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Discursos dados por Sai Baba

08. 23/02/84 Los maestros y los estudiantes

Los maestros y los estudiantes

Los maestros y los estudiantes

23 de Febrero de 1984

Un hombre no se vuelve plenamente humano por el mero hacerse una persona moral próspera. También debe adquirir progreso espiritual. El cuerpo, la mente y el espíritu son los tres componentes del hombre. El animal se preocupa primordialmente del cuerpo. El hombre ha surgido puesto que ha sido provisto de una mente. El cultivo del espíritu lo elevará a la Divinidad. Los tres están entrelazados e interdependientes. Cada uno promueve al otro. Sin la mente, el cuerpo no puede decidir sobre paso alguno. La mente y el cuerpo deben servir al espíritu y volverse conscientes del divino Âtma, el Ser divino.

La salud es muy importante para una vida plenamente disciplinada. La salud significa totalidad, plenitud. Los sentidos y la mente deben ser controlados y regulados para que el hombre pueda ganar la batalla de la vida. El autocontrol es control de los sentidos, control de la mente. Esto se llama, con otro término, cultura (samskriti). La cultura debe estar evidente en cada aspecto de la vida así sea estudiando, comiendo, durmiendo, jugando, etc. La cultura se expresa como disciplina.

Deben asegurar que la vida, el vivir, sea un proceso con propósito. Sin tal fe, la vida se vuelve alocada y desperdiciada. Con tal fe, pueden alcanzar la Divinidad. La fe inducirá una vida regulada y disciplinada. Un granjero fue acusado ante una corte de Grecia de adulterar la leche que estaba vendiendo. El juez encontró que la leche en verdad no era pura e iba a dictar la sentencia cuando las súplicas y declaración de inocencia del granjero lo indujeron a indagar más a fondo en sus hábitos. Encontró que el granjero ordeñaba sus vacas algunos días a las 4 a.m., otros a la 6 a.m. y otros días más, cuando ya no podía dormir, hasta a las 3 a.m. La calidad de la lecha estaba afectada por esta irregularidad en el ordeño. El granjero fue amonestado y se le aconsejó adherirse a un horario regular.

El deber y la disciplina deben ser observados por los maestros

El deber se cumple por medio de la disciplina. La disciplina para los maestros no puede limitarse a la puntualidad y adhesión al horario. El deber para ellos implica una intensiva preparación, escogencia de los más efectivos medios de comunicación y el descubrimiento de cómo instruir e inspirar mejor a los alumnos bajo su cuidado. Los alumnos y los maestros deben ambos tener altos ideales y aspiraciones. Conocen a Darwin, el gran científico. Aunque nacido en una familia pobre, Dawin ya de niño tenía un corazón lleno de ambición. Fue puesto bajo el cuidado de un maestro llamado Henslow quien descubrió sus talentos y fomentó sus aspiraciones. Llenó a su alumno de valor y entusiasmo hasta que se volvió una imagen de su maestro.

Valmiki, al meditar sobre la gloria de Rama fue capaz de transformarse en el poeta inmortal que compuso el Ramayana. Se volvió una encarnación de esa gloria y, por tanto, pudo crear esa gran epopeya. Cuando decidimos escribir una carta, reunimos en nuestras mentes los hechos a ser comunicados, la manera como ha de ser escrita, y luego, empezamos a escribirla. Cuando decidimos construir una casa, la construimos primero en nuestras mentes - el salón aquí, el comedor allá, la cocina en este extremo, etc., y luego, dibujamos el plano en el papel. Lo que hacemos es proyectar un idea a la acción, en un programa concreto.

La acción o logro externo es sólo un reflejo del Ser interno que formuló las ideas y conceptos. Así, la transformación y el refinamiento deben hacerse en la región interna de la mente. La constante reflexión sobre la gloria de Dios ayuda a transmutar el cuerpo, mente y espíritu. La cara refleja los humores de la mente. Cuando la mente está abatida, la cara lo registra; cuando la mente está llena de bienaventuranza (ânanda), la cara esparce ânanda por doquier.

El deber más alto es tener un alto ideal

Aurangzeb era hijo del Emperador Shah Jehan. Estaba cansado de esperar por ascender al trono, así que aprisionó a su padre y se coronó emperador. Sus malvados compañeros desearon poner fin a la vida de Shah Jehan para que así Aurangzeb pudiera estar seguro en el trono. Planearon ejecutarlo. Cuando Shah Jehan supo de su complot, se sintió feliz de poder escapar a la humillación y miseria del exilio y aprisionamiento. Aurangzeb abandonó la idea de la ejecución cuando se enteró de que su padre estaba deseando ese destino. No le alegraba la idea de satisfacer al anciano. Decidió mantenerlo en prisión hasta su muerte, con un solo sirviente débil mental y el Sagrado Corán como sus solos compañeros.

Shah Jehan se alegró de tener la oportunidad de leer el Sagrado Corán a su compañero, pero tuvo que abandonar el intento cuando no hubo respuesta de él. Él se dijo para sí: “¿Qué he de hacer con compañeros ahora? La paz es la primera compañera. La alegría del amor es la segunda, la tercera, es el afecto, la cuarta, es la adoración y la quinta, la dulzura. Todas éstas juntas me inspiran a tomar conciencia de mi alma”. Con esta resolución, se dedicó a leer el Sagrado Corán y se volvió uno con su mensaje. Este es el deber más alto, el tener un alto ideal, el alcanzarlo y volverse Él.

La fe es la fundación de cualquier paso hacia adelante

Cuando ridiculizan, reprenden o castigan a los alumnos, los maestros deben tratar de visualizarse a sí mismos en la posición de ellos y descubrir cómo habrían reaccionado a ello cuando ellos eran alumnos. Una autoindagación de esta clase será muy útil. La palabra upa-ni-shad enseña una gran lección. ‘Upa’ significa cerca; ‘ni’ significa debajo y ‘shad’ significa sentarse; el alumno se sienta a los pies del Gurú y también cerca de él. ‘Tat’ (Aquello) es el Guru; ‘Tvam’ (tú) es el alumno. El ’tvam’ hace la pregunta y el ‘Tat’ da la respuesta. El lazo es el amor de ‘Tat’ y la humildad del ‘tvam’. Y ‘asi’ (es) denota la bienaventuranza (ânanda) ante el conocimiento, la iluminación, que se comparte.

El proceso educativo adoptado en Prashanti Nilayam puede parecer novedoso, pero es realmente superior y altamente beneficioso. No ha sido diseñado para otorgar grados solamente; está enfocado a equipar al estudiante para una vida integrada. El estudiante debe estar consciente de todos los aspectos de la aventura de la vida. Debe tener conciencia de lo que debe y lo que no debe hacer, de los altibajos de todos los campos de actividad - moral, material, científico, filosófico, político y económico. De otra forma, estará asediado por las dudas cuando confronte situaciones y problemas difíciles.

Por lo tanto, los maestros así como los estudiantes deben desarrollar fe en la validez y valor de este proceso. Un proverbio telugú exhorta al hombre así: “Cree y Vive”. La fe es la fundación misma para cada paso hacia adelante. Si el paso tiene que esperar que alboree la fe a través de la experiencia, no se puede progresar en absoluto.

El viaje del espíritu de lo individual a lo universal

El viaje del espíritu es de lo individual a lo universal, del ‘yo’ al ‘nosotros’. Algunos dicen, ‘yo y tú somos uno’, pero la realidad es ‘yo y tú somos nosotros’ y ‘nosotros y nosotros somos uno’. Los estudiantes deben tomar conciencia de la fusión del ser en el todopenetrante Ser, no sólo de la existencia física. ¡En el sueño profundo, sólo persiste el ‘yo’, pero aun el ‘yo’ no es percibido! Una persona cuyos ojos están cerrados declara que no ve nada. “Está todo oscuro”. ¡Así, él ve la oscuridad! Algo dentro de él ve tanto la luz como la oscuridad. Ese algo es el Testigo.

Cuando el bebé Krishna clamadb por leche, Yashoda le dijo que era demasiado temprano y que lo alimentaría sólo al anochecer. Krishna cerró sus ojos y dijo que la noche había caído. La madre dijo que la oscuridad de la noche es diferente. No puede suceder cuando una persona cierra los ojos. Pero Krishna alegó que la luz contiene la oscuridad y la oscuridad tiene la luz en ella. Si la una está presente, la segunda no es evidente, esto es todo. El sol ilumina al mundo pero esconde las estrellas. ¡El niño contiene al anciano; en el anciano persiste la niñez! El dolor tiene la alegría latente dentro de sí; la alegría tiene la potencia de hacer caer la persona en el dolor. Cuando la una es evidente, el otro está escondido, es todo.

Los maestros deben esforzarse por ayudar a cada alumno a desarrollar sus talentos nativos y destrezas innatas y a reconocer sus potencialidades latentes. Cuando siembran un retoño, lo proveen de agua y abono; se aseguran que recibe bastante sol y aire. Pero, la maravilla es que la planta no se vuelve aire, suelo, abono o agua. Crece como la misma planta que era la verdad de la semilla. Recuerden su propia niñez y adolescencia, la lucha por preservar y promover su individualidad y traten a sus estudiantes que tienen los mismos problemas y el mismo propósito.

El autoexamen ayuda a corregir la propia actitud

Hay un proverbio telugú que dice: “Es siempre una vieja vasija de barro si es la suegra la que la quiebra”. Si ella tropieza con un vaso de vidrio y lo rompe, ella culpa a la nuera por mantenerlo en ese lugar. Si la nuera tropieza y lo rompe, la culpa sigue siendo la de la nuera. “¿No tiene ojos?” le pregunta. La suegra sostiene que ella nunca está equivocada. Esa actitud debe ser abandonada. El autoexamen ayuda a la corrección de las propias actitudes. El Emperador Bhoja tenía una manera única de probar y juzgar el valor de los gurus. Él nunca oponía un gurú contra otro. Él arreglaba certámenes y competencias entre los alumnos de diferentes gurus y del resultado de estas pruebas, él honraba a los gurus.

El Âtma es la Verdad de las Verdades

En nuestras instituciones educativas y en este Instituto, los estudiantes deben formarse como ‘imágenes’ de sus maestros. Deben difundir el mensaje de nuestros ideales en todo el mundo. Los maestros deben vivir ese mensaje y los estudiantes deben absorberlo y volverse él. El Âtma es la verdad de las verdades. Cuando uno alcanza conciencia de él, todos los conocimientos le son dados por añadidura.

Imaginen una mata de coco con una carga de cocos. Proyecta una larga sombra sobre el suelo y las frutas sombras son igualmente abundantes. Si uno trepa por el árbol y corta los frutos, puede también ser visto moviéndose por el árbol y cogiendo los frutos sombra. Así también, cuando uno busca conocer el Âtma y tiene éxito, al mismo tiempo progresa por el “mundo” (que es una sombra ilusoria) y obtiene la fruta sombra (que es trivial y temporal).

Esta es una noble tarea, un esfuerzo espiritual duro pero celestial. Los maestros deben emprenderla con paciencia y humildad, siempre sobresaliendo como ejemplos e ideales. Entonces podrán conferir al mundo el invalorable don de la conciencia âtmica, a través de los estudiantes a quienes instruyen.

Discurso de Clausura de Bhagavan, Taller sobre

la Reforma de los Exámenes en el Instituto de Educación Superior,

Prashanti Nilayam, 23 marzo 1984