.



 

Discursos dados por Sai Baba

22. 03/01/74 Gurúes, no maestros

Gurúes, no maestros

Gurúes, no maestros

3 de Enero de 1974

Rajahmundry

La educación confiere humildad; lo dota a uno de una autoridad para dirigir que le dará derecho a la prosperidad. Con la ayuda de esta prosperidad, la caridad y la compasión pueden hacerse fructíferas y, por este medio, se puede obtener la felicidad en este mundo y la paz en el siguiente. En consecuencia, la educación es una gran fuerza constructiva para la humanidad.

Pero los reformadores y reconstructores han jugueteado tanto con el proceso de educación que ahora éste ha sido reducido a una caricatura de sí mismo. La eficacia del sistema educativo y de las bendiciones que podría otorgarle al hombre han sido ignoradas y descuidadas; ahora el nombre le es dado al arte de coleccionar información del mundo objetivo.

Se ha abandonado la tarea mucho más importante de transformar la naturaleza del hombre en lo divino, más allá de su conocimiento.

La diferencia entre los antiguos ideales de la educación y las prácticas modernas es atroz. En la actualidad, el proceso educativo le es negado al aspirante si suspende el pago de sus cuotas; el maestro también siente que no tiene el deber de enseñar si algún mes no se le paga su salario. Los estudiantes pagan para que se les enseñe; a los maestros se les paga por la enseñanza que llevan a cabo. El dinero decide qué es enseñado y cómo se aprende. “Paguen y reciban; sean pagados y den.” Ese es el vínculo entre el maestro y los alumnos. “Amor, reverencia, afecto”, éstos no tienen lugar en la transacción.

¿Cómo entonces puede ser fructífera la educación? Gokak re cién dijo que cuando los maestros aman a los niños, son recompensados con el amor de los niños que están sentados a su alrededor. Ahora, ellos son amados a causa del dinero que traen, y de esta manera la relación es artificial y sin raíces en el corazón.

Herederos de la más rica herencia cultural.

Tanto el maestro como el alumno estarán inmersos en la alegría cuando los una el Amor que no calcula la recompensa.

Cuando el objetivo es el logro material, la alegría está basada en la materia y no estremece a la mente. No puede ser pura, firme y sincera.

Como maestros de las clases de Bal Vikas a lo largo de todo el país, ustedes no aguardan beneficios económicos o materiales, y de esta manera tienen una amplia oportunidad para hacer florecer el corazón y el intelecto del niño, a través de los rayos de Amor. Permítanme decirles que la mayoría de los maestros en la actualidad se han especializado en formas de capacitación occidentales y, por consiguiente, han perdido sus amarras a nuestra propia cultura, y así no son conscientes de los más profundos manantiales del espíritu.

Se han hecho materialistas, mundanos y egoístas. Están atrapados en la persecución del placer sensual y en la ganancia de dinero. No saben que la verdadera educación consiste en ayudar al niño a manifestar la Divinidad latente en él. Recuerden que los niños que llegan a ustedes son todos herederos de la más rica herencia cultural que el mundo puede dar. Son todos “Hijos de la Inmortalidad”, exaltados como tales en los antiguos textos por los sabios y eruditos de este país. ¡No los vuelvan expertos en matemática, incapaces de calcular una simple factura doméstica; eruditos en la geografía de América, pero incapaces de orientar a un peregrino que desea saber en qué dirección se encuentra Kashi; prodigios en álgebra que son incapaces cuando se les pide que definan el área de sus propias habitaciones; maestros en ejercicios y gimnasia, pero en estado de confusión cuando se les solicita sentarse en postura de Padhmaasana; muy competentes en botánica, pero, ignorantes de los usos de la ordinaria planta de tulsi, encontrada en el patio de toda casa india! Pueden pintar cuadros realistas de perros y zorros, pero su caligrafía sigue siendo un garabato ilegible. ¿Cómo podemos esperar que la cultura india sea preservada y fomentada por estos productos de nuestro sistema educativo? Los maestros que los han llevado a este paso y los administradores educativos que elaboraron el sistema son igualmente culpables.

Estén conscientes del elevado propósito de la educación.

La corrección de estas faltas debe comenzar con los maestros; deben hacerse conscientes del elevado propósito de la educación y del objetivo hacia el cual deben guiar a los niños del país.

Sé que en la actualidad prevalece un gran entusiasmo, tanto entre los alumnos como entre los maestros de nuestras clases Bal Vikas, por los ideales espirituales preciados en este país desde hace años. No obstante, debo decir que existe una gran y urgente necesidad de que ustedes, maestros, reciban capacitación en los métodos de educación del niño. Por ejemplo, al enseñar la recitación de los bhajans o de poemas o de himnos, tienen que prestar atención a la correcta enunciación de cada sonido, a la correcta pronunciación de cada letra; pues, en caso contrario, el significado es susceptible de ser deformado de su reconocimiento.

Las tres “R” están muy descuidadas en la actualidad.

En épocas antiguas, los maestros se tomaban un cuidado muy especial para explicarles a los alumnos los orígenes y las raíces de cada palabra nueva, incluso de palabras como Sah y Thwam. Ellos enseñaban no sólo el significado de la palabra, sino que profundizaban en sus raíces y abrían ante el alumno un vasto panorama de palabras relacionadas y una inmensa extensión de un significativo vocabulario. Ya que las palabras en los idiomas indios se transforman al escribirlas o pronunciarlas en conjunción con otras palabras, recae sobre ustedes el deber de enseñarles cómo tienen que ser reconocidas e identificadas de forma separada. Los muchachos pueden escribir Ramunithoka pivarudu itlaniye (que quiere decir: “La cola de Rama, Pivara habló así” (lo cual es absurdo), en lugar de Ramunitho kapivarudu itlaniye, que significa: “Con Rama, el Señor de los monos habló así” (lo cual es bastante correcto).

La palabra santha pakodelu que utilicé una vez para indicar el error ocasionado cuando las personas abandonan el verdadero sendero y buscan degradantes placeres materiales, a los cuales comparé con los pakodelus (“savouries”, bocadillos) que se venden en santha (mercados de aldeas durante las ferias y festivales), pues atraen por su color, tienen ruinosos componentes y destruyen la salud. Kasturi, que no sabía mucho telugu, dividió la palabra en santhapa y kodilu, haciendo absurdo el significado, pues kodilu significa aves y shanthapa, como pivarudu, no tiene significado alguno, ¡siendo una mera mezcolanza de sonidos! A menos que se dé capacitación en la lectura en voz alta, con atención simultánea a las palabras y frases, esos errores están destinados a producirse. Las tres “R” son las aptitudes más descuidadas en la actualidad.

La escritura también tiene que ser bien enseñada, pues el conocimiento de la forma correcta de cada letra tiene que ser dominado por todos. O si no, incluso aquí, un diminuto descuido puede cambiar una idea sublime por una ridícula jerga. Rishikoti, al ser escrito erróneamente en telugu, como consecuencia de la omisión de una sola curva hacia arriba, una vez fue formado incorrectamente como “saco de arbusto” ¡y así toda la oración se transformó en ridícula! Sólo un escrupuloso cuidado y una constante atención pueden hacer que los alumnos eviten tales errores.

Vale la pena hacer un estudio de los libros para niños.

Un aspecto que tengo que enfatizar aquí es que ustedes deberían estar atentos al manejar algunos libros publicados para la escuela, utilizados por los así llamados eruditos en el momento actual. Ellos arrojan dudas sobre la verdad de grandes epopeyas como el Ramayama, y aseguran que Dhasharatha y Ravana no existieron en la historia auténtica. Los caracterizan como representativos o símbolos de las culturas opuestas, la aria y la no aria, y siembran las semillas del enfrentamiento y del odio. Por semejantes escritos, los niños comienzan a dudar sobre los principios mismos de la bondad, la verdad y la belleza; se encuentran confundidos cuando tienen que decidir sobre la conducta y el comportamiento correctos, las formas de vivir y los ideales correctos.

Ustedes deben examinar cada historia o reporte que ponen ante los niños desde el punto de vista de la fe individual y de la armonía social. ¿Conduce esto al niño hacia una vida mejor, más armoniosa, más orientada hacia Dios? Esa es la pregunta que deberían plantearse. Prahladha ha resumido hermosamente este principio, en el verso que pronuncia en el Bhagavatha, al aconsejarle a sus compañeros de juego sobre las disciplinas que ellos deberían acoger. “El estudio de libros que describen la Gloria de Dios es el estudio que vale la pena. El preceptor que nos cuenta acerca de la Gloria de Dios es el preceptor que ha de ser buscado y reverenciado. El padre que los orienta para acercarse a Dios es el padre que merece la reverencia y la obediencia de los hijos, no los otros.” Las colinas y las montañas están superpuestas con rocas y canto rodado; el escultor las recoge y transforma a cada una en algo útil y hermoso, dependiendo de la naturaleza y de las características de la piedra. De un canto rodado, el artesano podría tallar un enorme mortero y una mano de mortero para ser puestos en la esquina de la cocina de una casa muy poblada.

¡De otro el escultor podría producir una áspera gárgola tallada para ser incorporada en un edificio como un fantasmagórico objeto para protegerse del ojo malvado! Una tercera piedra podría ser transformada en una pequeña bailarina encantadora para embellecer el estante de un museo. Otra pieza, atrapando el ojo y la atención de un calificado escultor, podría ser elevada como estatuilla de una Manifestación Divina, adecuada para ser instalada en un templo donde reciba la adoración de millones durante generaciones.

Los padres tienen importantes papeles que desempeñar en la educación de sus hijos.

Aunque ellos eran la progenie de una cumbre rocosa, cada uno tiene un destino diferente, dependiendo del cuidado y la consagración que les otorgó el escultor. Los maestros son los escultores que moldean las rocas, convirtiéndolas en objetos de belleza y significación, de utilidad e inspiración. Ellos estudian a los alumnos, su naturaleza y talentos, y deciden acerca de los papeles que desempeñarán en la sociedad, sus sendas y las etapas de su progreso.

Sin embargo, debe señalarse que el escultor o maestro no es el único factor a tomar en cuenta en el proceso de la educación.

La madre y el padre del niño también tienen importantes papeles en el proceso. Lo positivo y lo negativo deben unirse para producir la corriente eléctrica; hasta Dios necesita el anhelo y el esfuerzo del devoto para cumplir Su Voluntad de salvarlo de la perdición. Pueden tener flores, un trozo de hilo y también aguja; pero sin la persona que hace la guirnalda, ¿cómo pueden las flores ser ensartadas en el hilo? Pueden tener una lámpara, aceite y mecha; pero sólo podrán tener luz cuando alguien encienda una llama y prenda la lámpara. Del mismo modo, los padres deben reunir al maestro y al alumno; y ellos deben ser alentados a aprender y a enseñar, para compartir amorosamente su conocimiento y experiencia, de modo que la educación pueda avanzar y el niño pueda recibir la herencia que le dejaron sus antepasados.

El maestro debe ganarse la reverencia del alumno derramando sobre él su Amor; el alumno debe ganarse el Amor del maestro mostrándole reverencia y afecto. Es una transacción mutua, es compartir las emociones del corazón. ¿Cómo puede construirse una correcta y agradable atmósfera de estudio y enseñanza sobra la base de la duda y el odio? Hoy en día, la atmósfera está contaminada con el temor y la sospecha de los maestros, y con la hostilidad y la audacia de los estudiantes No hay Amor para lubricar las relaciones entre el maestro y el alumno.

El Guru es igual a Dios mismo.

Hemos escuchado alabar al Gurú al igual que a Dios Mismo.

Gokak citó el sloka (verso) donde el Gurú es tratado con reverencia como Brahma, el primero de la Trinidad encargado de la Creación; como Vishnu, el segundo de la Trinidad encargado de la preservación y de la protección de la Creación, y como Maheshwara, el último de la Trinidad, encargado de la destrucción y de la disolución. Esta descripción es simbólicamente correcta, como podemos ver cuando analizamos la tarea que se aguarda que el Maestro o Gurú lleve a cabo. El Gurú siembra las semillas de la virtud, de la sabiduría y de la fe en el corazón del alumno.

Él es, por lo tanto, Brahma, de la naturaleza del Creador. Él es como el granjero que planta arbolitos en la bien preparada tierra de su campo. Pero el granjero no se sienta con las manos cruzadas después de ello. Presta atención incesante para ver que los arbolitos crezcan vigorosamente y bien, está vigilante para regar los cultivos en desarrollo y los nutre con fertilizantes en las etapas adecuadas del crecimiento. Este es el rol de Vishnu, en cuanto concierne a la educación y al educador. El Gurú no puede sentarse y observar silenciosamente el destino del alumno, después de las primeras pocas lecciones. Él tiene que guiar al alumno en cada paso, fomentar y alentar los buenos hábitos, el sano razonamiento y las emociones, y actuar como Vishnu, el segundo de la Trinidad.

Los maestros deben inspirar elevadas cualidades en sus alumnos.

El Gurú también tiene el deber que le es asignado, de observar cada paso del alumno y advertirle cuándo realiza un paso en falso o desarrolla un mal hábito o alberga una duda perjudicial.

Como el granjero, que tiene que estar atento al crecimiento de malezas o al aumento de pestes, el Gurú también tiene que estar siempre alerta para destruir las pestes del vicio y las malezas de la pereza y de la inestabilidad. La palabra “maestro” no puede denotar estos elevados roles; sólo puede significar aquellos que transmiten información y capacitan en habilidades. Yo ordeno que los maestros Bal Vikas, a partir de ahora, debieran ser conocidos por el nombre mucho más apropiado de Gurú, para que así ustedes siempre puedan estar conscientes del rol espiritual que han asumido y de las responsabilidades de él y su valor. Ustedes son lámparas de las cuales los tiernos corazones de los niños deben recibir Luz y Amor. A través de vuestra adherencia a la verdad, rectitud, paz y amor, tienen que infundir estas cualidades en los niños que vienen a ustedes y en los hogares de donde ellos vienen.

Hay muchos que se estremecen ante la perspectiva, cuando contemplan el futuro de este gran país. Ustedes nunca debe - rían albergar tales dudas y temores, pues ustedes son los constructores de ese futuro y saben que éste será glorioso. Los niños Bal Vikas, a quienes están guiando e inspirando, serán los líderes de mañana en este país. Las virtudes que ustedes implantan en ellos, el consejo que les están proporcionando y los ejemplos que ponen ante ellos, permanecerán grabados en sus memorias y transformarán sus puntos de vista y comportamiento en los días venideros. Pregúntenle a cualquiera de los aquí reunidos si pueden traer a la memoria el libro que leyeron esta mañana; el noventa y cinco por ciento de esta vasta reunión fracasará en esta prueba. Pero pídanles que repitan de memoria algún sthothra (himno o verso moral) que les enseño su abuelo o abuela cuando eran pequeños niños sentados en sus rodillas, y estoy seguro de que la mayoría de ustedes será capaz de recitar el sloka o sthothra. Las cosas aprendidas durante aquellos primeros años están grabadas en la memoria, y actúan sutil y silenciosamente en la mente en desarrollo para modificar y purificar la conducta de los años posteriores.

La educación espiritual debe comenzar temprano en la vida.

Algunas críticas cortas de miras declaran que los temas espirituales no deberían ser comunicados a los niños, pues son muy jóvenes e inexpertos para beneficiarse a través de esa instrucción.

Pero, si una cosa merece ser realizada, cuanto antes la emprendamos mejor. El lema: “Arranca temprano, conduce lentamente, arriba a salvo” se aplica no simplemente a los trayectos por la carretera o al ferrocarril; también se aplica al trayecto de la Irrealidad a la Realidad, de la Oscuridad a la Luz y de la Muerte a la Inmortalidad.

La intranquilidad, la ansiedad, el temor y el odio que atormentan al mundo ahora se debe en gran medida a la negligencia que mantuvo alejados a los niños en el desarrollo de las disciplinas que pueden regular las pasiones y emociones del hombre.

Posponemos esta esencial tarea de la educación bajo nuestra responsabilidad; pues, cuando los niños están equipados con la disciplina para asegurar el equilibrio, la ecuanimidad, la armonía y la paz, ya no pueden ser arrastrados a salvajes aventuras y actividades improductivas. Ustedes tienen que aprender disciplinas espirituales junto con las materias que proporcionan información del plan de estudios. Ustedes tienen que obtener el elevado Diploma que los Upanishads les ofrecen, es decir, Amruthasya Puthrah (Hijo de la Inmortalidad), junto con los títulos de Licenciado en Filosofía y Letras, Diplomado en Letras, etc., los cuales les ayudan a ganarse la vida a duras penas, hasta una cierta etapa de la vida.

Todos deben aprender el secreto de la felicidad.

¡Pero recuerden que no pueden tomar las riendas del Sadhana (disciplina espiritual) súbitamente después de retirarse del servicio activo! No pueden aprender el Sadhana espiritual cuando se encuentran físicamente debilitados y abrumados por el acercamiento de la muerte. ¿Cómo puede un hombre pensar en Dios, su Salvador, cuando él mismo está vencido por el pesar ante el apuro de partir de este mundo, y cuando todos sus parientes y amigos están llorando y gimiendo en voz alta?

No. Cada uno debe aprender el secreto de la felicidad, que consiste en rehusarse a derramar lágrimas por cualquier cosa menor que Dios. Ustedes han ganado este cuerpo humano, esta vida humana, como recompensa por muchas vidas pasadas adquiriendo mérito. Han ganado esta oportunidad, esta buena fortuna única de poder obtener el Dharshan (visión o audiencia) de Sai.

Habiéndose zambullido profundo en las aguas de este tumultuo so océano del Samsara (vida mundana), han emergido heroicamente de sus profundidades, con esta excepcional Perla en vuestras manos: la Gracia de Sai. No permitan que se les escape de vuestras manos y caiga nuevamente en las profundidades. Sujétense firmemente a Ella. Rueguen para que puedan tenerla para siempre y que sean colmados con la alegría que Ella confiere. Esa es la forma en la cual pueden hacer fructífera esta vida.

Inculquen a los niños del Bal Vikas que reverencien a sus padres. Esta es la primera cosa a realizar. Es un sencillo acto de gratitud para aquellos que los dotaron con el instrumento material para la vida. Pero, la simple posesión del cuerpo humano, por más maravilloso que sea, no es suficiente para la paz y la dicha de uno. Uno debe saber cómo desentrañar sus misterios y cómo regular los propios impulsos y apetitos. Este proceso es realizado por el Gurú y, por eso, los alumnos debe ser instruidos y alentados a reverenciar al Gurú, en gratitud por el servicio que ofrece. La educación debe apuntar a proporcionarle al niño, no medios de subsistencia, sino una vida que valga la pena. Para esto, la adquisición de habilidades de hacer o razonar no es suficiente. La fe en uno mismo y en la Divinidad de uno mismo es absolutamente esencial. Ese es el precioso tesoro de la sabiduría, almacenado en nuestras antiguas escrituras y en la experiencia de los Santos y Sabios de todos los países y creencias.

Hay una sola religión, la Religión del amor.

Hay un aspecto más, el cual deseo enfatizar. Algunos maestros Me han preguntado si las clases Bal Vikas pueden darse a niños de todas las creencias o si sólo pueden admitir niños de la fe hindú. La pregunta ha surgido porque los interrogadores no conocen los fundamentos mismos de la fe hindú. Hay una sola religión, recuerden, y esa es la Religión del Amor; hay una sola casta, y esa es la Casta de la Humanidad. Ustedes deben ser cuidadosos de no alentar o albergar el más leve rastro de “diferencia” sobre la base de la religión, la casta, el credo o el color, en las clases Bal Vikas.

No manchen las inmaculadas mentes limpias de los niños infectándolas con un sentido de distinción entre un niño y otro.

Impartan instrucciones e inspiración de forma igual a todos. Seleccionen historias de las Sagradas Escrituras de todas las creencias para interesar a los niños acerca de los valores de una vida buena. Háblenles de los héroes morales de todos los países, de los Santos de todas las creencias. Pues son todos del mismo sello. Ninguna escritura sagrada impone la violencia o establece la falsedad como una forma de vida. Todas las religiones exaltan la Verdad, la Rectitud, la Paz, la Hermandad y el Amor.

Todos los santos son encarnaciones del servicio, de la compasión y de la renunciación.

No comparen las diferentes manifestaciones de lo Divino ni juzguen, declarando que Rama es más grande que Krishna o que Shiva es superior a Vishnu. Esta línea de pensamiento es venenosa y dañina para el aspirante devoto. Ustedes no conocen a vuestro propio ser; pero, a pesar de todo, ¿cómo se atreven a juzgar las personalidades y los poderes que jamás han experimentado o comprendido? Rama les es tan desconocido como Cristo y, por eso, es mejor mantener silencio y reverenciar a ambos con igual fervor. Pues todos son manifestaciones del mismo Resplandor Divino.

Los bendigo para que tengan éxito en la gran tarea que se han impuesto y que puedan iluminar el camino para los niños de este país hacia la gloriosa región de la Dicha Eterna.

Rajahmundry, 3/1/1974.

Aquellos que buscan adquirir firmeza de fe deben adquirir primero la fortaleza para soportar el pesar y el dolor, el insulto y la injuria… La sucesión de dicha y pesar debe ayudar a confirmar la fe y hacerla inalterable.

Eso sólo puede evidenciar la verdadera devoción.

Sri Sathya Sai