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Discursos dados por Sai Baba

05. 07/01/71 La sed y la búsqueda

7 de Enero de 1971

Dharmakshethra

Na shreyo niyamam vinaa "¡No hay progreso sin restricciones!" El control eleva el poder; la regulación lo coloca en el mejor uso. Como voluntarios entrenados y ansiosos por servir donde se presenta la oportunidad, ustedes son como los jóvenes que crecían en las Rishikuls (ermitas de antaño), bajo el cuidado amoroso de los sabios. Ahora estos Rishikuls han perdido la 'r' y son simplemente shikuls (cercano al sonido de schools, escuelas). La disciplina viene al rescate, durante la crisis, cuando el mundo fluye hacia ti, como una oscura corriente de odio o burla, o cuando aquellos en los que confías evitan el contacto, se alejan. Sin disciplina, la mente del hombre se convierte en un elefante salvaje en celo. Tienes que atraparlo joven y entrenarlo para que su fuerza y habilidad puedan ser útiles al hombre e inofensivos para la vida que los rodea.

En este período de la vida, cuando estás en la juventud con tu equipamiento físico, intelectual y mental en perfecto estado, debes decidirte a mantenerlo funcionando correctamente; sin lastimaduras, u operaciones. La disciplina debe ser bienvenida; no debe ser forzada por una agente externo, como el samithi (organización) o sus padres o amigos. Debe ser buscada de forma espontánea y practicarse sinceramente.

Prepárense para servir a los demás

Ustedes han emprendido este nacimiento para esta misión: la misión de crucificar el ego en la cruz de la compasión. La oportunidad de servir a sus semejantes es un regalo de Dios. Sirvan con sentido de gratitud, porque es Dios quien acepta el servicio de ustedes. Prepárese para servir a los demás, no solo aprendiendo las habilidades de primeros auxilios, las reglas de tránsito, la técnica para donación de sangre, el arte de manejar micrófonos y altavoces, el cableado y la instalación de líneas eléctricas, etc., sino también, en esos momentos cuando no estén activamente involucrados en alguna actividad de ese tipo, estén ocupados con japam, dhyaanam o naamasmaranam ( meditacion y repeticion del Nombre ), llénense de Dios, para que no se vuelvan secos y crueles.

Mantengan la mente ocupada con estas actividades, ya que una vez que se desvíen por los carriles del mundo, se infectarán con el mal. Protejan la pequeña llama de la empatía con el sufrimiento, de las ráfagas del cinismo y la avaricia codiciosa. El servicio a los demás es el deber que debes a la sociedad, que te ha dado la cultura que te alimentó con el aliento que vives, el calor que anhelas y la seguridad que buscas. El hombre nace indefenso y se pone en el regazo de la sociedad. La sociedad le da un nombre y una forma, una personalidad, una individualidad, una armadura de creencias, un campo de juego de dudas y diversiones. El hombre es el único animal que sabe que tiene que morir, y que anhela sobrevivir a la muerte o evitar los colmillos de la muerte. Solo el hombre tiene la extraña sed del néctar, que le confiere la inmortalidad. Esa es su especial tarea, su búsqueda especial, la búsqueda de la Verdad que emancipa.

Comprender el profundo significado del servicio conducirá a que se conviertan en líderes ideales, que hoy son tan necesarios en todo el mundo. Ustedes se satisfacen compartiendo; se vacían tomando. No se comporten de manera tal que la gente desconfíe de su apertura, muéstrense sin ojos dañinos, oídos lascivos, lengua falsa, mentes sucias ni manos perniciosas. Sus ojos los delatan fácilmente; miren a todos sin la culpa de la lujuria o el escándalo; hablen a todos, y de todos con el amor que brota de la adoración; dejen que sus manos den, nunca tomen lo que no es suyo. Traten a los angustiados, los enfermos, los viejos, los indefensos y a los niños con respeto e inteligente consideración.

“Hagan lo que ganará la aprobación de Baba"

Lleven vidas simples; no desarrollen atracción por una vida lujosa, vestimentas llamativas y modales extravagantes; inviten la atención reverencial de aquellos que necesitan servicio. Ellos se mantendrán alejados si ustedes caminan presuntuosos, hablan ruidosamente y comienzan a empujar a la gente a su alrededor, con arrogancia y palabrotas. Prueben cada gesto, cada estilo, cada capricho de ustedes, pasándolo por esta piedra de toque : ¿Tendría esto la aprobación de Baba?

¡Aquí hay un joven, a quien llamaré un buen chico! ¿Saben por qué? Ayer, cuando me desplazaba entre los miles reunidos en el pandhal, él –un voluntario -estaba de pie, a un lado. Sacudí mi dedo meñique frente a él. Esta mañana, cuando pasé por el mismo lugar, él estaba en el mismo puesto de servicio pero, ¡se había afeitado las patillas! El supo lo que Baba desaprobaba, y lo corrigió de inmediato. Soy consciente de que las patillas son un problema secundario; hay serias faltas, que saben que no aliento. Libérense de ellas. Cuando me reconozcan como el habitante de su corazón, estas faltas desaparecerán y avanzarán por el camino del autoconocimiento, la autoconfianza, la autosatisfacción y la autorrealización.


Traduccion Silvina Oviedo

Revision Silvina Oviedo