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Discursos dados por Sai Baba

03. 08/02/87 Lineamientos para la bondad

Lineamientos para la bondad

Lineamientos para la bondad

8 de Febrero de 1987

Esta tierra fue la cuna de los ideales espirituales, morales y éticos, así como de los valientes que encarnaron esos ideales. Pero se ha vuelto un desierto, donde la injusticia, la anarquía, la falsedad y la corrupción representan su diabólica danza. Para poder superar esta calamidad y restaurar el reino de los valores humanos básicos –la verdad, la conducta correcta, la paz y el amor–, tenemos que confiar en los jóvenes que están en escuelas y colegios.

Lo malo es que se instruyen solo en habilidades provechosas y temas seculares. Llegan a adultos sin conocer la cultura de la India, su filosofía y la herencia de sus ideales sociales.

Los Vedas forman la base misma de esta herencia. El sabio Vyasa reunió las voluminosas escrituras védicas bajo tres títulos:

Karma Kanda, Upasana Kanda, Jñana Kanda, es decir, secciones que tratan sobre los ritos sacrificiales, la adoración divina y la sabiduría espiritual. Estos son tres caminos que llevan del uno al otro.

El karma es actividad, acción, obra. Los Vedas insisten en los ritos, rituales, ceremonias, etcétera, pero no como actos orientados a obtener una recompensa. Así actúan los pájaros y las bestias. El hombre, que está provisto de la inteligencia para seleccionar y escoger, a fin de beneficiarse del pasado y prepararse para el futuro, debe utilizar cada karma que haga para purificar su mente de las escorias de los deseos bajos. Para él, el karma debe ser un acto de adoración, una ofrenda a Dios, el cumplimiento de su deber.

Es importante elevar el nivel de conciencia Shri Krishna declaró: “Aquel que es el mismo para el enemigo y el amigo, porque no tiene preferencia o prejuicio; aquel que es ecuánime en el honor y el deshonor; aquel al que no afecta el frío ni el calor, la felicidad ni la aflicción, que está libre de apego, ese hombre ocupado en el servicio devocional es muy querido para Mí” (Gita, -18). La India ha sido descripta como Karma Kshetra, la tierra donde la acción es sublimada en un elevador y sagrado esfuerzo espiritual. La única recompensa que debemos buscar es la victoria sobre el egoísmo, lograda con el desarrollo del desapego. El deseo egoísta de apropiarse de las ganancias de las acciones produce orgullo, codicia y odio. El karma dictado por el deber y los impulsos más elevados es el primer paso en el viaje hacia la propia Realidad.

El camino del karma puede considerarse la etapa de la escuela primaria, que nos prepara para el camino de la adoración o devoción (bhakti marga), que sería la secundaria, y la universidad, que sería el jñana marga. Sólo el conocimiento (jñana) puede ayudarnos a llegar a tener conciencia de la Realidad. Sin embargo, la única meta de la educación actual es lograr un medio de vida. Está orientada a los puestos de trabajo, no a la verdad, ni a Dios. La vida debe ser vivida en amor, paz y bienaventuranza. Por lo tanto, ya en las escuelas y universidades, los muchachos y las muchachas deben conocer acerca del Atma siempre apacible, siempre bienaventurado, siempre lleno de amor. El cuerpo, los sentidos, la mente, la razón y el intelecto son todos “irreales” en el sentido de la existencia temporal. Elevar el nivel de vida no es tan importante como elevar el nivel de conciencia.

La acumulación de cosas es lo que se destaca en la educación actual. Pero también se necesita saber renunciar. La renunciación no es una pérdida; es muy provechosa, pues por medio de ella se adquiere felicidad, ya que el renunciamiento significa libertad, rendirse a la libertad, rendirse a Dios y al amor. Dios es amor. Él puede ser conocido sólo gracias a la expansión del amor. Cuando los estudiantes dejan las escuelas y universidades y participan en la vida de la familia, la sociedad, la comunidad, el país, deben ser ejemplos de sencillez, humildad y servicio mutuo. Deben amarrar sus vidas a la rectitud (dharma) y en la sabiduría (jñana).

Cultiven la bondad, eviten la maldad Practiquen y prediquen. La mera predicación parecerá ridícula.

Cultiven la bondad, eviten la maldad. Ahora a los jóvenes les gusta escuchar, mirar y hablar de cosas malas. Los padres los desalientan si visitan los templos, oran o meditan o leen libros espirituales.

Ellos mismos no conocen el valor de estas prácticas y hábitos.

En realidad estas son ganancias positivas; los conocimientos e intereses mundanos son logros negativos.

Deben aprender a dominar sus sentidos, en lugar de dejarse esclavizar por ellos. Su mente, su capacidad de razonamiento, sus pasiones y emociones deben ser herramientas que ustedes manejen y no, que los manejen a ustedes. La palabra sánscrita para hombre es manava, lo cual significa “aquel que se comporta como si no fuera ignorante”, es decir, aquel que está consciente de quién es, de dónde ha venido y por qué.

El antiguo dharma indio basado en los Vedas, y que incorpora la más elevada y duradera sabiduría, debe ser aprendido, observado y practicado por ustedes. De modo que maestros y padres deben también absorberlo ellos mismos e instruirlos a ustedes. Esto los ayudará a llevar vidas ejemplares y a guiar a otros para que logren la paz y la calma. Deben aprender, más que ninguna otra cosa, la disciplina y la paciencia. En la práctica espiritual (sadhana) de “dar y recibir” la vida es un ejercicio. No se complazcan solo en “recibir”. “Den” y tendrán derecho a “recibir”.

Los estudiantes deben valerse por sí mismos He fundado escuelas y universidades, porque los niños que reciben una educación verdadera y completa son la esperanza de la nueva era. El objetivo de estas universidades no es proveer a los estudiantes de “títulos” para que ellos usen como cuencos cuando vayan tocando de puerta en puerta, mendigando un trabajo. Los estudiantes deben valerse por sí mismos, no tienen que usar muletas.

Deben regresar a sus aldeas y liberar a sus padres de las duras tareas del campo: sembrar, cuidar el cultivo y cosechar. Den gracias a sus padres por el amor y el cuidado brindados, por el servicio y el sacrificio que han hecho por ustedes. No se enorgullezcan de haber obtenido un título mientras están sentados cómodamente en casa y dejan pasar el tiempo ociosamente.

Los límites y las restricciones son esenciales para una vida social serena. Por esto, deben aceptar la disciplina y no ansiar una vida que no respete los límites de cada faceta del comportamiento.

Una de las razones por las que hay indisciplina es el rol supremo del dinero en las instituciones educativas. Se han vuelto un negocio, templos de Lakshmi, Diosa de la Riqueza, en vez de permanecer como templos de Sarasvati, Diosa de la Sabiduría. La Universidad de Prashanti Nilayam no cobra por la enseñanza ni por las instalaciones de laboratorio y biblioteca, ni por los juegos, y otras cosas, desde el primer año hasta el doctorado. La educación es elevada a un acto de servicio para la nueva generación. Al aprender en esta atmósfera, más adelante los estudiantes serán entusiastas servidores. Deberían estar deseosos de servir a otros, no de ser servido por otros. El sabio Vyasa declaró que el servicio es un acto sagrado.

Nadie puede negar o ignorar a Dios El hombre puede desear algo bueno. Esto se debe a un impulso interno, el iccha shakti, pero no puede cumplir ese deseo a menos que proceda de acuerdo con un plan que le garantice el éxito. El deseo tiene que plasmarse en una acción. Esto requiere el kriya shakti o poder de la acción. Por encima de todo, la realización depende del jñana shakti, o sea de la fuerza o claridad de la sabiduría, la confianza en uno mismo que fluye del dominio de la situación. Este es un don de gracia de Dios, del Dios instalado en el corazón. Cualquier acto que se planee y ejecute, debe ser sublimado como una ofrenda a Dios; de otra forma degenerará en una gimnasia vacía. Dios es Omnipresente. El Gita afirma que Sus manos y Sus pies están en todas partes; también, Sus ojos, cabeza y rostro. Nadie puede negar o ignorar a Dios. Cuando una persona niega a Dios, se está negando a sí misma. Deben promover la fe en Dios y saber que Él existe en todos. Esa fe sembrará humildad, valor y reverencia en ustedes.

Como la corriente eléctrica que activa el micrófono, el ventilador y las lamparitas, el invisible Dios puede ser inferido a través de Sus manifestaciones y acercado a la conciencia. En un vaso de agua, el azúcar se queda en el fondo y, así, el agua sabe desabrida. Pero cuando el agua se mezcla, la dulzura la impregna por completo.

Ahora, piensen que su corazón es como el recipiente de vidrio. Los deseos y diseños mundanos forman el agua. El divino Atma es el trozo de azúcar. Con su intelecto como cuchara, si ejecutan el vigoroso sadhana del batido, podrán reconocer la manifestación de la divinidad en cada gota.

¡Estudiantes! Expandan su amor para que reconozcan a Dios en cada ser. Esta es la meta, el propósito y la realización de la educación (vidya).

Discurso pronunciado en Sathya Sai Gram, Muddenahalli, en la inauguración de Bloque “Smt. V. Boggaram N.” en el Campus del Sri Sathya Sai Loka Seva Trust College, el 8 de febrero de 1987.