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Discursos dados por Sai Baba

28. 23/12/61 La búsqueda de la tranquilidad

LA BÚSQUEDA DE LA QUIETUD

LA BÚSQUEDA DE LA QUIETUD

23 de Diciembre de 1961

Bangalore

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EL NOMBRE de Sanathana que ustedes han adoptado para su Instituto Industrial Cooperativo de Trabajadores (Workers Cooperative Industrial Institute) es extraño aun para el departamento que dirige el ministro que está sentado aquí. Pero ese nombre es el que Me ha traído a este lugar. Todos son sanathana o eternos, aunque parecen ser nuthana o nuevos debido a ese traje flamante que llevan. Esto lo podrán descubrir solamente a través de una sabiduría que infunda discernimiento e insista en los valores básicos.

Por la mañana, cuando esta sociedad fue inaugurada formalmente en Sriramapuram, su primer ministro dijo que todos nuestros problemas surgen de la ignorancia y que la expansión de la educación los resuelve automáticamente. Tuve que corregirlo y manifestar que todos nuestros problemas se deben al hecho de que la gente educada no está en nada instruida en los temas que realmente importan. No tienen ni discernimiento ni disciplina ni fe. No honran a sus padres ni son agradecidos con ellos. Se ríen de quienes miran hacia Dios y de los que dan poca importancia al mundo en el esquema de las cosas. No aprecian los simples placeres de la meditación, de la recitación del nombre del Señor, del silencio y del servicio. Sin embargo, están cargados de pesados grados y títulos que proclaman ¡ que son educados! Esa es la tragedia.

¡Los educados no tienen ni un ápice de la paz que los iletrados poseen! Viven en mayor descontento e infelicidad y son llevados sin guía de un lado a otro en un mar de problemas. No saben nada de la fuente de paz y bienaventuranza que cargan dentro de sí; dejan que la conciencia interna se vaya secando por el abandono; no conocen los medios para regarla con las aguas del amor y cultivar en ella los frutos de la gran paz ( prashanthi).

Leen libros, pero no corrigen sus maneras de pensar y de vivir. Los estantes del dispensario están llenos de medicinas; pero ¿cómo puede ser curada su enfermedad si sólo aprenden de memoria el catálogo o la farmacopea? Tienen que seleccionar la droga que necesitan, beberla, asimilarla y contrarrestar la causa del mal.

Les daré un ejemplo: Yo Me he estado moviendo por esta ciudad de Bangalore y otros lugares durante más de 22 años, pero aunque decenas de millares de personas Me han visto, son contadas las que han comprendido Mi naturaleza. Esto ha ocurrido porque los simples ejercicios del escuchar, reflexionar y meditar o contemplar (sravana, manana y nididhyasana) no los practica la gente, no sabe cómo reconocer a la divinidad ni dentro de sí ni dentro de los demás. La gente simplemente habla y se aconseja la una a la otra a servir a todos como a las propias formas de Dios, pero todo ello son meras charlas convencionales carentes de inspiración o de significado.

Desde muy antiguos tiempos en la India han sido pregonadas la gloria, la divinidad y la santidad del hombre y se ha enseñado la manera de reconocerlas. Sólo aquellos que han aprendido merecen ser hijos e hijas de esta tierra. Los demás son como los cuclillos que nacen en nidos de cornejas; su lugar de nacimiento es la India, sin duda, pero básicamente son extraños, de una especie diferente por completo. Guru Nanak dijo que sin fe en Dios los hombres están ciegos; sin ella son cadáveres ambulantes. Su vida puede ser tan grandiosa, tan bella, tan rica como el Taj Mahal; pero recuerden que el Taj es sólo una tumba. No importa el método de adoración cualquiera que sea el nombre o la forma; lo que vale es la fe, la cual da vida y energía para cosas más elevadas.

Hay habladurías aterrorizantes acerca de ashtagrahakuta y de las calamidades que la conjunción de esos ocho planetas hará llover sobre la humanidad. Al igual que la cola de Hanuman con la llama en la punta que se extendía y se extendía prendiendo fuego a todo Lanka, este pánico aumenta a cada momento y pone nervioso a todo el mundo. Créanme, nada sucederá; no hay peligro alguno. Desde luego que, con este temor, la gente de todas partes está haciendo ofrendas y rituales, que en sí son buenos. Dan algo de valor y paz mental. Muy bien hasta ahí. Entre tales actos Me gusta el que se efectúa no por el bien del individuo sino por el de la humanidad. Hagan ofrendas, sí, a fin de promover la felicidad y la paz de todos los seres vivientes. Fomenten ese amor por los hombres de todas las regiones. Esa también es Mi misión, Mi resolución, Mi voluntad divina (sankalpa), Mi dedicación (diksha) : el implantar el amor en cada corazón humano.

El Señor es amor (prema); el amor es Dios (Paramatma). Si llenan su corazón de amor no entrarán en él odio, envidia, codicia ni egoísmo. No habrá ningún pralaya o periodo de disolución para una tierra rebosante de amor. El único caos que puede presentarse en el próximo mes de febrero es el del fracaso para muchos candidatos en las elecciones generales. Nadie más tiene que preocuparse por la conjunción de planetas. Caos o no caos, su deber es orar por el bienestar del mundo y trabajar por él en la medida de su fuerza. Recen por paz suprema (prashanthi) para todos; cumplan su cometido sin añadir nada a la intranquilidad (ashanthi) reinante.

Cada quien es básicamente Dios; o sea, uno mismo en esencia. Él es el motivador interno en todos. El hindú sabe esto en el fondo de su corazón; lo ha bebido con la leche materna. Tal conocimiento y la acción acorde con ese conocimiento son las marcas distintivas del hijo de la India. Eso debería hacer que el hindú verdadero careciera de temores, pues el Atina, que él es realmente, no puede ser alterado por el dolor o la muerte, ni por la alegría, el accidente o la calamidad.

¿De qué sirve buscar en la selva de la naturaleza (prakrithi) la quietud que se consigue sólo en el silencio de la conciencia interna? Sería como buscar bajo el farol de la calle algo que han perdido en su cuarto. Han extraviado su ser mismo; búsquenlo dentro de ustedes; ese es el camino de la sabiduría.