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Discursos dados por Sai Baba

50. 23/11/72 Jueguen el juego

Jueguen el juego

Jueguen el juego

23 de Noviembre de 1972

Prashanti Nilayam

CREER QUE EL CUERPO lo es todo y que no existe entidad encarnada en él, es el error número uno. Ignorar u olvidar que no puede haber ola sin océano, cuerpo sin Alma, es el error número dos. El Alma no tiene modificaciones ni estados de ánimo. Es la encarnación individual la que sufre modificaciones y queda atrapada en estados anímicos. Una vez que sepan que en esencia son el Alma, también ustedes permanecerán inafectados.

Otra característica del individuo es que no puede estar solo, separado del resto. Como una gota de aceite en el agua, se esparce, se extiende lejos. 'Yo' busca otros 'yo' y anhela convertirse en "nosotros". La vida es una marcha dei 'yo' hacia el "nosotros", pero generalmente se desvía dei "yo' al 'ellos' y no alcanza al Dios, nosotros.

Sólo el intelecto puede señalar al hombre el camino de la discriminación entre lo verdadero y lo falso, el paso correcto y el incorrecto. Ésta es la razón por la cual el hombre ha estado orando desde el pasado mediante el himno Gayatri: `Ilumíname, impulsa mi inteligencia para que pueda caminar rectamente'.

El poder de razonamiento del hombre es formado, no sólo por la educación que ahora recibe, sino más por el impacto de vidas pasadas y las consecuencias de sucesos futuros. Si el poder se utiliza para el engrandecimiento propio fomentará desilusión; si es utilizado para el servicio a otros, promoverá la revelación de la Realidad. La razón debe estar alerta ante los desvíos de la mente y hacer patente la Divinidad que reside y brilla en cada individuo.

Den amor a todos y renuncien al ego, muestren heroísmo en el servicio; con bondad hacia sus semejantes, sientan su íntimo parentesco con ellos. Visualicen al Alma que ilumina a todos y obtengan interminable bienaventuranza de ello.

Todos los que encarnan son avatares, es decir, advenimientos de lo Divino, manifestaciones de Dios. ¿Cuál es, entonces, la característica especial de Rama, Krishna, Buda, Cristo? ¿Por qué celebran sus natalicios con tan reverente entusiasmo? La característica es ésta: ellos están conscientes, mientras ustedes están inconscientes del Alma que es la verdad. La conciencia confiere gracia, gloria , majestad, poder, esplendor, y concede la liberación de las ataduras del tiempo, espacio y causación, del sueño y la vigilia. Para ustedes, dormir es ficción, soñar es fantasía y estar despiertos es una tormenta en todas direcciones. Los avatares están siempre alertas, conscientes, iluminados.

El hombre sabio es aquel que mantiene su razón aguda y clara y ve las cosas como realmente son. Él escucha el consejo:

La vida es un desafío, enfréntalo; la vida es amor; compártelo; la vida es un sueño; date cuenta; la vida es un juego; juégalo.

Éste es el verdadero progreso del peregrino; ésta es la marcha del león a través de la selva, libre de temor, dominante y victorioso. El rugido del león provoca que todos los habitantes escapen despavoridos; de igual manera, el halo de la sabiduría disipa el temor y la duda.

La vida pasa barriendo como un furioso tifón; los años concedidos se derriten como la nieve ante el sol; pero el hombre no aprovecha la preciosa oportunidad y se desvía hacia la insensatez y frivolidad. El anhelo del alma humana: "De la falsedad guíame a la verdad; de la oscuridad guíame a la luz; de la muerte guíame a la inmortalidad", no se realiza. ¿De qué sirve honrar al avatar y observar como sagrado el día en que Él adoptó forma humana? El mensaje del avatar debe nacer y volverse vivo, crecer en ustedes, en sus corazones; ése es el cumpleaños que se debe celebrar.

Celebren el cumpleaños en su pueblo. No necesitan viajar grandes distancias hasta donde yo estoy. Planten las semillas del amor en sus corazones, permitan que crezcan en árboles de servicio y derramen los dulces frutos de bienaventuranza y compártanla con todos. Ésa es la forma correcta de celebrar el cumpleaños.

Les he estado diciendo que mi vida es mi mensaje, los exhorto a seguir el camino de las Upanishads, veneren a la madre como divina, veneren al padre como divino, veneren al preceptor como divino, veneren al huésped como divino. Ahora me dirigiré hacia el lugar donde descansan sus cuerpos para ofrecer gratitud y respeto a los padres, como les he indicado hacerlo a ustedes. Después, la bandera de Prashanti será izada en el templo. Ícenla en los templos de sus corazones, donde Dios está instalado y en presencia real, en todo momento de sus vidas.