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Discursos dados por Sai Baba

09. 22/05/86 Pureza y Unidad

Pureza y Unidad

Pureza y Unidad

22 de Mayo de 1986

Pureza, Unidad, Divinidad: éstas deberían ser las palabras clave para millones de personas en las aldeas de la India; sólo ellas pueden asegurar el bienestar material y espiritual.

Los hombres deberían tener gran cuidado de velar para que sus sentidos no se desvíen y cometan ofensas. Pensar en el mal, hablar el mal y ver el mal, invariablemente llevan a la ruina total.

Por ejemplo, en el Mahabharata, Duryodhana tenía siempre pensamientos perversos acerca de los Pandavas y, al final, atrajo la destrucción sobre toda su familia. Keechaka posó un ojo malévolo sobre Draupadi, cuando los Pandavas vivían de incógnito en el palacio del rey Virata, y lo pagó con su vida.

El Ramayana contiene la historia de Kaikeyi, que escuchó el consejo nocivo de Manthara, y así perdió no sólo a su esposo sino la consideración y el amor de su hijo Bharata. Nadie hasta hoy en día quiere ser conocido por esos infames caracteres: Duryodhana, Keechaka o Ravana. Pero aunque los nombres no son favorecidos, las malas cualidades asociadas con ellos no han sido abandonadas por la humanidad.

Esfuércense por abandonar los pensamientos dañinos, las miradas malvadas, el habla malediciente y la codicia; no escuchen malos consejos y calumniosos chismes. La gente de las aldeas es más sencilla y apacible que la de los pueblos y ciudades. La atmósfera en las aldeas está menos contaminada. Si los aldeanos pueden cultivar la pureza en el pensamiento, palabra y acción, pueden llevar vidas felices.

Aprendan a vivir en armonía y unidad. La aldea es para los aldeanos lo que el cuerpo es para el individuo. Cada órgano en el cuerpo funciona en cooperación con cada otra parte. Si el pie pisa una espina, el ojo siente el dolor y derrama lágrimas. Si el ojo nota una espina o piedra en el camino, advierte al pie para evitarlo. Los aldeanos deben desarrollar el mismo sentido de unidad y compartir sus alegrías y problemas como un cuerpo orgánico. No hay nada que no puedan lograr con la unidad como su fuerza.

Con pureza y unidad, pueden revelar su Divinidad y desarrollar genuina devoción a Dios. En Vagata tienen un antiguo templo venerado por siglos por sus antepasados. Deben cantar bhajans allí, a diario, mañana y tarde, y ganarse la gracia del Señor.

Colmar sus corazones de amor y hacer que sus vidas sean sagradas y llenas de propósito. Si cada uno trabaja en este espíritu de unidad y caridad, esta aldea podría volverse un modelo para todas las demás.

Discurso en una gran asamblea, en la aldea de Vagata, donde Servidores Sai habían estado manejando una cocina de ayuda para alimentar a la gente afectada por la sequía en la región, el 22-5-1986.