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Discursos dados por Sai Baba

16. ??/04/73 El jardín de Dios

El jardín de Dios

El jardín de Dios

Abril de 1973

Hyderabad

El hombre tiene que reconocer su deuda con la sociedad y su deber para con ella; esta es la mejor manera de solucionar los problemas de estos días. Sólo se le presta atención a los argumentos y contra-argumentos, proposiciones y oposiciones, planes y programas; la meta del egocéntrico es ganar una victoria verbal más que alcanzar un objetivo válido. No se realiza intento alguno para fomentar las virtudes sociales de la honestidad, la tolerancia y la cordialidad.

La sociedad es la expresión de la Divinidad en múltiples fases, con el amor de ella, su pasión, su impaciencia por confortar y consolar. Una conglomeración fortuita de humanos no se convierte en una sociedad. Tiene que ser fundida en una unidad mediante la conciencia del parentesco de Dios, mediante el compartir las alegrías y pesares mutuos, y el cultivo de Samarasa (empatía). El individuo tiene que manifestar a través de la palabra y de la acción, el Ananda (bienaventuranza divina) inherente en él y en la sociedad.

Pasar las cuentas de un rosario entre los dedos o estar sentado derecho contemplando la punta de la nariz son sólo formas inofensivas de pasar el tiempo; la participación activa en la sociedad con un espíritu de dedicación y de entrega, concibiendo a todos los actos como actos de adoración, a todos los hombres como encarnaciones de lo Supremo, es una forma más beneficiosa de sadhana (disciplina espiritual). Pues no hay un lugar en el cual Él no esté, ningún objeto que no sea Él. Pues, como declara el Shruthi (sagrada escritura), ¡Él dispuso convertirse en to do esto! ¡La veneración, la adoración y el peregrinaje no pueden ser todo! La meta es la realización de “yo soy Él, Él es yo”. Únicamente eso podrá llenar el corazón con Bienaventuranza.

El Dharma promueve a aquellos que lo promueven.

Cuando ustedes se separan a sí mismos como un individuo, la envidia, el resentimiento, los celos y el orgullo comienzan a profanarlos. Únicamente el amor puede fundirlos en parentesco con todos. Ustedes son Shivashakthi –el principio latente-patente, positivo-negativo, inerte-alerta–. Estén siempre conscientes de este secreto sobre ustedes mismos.

Dhivaakarla Venkatavadhani recitó versos dándome la bienvenida, en los cuales ella amontonó alabanza sobre alabanza.

Por supuesto, el estilo era dulce y el sentimiento sincero. Una vez que trascienden la escala humana y alcanzan lo Divino, la ansiedad por adorar decaerá lentamente. Pueden evocar lo Divino en ustedes al adherirse al dharma (rectitud); ese es el mensaje del Mahabharata. Oprimido por el pesar, un día Arjuna le echó la culpa de todo a su hermano mayor Dharmaraja. Dijo:

“Debido a ti nuestra amada madre está separada de nosotros, nuestra mujer es deshonrada en la corte abierta, mi único hijo es masacrado por nuestros bestiales primos, nuestra dinastía es forzada al exilio y nuestra herencia es robada ante nuestros mismos ojos”. Dharmaraja respondió: “Cuando ustedes me culpan a mí, recuerden que están culpando al Dharma; nadie puede sufrir jamás por el Dharma. El Dharma promueve a aquellos que lo promueven. El dolor que causa el Dharma es una bendición, es una lluvia de dicha. Como nos hemos adherido al Dharma, Dios luchará nuestra batalla y obtendrá la victoria para nosotros”.

Para alcanzar a Dios, el amor es suficiente.

Dios es la encarnación de la compasión. Él está pendiente de un grano de bondad o de humildad para así poder recompensarlo con toneladas de Gracia. En un determinado templo de Shiva, el sacerdote tenía un cuenco de plata con un agujero en su base para que el agua goteara continuamente. ¡Lo llenaba con agua y lo colgaba encima del Lingam (el ídolo de Shiva) para que así el Dios que tragó el veneno que hubiese destruido al Universo pudiera ser refrescado y confortado! Incluso a la noche, cuando las puertas del santuario eran cerradas por el sacerdote al irse a su casa, el cuenco de plata de agua estaba en su posición. De esta manera, irrumpió un ladrón en la habitación sagrada; su mirada se centró en la platería; no pudo alcanzar la cuerda que mantenía al cuenco en su ubicación; por lo tanto, se trepó sobre el Lingam mismo para bajar el valioso botín. Cuando estaba parado sobre el sagrado ídolo, Shiva Se manifestó ante él en toda Su gloria, diciendo: “¡Hijo! Aprecio tu entrega; ¡has puesto sobre Mí toda tu carga!”. El ladrón oró que Shiva lo ayudara a conseguir la platería; no había escalera o banco, ni ninguna otra cosa sobre la cual pudiera trepar. Por eso el Lingam era su único refugio.

Una vez, un Gurú envió a un alumno para brindarle más orientación a un mendigo en un templo de Shiva. Cuando llegó al templo, encontró al hombre reclinado en el santuario central con sus dos piernas descansando sobre el sagrado Lingam.

Naturalmente, el alumno se enfureció ante la insolencia del hombre; cuando con ira habló contra la conducta, el hombre dijo:

“Por favor, levanta mis piernas y colócalas donde no esté el Lingam”. Cuando hizo esto, había un Lingam debajo de los pies en la nueva posición. ¡Dondequiera que depositara las piernas del hombre, surgía un Lingam para ofrecerles descanso! Esa fue la lección que el mendigo le enseñó: Dios está en todas partes; sólo obtengan la visión para verlo así.

Para alcanzar a Dios, proezas o un severo Sadhana son superfluos.

El amor es suficiente; eviten odiar, envidiar o incluso desagradar a otros. Pongan en práctica el amor, a través del seva (servicio desinteresado). Cuando el encanto de la semilla florece, tienen la flor. ¡Y Dios es el encanto que florece como hombre! En el Gita, el Señor ha anunciado: “Yo soy la Semilla de todos los Seres” (“Beejam maam sarva bhoothaanaam”). Si la semilla es inmortal, el árbol también es inmortal, la flor y el fru to son inmortales. Si Él es rasa (jugo), dulzura y amor, todas Sus manifestaciones son dulces y amorosas. Si Él es luz, nada puede ser oscuro. Si Él es Chaithanya, Chith (Supremo, Conciencia), nada puede ser Jada (inconsciente), sin conciencia o inteligencia o toma de conciencia.

El Universo es un agradable jardín.

Pueden enorgullecerse de estar enfocados en Dios y de estar ligados a Dios; pero vuestro orgullo proclama que Dios está solamente en la circunferencia de vuestra actividad. Deben ser humildes; no deben limitar a Dios a ningún Nombre y Forma en particular. ¿Cómo pueden fijar una etiqueta en Dios y obligarlo a ajustarse a vuestras especificaciones? Estudien el emblema de la Organización Sathya Sai; él declara que todas las creencias nutren el corazón con ananda, todas las creencias limpian la mente de la trivialidad, todas las creencias confieren coraje al débil y al vacilante.

El Universo alrededor de ustedes es un agradable jardín de encantadoras áreas de una combinación de muchas flores con fragancia y elixir nectarino, siendo cada cantero de flores una Religión, la cual atrae la lealtad de millones de buscadores. El jardín también es Dios; Dios danza en ese jardín ante Su propia obra, exaltando las flores con la mágica melodía de la flauta.

Estén llenos de dicha y de amor; compartan esa dicha y ese amor con todos. Si pronuncian: “Dios, Dios” y causan dolor en el hombre, serán rechazados como un embaucador. No necesitan gritar ¡Dios, Dios! Pero si confieren dicha al semejante, Dios responderá con Su presencia, a pesar de no ser invitado. ¡Hay, no obstante, muchos en puestos de autoridad y de influencia que adoran a Dios y, al mismo tiempo, aborrecen al hombre! Se comportan como si su Dios fuera una persona de una inteligencia muy limitada que puede ser engañado fácilmente, que evaluará sus palabras y su rostro y nunca mirará detrás de ellos por el motivo y la intención.

Entiendan que Dios reside en todos los seres; hablen palabras que expandan bondad, verdad y belleza; realicen actos que promuevan la felicidad y la prosperidad de todos; oren por que todos los mundos tengan paz. Expándanse; no se contraigan en vuestra propia diminuta individualidad. Expándanse hacia el amor Universal, la inconmovible ecuanimidad y la siempre- activa virtud. Ese es el Sendero que extraerá la Divinidad en ustedes en su totalidad.

Hyderabad, Abril de 1973.

Swami siempre está con ustedes, en ustedes y alrededor de ustedes. Cuando sean erradicadas todas las diferencias y los devotos en la Organización Sai se conduzcan con devoción desinteresada, todos se darán cuenta de que Swami y ustedes son uno.

Sri Sathya Sai