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Discursos dados por Sai Baba

57. 01/12/82 Tres en Uno

Tres en Uno

Tres en Uno

1 de Diciembre de 1982

El hablar, hablar fuerte, ha crecido sin control,

el trabajar, trabajar duro, se ha secado y muerto;

el vivir se ha cargado de pompa vacía,

el amor se ha perdido mientras el odio ha crecido.

Hoy día el mundo está atrapado en estratagemas políticas y anarquía atea. El respeto por la verdad ha declinado, la humanidad está enferma, afligida por la corrupción y el odio. La cura más efectiva para esta enfermedad es el sadhana y el progreso espiritual, que pueden restaurar las genuinas virtudes de la humanidad. El hombre puede ser verdaderamente humano sólo cuando se entiende a sí mismo y a los demás, se da cuenta de¡ compromiso que lo liga con la sociedad y trabaja con los demás para el bien de todos.

La palabra sthri (mujer) indica que ella es una composición de tres modalidades, de las tres facetas de la naturaleza humana: sátvica (serena), rajásica (activa) y tamásica (inerte, quieta), porque tiene los tres sonidos de sa, ra y tha.

Como consecuencia de los componentes sátvicos, la mujer tiene fortaleza, ecuanimidad, rectitud, piedad y santidad. El componente rajásico la ha dotado de valor, osadía y voluntad. La naturaleza tamásica en ella resulta en modestia y vacilación. De estas tres, la sátvica es la característica predominante en ella, pero está siendo suprimida por influencias contrarias y se ha alentado la rajásica para que prevalezca. Una mujer gana renombre por lo que hace; el hombre lo gana por lo que deja de hacer. Por lo que hace, la mujer adquiere nombre y fama; ella sostiene el hogar, moldea el destino de la nación. Ésa es la razón por la que su nombre se menciona aún antes que el nombre de su esposo en los textos épicos, los Puranas y las Escrituras: Sita Rama, Lakshmi Narayana, Parvati Parameshwara.

Todos ustedes están aquí como estudiantes de este Colegio. ¿Cómo puede tener valor cualquier estudio si no confiere buen conocimiento y no lo impulsa a uno a hacer buen trabajo? Una educación que los ayuda apenas a mantenerse vivos no es, en absoluto, educación. Las ruedas de¡ carruaje de la vida son el buen conocimiento y las buenas acciones. Virtud y acciones humanitarias: solamente esto es verdadera espiritualidad. La caridad es espiritual; la buena conducta es espiritual; el mantenerse apartado de¡ mal es espiritual.

En la actualidad la ciencia ha dominado al mundo. El poder de¡ átomo ha abarcado al mundo entero. Maravillas nunca vistas, nunca oídas ni conocidas por el hombre en las décadas pasadas, están asombrando a la humanidad una tras otra, pero, al mismo tiempo, el fanatismo basado en el idioma, la nacionalidad y la lealtad estrecha a los "ismos" sociales y económicos se está extendiendo rápidamente. ¡Imaginen! En los 5.000 años de historia humana, 15.000 guerras han empapado sus páginas de sangre. Ésta es la medida de la brutalidad inherente al hombre.

El hombre siente que las riquezas son lo principal, pero lo que él imagina como riquezas no son más que cosas materiales, momentáneas y triviales. El carácter, la virtud, la fraternidad, la caridad; éstas son las verdaderas riquezas. La compañía de los buenos y de los santos es la riqueza más valiosa. La sabiduría es el más precioso tesoro. La persona educada debe vivir con esta convicción. La búsqueda sólo de las riquezas nunca puede conferir contento y tranquilidad mental.

El hombre anhela alegría duradera, pero no se detiene a descubrir de dónde puede provenir. No es adquirible en cualquier parte fuera de él mismo. En vez de eso, al buscar en el mundo exterior puede encontrar muchos objetos y experiencias que lo desvían, pero él no se encuentra a sí mismo. Cuando mira su Ser no advierte el mundo objetivo; cuando pone atención al mundo externo, no puede advertir su Ser interno.

El propósito de la existencia no es únicamente nacer, arreglárselas para crecer y, quietamente, partir a través de las puertas de la muerte. Para darse cuenta de su significado se necesita vidya. es decir, el supremo conocimiento. Este conocimiento nunca puede ser anacrónico, nunca nos abandona.

Este Instituto de Enseñanza Superior ha sido establecido con altos ideales. Ustedes deben estar conscientes de este propósito y probar que ustedes los sostienen. La nación podrá progresar sólo cuando los estudiantes progresen. En cada campo los estudiantes deben esforzarse para volverse líderes y guías ideales. Los estudiantes de hoy son los expertos sobre los cuales la nación descansará, los ciudadanos que moldearán su destino. Cuando ustedes crecen rectos y fuertes, cada campo de actividad pública y gubernamental se vuelve eficiente y útil. Cuando la educación degenera, todas las actividades sociales, económicas y políticas comienzan a descomponerse. Por eso, al proceso y a los sistemas educativos debe asignárseles un papel crucial. Pero en el presente la educación demanda amplios recursos y no los obtiene. Las mujeres, después de pasar años en escuelas y colegios, se casan y se encierran. Por supuesto, es bueno que pasen a la vida del matrimonio y establezcan hogares ideales, pero eso no hace fructificar todo lo que ellas han estudiado tan esmeradamente y a un costo elevado.

La educación no debe terminar con la obtención de un título o diploma. Ésa no es la prueba real del conocimiento. El aprender no es tan mecánico como todo eso; debe inspirar aun a los más inertes individuos; no tiene lugar para el orgullo, la pompa o los celos; comparte su iluminación con todos. El magneto activa las partes inertes del hierro. El Conocimiento Supremo que ustedes adquieren aquí debe impulsar a todos a niveles más altos de actividad y pensamiento; debe conferir iluminación intuitiva, debe complacer a los padres, volver felices a los semejantes y hacer de la propia vida un ejemplo. Sepan que están comprometidos en el estudio para alcanzar esta meta.

Einstein, el gran filósofo y científico, conoció una vez a un reputado poeta, y quiso conocer de él el secreto de su popularidad y fama. El poeta condujo a Einstein a su biblioteca y guió su atención hacia el Bhagavad Gita, el Rig Veda, el Brahma Sutra, las Upanishads y los comentarios de Shankaracharya, confesándole que ellos le habían conferido la sabiduría que mostraba en su poesía. Pero muchos científicos todavía niegan los valores espirituales y están inmersos en el mero materialismo, aferrándose a la idea de que ver es creer.

La gente tiene fe en los cálculos de los científicos sobre las distancias planetarias y los tamaños de los planetas, pero dudan cuando confrontan las conclusiones a que han llegado los investigadores de los espacios internos, de las regiones interiores del espíritu, aquéllos que han visto y han mostrado, experimentado y disfrutado las verdades que proclaman. Es una obstinación irracional la que hace que la gente se aferre a las creencias que ha aceptado como indiscutibles. Como dice el proverbio: "El fuego subterráneo puede tomarse en la palma; el cielo puede ser relacionado con una entidad concreta; pero uno no puede jamás refinarla mente de una persona obtusa y obstinada". Porque uno puede despertar a una persona dormida, puede hacer que otra que no está dormida, se levante y se mueva; pero nunca podrá despertar a un individuo que finge estar dormido. La obstinación en eludir deliberadamente la iluminación del conocimiento es un pecado contra la espiritualidad. Nuestros estudiantes deben dar la bienvenida ala luz todo el tiempo, desde todas partes.

Esta actitud no debe abandonarse cuando dejen el Instituto. Algunas personas abandonan hasta las cualidades humanas cuando salen del colegio después que finalizan sus estudios. ¿De qué sirven todas las enseñanzas que recibieron? ¿Y los gastos? Si todo ese dinero se hubiera depositado en un banco, podrían haber vivido con los intereses. En vez de eso, lo que hayan obtenido de este sagrado lugar será una cabeza hueca y una bolsa vacía. ¿Qué gana el mundo con tales fracasos?

Uno debe dedicarse al trabajo, eso es de alguna utilidad para el mundo. Trasladarse a las aldeas y ayudar a mantenerlas limpias, instruir a las mujeres de los pueblos en los principios básicos de la atención de la salud, del cuidado de los niños y de su instrucción. Cuando la salud falla, la gente se abate y desespera. Cuando la salud prevalece, la vitalidad penetra en la mente y el cuerpo. Por el proceso del servicio amoroso, ustedes pueden volverse promotores de mucha alegría. No consideren ningún acto de servicio como degradante. Barrer las calles, por ejemplo, no socava su dignidad. ¿No barren el piso de sus casas? ¿No restriegan y lavan la suciedad? Cuando emprendan tales tareas, los aldeanos también las compartirán gustosamente. ¿Por qué estar avergonzados de hacer el bien? El escarnio que pueden hacer de ustedes ha sido la recompensa de muchos santos; se desvanecerá muy pronto. Mahoma fue expulsado de La Meca por aquéllos que no podían apreciar sus enseñanzas. Jesús fue crucificado, pero sus nombres resuenan con reverencia en los corazones de millones de personas. Así, enfrenten valientemente la burla y comprométanse en el servicio altruista e inteligente.

Esta institución es el Ganges del servicio. Yamuna, el campus de Bangalore de este instituto, se le une y ambos reciben al Sarasvati, el campus de Prashanti Nilayam, Vidyagiri. Yo voy ahora hacia Yamuna y luego llegaré a Sarasvati. Los profesores y estudiantes de estos campus tienen que vivir armoniosa y cordialmente, compartiendo y cuidándose unos de otros en amorosa cooperación. Tengo la seguridad de que ustedes actuarán así y yo los bendigo para que triunfen en este esfuerzo.

Campus de Anantapur Instituto Sathya Sai de Enseñanza Superior

1 XII 82