.



 

Discursos dados por Sai Baba

11. 16/04/88 Busca primero

Busca primero

Busca primero

16 de Abril de 1988

” Todos los placeres mundanos son transitorios, temporales.

Muy a menudo terminan en dolor y decepción. Sólo Dios es la fuente de la bienaventuranza perdurable. El propósito del nacimiento humano es tomar conciencia de la divinidad inherente en el hombre.

En una ocasión, un importante maharajá (gobernante) presentó una gran colección de pinturas y obras de arte. Se expusieron los mejores trabajos, y la exhibición estuvo abierta a todo el público. El maharajá anunció que cualquiera podía entrar y llevarse lo que le gustara. Gran cantidad de hombres y mujeres asistieron a la exhibición y tomaron lo que más les agradó.

Entre esas personas había una dama que observó todo lo que se exhibía y salió por la puerta principal sin llevarse nada. El maharajá notó que, de todas las personas que visitaron la muestra, ella fue la única que se marchó con las manos vacías. Curioso, quiso saber cuál era la razón, de modo que le preguntó a la dama:

—Señora, ¿no ha encontrado nada de su interés en la exhibición?

Ella respondió:

—Hay muchísimas obras hermosas aquí.

El maharajá insistió:

—¿Pero no había nada que usted quisiera?

—No —respondió la dama.

El maharajá repuso entonces:

—Si es así, dígame qué es lo que desea y se lo daré.

La mujer preguntó:

—Maharajá, ¿promete que me dará lo que yo quiero? ¿Es sincero su ofrecimiento? ¿Mantendrá su palabra?

—No lo dude —respondió el maharajá.

—Pues, yo sólo lo quiero a usted —declaró la dama.

Fiel a su palabra, el maharajá se rindió ante ella. Cuando el maharajá mismo fue de la dama, todas las cosas que había en la exhibición también le pertenecieron.

El Universo entero puede ser de ustedes Este cosmos es una vasta exhibición. Es la creación del Señor.

Todos entran y se llevan lo que eligen. Algunos buscan un trabajo; otros, riquezas, y así sucesivamente. Se contentan con llevar los objetos que desean. Sin embargo, nadie pregunta: “¡Swami! Si me llevo una cosa u otra, ¿qué es lo que gano? Si Tú te vuelves mío, todo lo demás será mío”. Habiendo entrado en la exhibición cósmica, deben buscar a la Divinidad. Entonces, el universo entero será de ustedes. Traten de encontrar aquello que es perdurable e inmutable. No tiene sentido ir en busca de una cosa tras otra. Ese proceso no tiene fin. No trae ninguna satisfacción. Lo que adquieren hoy, pierde su encanto al día siguiente, y entonces desearán algo nuevo. Sin embargo, una vez que se alcanza la Divinidad, se obtiene todo lo demás.

En la exhibición cósmica, ustedes ven, oyen y experimentan innumerables cosas. Sienten depresión, confusión y decepción.

No están satisfechos. “Asantrupto nijo nashtah” (“La falta de satisfacción es la verdadera pérdida”). El hombre que no está contento experimenta continuamente la pérdida. No hay límite para los deseos. Uno siente hambre, el otro tiene sed. Si se le ofrece agua al sediento, no estará satisfecho, pues querrá un refresco. Cuando se le dé un refresco, deseará un helado. Y así sucesivamente.

Nada lo satisface.

No hay límite para el deseo de cosas materiales. Para librarse de estos deseos, el hombre debe dirigir su mente hacia Dios. Ese es el modo de alcanzar el contento y la bienaventuranza perdurable.

Discurso pronunciado ante los estudiantes del Instituto Sathya Sai, en Nandanavanam, Ooty, el 16 de abril de 1988.