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Discursos dados por Sai Baba

14. 21/07/86 El Mantra de Cinco Letras

El Mantra de Cinco Letras

El Mantra de Cinco Letras

21 de Julio de 1986

Sólo el hombre está provisto de un arma única: la mente. El que sea capaz de domarla, triunfa en la vida. En cambio, un esclavo de su mente no puede lograr felicidad ni paz.

El cuerpo con todos los órganos de los sentidos, compuesto de los cinco elementos, es la morada que la mente ha establecido para alcanzar su plenitud. Es como una armadura. La mente es la base del cuerpo, la causa de todas las actividades y experiencias mundanas. Un cuerpo sin la mente es como una escuela sin maestro, un cultivo que se agota por falta de agua, un templo sin deidad, un cable eléctrico sin corriente, totalmente inútil y sin vida.

Los hombres suelen considerar la mente como íntimamente atada al cuerpo. Creyendo que el cuerpo —compuesto de los cinco elementos— es real y permanente, dedican todo su tiempo y acciones a su bienestar. La vida es desperdiciada en perseguir objetos mundanos. La más alta realización consiste en usar la inteligencia (buddhi) para adquirir la más alta sabiduría (vijñana) y conquistar la mente a través de esa sabiduría. Los Upanishads declaran: “La realización de Brahman es la más alta sabiduría” (Prajñana Brahman). Esta consumación se alcanza solamente por medio de los buenos pensamientos (sat samkalpas).

Los buenos pensamientos constituyen la más preciosa posesión.

Están cargados de inmenso poder, pureza y Divinidad. Dan y sostienen la vida. Dan los frutos deseados de acuerdo con la manera en que se usan.

La transformación de pecadores en Santos La mente, debe advertirse, no es como un papel en blanco. Es el palimpsesto (1) que ya lleva impresas las experiencias y acciones de muchas vidas pasadas. Se manifiesta como un reflejo del Atma o espíritu. Atma + mente = hombre. Hombre - mente = Atma. La mente es la causa de la esclavitud o de la liberación del hombre. Si el hombre puede llenarse de buenos pensamientos en cualquier situación, su vida se volverá santificada. De allí que sea necesario velar por el cultivo de buenos pensamientos y hacer que éstos gobiernen su vida y acciones.

El primer requisito para fomentar buenos pensamientos es la asociación con gente buena. Las Escrituras se han explayado sobre el valor de la buena compañía con ejemplos apropiados.

Ratnakara era un ladrón de caminos, que mantenía a su familia atacando a los viajeros y robándoles sus posesiones. Esa persona fue transformada cuando se asoció con los siete grandes sabios, los saptarishis —Vasishta y otros— y más tarde escribió la gran epopeya del Ramayana. No sólo fue el primero entre los poetas sino que obtuvo el mismo estatus de los sabios como el sabio Valmiki. Los Siete Sabios alabaron a Valmiki como el Shloka Data o dador de los shlokas (de la sabiduría), justo después del Lokadata o dador de todo, Bhagavan, el Señor.

Otro ejemplo. Durante la época de Buda, había un hombre muy cruel y malvado, conocido como Angulimala. Al igual que Ratnakara, se dedicaba a asaltar a los viajeros, robándoles sus bienes y cortándoles los pulgares para usarlos como collar alrededor de su cuello. El Buda pudo reformar a un hombre tan cruel y hacer de él un aspirante espiritual.

El poder de la fe Gauranga pertenecía a una comunidad llamada Jagayi- Madhayi, famosa por sus malas mañas y crueldad. Debido a su asociación con hombres santos, se convirtió en un gran devoto del Señor y adquirió el apelativo de Chaitanya (por estar siempre inmerso en la Conciencia [Chaitanya] de Krishna). Dedicó toda su vida a glorificar a Dios en cantos y danzas.

Así es como, a través de las edades, hubo hombres que se transformaron en santos y sabios, por su asociación con hombres buenos y santos.

En cuanto a tiempos recientes, tenemos muchos buenos ejemplos.

En el estado de Tamilnadu, hace algunas décadas, había un joven que pertenecía a una familia brahman pobre. En esa época, Gandhi estaba emergiendo como el líder de la lucha nacional por la libertad. Todos hablaban del abogado que estaba expresando las aspiraciones del país y su determinación de ganarse la libertad del yugo extranjero. La madre del muchacho brahman estaba ansiosa de que su hijo se graduase de abogado como Gandhi. Ella le dijo: “¡Amado hijo! Debes estudiar como Gandhi y tratar de aliviar los sufrimientos de los pobres. Debes volverte un gran héroe como él, adherirte al dharma y luchar por la justicia”. Desde este día, el joven se dedicaba a sus estudios, recordando el consejo de su madre. Resolvió ser abogado y servir a los pobres y afligidos.

Superó innumerables dificultades y desventajas. Como no podía comprarse los materiales para las lámparas (en las aldeas se usaban lámparas de aceite), solía estudiar bajo las lámparas de la calle y preparar sus exámenes. A menudo, tenía que ir sin haber comido. Una vez, en víspera de un examen, estaba estudiando bajo una lámpara en la calle cuando sintió sueño. Como no podía pagarse ni siquiera una taza de té —aunque por entonces, costaba muy poco—, se lavó la cara con el agua fría de un grifo y continuó su estudio. Pasó el examen de leyes con distinción.

Necesidad de fe en Dios y de buena resolución Siempre mantenía en mente su resolución de cumplir con las palabras de su madre. Trabajó con varios famosos abogados de la Barra (Colegio de Abogados), adquirió práctica y progresó en su profesión.

Tenía profunda fe en Dios. Sin importarle las dificultades que encontraba, las consideraba como mandadas por la providencia para su propio bien. Debido a su fe en Dios y a su asociación con hombres buenos, ocurrió un gran cambio en su carrera. Fue nombrado Juez en la Corte Superior de Madrás, el primer hindú escogido para ese honor. Era un reconocimiento apropiado, por su carácter y habilidades.

Tal fue la carrera de R. Muthuswami Iyer.

Cuando la devoción a Dios se acopla a las buenas resoluciones, puede lograrse cualquier cosa. Como en el caso de Muthuswamy Iyer, hay jóvenes en otros países que empezaron sus carreras ganándose la vida limpiando zapatos o vendiendo periódicos o lavando platos en hoteles, pero que se elevaron a altas posiciones, debido a sus buenas resoluciones y a su inquebrantable fe en Dios. Algunos de ellos se convirtieron en grandes eruditos y vivieron vidas dedicadas.

El hombre tiene ilimitadas potencialidades En Gran Bretaña, había un muchacho pobre que solía ganarse la vida escribiendo direcciones en los sobres, para personas analfabetas y dando clases a los niños. Cada vez que escribía una dirección, solía decir: “Que Dios lo bendiga”. Habitualmente, les decía a los niños, antes de que regresaran a sus casas después de sus lecciones: “Que Dios derrame Su gracia sobre ti”. Tenía fe firme en que algún día Dios lo iba a elevar a una posición en la cual podría darle servicio a la gente. Siempre les inculcaba a sus estudiantes:

“Ten fe en Dios”. Él mismo tenía firme fe en Dios.

Con el tiempo, llegó a ser el Primer Ministro de Gran Bretaña.

Era James Ramsay MacDonald. De un pobre amanuense de direcciones a Primer Ministro de Gran Bretaña. ¡Qué cambio de fortuna, todo por la gracia de Dios! La unión de las buenas resoluciones con la fe en Dios es como juntar los polos positivo y negativo de un alambre eléctrico; por medio de esta combinación, se puede lograr verdaderamente cualquier cosa importante.

No tenemos conciencia de las ilimitadas potencialidades del hombre. No sólo con respecto a su forma física, sino también en cuanto a su inteligencia, el hombre está muy por encima de todos los demás seres sobre la tierra. Él puede lograr lo que desea y hasta volverse el amo del mundo. Pero superficialmente, el hombre parece ser un debilucho. Su vida está sujeta a ciertas limitaciones.

No importa lo inteligente que uno sea, no debe olvidar que su propia vida está gobernada por estas limitaciones. Tiene que usar la inteligencia de la cual está provisto, dentro de los límites inherentes a la condición humana, y llevar una vida ejemplar e ideal. Si la inteligencia no es usada apropiadamente, la vida se vuelve fútil.

Los talentos son mal usados para fines egoístas Ahora, debido a esta falta de pensamientos y actitudes correctos, los poderes del intelecto son usados mal. Los talentos están siendo empleados para fines egoístas. Aunque el hombre tiene una prodigiosa habilidad intelectual, está siendo empleada en fines equivocados. El egocentrismo y el propio interés están distorsionando la mente de los hombres y llevándolos lejos del camino correcto. La verdad y la integridad están en decadencia. Las normas morales están declinando. Las diferencias de castas y creencias se hallan en auge. Las diferencias parroquiales están fomentando enemistades y odios mortales. La conciencia espiritual se está debilitando. La envidia y el odio reinan supremos. El temor al pecado ha sido reemplazad por una afición al pecado.

Toda cosa espiritual es vista con ligereza.

¿Cuál es la razón de todo esto? Absorto en los deseos sensuales y los objetos mundanos, el hombre ha perdido el sentido de moralidad y de bondad. Ha perdido de vista su propia naturaleza Divina. La codicia ha puesto al hombre contra el hombre. Los malos pensamientos y los deseos mal concebidos hacen estragos.

Deben hacerse esfuerzos concertados para cambiar esta situación, influyendo en los pensamientos y las actitudes del hombre. El requisito primordial es desarrollar el poder de la voluntad de la gente hacia líneas correctas. Cuando el poder de la voluntad se ha desarrollado, otros poderes, tales como el discernimiento, la inteligencia, la retentiva, la interrelación, el análisis, la contemplación y la acción creativa pueden desarrollarse a su vez. Sin una fuerte voluntad, nada puede lograrse. Se necesita fuerza de voluntad para librarse de hábitos establecidos, como el fumar, etc. Por medio de la fuerza de voluntad, los deseos de toda clase pueden ser traídos bajo control.

Los antiguos sabios fueron capaces de conquistar la totalidad de sus deseos por medio de austeras penalidades, renunciando a todos los objetos mundanos. La voluntad debe ir dirigida a Dios.

Profundicen su fe en Dios La fe en Dios es la roca sobre la cual uno debe desarrollar su fe. Todas las Escrituras que se puedan leer, todos los rituales que se puedan practicar, el dominio de los Upanishads o del Gita, no servirán de nada si no hay una fe profunda en Dios. Serán meros ejercicios físicos o intelectuales. Pueden hasta fortalecer las ilusiones acerca del complejo cuerpo-mente.

Profundicen su fe en Dios. Sin Dios, ¿cómo se pueden explicar todas las maravillas del cosmos? ¿Por cuál poder se mantienen los millones de estrellas en su lugar? ¿Cómo gira la Tierra sobre sí misma sin tener un eje? ¿Cómo sopla el viento para dar comodidad gratuita a todos? Estos fenómenos están más allá del poder humano. Todos son obra del invisible poder que actúa detrás de la pantalla. Es lo Invisible que sostiene lo visible. Es el poder de Dios.

Los ocho tipos de gurús y sus funciones Hoy es el sagrado día de Guru Purnima. Los bharatiyas (habitantes de la India o Bharat) han sostenido el punto de vista de que uno debe tratar de sublimar la propia vida buscando un gurú y actuando de acuerdo con sus enseñanzas. Hay ocho tipos de gurús: 1) el Bodha Guru; 2) el Veda Guru; 3) el Nishiddha Guru; 4) el Kamya Guru; 5) el Vachaka Guru; 6) el Suchaka Guru; 7) el Karana Guru; y 8) el Vihita Guru.

El Bodha Guru enseña los Shastras (Escrituras sagradas) y alienta al alumno a que actúe de acuerdo con las instrucciones de los mismos.

El Veda Guru difunde el significado interno de los Vedas, establece al alumno en las verdades espirituales y vuelve su mente hacia Dios.

El Nishidda Guru imparte conocimiento acerca de los ritos y deberes y muestra cómo se puede asegurar el bienestar aquí y en el más allá.

El Kamya Guru hace que uno se dedique a las obras meritorias para asegurar felicidad en ambos mundos.

El Vachaka Guru concede el conocimiento del yoga y prepara al discípulo para la vida espiritual.

El Suchaka Guru enseña cómo controlar los sentidos por medio de varios tipos de disciplina.

El Karana Guru revela la unidad del individuo (jivi) y del Atma.

El Vihita Guru aclara todas las dudas, purifica la mente y muestra cómo se puede alcanzar la autorrealización.

De estos ocho gurús, el Karana Guru es el principal. Por medio de varias enseñanzas y prácticas, ayuda al individuo a progresar desde la conciencia humana a la conciencia Divina. Sólo lo Divino puede actuar como tal maestro. Todos los demás gurús pueden ayudar, pero sólo hasta un cierto límite. Hay, además, personas que pretenden ser gurús, pero que en realidad están detrás del dinero del discípulo. Negocian con mantras y tantras. La autorrealización no se puede obtener por medio de mantras o tantras. Sólo por medio de la purificación de la mente es posible realizar el “Omni sí mismo”.

Dios está presente en cada uno “El universo está impregnado de Vishnu” (“Sarvam Vishnumayam Jagat”). “Todo en el Cosmos es Brahman” (“Sarvam Brahmamayam Jagat”). Vishnu y Brahman se refieren a la una y misma Conciencia Universal que traspasa todo el cosmos.

Lo Divino está presente en cada uno. Si se adhiere firmemente a esta creencia, uno no debería causarle daño a nadie, porque le estaríamos causando daño a Dios, que está presente en todos.

Hoy en día se habla de paz en el mundo. ¿Cómo puede encontrarse esa paz afuera? Tiene que ser encontrada dentro de ustedes mismos. ¿Cómo pueden hallar paz en un mundo que está en “pedazos”?(2) Sosteniendo en una mano una bomba atómica, ¿tiene sentido hablar de paz? Si están aterrorizados por el miedo, ¿cómo pueden tener paz?

Podrán tener paz verdadera sólo cuando desechen la bomba atómica. La paz verdadera puede venir únicamente cuando los pensamientos acerca del mundo sean reemplazados por pensamientos acerca de Dios. Sólo cuando confiemos en Dios podremos tener paz genuina.

“Dios es”: el poderoso mantra de cinco letras En este día de Guru Purnima no tengo intención de darles ningún mantra de ocho letras (ashtakshari mantra), ni de cinco (panchakshari mantra) basado en el nombre de alguna deidad particular.

No les estoy mandando estudiar ningún Upanishad o Gita o Brahma Sutras. Hay una sencilla declaración de cinco letras que significa “Dios es”, en telugu, “Devudunnâdu”. Hagan de esto su ancla. Si lo van recitando, pensando en él actuando de acuerdo con él y transmitiéndolo a otros, sumergiéndose en la bienaventuranza de esta experiencia, estarán haciendo la más grande contribución para el bienestar del mundo. (Aquí, Swami recitó un poema sobre las glorias de la creación de Dios para probar que “Dios es” o “Devudunnâdu”).

Consideren este mantra como el mensaje para este Guru Purnima y proclámenlo en todas las circunstancias y en todos los lugares, con toda la convicción y fuerza que puedan generar. El mundo puede volverse un paraíso terrenal si fortalecen su fe en Dios y la demuestran en sus acciones. Deben tener el valor y la determinación de enfrentar cualquier clase de problemas y dificultades.

Propagando este mantra pueden promover el amor a Dios y el temor al pecado, entre la gente. El mantra “Dios es” puede ser más poderoso que un mantra basado en el nombre de cualquier deidad particular. Además, la mera repetición de cualquier mantra es de poca utilidad. Mayor que el poder de un mantra o yantra es el poder de un corazón puro (chittasuddhi). La fe debe surgir del corazón como asiento de lo Divino.

En el Gita, el Señor reveló en qué parte del cuerpo reside lo Divino. Él declaró que, tomando la forma de Vaishvanara, el Señor entra en el cuerpo de cada ser, para consumir el alimento y digerirlo.

Esto significa que lo Divino mora en el estómago, digiere el alimento tomado y nutre todas las partes del cuerpo. Si se comen alimentos malos, los efectos serán malos. La energía digestiva transforma los productos puros o impuros en el sistema, de acuerdo con la naturaleza del alimento que le es suministrado.

Mantengan el mantra de cinco letras como su compañero constante Las disciplinas espirituales determinan el carácter de una persona.

El carácter determina el destino: bueno o malo. El carácter es desarrollado por la constante práctica de buenas acciones. Las acciones, a su vez, se basan en los pensamientos e intenciones que uno tenga. Cuando un pensamiento surge en la mente, uno debe examinarlo para ver si es bueno o malo, si hará bien a la sociedad o le causará daño. Las acciones deben basarse en tal indagación. Es erróneo culpar a otro por los conflictos propios. Nuestros pensamientos y acciones son los únicos responsables de nuestros infortunios. Si tenemos pensamientos puros y hacemos todas las acciones con fe firme en Dios, seremos favorecidos con la gracia de Dios.

Tengan este mantra de cinco letras como su constante compañero y fortalezcan su fe en Dios. Esto lleva a la realización en Dios, al debido tiempo. La inquebrantable fe en Dios promoverá el poder espiritual (Atma shakti) y conferirá una indescriptible bienaventuranza.

No deben dejar que surjan las dudas. La fe es esencial para lograr cualquier cosa en la vida. Sin fe, ni siquiera las cosas comunes de la vida son posibles.

A partir de hoy, desarrollen su fe en Dios; dedíquense al servicio a la sociedad y hagan que sus vidas tengan propósito y sean de ayuda para los afligidos o necesitados. Recuerden que a quienquiera que estén sirviendo, estarán sirviendo a Dios. Ésta es Mi bendición para todos ustedes.

Discurso en el Auditorio Purnachandra el día de Guru Purnima, 21-7-1986.

(1) Palimpsesto: antiguo manuscrito que fue borrado para escribir otra cosa; (fig.) lo que se graba o escribe más de una vez.

(2) Juego de palabras en inglés en que “peace”, paz y “piece”, pedazo se pronuncian igual.

¿Quién es un verdadero amigo? Se dice que un amigo es uno que nos ayuda cuando lo necesitamos. ¿Cuál es la ayuda verdadera? ¿Es ayudarnos a ir al cine? Hay dos cualidades que un amigo debe poseer. Él debe ser como las sandalias que protegen los pies, como los párpados que protegen el ojo. Un verdadero amigo es alguien que siempre los protege del peligro y los aleja de todo mal. La clase de amigo que les dice cómo alejarse de la policía no es un amigo verdadero. Un amigo verdadero es el que vela para que desde el comienzo no se vean envueltos en ninguna clase de problemas al juntarse con malas compañías y dejarse seducir para cometer malas acciones.

—BABA