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Discursos dados por Sai Baba

03. 21/01/85 Renunciamiento y Disfrute

Renunciamiento y Disfrute

Renunciamiento y Disfrute

20 de Enero de 1985

El hombre no debe comportarse como los animales que persiguen un espejismo en la esperanza de saciar su sed. El deber primordial del hombre es realizar (hacer real) su divinidad. El engaño de que él es el cuerpo es la causa de su esclavitud. La autorreali-zación (Âtmajñâna) destruye esa ilusión.

Como la semilla que encuentra plenitud en crecer de un retoño a un árbol que da flores y frutos, el hombre debe encontrar satisfacción encontrando la plenitud y madurez como ser humano. Dios es la semilla para la creación. El cosmos es el árbol. En cada uno de estos frutos humanos, hay una semilla. Esa semilla es el Âtma. Ese Âtma es la Causa Primigenia. Es divino. En cada individuo la semilla divina del Âtma brilla con refulgencia. La gente no está consciente de esta profunda verdad.

El hombre es una amalgama de cuerpo, mente y Âtma. Sin la existencia de estos tres juntos el hombre no podría lograr nada. Tanto el cuerpo como la mente están asociados con el Âtma, sin el cual ninguno de ellos puede funcionar.

Reconcilien el sacrificio con el deseo por comodidades

El comprender la unidad de cuerpo, mente y Âtma es tener conciencia de una verdad fundamental. El cuerpo es burdo. El Âtma es sutil. La mente conecta a ambos. Si el Âtma es ignorado, el hombre es reducido al nivel de un animal. Cuando el cuerpo y el Âtma son ignorados y sólo la mente está activa, la condición humana viene al frente. Y cuando el cuerpo y la mente son dejados afuera, sólo el Âtma es experimentado y se ha alcanzado la divinidad.

¿Cómo se logra esto? Un requisito esencial es el renunciamiento (tyâga), el espíritu de sacrificio. ¿Cómo debe reconciliarse el sacrificio con la incesante actividad del hombre y su deseo de bienestar y comodidades? La brecha entre el sacrificio, por un lado y el disfrute de comodidades materiales por el otro, parecen infranqueables. El Vedanta ha resuelto el conflicto entre los dos señalando que los objetos materiales pueden ser disfrutados con un sentido de desapego y un espíritu de renuncia.

Si el ego es eliminado en la realización de las acciones y se renuncia al apego en el uso de los objetos materiales, no habrá ninguna diferencia entre el renunciamiento (tyâga) y el disfrute (bhoga). Los placeres que son experimentados con un sentido de desapego cesan de ser bhogas y se vuelven una forma de yoga. Después de disfrutar de todos los placeres y comodidades que buscamos, ¿qué es lo que queda? El cuerpo se descompone en los cinco elementos. Lo básico es el principio del Âtma que sostiene al cuerpo y a todos los sentidos. Cuando el Âtma deja el cuerpo, ni los órganos de los sentidos ni la mente pueden funcionar. El Âtma es eterno y omnipresente. Es autoexistente. La búsqueda espiritual es para comprender y realizar la naturaleza del Âtma. Esto es lo que se llama ‘conocimiento de Brahmán’ (Brahma jñâna). Cada individuo debe considerar la indagación en la naturaleza del Âtma como el propósito primordial de la vida. Para esto, es esencial tener pureza de pensamiento, palabra y acción.

Discurso público en Abbotsbury.

Madrás, el 20-1-1985..

Regocíjense de que les es dado de reconocer a Dios en todos y aprovechen todas las oportunidades de cantar Su gloria, de oír su crónica, de compartir Su presencia con otros. Dios tiene Su mano en todas las obras; Sus pies en todas las actitudes; Sus ojos en todos los horizontes y Su cara delante de cada cara.

- Sri Sathya Sai