonces desarrollarse la pureza de la mente, que es la esencia de la educación?

¡Profesores! ¡Estudiantes y amantes de la educación! El visible universo entero es una universidad cósmica. En ella cada ser humano tiene que aprender cómo comer, hablar y hacer muchas otras cosas. Por eso, la Naturaleza es la primera maestra. Al nacer, el hombre es semejante a un animal. Los padres le enseñan al niño cómo desarrollar sus facultades humanas. Si los parientes no asumieran esta tarea, el niño permanecería igual a un animal.

Así, la segunda categoría de maestros para un hombre, son sus padres. Los antiguos sabios sentían que no era suficiente desarrollar las cualidades humanas en el niño, y por eso visualizaron un sistema de entrenamiento cultural (samskaras) para el desarrollo espiritual del niño. Los samskaras tienen por objeto no sólo desarrollar más las cualidades humanas, sino también eliminar los remanentes de la naturaleza animal en el hombre.

¿Qué significa samskara? Es un sistema de prácticas para eliminar las malas tendencias del hombre e inculcarle buenas tendencias. Su propósito es cambiar la tendencia de mirar hacia lo externo (pravritti) para cultivar lo interno (nivritti).

El samskara es aplicable a todos los objetos El proceso de refinamiento (samskara) no está confinado a cosas específicas; es aplicable a cada objeto en el universo. El hombre no puede gozar de ningún objeto sin que medie un proceso de transformación. Por ejemplo, tomemos el caso del arroz con cáscara.

El arroz que ha crecido y ha sido cosechado no puede ser consumido tal cual; tiene que pilarse y convertirse en arroz listo para el consumo. En el proceso de transformación, el arroz original ha aumentado considerablemente su valor al transformarse en arroz listo para comerse. Es el proceso de trasformación, pues, que hace un objeto más útil y más valioso.

Tomen otro ejemplo, el del algodón. El algodón en su condición primaria tiene muy poca utilidad, pero cuando es hilado y transformado en tela, se vuelve apto para ser usado por el hombre.

Existe una gran diferencia entre el valor del algodón y el de la tela en la cual se ha convertido. La misma regla se aplica al oro. Hay una gran diferencia entre el valor del mineral de oro que se extrae de la mina y el oro una vez transformado por el proceso.

Está claro, después de estos ejemplos, que todos los objetos en el mundo, a menos que hayan pasado por varios procesos de transformación, no pueden adquirir mucho valor. Si este es el caso con relación a los objetos ordinarios, con mucha mayor razón es necesario que el hombre, quien es más importante que todos ellos, pase por esta transformación. El hombre es el más preciado objeto del universo. Los hombres son más valiosos que todos los objetos del mundo. Es el hombre quien les imparte valor a todos los objetos. Pero hoy en día no se le da el valor apropiado al hombre.

El hombre pierde todos sus poderes debido a la falta de autocontrol ¿Cuál es la razón? Es debido a la atracción del hombre hacia los objetos visibles del mundo experimentados a través de los sentidos, y a que es inconsciente del espíritu (Atma) dentro de él. Los poderes de los que el hombre está dotado son limitados.

Con las prácticas apropiadas, él puede hacer buen uso de ellos, pero, al involucrarse en los placeres sensorios, él los está perdiendo. La razón principal de la pérdida de los poderes dados al hombre, es su falta de autocontrol. Esto explica el inicio prematuro de la vejez entre mucha gente.

Para llevar a cabo cualquier cosa en el mundo, tres cosas son esenciales: una, dominio de los sentidos; dos, control sobre la mente; tres, mantener perfecta salud corporal. Es sólo cuando estos tres requisitos están presentes que el hombre puede alcanzar sus metas y sus anhelos. Si ahora el hombre falla en alcanzar siquiera objetivos insignificantes es debido a que él es deficiente en todos los tres requisitos mencionados.

Para adquirirlos, el hombre tiene que practicar la rectitud (dharma) como lo han prescrito los sabios. Los Vedas declaran:

“Lo que conduce al propio bienestar aquí y en el más allá es el Dharma” (Yatho abhyudaya nisshreyas siddhih sa Dharmah).

Esto significa que en este mundo, lo que da felicidad y quita la aflicción, aquí y en el más allá, es el Dharma. Esto requiere de unidad de pensamiento, palabra y acción. Ésta es la verdadera rectitud. Donde no hay acuerdo entre lo que uno piensa, dice y hace, la vida carece de significado. Es mediante la armonía entre el pensamiento, palabra y obra, que se manifiesta el verdadero valor de un hombre.

Las tres haches que más se necesitan La mera forma humana es inútil en el mundo. Por sus pensamientos y acciones uno revela su humanidad. Por eso todos los estudios que se prosigan deberían relacionarse con el cuerpo, la mente y el espíritu. Hoy en día la educación se detiene en lo concerniente al cuerpo y no prosigue hasta el corazón. La gente habla sobre Educación en Valores Humanos (EVH). Desde mi punto de vista, lo que se necesita no es EVH, sino 3H, educación que abarque cabeza, corazón y manos o sea, Head, Heart y Hands, en inglés.

Los estudiantes deben reflexionar sobre los valores humanos.

El que persigue conocimiento en el mundo puede ser un estudiante o un erudito, pero por eso no puede volverse un hombre sabio (jñani). Hay una gran diferencia entre el erudito y el jñani. Ravana dominaba 64 categorías de conocimiento, mientras que Sri Rama había estudiado sólo 34 categorías. Pero aunque Ravana hubiera estudiado más temas que Sri Rama, Valmiki describe a Ravana como una persona irracional (un murkha). ¿Por qué apodaron a Ravana un murkha? Porque a pesar de su dominio de todas las habilidades y artes, él era esclavo de sus sentidos. El que es esclavo de sus sentidos es un necio que ha perdido la razón. Rama no era dominado por sus sentidos. Él era su soberano.

La diferencia entre Rama y Ravana puede verse en tres aspectos:

“El que se regocija con el bienestar del mundo entero” (Sarva loka hitha Ratah); “El que está dotado de toda la sabiduría” (Jñana Sampannah); “El que está lleno de todas las virtudes” (Sarva Samudita Gunaihi). Rama promovió el bienestar del mundo adhiriéndose a la verdad y dando ejemplo de conducta correcta. De aquí que debe reconocerse la suprema importancia de sostener la verdad. Cada cual debe tratar de cumplir su promesa y vivir de acuerdo con lo que dice. El simple lema: “La verdad es vital al hablar”, contiene un profundo mensaje.

Todos ustedes tienen la tendencia de hablar demasiado.

¿Cuánto de veracidad hay en lo que dicen? Esta es la primera lección que los estudiantes deben aprender. Sin verdad, lo que ustedes hablen no tiene ningún valor. Es más, hay que decir la verdad para el bienestar del mundo.

Aprendan a llevar un vida valiosa Las personas educadas de hoy en día están preocupadas solamente por su propio bienestar y el de sus familias, y no tienen interés en el del mundo. La educación debe tener como meta el hacer que una persona tenga placer en promover el bienestar de toda la gente. Después de nacer, a medida que una persona crece, desarrolla asociaciones con parientes, amigos, maestros y muchos otros. Es a través de estas numerosas relaciones que uno desarrolla las propias cualidades humanas; sin estas asociaciones el individuo solitario permanecería al nivel animal. La naturaleza humana de uno se desarrolla mediante la sociedad y el contacto con la parentela, amigos y otros. Deben mostrarles su gratitud a todos ellos, esforzándose por su bienestar.

De esto, deben ustedes proseguir a adquirir un amplio rango de conocimientos; esto es lo que se quiso significar con la declaración: “La conciencia es vida”. El confinar sus intereses a unos pocos temas derivará en una mente estrecha. Para adquirir un amplio panorama y obtener un conocimiento completo de los hombres y las cosas, ustedes tienen que cultivar muchas buenas cualidades. Los maestros de ahora confinan sus enseñanzas en impartir conocimientos y habilidades útiles para ganarse la vida, pero no enseñan nada de la vida misma, de cómo debería ser vivida y las metas básicas de la misma. El aprender a ganarse un ingreso, no es gran cosa; el aprender cómo vivir merecedoramente como ser humano, es lo esencial.

Los maestros también deben preocuparse ellos mismos acerca del significado esencial de la vida y enseñar a los estudiantes las verdades básicas sobre la misma.

Los estudiantes de ahora buscan la educación, no por el conocimiento mismo, sino como un medio de ganar dinero o para manejar el poder. Esto no es verdadera educación. El descubrir la propia esencia espiritual es lo que constituye una verdadera educación. Todos los males que presenciamos en el mundo hoy día provienen de un sistema pervertido de educación. Las personas llamadas educadas no tienen control sobre sus sentidos.

El autocontrol es el único medio para una verdadera bienaventuranza La necesidad primordial para los estudiantes es el desarrollo del autocontrol. Ellos deben ser capaces de permanecer con mente firme y resuelta en sus actitudes en cualquier circunstancia.

Esto sólo puede ser adquirido mediante una disciplina espiritual, que es también el medio para una verdadera bienaventuranza.

El mundo está en extrema necesidad de disciplina espiritual. La espiritualidad es esencial aun en la persecución de la ciencia. Si ustedes miran el ordenado movimiento de las estrellas y de los planetas en sus respectivas esferas, pueden ver que sólo un poder divino puede asegurar el orden en el Cosmos.

La atracción gravitacional de la tierra es evidente cuando un objeto cae, pero la fuerza de la gravedad no es visible. De la misma manera, existen innumerables fuerzas divinas invisibles que operan en el universo y, porque no se pueden ver, no se puede negar su existencia.

Otro hecho a tener en cuenta es la forma en que el equilibrio se mantiene en la naturaleza. Si este balance se perturba, habrá muchas consecuencias adversas. Durante la última Guerra Mundial, millones de hombres murieron en batalla; después de la guerra los bebés que nacieron fueron casi todos niños varones; la razón es que el equilibrio en la relación de los sexos tenía que mantenerse según el divino esquema de las cosas. La Divinidad opera de esta manera para preservar el orden cósmico.

Cuando este orden se perturba, el mundo está en peligro.

Olvidando el papel de la Divinidad y perdiéndose a sí mismo en persecuciones mundanas, el hombre está perdiendo el derecho a su estado humano básico.

La Divinidad subyace a toda la creación Deben darse cuenta de que es el poder de lo Divino el que les permite ver, hablar, moverse y pensar. Todos los poderes de los órganos de los sentidos derivan de lo Divino. El hombre, en su engreimiento, puede imaginar que él es el hacedor, pero es resultado de su ignorancia e insensatez. Ustedes tienen que indagar qué es lo que sostiene a toda la creación y es responsable de su existencia. La respuesta es: la Divinidad.

Sin fe en la Divinidad nada puede lograrse. No hay que buscar una razón para esta fe. No tiene razón ni estación. Está más allá de lo racional, como el amor de un niño por su madre.

El niño ama a su madre por la sola razón de que ella es su madre. Cuando a uno le preguntan por qué tiene fe en Dios, la respuesta debe ser: “Porque Él es mi Dios”. Deben desarrollar tal confianza. Sólo con tal firmeza de fe podrán realizar a Dios; y esa fe firme puede acrecentar considerablemente su fuerza.

Existen hoy elementos que minan cualquier pequeña confianza que los estudiantes puedan tener. Ellos son inocentes; sus corazones y mentes son inmaculados; carecen de egoísmo.

Pero algunas personas interesadas infunden dudas en sus mentes. Ciertos padres y maestros tienen la culpa. Cuando los maestros se dirigen a los estudiantes, deben tratar de fortalecer la fe de los estudiantes mediante su ejemplo. Si la conducta de un maestro difiere de lo que enseña, ¿cómo puede él servir de ejemplo? Si los maestros exigen disciplina a los estudiantes, ellos mismos deben acatar la disciplina. Si los maestros se comportan bien, todo andará bien entre los estudiantes.

Mejoren su equilibrio mental a medida que crecen Un aspecto irónico de la educación de hoy es que, a medida que el muchacho progresa en educación, su fuerza moral, su integridad, declinan. Los niños, en la primaria, observan perfecta disciplina y buena conducta. Amedida que avanzan hacia la secundaria, su pureza y disciplina disminuyen; ya por el tiempo en que llegan a la universidad, todo se vuelve desorden. A medida que se vuelven mayores, pierden su autocontrol. ¿Cuál es la razón?

A medida que crecen en años su equilibrio mental se perturba y pierden estabilidad y autocontrol. Los muchachos mayores tienen una influencia dañina en los menores. Por eso es de suma importancia que los del último año se corrijan y den un buen ejemplo a los demás.

Todos y cada uno deben tener en cuenta que todas las regulaciones y disciplinas que han sido prescritas para los estudiantes, son concebidas solamente para su propio interés. Sólo aquellos que están preparados para acatar estas reglas y reglamentos merecen estar aquí.

El papel de los maestros y de los padres Luego, están los maestros. Se vuelven padres de niños con el debido tiempo. Pero esto no es importante en sí mismo. Deben volverse padres ideales. Si los maestros no crían a sus propios hijos de una manera ejemplar, ¿cómo van a moldear a los hijos de otros que les son confiados? Se ha comprobado que los hijos de los maestros se comportan inapropiadamente.

Muchos padres echan a perder a los hijos cuando van a casa para las vacaciones. La disciplina que han cultivado en la escuela o en el colegio es minada en el hogar. Muchos padres tienden a mimar a sus hijos y a echarlos a perder como lo hizo Dhritarashtra.

Los padres pueden alabar lo que es bueno en sus hijos, pero no deben vacilar en castigarlos cuando se descarrilan. Es debido al exceso de indulgencia mostrada por los padres que muchos estudiantes se echan a perder. No es esto todo. Cuando los muchachos regresan a casa y siguen con sus prácticas espirituales, los padres los regañan por su devoción y les dicen que tienen tiempo para observar estas prácticas en su vejez. Los padres de este tipo, que minan las semillas de devoción en sus hijos, son versiones modernas de Hiranyakashipu (el padre de Prahlada).

Los padres deben velar por que los hijos se queden en el camino recto en todo momento. Los estudiantes, por su parte, deben aclararles a sus padres que no van a abandonar por ningún motivo las cosas buenas que han aprendido en su institución educativa. Cuando los niños recitan en el hogar una oración antes de comer, como lo hacen en su residencia estudiantil, son a veces ridiculizados por observar esta práctica. Los muchachos deben tener el valor de decirles a sus padres que la oración se hace como una expresión de gratitud a lo Divino, que es el proveedor de todas las cosas. No abandonen la práctica si no pueden persuadir a sus padres que la hagan. Respeten a sus padres, pero no vacilen en decirles que sienten que tienen razón, con toda humildad y reverencia.

El mero conocimiento libresco no constituye una verdadera educación. Ni significa la habilidad de hacer malabarismos con las palabras. La educación significa ensanchar el corazón. Implica el desarrollo del control de los sentidos. Debe hacer que uno trate de promover el bien en el mundo. Debe servir para instilar todas las buenas cualidades en el estudiante. Una educación falta de tales cualidades carece de valor.

El hablar excesivo es responsable por la pérdida de control de los estudiantes y el no adquirir buenas cualidades. Hasta el poder de discriminación entre lo transitorio y lo permanente se pierde debido a esto. No sabe cómo comportarse con los mayores y los extraños.

El control del habla desarrolla la agilidad mental El efecto del habla excesivo sobre el comportamiento y las facultades mentales de la gente fue objeto de investigación en la Universidad de Columbia. El experimento fue conducido en una escuela primaria durante veinticinco años. Los estudiantes fueron agrupados separadamente en tandas de diez. Aquellos estudiantes que hablaban menos recibían premios. Las pruebas eran conducidas hacia estudiantes que se dedicaban a charlas excesivas y hacia aquellos que observaban silencio o reticencia. Con el curso de los años se encontró que las habilidades intelectuales de los estudiantes que observaban control en el habla eran de alto orden. Había pureza en su habla. Tenían amplitud de visión. Desarrollaron mentes inquisitivas. Tenían un alto grado de discernimiento.

En el caso de los estudiantes que hablaban en exceso, se encontró que su poder mnemónico era débil. Tenían la mente estrecha. Carecían de poder de discriminación.

El resultado del experimento confirmó la sabiduría de los antiguos rishis, que se iban a la selva para la contemplación silenciosa.

Cada una de las prácticas de los antiguos sabios estaba diseñada para llevar a los hombres al nivel más alto. Recuerden que al restringir el habla pueden desarrollar agilidad mental.

Mantengan un comportamiento uniforme Dondequiera que se encuentren, así sea en el colegio o en la residencia estudiantil, o fuera en sus hogares, deben observar la misma disciplina y el mismo comportamiento correcto.

Sólo eso es verdadera disciplina. El comportarse de una manera en la presencia de Swami y de una manera diferente cuando están lejos de Swami es totalmente inapropiado. Mantengan uniformidad en su comportamiento dondequiera que se encuentren.

Estudien bien, pero velen por que hagan buen uso del conocimiento que han ganado. Dense cuenta de la distinción entre el escolástico y el hombre sabio (jñani). Cuando practican lo que han aprendido, la alegría que deriva de ello es mucho mayor que lo que obtuvieron del estudio. El hombre que practica lo que él ha aprendido es un hombre sabio (jñani). El hombre que meramente hace alarde de su conocimiento libresco es un pedante.

Deben volverse hombres sabios, así como eruditos. Entonces se volverán adecuados para realizar la bienaventuranza del Espíritu (jñanat evatu kaivalyam).

Tomen bien en consideración la razón por la cual han escogido venir a este instituto, cuando hay tantísimas otras universidades.

Aquí, además de la educación académica, el énfasis está en la disciplina espiritual (samskara). En otras partes hay educación pero no refinamiento del Espíritu.

El refinamiento debe seguir a la educación Sólo la combinación de educación y refinamiento espiritual puede sacar todas las cualidades en un ser humano. Samskara significa desechar todas las malas cualidades, malos hábitos y malos pensamientos, y desarrollar buenas cualidades, buenos pensamientos y buenas acciones. Deben apuntar a la bondad y no a la grandeza. Pueden mostrar respeto por lo grande. Pero deben reverenciar y amar con todo su corazón a los buenos. Los buenos son adorados y amados dondequiera que vayan. A los grandes pueden mostrar deferencia. No se preocupen acerca de la grandeza. Cultiven el amor. Vuélvanse la misma personificación del amor. Entonces pueden compartir ese amor con todos.

¡Estudiantes! El Vicerrector habló acerca de la importancia de la disciplina. Les guste o no, deben practicar la disciplina.

Con el debido curso del tiempo se vuelve un hábito correcto. A un niño, al comienzo, no le gusta el alimento cocido. Pero a medida que lo van alimentando, se acostumbra al alimento y hasta le gusta. De igual forma, con la práctica regular, se habituarán a una vida de disciplina y hasta la disfrutarán. Es por medio de la práctica regular que lograrán la tranquilidad.

En la persecución de sus estudios, no se confinen a los temas prescritos. Además de estas materias especiales, deben adquirir conocimiento general y sentido común.

Desarrollen firme fe en Dios. Todos los males que afligen al mundo de hoy se deben a la pérdida de la fe en Dios. ¿Por qué ha perdido el hombre la paz mental? La razón es doble:

Uno, indiferencia a lo que él tiene; dos, ansia por lo que él no tiene. El hombre no hace el uso apropiado de lo que tiene.

¿Por qué habrá de ansiar lo que él no tiene? Uno debe estar contento con lo que uno tiene y no debe preocuparse por las cosas que no tiene. Sólo entonces podrá ser feliz. Esto es verdadera educación.

Discurso inaugural pronunciado a estudiantes y maestros del Instituto Sri Sathya Sai en el Auditorio del Instituto, en Prashanti Nilayam, el 15 de junio de 1989.

Dios tiene cuatro cualidades y es sólo cuando las cultivan que pueden comprenderlo. Son: Amor, Belleza, Dulzura y Esplendor. El desarrollo del Amor es suficiente para que obtengan los otros tres. Cuando están llenos de Amor por lo Divino en toda la creación, esa etapa es Belleza; cuando están inmersos en el mar del Amor universal, alcanzan el máximo de la Dulzura; cuando su mente pierde su identidad y se funde con la Mente Universal, entonces hay un Esplendor indescriptible.

Baba