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53. ??/09/80 Profesión del médico | Setiembre de 1980
Prashanti Nilayam
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La salud y la felicidad van juntas. La felicidad es un sueño vano si no hay salud. Las Sruthis (Sagradas Escrituras) declaran que la salud es la condición más básica para el hombre, porque sin ella, no puede lograr ninguno de los cuatro objetivos de la vida: acción correcta, deseo correcto, logro correcto y liberación final. La mente sana necesita un cuerpo sano; uno reacciona al otro. El mundo se considera sólo una proyección de la mente; cuando deja de funcionar durante el sueño profundo, el mundo también es inoperante e inexistente. La mente también necesita estar sana. No debe estar obstruido por la codicia, la envidia, el odio o el orgullo. No debe ser contaminado y envenenado por planes y proyectos antisociales e inhumanos. Debes estar tranquilo y ser amable, para que el pensamiento pueda ver sus profundidades y deshacerse de los malos sentimientos y tendencias que evoca.
La virtud es la panacea para el cuerpo y la mente. La persona virtuosa puede estar sana y feliz. ¿Cómo cultivar la virtud? ¿Cómo se puede expresar en la práctica diaria? A través del servicio a los seres vivos; a través de seva (servicio voluntario y altruista). La virtud debe fluir a través del triple canal del amor, la misericordia y el desapego para alimentar las raíces del seva. Para alentar a los humanos a seguir el camino de la simpatía mutua, la compasión continua y el servicio concreto, fueron dotados de un instinto gregario. El hombre es un animal social. Los seres humanos encuentran la vida solitaria antinatural y miserable. Los ashramas (monasterios) de la antigüedad eran academias donde se fomentaba la cooperación mutua y el servicio amoroso. Los aprendices trabajaban en grupos, cuidaban del ganado, servían a la casa del Gurú y se ayudaban mutuamente en todos los aspectos.
Dios obra a través de un médico amoroso.
La profesión médica, para ser honesto, es la clase más importante de sirvientes (sevaks) en las condiciones actuales. La suya es, de hecho, una noble misión. Cuando se hace se hace con amor, inteligencia y dedicación, acerca a la persona a la Divinidad, porque atrae la Gracia de Dios al individuo. Ésta es la razón por la que las Escrituras elevan al médico (vaidhya) a la categoría de Dios. Vaidhyo Narayano Harih - “El médico es Narayana (Dios); él es Hari ”. Es Hari, el eliminador o destructor, porque destruye los obstáculos en el camino del hombre hacia la disciplina espiritual (sadhana). Si el médico está lleno de amor y compasión, Dios obra a través de él. El médico ya no es él mismo, sino Narayana, quien manipula sus dedos y prescribe a través de él.
Los médicos, por lo tanto, deben esforzarse por convertirse en receptáculos del Poder Divino durante su trabajo de curación. ¿Cómo pueden curarse cuando ellos mismos están enfermos, ya sea en el cuerpo o en la mente? Cuando sus mentes son inocentes y contentas, una sonrisa brillará espontáneamente en sus rostros y sus palabras serán suaves, dulces y amorosas, más suaves que cualquier bálsamo farmacéutico. Los modales y el semblante del médico son más efectivos para extraer las fuentes latentes de fuerza en el paciente que la medicina más poderosa. Una atmósfera piadosa de humildad y veneración es de gran ayuda para la curación. Podemos decir que el comportamiento, la voz y el semblante del médico representan el cincuenta por ciento de la cura, y la eficacia de los medicamentos se encarga de la otra mitad.
Los médicos deben practicar con devoción.
Tenga en cuenta que la ciencia de la medicina que practican los médicos en la India se conoce con el nombre sagrado de Ayurveda, la ciencia de la longevidad saludable. ¡Su origen es también tan divino como el de los Vedas! Debe estudiarse con tanta admiración y veneración como se aprenden los Vedas a los pies del gurú. Debe practicarse con tanta devoción y dedicación como las ceremonias y recitaciones védicas. El Veda, o conocimiento que confiere aayu (longevidad), es Aayur-Veda. Puede prolongar la vida preservándola y protegiéndola de los peligros.
Ayurveda no solo se ocupa de curar enfermedades, sino que también trabaja para prevenirlas. La ausencia de tranquilidad y ecuanimidad mental conduce a lo que con razón llamamos enfermedad. Un deber sagrado del médico es asesorar a las personas sobre cómo preservar la salud y prevenir enfermedades. La sociedad debe estar atenta para descubrir y reprimir todas y cada una de las tendencias en los hábitos alimenticios y recreativos (ahara y vihara) que conducen al desarrollo de enfermedades. La ropa que usan los seres humanos, las casas donde viven y las áreas donde se ubican deben ser ordenadas y limpiadas. La comida ingerida debe proporcionar todos los elementos necesarios para mantener un cuerpo lo suficientemente fuerte como para resistir las enfermedades. Incluso si falla en este sentido, la salud puede mantenerse si está libre de contaminación, pura y santa. El aire que respiramos, el agua ingerida, el suelo donde vivimos, los animales y las plantas que nos rodean, todos portan microbios malévolos capaces de causar enfermedades, si la mente y el cuerpo no están equipados con una armadura poderosa y resistente. Ejercicios, bañarse, lavar ropa, limpiar, etc. se prescriben para ese propósito. El cuerpo es el barco en el que viajamos a través del océano del samsara (vida material) y debe permanecer nivelado y listo para navegar. El viajero también debe ser fuerte, seguro y valiente.
La creencia actual es que se debe medir la eficacia de los medicamentos durante la enfermedad. Su utilidad termina con la curación. Sin embargo, este punto de vista debe cambiar. La medicina sirve para evitar que el individuo se enferme, más que para restaurarlo cuando se enferma, así como el propósito de la verdad es ser una forma de vida capaz de evitar que el individuo nazca de nuevo.
Traduccion AUTOMATICA DEL PORTUGUES
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