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Discursos dados por Sai Baba

18. 21/10/61 Las manos y los pies en todas partes

Sarvathah paanipaadhah

Sarvathah paanipaadhah

21 de Octubre de 1961

Prashanti Nilayam

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Bhadram los ha complacido a todos con su obra: Kathakalakshepam. Estaba preocupado por su salud precaria; pero el entusiasmo lo hizo sobreponerse a la debilidad física y la devoción le dio la energía requerida. Sus emociones se levantaron cual nubes de exaltación; sin embargo su voz se arrastraba por las ciénagas de la convalecencia. Ustedes pasaron la prueba de estar sentados en el suelo por más de dos horas. Este es el espíritu verdadero, el de no darle indebida importancia a las quejas temporales del cuerpo.

La síntesis del cuento que Bhadram recitó y comentó es ésta: el Señor es el titiritero (natanasutradharit). Parecería que los títeres bailaran de propio acuerdo y siguieran su propio guión, que no hubiera nadie detrás del drama para dirigirlo, que los títeres estuvieran vivos y llenos de actividad. Las cuerdas son invisibles para ustedes. Es la mente la que los engaña así.

(Aquí Baba cantó una canción: “La mente de este hombre prefiere a Krishna, otro quiere a Shiva, otro prefiere a Alá, sin forma” ).

Mi voz, como habrán notado, aquí se pierde porque la siguiente línea es acerca de alguno que prefiera el nombre de Sai. Yo nunca le pido a la gente que Me adore y abandone las formas que ya reverencian. He venido para restablecer el dharma y por eso no exijo ni exigiré, ni necesito sus homenajes. Dénselos a Su Señor o gurú, quienquiera que sea. Yo soy el testigo, quien ha venido para enderezar la visión.

En el cuento, Bhadram hizo referencia a Krishna y a sus actos, a cómo Él mató a su tío materno, etc. Pero todo esto formaba parte de sus planes, era fracción de la tarea. Cuando la verdad ha de acatarse no puede interferir ningún débil lazo físico. El Señor se ocupa solamente de aquellos cuyo corazón está hipotecado con Él. Él se ocupa de la devoción, no de los devotos. Él no es parcial para con sus parientes, no está movido por filiaciones baratas de esta clase. Estos recitadores y exponentes han rebajado los actos del Señor, tratando de complacer a la gente sencilla. Hacen de Narada un estafador de baja intriga, de Viswamitra un tonto, de Hanuman un mono y de Rama un simple hombre. Crean la impresión de que Dios es celoso, codicioso, vengativo y sujeto a acceso de pasión. Rara vez desenredan los significados y simbolismos de las historias e incidentes y de los Nombres y Formas de las personalidades de los Puranas. Deberían interpretar los incidentes en el contexto del progreso espiritual; deberían juzgar las acciones con referencia a las normas de la edad en que aparecieron; no colocándolos frente al trasfondo de los tiempos modernos. La gente debería ser transformada por las recitaciones y el efecto debería ser como la emoción que causa un baño en el sagrado Ganges. El recitador mismo debe esforzarse por lograr esa experiencia espiritual mediante sinceras prácticas espirituales. Sólo eso puede dar genuina satisfacción a los que escuchan y alegría al recitador.

Claro está que hasta que la mente esté liberada de las dudas, tienen que limpiarla por medio de una conducta moral y de una disciplina espiritual. Entonces la verdad se reflejará más y más claramente en ella, a medida que continúa el proceso. El apetito por los bienes mundanos debe adormecerse; debe marchitarse y caer como pétalos de una flor. No deben ser tomados y puestos a un lado. El ruido del mercado debe dar lugar al silencio del altar; sólo entonces puede escucharse el susurro secreto de la conciencia y reconocerse la señal de alarma de los Sastras.

El poder del Atma (Atmashakthi) puede funcionar solamente provocado por el poder de la maya (Mayashakti). Es por esto que maya nació precisamente antes que Krishna. Si no hay maya, ¿cómo puede escenificarse el drama? En realidad, la maya tiene que anunciar la llegada y la identidad. La ausencia de paz (ashanti) de una clase u otra los trae naturalmente a este lugar; pero habiendo venido, no se concentren sólo en dádivas objetivas; reciban también el valioso consejo dado para el desarrollo interno. Deben orar: “Asato ma sat gamaya” (“De la irrealidad llévame a la realidad”).

¿Hay algún fin a la lista de bienes materiales que desean? Cuando obtienen uno, otro viene a tentarlos. Si no obtienen ese otro, muy a menudo su apego al Señor se afloja. Si pierden o les roban algo, pierden la fe en Mí. No he venido para cuidar sus joyas y sus valores. He venido para cuidar su virtud y su santidad y para guiarlos hacia la meta.

Si su bondad está en peligro, vengan a Mí. Yo les diré cómo cultivarla y cosechar el fruto. Si alguien es arrebatado por la muerte en un peregrinaje a Kasi o Badrinath, se consuelan diciendo que fue una manera envidiable de irse. Pero si tienen un simple ataque de jaqueca en Puttaparthi, empiezan a culparMe. De acuerdo con ustedes, aquellos que han entrado a este recinto una vez no deben morir. Si mueren, su fe vacila y merma. Bien, ni el más mínimo párpado puede abrirse sin la voluntad del Señor. De manera que traten de obtener la gracia del Señor y dejen que Él conteste a todas las preguntas de acuerdo con su antojo.

Al salir el Sol, todos los botones de loto que hay en el lago se abren en toda su lozanía. Sólo los que han llegado a su pleno crecimiento pueden florecer así; el resto tiene que esperar su turno y crecer. Su gracia es el derecho de todos, pero sólo puede ser ganada por disciplinas espirituales.

No tengo odio ni ira en Mi ser; Mi elemento vital es el amor. Yo soy el repositorio de la compasión. CompréndanMe correctamente a Mí y a Mi naturaleza. El reflejo de la Luna en la profundidad del lago parece moverse y temblar debido a las olas; pero miren hacia arriba y verán firme como siempre a la Luna. Yo soy siempre firme, Mi gracia está allí todo el tiempo. Para el ojo externo, Mi acción es mágica, un milagro; para el ojo interno es todo un juego divino (lila), voluntad divina. La mano que crea es la mano que da, no retiene nada. Es siempre para ustedes y sólo para ustedes. Esa es Mi verdad, sépanlo, y sean felices.

He empezado el trabajo para el cual he descendido. He reunido el metal, el acero, la piedra, los ladrillos… He cavado las cepas para los cimientos… y pronto se elevará el edificio. No puede haber ninguna interrupción. Verán a los millares de personas que se agolparán en este camino, millares en cada roca de estas colinas. Los devotos que se hallan en el Nilayam están tristes porque no han tenido la oportunidad de un namaskaram en tres meses. Sientes que los que vienen de lejos y se van en pocos días tienen más suerte.

A ellos les digo: se dejan engañar por un falso sentido de los valores. ¿Por qué preocuparse tanto por no poder tocar estos pies? Mis pies están a su alcance en todo momento, donde quiera que se encuentren. “Sarvathah Pani Pada” (“Manos y Pies en todas partes”). Si gimen de angustia: “¿No me oyes?”, Mis oídos están allí para escuchar. Si oran desde el fondo de su corazón. “¿No ves mi apuro?”, Mis ojos están allí para derramar gracia sobre ustedes. Sálganse de la maya y vuélvanse amor, entonces de Mí sólo obtendrán amor.

Rama, Krishna y Sai Baba parecen diferentes por el traje que cada uno se ha puesto, pero es la mismísima entidad, créanMe. No se dejen descarriar en el error y la pérdida. Pronto vendrá el momento en que este enorme edificio o aun edificios más grandes serán demasiado pequeños para las reuniones de los que serán llamados a este lugar. El cielo mismo tendrá que ser el techo del auditorio en el futuro, tendré que renunciar al automóvil y aun al avión cuando me mueva de un lugar a otro, pues las masas de gente que se agolparán alrededor de ellos serán demasiado grandes, tendré que moverme a través del cielo; sí, esto también sucederá, créanMe.

Ustedes presenciarán la transformación de este Puttaparthi en Mathura Nagara. Nadie puede detener este desarrollo ni demorarlo. No los abandonaré, ni puede ninguno de ustedes abandonarMe. Aun si pierden la fe, se arrepentirán y vendrán a este refugio, muy pronto, pidiendo admisión. Estaré en este cuerpo durante 58 años más ya se los he asegurado. Sus vidas están entremezcladas a Mi existencia terrenal. Actúen siempre de acuerdo con este gran privilegio.