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Discursos dados por Sai Baba

49. 21/10/82 El fuego sacrificial

El fuego sacrificial

El fuego sacrificial

21 de Octubre de 1982

Uno puede realizar estudios eruditos y recitar los Vedas y Shastras o ser uno mismo un erudito y expositor; puede reunir expertos en la ejecución de yajnas y yagas (sacrificios y ofrendas)

y ejecutarlos correctamente; puede persuadir a los peregrinos a visitar sitios santos o viajar uno mismo a todos esos sitios; puede capacitar a candidatos en los ocho sidhis o uno mismo demostrarlos todos, pero no puede dominar sus cinco sentidos ni volver su mente al sendero interno ni estar firme en la beatitud del samadhi, sumergido sólo en la conciencia del Ser.

Los Vedas son la base de la cultura bharatiya. Si en la sociedad moderna es visible una traza de iluminación espiritual, podemos atribuirla a esta base védica y al sistema de vida que ella establece, porque todos los códigos morales (dharma) han emanado de los Vedas, y todos los mundos tienen al dharma como su base. "Veda mulam idam jagat."

El Yajur Veda expone el significado de los yajnas. Éstos fomentan la paz y prosperidad del mundo, pues son el objetivo primordial de todos los Vedas. Los himnos del Yajur Veda exaltan la gloria de los dioses y propician a las fuerzas divinas. Como resultado, la humanidad asegura oro y granos, riqueza y bienestar, plenitud y progreso.

El yajna está enfocado a la adoración del fuego; el hombre está ligado íntimamente con el fuego a través de toda su vida; el hombre es una criatura de sangre caliente; el calor incentiva el intelecto y la intuición. Invocar a Dios y colocar las ofrendas en el fuego son actos que atraen la lluvia que provee ricas cosechas. El fuego es, así, un medio valioso para obtener seguridad y protección, para preservar la moralidad y el bien. El océano también tiene agni (fuego) latente en sus entrañas. El hombre tiene en su estómago el fuego latente que digiere el alimento. Dios reside en el hombre como este fuego. Aham vaisvanaro buthva praninam deham asritha, dice Krishna: "Habiéndome vuelto el fuego vaisvanara, yo entro en el cuerpo de los seres vivos". Así, es Dios el que mantiene todos los miembros en perfectas condiciones y provee la agudeza y el conocimiento. El fuego latente tiene ocho funciones: endurece y fortalece los músculos, proporciona energía, asegura la progenie sana, fomenta la paciencia, prolonga la vida, agudiza y profundiza la memoria, confiere audacia en el pensamiento y la acción.

Para encender el fuego en la urna sacrificial, se usa una estaca de madera dura, de la misma dureza que el leño principal. La madera tiene que ser baniano o pipul. El leño es la madre y la estaca es el padre; Agni, el fuego, es el hijo; él consume a sus padres cuando nace; Urvasi, la madre, y Pururavas, el padre, quedan reducidos a cenizas, es decir, el hijo se vuelve uno con ellos y ellos se vuelven uno con su progenie. Los tres están inseparablemente relacionados. El hijo de Dios, Jesús, declaró: "Yo y mi Padre somos uno". La religión de los parsis también considera esto como la suprema verdad: "Yo soy la Luz" y "La Luz está en mí".

El Yajur Veda designa a agni con un nombre: ¡Tigre! Cuando el fuego es tratado sin fe ni reverencia, destruye a la misma persona que lo alimenta, exactamente como el tigre destroza a sus cachorros con sus mortales garras. Otra característica del fuego es su presencia en todas partes. Los científicos y técnicos de hoy día, están orgullosos de haber desentrañado los secretos de los cinco elementos: éter, viento, fuego, agua y tierra, pero todavía están inconscientes de la íntima relación de cada uno de ellos con el hombre en su vida diaria. Los sabios de la antigüedad profundizaron en el misterio y lo revelaron al mundo. Noten, por ejemplo, que los pájaros no descansan en el suelo durante la noche. Ellos prefieren las copas de los árboles. ¿Por qué? Los rishis de los tiempos védicos explicaron que los pájaros evitan el calor, latente en la tierra pero patente para ellos. El hombre está inconsciente de este hecho pero los pájaros no.

Las normas de acción y conducta en esta tierra, de aquéllos que saben o no saben, están todas en conformidad con los Vedas. Ellas han penetrado en la naturaleza de la gente de forma tan profunda, que nadie puede contradecirlas. Cada fase de su actividad, desde el alba hasta la caída de la noche, se realiza como lo dictan los Vedas. Vivir es, de hecho, un verdadero yajna védico, ya sea que uno lo sepa o no.

En el yajna que se está llevando a cabo aquí, cada fórmula que se pronuncia y cada ofrenda ha sido impregnada con sentimientos de renunciación y conciencia de la Divinidad. Tenemos aquí Suryanamaskar (saludo al sol) por un lado, Rudrahoma (ofrenda de objetos rituales al dios Rudra) por el otro, lectura y comentario de los Vedas en otro sitio, Sahasra lingarchana (adoración del lingam con los mil ocho nombres) muy cerca, adoración de Shakti al final y pandits recitando el Devi Bhagavatam, el Ramayana, etcétera. ¿Por qué se llevan a cabo estos diversos actos? Entre estos sacerdotes, el jefe se denomina Brahma. Uno de ellos estará recitando el Rig Veda, otro recitará musicalmente el Sama Veda y un tercero cantará el Yajur Veda. El Atharva Veda engloba la verdadera esencia de los tres Vedas y es recitado por la persona designada como Brahma. Las deidades enaltecidas en los Vedas se invocan aquí y se les pide que esparzan su gracia sobre toda la humanidad. Un sacerdote designado como Adhvaryu observa el acto y corrige cualquier falta o error. Él es el que vigila el fuego sacrificial, su mantenimiento y su adoración y se responsabiliza de que todo se realice meticulosamente.

Detrás del ritual del fuego yace un pequeño misterio que debe ser aclarado, de manera que puedan comprender cómo la ofrenda, dirigida a la deidad que se invoca por el mantra pronunciado al colocar la ofrenda en el fuego, puede llegar hasta la verdadera deidad. Bien, el Yajur Veda describe las llamas del fuego sagrado como las lenguas de Dios; cuando la ofrenda se arroja al fuego, en el nombre de Dios, el nombre apropiado y la dirección correcta tienen que ser pronunciados al mismo tiempo. Esto es semejante al correo. Cuando una carta es adecuadamente dirigida y depositada en el correo de Prashanti Nilayam, llegará a cualquier lugar, aun a Japón o Rusia. Si la dirección indica Prashanti Nilayam, será entregada a la persona en Prashanti Nilayam. La dirección tiene que estar completa y correcta, eso es todo. ¡Ah!, y la estampilla tiene que ser del valor correcto.

Hay gente que observa sólo los actos externos del yajna, y culpa a los brahmines por el desperdicio de ghi (mantequilla clarificada) vertido en el fuego, cuando los hombres están desnutridos y muriéndose de hambre. "Ellos dicen son unos tontos gastando dinero en actos sin ningún beneficio". Aun las personas instruidas se unen a esta condenación ignorante.

El campesino ara la tierra, la riega y la dispone para recibir las semillas; entonces esparce cuatro sacos de semillas de arroz en los surcos. Un ignorante que no conoce de agricultura, se ríe de él. "Usted se ha vuelto loco; mientras las personas se están muriendo de hambre, usted arroja en el suelo el arroz que ellas comerían alegremente". Pero a cambio de los cuatro sacos, el "hombre loco" traerá a su casa cuarenta sacos después de la cosecha. Cuando dos pocillos de ghi se vierten ritualmente en el fuego santificado, el mundo ganará doscientos pocillos de ghi. Cualquier cosa que se dedique y ofrezca a Dios jamás se perderá; la gente puede obtener enormes beneficios ofreciendo aunque sea un poquito a Dios. "El pétalo de una flor, una fruta o un poco de agua", eso es suficiente, si se ofrece con devoción. Draupadi dio a Sr¡ Krishna la fracción de una hoja pegada a un lado de la vasija y Dios la bendijo con fortuna inmensurable. Kuchela le dio un puñado de arroz quemado y recibió del Señor la conciencia de su gloria interminable. El yajna da testimonio de este significado interno. Ofrecer amor y recibir amor, dar y tomar. Sin embargo, el sistema educativo actual pone énfasis sólo en tomar, ¡un tráfico de un solo sentido! El dar ha sido desechado, está totalmente ausente. Debido a esto, cuando ustedes no miran a Dios, Dios tampoco mira hacia ustedes. Cuando ustedes me miran, su imagen aparece en mis ojos y mi imagen aparece en sus ojos al mismo tiempo. Si ustedes no miran hacia mí, su imagen no puede aparecer en los míos. Un tráfico de un solo sentido es inútil.

El Rig Veda que recita aquí el sacerdote hota es un himno en su totalidad, una adoración de la Divinidad; el udgatha le pone música a esos himnos y los recita melódicamente. El adhvaryu repite el Yajur Veda; los tres propician al Uno. El gobernador Govind Naran citó en su discurso la declaración védica: "Ekam Sath; vipre bahudha vadanti": "Sólo es Uno; el sabio lo describe de diferentes maneras". Es como la cabeza de familia, a quien el hijo se dirige como padre, la nuera como suegro, el nieto le dice abuelo y la esposa señor. Aunque cuatro personas usan diferentes nombres, él sigue siendo el mismo. Similarmente, los yoguis, bhoguis y thyaguis, el arta, el artarfi, el jijñasu y el jñani, usan diferentes nombres para el Uno sin segundo. Si ustedes ofrendan a Agni o Surya o Adithya, la ofrenda llega al mismo Uno. Los teístas, ateos, agnósticos, politeístas, henoteístas, todos hablan de Dios con varios nombres, pero todos ellos se refieren al Uno. En este yajna las ofrendas se dirigen como Rudraya namah, Varunaya namah, Indraya namah, Vayave namah, y se colocan en el fuego para Rudra, Varuna, Indra y Vayu. Los sabios visualizaron a Dios en esas formas y con esas formas. Después de que se aran los campos y se siembran las semillas, requerimos de la lluvia para obtener una rica cosecha. Así, la oración se eleva a Varuna a la dirección de Varuna. Cuando ustedes desean que venga Kasturi pero llaman a Kutumba Rao, ¿cómo podrán tener éxito? Para la lluvia, ustedes tienen que llamara Varuna y no a Agni. Es decir, tienen que cantar los mantras apropiados y ese canto tiene que surgir del corazón.

Los sabios de la antigüedad no eran ingenuos e ignorantes y los mantras y ritos que concibieron y prescribieron no surgieron del entusiasmo de principiantes; son el resultado de la sabiduría y de la verdadera experiencia. Los que recitan no están conscientes de esta verdad, pronunciarán los himnos y mantras sólo con la boca y en una forma casual, indiferente. Otros, que meditan sobre su significado y sienten las emociones de la exaltación y súplica, son capaces de obtener deleite. La recitación sin entender el significado puede proporcionar sólo una pequeña y trivial satisfacción, mas el himno sólo puede surgir del corazón cuando se siente el significado.

El significado interno del yajna es "renunciación", "sacrificio o abandono"; ¿por quién? Por Dios. "¡Señor! El corazón que tú me diste, yo te lo devuelvo", es el espíritu de esa renunciación. El corazón que Él ha otorgado, los sentimientos que evoca, la riqueza que nos ha conferido, la gloria con que nos ha recompensado, tienen que devolverse con alegría. Como parte de estos yajnas se ha dicho que un animal, como una cabra o un caballo tiene que ser "sacrificado", es decir, "renunciado". La gente se pregunta si no es un acto cruel. Se dice que las Escrituras referentes a los rituales se comparan a aranya, la jungla. Se denominan aranyakas. Los términos usados en las Escrituras tienen muchos significados y es difícil encontrar el correcto y preferirlo a las interpretaciones erróneas. Por ejemplo, el aswameda o sacrificio del caballo no significa el ritual de matar un caballo. El nombre aswa aplicado al caballo lo describe como un animal que no está quieto en ningún momento, simbolizando la mente que está agitada tanto en la vigilia como en el sueño. El caballo nunca puede estar quieto; sus patas, cola u orejas, están moviéndose o agitándose siempre. Al árbol de baniano lo llaman aswata porque sus hojas siempre están agitándose haya o no viento. Lo que se recomienda es el "sacrificio" de la mente, ofrendándola a Dios, de manera que se vuelva serena, pero no traer un animal vivo y matarlo. Eso sería acatar el significado literal del ritual, no su significado y valor interno. Escuchen el significado de los aforismos y rituales védicos y los mandatos de las Escrituras con generosa, pura y gozosa concentración. Atesórenlos en el corazón practicándolos en la vida diaria y compartiéndolos con otras almas fervientes.

Prashanti Nilayam

Inauguración del Veda Purusha Saptaha Jñana Yajna

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