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Discursos dados por Sai Baba

05. 11/02/83 El Señor siempre auspicioso

El Señor siempre auspicioso

El Señor siempre auspicioso

11 de Febrero de 1983

El Señor siempre auspicioso, la forma manifiesta del Om,

el que ha venido para enseñar,

el que bate la crema del corazón y mente de los hombres,

el amigo, el encantador, el liberador de la atadura que ciega,

el consolador de los que claman y oran,

el destructor de las corrientes que arrastran,

el consolador de los corazones rotos, como la luna tan fría,

el que burla el orgullo, que sana del nacimiento y la muerte,

el que tiene ojos de loto, el que invalida el tiempo,

él mismo el proceso y el juego del tiempo,

el ladrón que toma para sí las mentes puras de los buenos,

la encarnación de la belleza, el hijo de Devaki,

Vasudeva, hijo de Vasudev, la gloria de la raza Yadhu,

está aquí con ustedes, a su lado.

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El hombre que no puede empaparse de la verdadera sabiduría que ensancha la mente y explorar la verdad interna acerca de la vida no puede promover el bienestar del mundo. Éste depende del bienestar de la sociedad, que a su vez depende del de los individuos. Todos ellos son interdependientes.

Ellos están integralmente relacionados uno con otro. De ahí la necesidad de que los individuos en la sociedad sean veraces en pensamiento, palabra y acción. El principio espiritual advierte claramente a aquellos que repiten lemas de paz pero cometen actos que la perjudican. La vida humana sólo puede entenderse verdaderamente en el contexto de la armonía y la cooperación. Para poder realizar éstas, el individuo debe servicio a la sociedad. Tal servicio está arraigado en la fe espiritual.

El hombre debe volverse de lo material a lo divino

El hombre actual explora el espacio externo, pero no sabe la verdad acerca de sí mismo. Los que no pueden conocer su propia naturaleza verdadera no pueden lograr mucho; no pueden percibir lo real, y sin ello no pueden alcanzar ananda (bienaventuranza divina).

No hay nada que el hombre no pueda lograr, pero antes de intentar cualquier cosa, debe reconocer sus poderes, su papel y su propósito en la vida. Mientras esté atado por la ignorancia de su verdadera naturaleza, no podrá escapar de la aflicción.

El cosmos es una manifestación de la voluntad divina. Para poder realizar a la Divinidad, sin embargo, no es necesario explorar prakriti (la creación). Todo en el universo está sujeto al cambio, la impermanencia y la desaparición. ¿Cómo entonces adquiere un valor tan importante? Ello se debe a los jivis (seres humanos), sin los cuales el universo no tendría valor. He aquí un pequeño ejemplo: en ciudades como Madrás, Delhi, Bombay y Calcuta hay millones de personas; en estas ciudades el metro cuadrado de terreno cuesta cientos de rupias, pero por el mismo precio se pueden comprar muchas hectáreas de tierra en una selva. ¿Por qué razón la tierra cuesta tanto en las ciudades? La causa es la densidad de la población. En un bosque alejado de las congregaciones humanas la tierra tiene escaso valor.

El hombre es el ser más valioso del universo y también es el creador de todos los valores. El mineral con oro bajo la tierra adquiere valor después de que es extraído y refinado gracias al esfuerzo humano. De modo similar, también el diamante en bruto que se obtiene de una mina se vuelve sumamente valioso después de ser cortado y moldeado por el hombre.

Inmerso en preocupaciones mundanas y viendo a las cosas materiales como fuente de felicidad, el ser humano se vuelve víctima de la tristeza. El mundo material sólo puede producir tristeza. El hombre debe abandonar lo material y volverse hacia lo divino. El involucramiento con lo mundano debe ceder el lugar a la búsqueda de la realización propia.

El hombre es la criatura de dos planetas maléficos

La vida es como una madeja de hilo. Mientras más se intenta desmadejarla, más enredada se vuelve. La vida es como un estanque infestado de cocodrilos: es difícil atravesarlo evitándolos, pero se tiene que hacer. La vida es como un bloque de hielo que se está derritiendo incesantemente; la verdad tiene que ser realizada antes de que acabe de derretirse. La gente piensa que el hombre está regido por los navagrahas (los nueve planetas) pero, en realidad, es la criatura de dos planetas malignos: raga (apego) y dhwesha (odio).

La vida es una breve obra de teatro este cuerpo es como una burbuja, la mente siempre es caprichosa. En el Gita, Arjuna le asevera a Krishna que es difícil controlar a la mente, que constantemente está oscilando. No obstante, el hombre debe concentrarse en su verdadero destino. ¿Cuál es este destino, la meta y el propósito de la vida? El Bhagavata y el Bhagavad Gita lo establecen claramente. Nuestro destino es la fuente de la cual venimos. En tanto el individuo esté atrapado en prakriti (mundo fenoménico), su mente será insegura y vacilante. Mientras hay vida en el cuerpo, es shivam (sagrado); una vez que se ha ido, no es nada. La declaración védica So Ham (Él es yo) se demuestra al inhalar aire. Cuando se exhala y se pronuncia “aham”, se abandona el “yo”. So Ham proclama la identidad del individuo con la Divinidad (yo soy Él). Esta identidad no podrá entenderse mientras se esté atrapado en los tentáculos del mundo material.

El servicio es verdadera adoración

Ésta es la verdad acerca de Dios. Si uno pregunta: ¿dónde está Dios?, la respuesta está dada en el canto 18, estrofa 61 del Bhagavad Gita. Allí Krishna declaró: “Ishwarah sarvabhuthanam hriddheshe”: El Señor reside en la región del corazón de todos los seres. Estudiamos el Gita y lo adoramos; hacemos recitaciones todos los días, pero ninguna aplicación práctica en la vida cotidiana. El que realiza su identidad con la Divinidad no hace daño a nadie. El servicio al prójimo es verdadera adoración a Dios. El poder de lo Divino lo impregna todo. Nuestro viaje va de lo individual a lo universal, de swam (mío) hacia so ham (unidad con Dios), del “yo” al “nosotros”.

El sol brillante puede verse con su propia luz; de igual manera, solamente por medio de la gracia divina se puede obtener la visión de la Divinidad. No se requiere ninguna aptitud, esfuerzo intelectual o instrucción escolar para experimentar a la Divinidad. Así como las nubes pueden oscurecer el sol, las nubes del egoísmo, el apego y el odio impiden ver a la Divinidad. La oración y el sadhana son los medios para dispersar esas nubes. La naturaleza humana es una mezcla de rasgos buenos y malos. Aquel en quien predominan los primeros, tiende a ver únicamente lo bueno en los demás. Los que tienen una mente intermedia ven imparcialmente tanto las buenas como las malas cualidades. Por lo tanto, es necesario cultivar buenas cualidades.

Shiva siempre es auspicioso

Ya sea que se hagan acciones buenas o malas, no hay manera de escapar a sus consecuencias. Los antiguos, que sabían esto, siempre buscaron lo bueno y auspicioso. Éste es el significado de la adoración a Shiva. Cuando hablamos de Shivaratri, nos referimos a la noche asociada con Shiva, que es auspiciosa. El principio de Shiva está totalmente libre de lo que no sea auspicioso o sagrado en cualquier circunstancia. Cuando encarnaciones tales como Rama y Krishna aparecen en cuerpos humanos, poseen algunas asociaciones no auspiciosas relacionadas con sus cuerpos. A pesar de que encarnan con el propósito de salvar al mundo, proteger a los devotos y elevar a la humanidad, ellos deben desprenderse de sus cuerpos en un momento dado. De ahí que al nombre de tales avatares se añada el Sri honorífico como prefijo para indicar su advenimiento sagrado, pero en el caso de Shiva no se necesita ningún prefijo, pues trasciende las limitaciones corporales. A diferencia de Sri Rama y Sri Krishna, no existe un Sri Shiva o Sri Shankara. Shiva, o Shankara, siempre es auspicioso. La realización de la unidad con Shiva significa el logro de la inmortalidad.

“Chandhrama manas Jathah” (“La mente surge de la luna”) dice el Purusha Shuktha. La luna tiene dieciséis fase, la mente también tiene dieciséis. En la noche de Shivaratri, quince de las dieciséis fases de la luna son invisibles, pudiéndose observar solamente una. La mente también se encuentra en el mismo estado. Si durante Shivaratri se medita sobre Dios, se puede lograr el acercamiento a la Divinidad. La suprema santidad de Shivaratri consiste en realizar la unidad con lo divino mediante la meditación en Dios.

Lo que ustedes niegan es la Realidad, sólo la Divinidad existe. El mundo es lo irreal. Olvidando lo real, los hombres se pierden persiguiendo lo transitorio. El mundo debe verse como la imagen reflejada de la Divinidad. Todos los actos deben hacerse como ofrendas a lo Divino.

Los verdaderos devotos de Dios no deben dar ninguna importancia a las diferencias de religión, casta o secta. Éstas son meras diferencias de nombre y forma. Si está conciente de que el principio sagrado de Shiva está presente en todos, el devoto no debe despreciar a nadie ni causar daño a otros. El doctor Chenna Reddy habló acerca de la grandeza del nombre Samba Sadhashiva. Sa más amba más Sadhashiva representan la unión de la Madre Divina Universal con el Padre Divino Universal, quienes son eternamente auspiciosos. Sambashiva es la encarnación de la unión Shiva Shakti. El mundo puede cambiar, mas el principio Shiva es inalterable. La misma unión de la Madre y del Padre Universales está representada por el nombre y la forma de Sai Baba.

Prashanti Nilayam, 11-2-83