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Discursos dados por Sai Baba

23. 31/08/83 Por qué viene el avatar

Por qué viene el avatar

Por qué viene el avatar

31 de Agosto de 1983

“Dheho Devalayah proktho, jivo Dhevah Sanatanah”: “El Eterno Supremo habita en el templo del cuerpo humano como el jiva recién nacido”. Por esa razón, todos los avatares asumen forma humana. Las escrituras han dicho que la Divinidad se somete a la devoción.

En el Gita el Señor dice que él es el poder de discernimiento en el hombre, el budhi (intelecto). El hombre no puede alcanzar la grandeza adquiriendo todas las formas de riqueza. Es la inteligencia lo que hace al hombre ser respetado. Aquel que no ejercita este poder de discernimiento no es mejor que las aves o las bestias.

La Divinidad desciende en forma de avatar para elevar al hombre a un nivel. Avatara significa descenso. Para inclinarse a levantar a los pequeños para mimarlos y elevar al hombre que se encuentra atrapado persiguiendo trivialidades y deseos mezquinos, la Divinidad desciende al nivel humano y enseña cómo el hombre puede divinizarse por sí mismo. Ésta es la enseñanza del Gita. Todas las grandes escrituras, como la Biblia, el Corán y otras, se han originado con el mismo propósito. Por sí mismas las escrituras no pueden redimir al hombre; sólo sirven como guías en el camino para realizar la Divinidad.

Las peregrinaciones no limpian los pecados

Todos los avatares son avatares completos (purna avataras) y tienen todos los atributos de la Divinidad, pero los Shastras sostienen que el avatar Krishna es la única encarnación completa, con los dieciséis aspectos. A pesar de su omnipotencia, Krishna era fácilmente accesible para el devoto a quien él mismo se sometía. Cuando estamos llenos de devoción, el Señor está dispuesto a convertirse en nuestro sirviente; el Señor siempre está preparado para someterse a cualquier dificultad y pruebas severas a fin de proteger y ayudar a su devoto. Muchos devotos han entonado cantos de alabanza a Krishna y lamentado el hecho de no haber sido afortunados de nacer durante su advenimiento para disfrutar su música divina y presenciar sus divinas proezas. Un devoto censuró la ceguera de los incrédulos que no se pueden desprender de sus deseos mezquinos para buscar la bendición que proviene de la devoción a la Divinidad.

Muchos devotos hacen peregrinaciones a Benares, Prayag o algunos otros lugares sagrados, con la esperanza de que serán absueltos de sus pecados. Las peregrinaciones no son la forma de limpiar los pecados; lo que se necesita es purificar el corazón y la mente. Si la mente se limpia por medio del sadhana, la Divinidad se revelará. La santa Mira dio el mismo mensaje cuando cantó un bhajan invitando a la mente a ir al río Ganges y al Yamuna. Los ríos que tenía en mente no son los que se encuentran al norte de la India, sino la inhalación y exhalación de la respiración en nosotros, los nadhis Ida y Pingala. El punto central entre las cejas es el prayag, el lugar en que convergen el Ganges y el Yamuna. Al concentrarse en ese punto se puede descubrir a Krishna. Mira lo describe como fresco, puro e imperturbable. La inhalación y exhalación simbolizan lo que se debe aceptar y lo que se debe desechar; la retención del aliento, kumbhaka, representa aquello que se debe conservar: la Divinidad. Se deben aceptar las cosas puras y rechazar las impuras.

El Señor responde al anhelo de los devotos

El Gita establece tres directivas: no preocuparse de los problemas, no olvidar a Dios y no adorar lo que es falso. Adhiriéndose a estos preceptos, incontables devotos han buscado, a lo largo de todas las épocas, realizar a la Divinidad por medio del sadhana.

El Bhagavata enseña cómo responde el Señor al anhelo de los devotos y cómo calma la angustia ocasionada por la separación del Señor. Cuando Krishna se fue a Mathura, las pastoras languidecían de dolor y de pena, incapaces de soportar la separación. Todo el tiempo se la pasaban mirando hacia Mathura, atisbando el momento en que Krishna regresara. Un día divisaron una nube de polvo y se imaginaron que Krishna se había compadecido y había regresado a Gokula. Vieron un carruaje con un hombre sentado; el carruaje se detuvo pero Krishna no venía en él. Debido a que sus corazones pertenecían al Supremo Señor, las gopis ni siquiera miraron al extraño visitante, quien no era otro que Udhava, el querido amigo de Krishna. El Señor, que sabía de la agonía que estaban viviendo las gopis, había enviado a Udhava para que les diera consuelo y las animara.

En cuanto Udhava descendió del carruaje, empezó a pronunciar una larga exhortación a las gopis. “¡Oh gopis!, ignorantes de los Shastras, ustedes no tienen sabiduría. Languidecen por Krishna como personas necias y tontas. Si conocen los Shastras, sabrán que Krishna está siempre con ustedes. Él reside en sus corazones, pero en vez de deleitarse con el Krishna que vive en ustedes, se consumen de pena por su forma física. Esto se debe a su ignorancia. Yo les enseñaré la ciencia del yoga, razón por la que Krishna me ha enviado”.

Udhava y las gopis

Las gopis no consideraron adecuado hablar directamente con un extraño y urdieron la idea de dirigirse a una abeja para dar su respuesta a Udhava. Las gopis dijeron: “¡Oh abeja! Estas palabras de Udhava añaden leña al fuego de la separación que nos quema. ¡Basta de tales palabras!”. Seguidamente, Udhava mostró a las gopis la carta que Krishna les había enviado y dijo: “Aquí está el mensaje de Krishna para ustedes. Al menos léanlo”. Inmediatamente una pastora dijo: “¡Oh abeja! Somos ignorantes pueblerinas. Estamos heridas por el dolor. Muéstranos a Krishna”. Otra gopi gimió: “Nos consumimos en el fuego de la agonía ocasionada por la ausencia de Krishna. Si tocáramos su carta, se podría reducir a cenizas, pero no nos atrevemos”. Y otra dijo: “Las lágrimas de nuestros ojos mancharían las preciosas palabras en la epístola de Krishna. No podemos soportar ver su mensaje”.

Udhava entonces dijo: “Cuando menos escuchen mi mensaje. Yo les enseñaré el conocimiento del yoga”. Incapaz de controlar su congoja, una gopi contestó dirigiéndose a la abeja: “¡Oh abeja! Tenemos sólo una mente y ésta se ha ido con Krishna a Mathura. Si tuviéramos cuatro mentes, podríamos dedicar una al yoga, una más a cualquier otro asunto y así las demás, pero la única mente que tenemos se la hemos entregado a Krishna. No tenemos espacio para lecciones de yoga”. Udhava quedó estupefacto cuando se dio cuenta de la devoción firme y decidida demostrada por las analfabetas pastorasy resolvió regresar con Krishna.

La esencia de todos los Vedas y Shastras (antiguas escrituras sagradas) es la sinceridad y firmeza, actitud que deriva a una devoción firme hacia Dios. Udhava reflexionó dentro de sí en que él no había cultivado esa devoción absoluta que habían demostrado las gopis. Decidió regresar con Krishna.

Entre las gopis, Radhika y Niraja eran las primeras devotas de Krishna. Antes de marcharse Udhava las escuchó llamar a Krishna y rogar para que una visión de Krishna mitigara sus corazones dolientes. Udhava le preguntó a Radhika, quien yacía inconciente sobre una duna, si tenía algún mensaje para Krishna. Al recobrar la conciencia, Radhika sólo tuvo pensamientos para Krishna; pronunció las siguientes palabras:

Si fueras un árbol que crece hacia el cielo

me asiría de ti igual que una enredadera;

si fueras un capullo floreciente

revolotearía sobre ti como una abeja,

si fueras el monte Meru yo descendería

como río que se precipita;

si fueras como el cielo infinito

estaría en ti como una estrella,

si fueras la insondable profundidad

me fundiría en ti como un río.

¿En dónde estás, oh Krishna?

¿Adónde te has ido, oh Krishna?

¡No tienes piedad, Krishna! ¡Krishna!

El amor a Dios es el medio y el fin

Al ver a Radhika en tan lastimoso estado, el corazón de Udhava se derritió. Se dio cuenta de que Krishna lo había enviado con esa misión ante las gopis para que aprendiera lo que es el verdadero bhakti (devoción). Udhava se percató de que Krishna había montado ese episodio para probarle que incluso los versados en los Shastras tenían que aprender la verdad interior acerca de la verdadera devoción, como la concentrada y pura veneración hacia Krishna que habían demostrado las gopis. El amor a Dios es el medio y el fin. Ése fue el secreto revelado por las gopis. Ellas veían el amor en todo, como en la música de la flauta de Krishna, la cual había llenado el mundo e inundado la tierra seca con amor.

La Divinidad está en todos, pero hay una sola forma que permite realizarla, y consiste en cultivar un intenso amor por Dios. Sólo el día en que el individuo se esfuerza por desarrollarlo es el del nacimiento de Krishna. Krishna no nace cada día de Gokulashtami. Nace en nosotros cuando tratamos de desarrollar amor divino como medio para romper nuestras ataduras. La verdadera forma de celebrar el nacimiento de Krishna consiste en vivir de acuerdo con sus enseñanzas.

Prashanti Nilayam, 31-8-83.