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Discursos dados por Sai Baba

11. 01/04/73 Revisión radical

Revisión radical

Revisión radical

1 de Abril de 1973

Rajkot (Gujarat)

¡Constructores de la Futura India, Patrocinadores y Simpatizantes de Instituciones Educativas! En esta sagrada tierra nuestra, la educación en la actualidad está extraviándose en direcciones equivocadas y está alentando nociones y patrones de conducta equivocados. Todos ustedes son conscientes de esta tendencia y de sus consecuencias. Cuanto antes corrijamos las cosas, tanto mejor para todos los afectados. Pues, ya sea que los estudiantes dominen el programa de estudios o no, ya sea que ellos comprendan, aprecien y asimilen la cultura de la India o no, los años pasan inexorablemente; el tiempo se precipita sin posibilidad de retorno; el lapso de vida asignado a cada uno está experimentando sustracción cada minuto. Por consiguiente, la demora en esta materia de reforma es imperdonable.

Los años pasados por estas personas como estudiantes en escuelas y universidades son los años más cruciales de sus vidas.

El corazón de los jóvenes es puro, limpio, lleno de entusiasmo y optimismo. Están ávidos de alcanzar la felicidad de embarcarse en una aventura y la seriedad para servir a los demás.

No implica mucho esfuerzo dirigirlos por los canales beneficiosos.

Por supuesto, con igual facilidad también pueden ser dirigidos por los canales perniciosos.

El sistema educativo debe decidir dirigirlos hacia el logro de la Divinidad latente en cada uno. Es un paso esencial luchar por semejante objetivo para garantizar la prosperidad y la paz social, nacional y mundial.

La vida estudiantil debe llenarse con actividad cooperativa.

La humanidad es como un tren lleno de pasajeros avanzando en una dirección. Algunos descienden en una pequeña parada, otros bajan en la estación siguiente a esa. Algunos descienden un poco más adelante. Pero las personas jóvenes viajan más tiempo. Así, se le debe brindar cuidado intenso al problema de la educación de ellos. Sus vidas deben hacerse más felices, más llenas de actividad y contento, más útiles para la comunidad humana, y esto puede suceder únicamente cuando se le permite florecer a la Divinidad en ellos.

La nación está pensando en el porvenir de estos jóvenes hombres y mujeres en cuanto a realizar sus sueños de unidad, integridad y prosperidad; esta brillante gente joven tiene que conferir confianza y valor, dicha y entusiasmo. Pero, a juzgar por la naturaleza de los estudiantes de hoy en día y por los patrones en los cuales están siendo moldeados, se siente que la esperanza de la nación puede no ser realizada.

Puede ser que los años venideros presencien el declive de los exquisitos ideales de la cultura india, apreciados a través de los milenios.

Hermosos, fructíferos ideales deben ser plantados en los tiernos corazones de los jóvenes. Ellos son encantadoras enredaderas que pueden producir racimos de flores fragantes, esparciendo su fragancia de verdad y virtud. Ellos tienen que ser criados con amor y cuidado por los padres, maestros y todos aquellos interesados en el progreso de la nación. Es una responsabilidad sagrada que no puede ser evitada.

Los años de la vida estudiantil deben estar saturados de actividad cooperativa, de servicio social, de búsqueda anhelante del bien de aquellos que son menos afortunados. Los valores morales y espirituales han de ser honrados tanto o más que los valores económicos y materiales. La vida debe ser una armoniosa mezcla de estos valores con énfasis en la fortaleza moral.

La educación debe llenar de auto-confianza a los estudiantes.

¡Estudiantes, Encarnaciones del Atma (alma) Divino! Existe una gran y urgente necesidad de que profundicen en el problema de saber exactamente quiénes son ustedes y darse cuenta de que son Divinos, para que así puedan elevarse a ese nivel, en lugar de permanecer simplemente humanos o degradarse en el nivel inferior de animalidad. ¿Cuáles son con exactitud los títulos que obtienen ahora después de semejantes estudios elaborados y exhaustivos? Los títulos son solamente platos para limosnas, los cuales ustedes pueden sostener mientras se presentan frente a una oficina tras otra, buscando empleo. La educación no los llena de auto-confianza, auto-seguridad y auto- conocimiento. ¿Cómo pueden incluso los padres, maestros y adultos darles éstos, cuando ellos mismos están sufriendo de su ausencia? Dado que no tienen estas cualidades, el país está en la agonía de la pobreza, el enfrentamiento y la pereza.

Imprégnense de conocimiento en las escuelas y universidades con vuestras mentes plenamente comprometidas en la tarea, con vuestros corazones dándole la bienvenida a la adquisición y con vuestras almas plenamente concentradas. No intenten lograr la distinción mediante el gasto de dinero. ¿Cómo puede el dinero traerles conocimiento? Hasta los templos de la Diosa del Aprendizaje (a saber, las escuelas y universidades) se han convertido en la actualidad en templos donde se venera a la Diosa de la Riqueza. Saraswati, la Diosa del Aprendizaje, es descripta en los Puranas (antiguas leyendas) como la rival de Lakshmi, la Diosa de la Riqueza. Ambas son tan hostiles como la proverbial suegra y nuera. ¿Cómo pueden estar juntas en el mismo hogar? De esta manera, Saraswati prácticamente ha sido expulsada de su templo y Lakshmi se ha instalado en él.

Se exige y se abona dinero para admitir a un niño en la escuela, para certificar que él ha concurrido la cantidad requerida de años de clases, para aceptar su solicitud de dar examen, para declarar que lo ha aprobado y para certificar que él ha conseguido el total de calificaciones aspiradas. De esta manera, toda el área de educación ha sido degradada y desorganizada, con un daño incalculable para las perspectivas del país en los años venideros.

Los estudiantes tienen sus mentes contaminadas por el odio.

Las emociones que surgen de las mentes de los jóvenes tienen que ser canalizadas y sublimadas, ahora, que todavía están en la primaria y en la etapa inicial; este es su deber primordial.

Cuando lo descuidan, la juventud se vuelve loca y arruina su propio destino. En el presente, la juventud está desmoronándose y metiéndose de cabeza en acciones extremas como incendios intencionales y actos de desorden. La culpa se encuentra en la puerta de aquellos que los incitan y los enardecen, dejándolos sueltos en la sociedad. Muchos lamentan el daño a la vida y a la propiedad que causan estos actos.

Pero los resultados más peligrosos no son tan claramente reconocidos.

Los estudiantes, por ejemplo, están dañando sus carreras y su utilidad para la sociedad aún mucho más duraderamente.

Desperdician una gran cantidad de dinero duramente ganado; desperdician algo que no puede ser recuperado más adelante, a saber, el Tiempo; tienen sus mentes con - taminadas por el odio.

Los políticos deben ser evitados y culpados, pues ellos inyectan odio y prejuicio en las mentes de la juventud, con el fin de utilizarlos como instrumentos para su propio engrandecimiento.

Los estudiantes deben mantenerse alejados de ellos.

Su primer deber es dedicar el tiempo al estudio, después de completar la tarea actual de adquirir conocimiento ellos pueden participar en actividades políticas y distinguirse como líderes y defensores. Ahora tienen que adquirir habilidades, adquirir perspicacia, equilibrio y espíritu de servicio. Tienen que reverenciar a sus padres, maestros y a los mayores. Tienen que comprender los ideales de la cultura de su país y aprender a moldear sus vidas diarias de acuerdo con ellos.

Los estudiantes deben aprender disciplina y reverencia.

Por supuesto, el sistema requiere un reacondicionamiento drástico, pues los hijos e hijas de esta tierra tienen que conocer las normas establecidas por nuestras Escrituras y textos sagrados, la historia del origen y desarrollo de nuestra antigua cultura y los principios dadores de vida de la ley y la justicia que echaron raíces en este suelo.

Otro punto. Las personas jóvenes tienen que ingresar a la escuela o a la universidad, no meramente para obtener instrucción en las clases o para estudiar algunos libros con la ayuda de los maestros, pues si eso fuese así, podrían sentarse en sus propios hogares y la instrucción puede serles impartida mientras viven ahí. Tienen que ingresar a las instituciones para poder aprender a vivir y a estar con personas de su edad pero con formación social y económica diferente, con equipamientos intelectuales y características emocionales diferentes, de manera que puedan aprender disciplina y reverencia, tolerancia y cooperación.

Algunos años en la escuela y en la universidad los capacitará para reaccionar adecuadamente ante la sociedad y ante el mundo exterior.

Lo que ocurre en la época actual es el resultado de la inadecuada importancia dada por los padres y la sociedad a la aprobación de los exámenes. Los estudiantes estudian duro unos pocos días antes de la fecha del examen; luego comienzan a vomitar todo el montón sobre las hojas de examen y regresan a casa con una cabeza vacía; pues el conocimiento obtenido no afectó su comportamiento o sus opiniones o su actitud en lo más mínimo. La educación no tiene que ser tomada como un proceso de llenar una bolsa vacía y verter su contenido dejando nuevamente vacía la bolsa. No es la cabeza la que tienen que ser llenada mediante la educación. Es el corazón el que tiene que ser limpiado, expandido e iluminado. La educación es para la “vida”, no para “ganarse la vida”.

El signo de un hombre educado es la humildad de saber que él no ha sido capaz de conocer lo vasto desconocido que aún queda por explorar. El hombre educado debe darse cuenta de que tiene más obligaciones que privilegios, más deberes que derechos. Él tiene que servir a la sociedad en medio de la cual está situado y honrar la herencia que le ha sido transmitida por sus antepasados. Debería sentir placer por servir y no deseo por dominar. Pues el servicio es divino; el servicio hace que la vida valga la pena; el servicio es la mejor manera de utilizar las habilidades, la inteligencia, la fortaleza y los recursos de uno.

La naturaleza es el mejor maestro.

Les debo contar acerca de la suma importancia del Amor.

Amor es Dios; vivan en Amor, Dios es la encarnación del perfecto Amor; por eso, Él puede ser conocido y realizado y ganado únicamente a través del Amor. Ustedes pueden ver la luna sólo con la ayuda de la luz de la luna. Pueden ver a Dios sólo a través de los rayos del Amor, la única Cualidad del Amor se expresa como apego a las cosas, cariño por los parientes y amigos, deseo por objetos, amor en las relaciones humanas, reverencia hacia los grandes y devoción por Dios. Cultiven Amor y todos sus aspectos serán alimentados y fomentados.

A través de la educación, ustedes tienen que interpretar (a la luz de los principios de la cultura india) el conocimiento de la naturaleza y de sus componentes, y el conocimiento del hombre y de sus diversos éxitos y fracasos. Por supuesto, la naturaleza es el mejor maestro; por eso estén alertas para imbuirse de lecciones útiles y duraderas de ella.

Esta universidad es el resultado de la generosidad de muchos donantes, especialmente de la Rajamatha de Nawanagar.

Deben regocijarse de que una dama de tal magnanimidad esté asociada con vuestra universidad. Estén agradecidos con ella; muestren vuestra gratitud llevando a vuestras vidas diarias los ideales del progreso espiritual, la elevación moral y el logro intelectual que ella despliega ante ustedes. Desarrollen la fe y la persistencia inquebrantable requeridas para elevarse hasta sus expectativas.

Bendigo a esta Institución, para que así desde sus portales puedan emerger brillantes personas jóvenes listas y capaces para servir a la madre patria y agregarle brillo a Su Gloria. Bendigo que cada uno de ustedes pueda alcanzar elevados logros en la educación y hasta buenas calificaciones (no observaciones malas); denles a vuestros padres, quienes han trabajado duro para vuestro mantenimiento, la felicidad que están esperando y recompensen a la Rajamatha y a otros mayores, quienes están observando vuestros estudios y educación con un cariño tan grande, presentándoles la fama que obtienen por la bondad y la educación.

Rajkot (Gujarat), 1/4/1973.

Podemos ser líderes exitosos sólo si somos seguidores disciplinados, que no emitimos órdenes a otros sino más bien que establecemos un ejemplo de servicio en nuestras acciones.

Sri Sathya Sai