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Discursos dados por Sai Baba

04. 07/01/71 Lo salino se volvió dulce

7 de Enero de 1971

Dharmakshethra

¡Qué tragedia! La verdad es tratada como un enemigo. La mentira es la amiga del hombre. El licor se vende en una taberna, a la que la gente llega después de caminar kilometros; pero los vendedores que llevan la leche a las puertas gritan roncamente para llamar la atención de los residentes, y aun así, se tienen que ir sin vender sus artículos. ¡Qué cambio de valores ha realizado el hombre!

En este día sagrado llamado Vaikuntha Ekaadhashi, uno recuerda esto, porque se han ordenado festivales como este para hacer un balance del progreso espiritual y hacer que el hombre se decida a ir hacia adelante, hasta alcanzar la meta.

Este es un día tres veces bendecido, ya que Thriveni es la confluencia de tres corrientes sagradas: el jueves, que es especialmente significativo para los devotos de Sai, por ser Guru Vaar (el día del Guru); el Akhanda bhajan (cantar sin parar) que ha finalizado hace unos minutos después de doce horas de canto; y el festival de Vaikuntha, por el cual se han reunido aquí.

Vaikuntha significa, sin ningún rastro de pena o dolor; el lugar donde reina la paz perfecta, y no hay ni una pizca de miedo. Ekaadhashi significa “el día undécimo de la quincena lunar”. ¡Las fases de la luna están numeradas, y el día después del décimo, Dhashami, es referido como el Ekaa-dhashi! Pero el verdadero significado de Ekaadhashi, el undécimo, es este. Cuando los diez sentidos -los cinco sentidos de la acción y los cinco sentidos a través de los cuales se obtiene el conocimiento del mundo objetivo- se coordinan y giran en dirección a Dios, el undécimo, ¡ se convierte en Ekaadhashi genuino!

El hombre tiene que prestar atención a 26 categorías.

Este es también el significado del Namaskaar ( saludo a la divinidad en el otro ), donde pliegan ambas palmas juntas y las sostienen en su pecho, cerca de la región del corazón. ¡Los diez sentidos se ofrecen a la persona adorada, con verdadera sinceridad en el corazón! Las caricaturas de estos ritos reverenciales se ven hoy en casi todos los círculos. Las personas son reacias a seguir la tradición y, por lo tanto, sostienen las palmas como si estuvieran tratando de proteger los rayos del sol de sus ojos (!) O sacudiéndolos vigorosamente de modo desafiante en la cara de la persona que se busca honrar (!).

Este es un día en el que uno tiene que trascender los impulsos inferiores que se originan de las naturalezas tamasikas (inercia) y raajasikas (actividad pasional) y, ayudar al surgimiento de las tendencias Saatvikas (puras). Los hombres participan en buenas obras, buenos pensamientos, buen discurso, pero no se detienen a preguntarse cuál es el propósito, la meta. El hombre tiene que prestar atención a 26 categorías. Los 5 sentidos de acción (Karma- indriyas); los 5 sentidos del conocimiento (Jnaana-indriyas); los 5 aires vitales (praana); los 5 atributos del principio elemental, olor (de prithvi o tierra); sabor (del agua); luz (de fuego); tacto (de aire); sonido (del cielo); y los cuatro restantes: manas (mente), buddhi (intelecto), chittha (memoria diferenciadores) y ahamkaara (el ego egoísta). El jeevi (alma individual) es la categoría 25; y el 26 es el Paramatma (el Sí mismo Supremo o la Realidad). Estos dos por un lado y los 24 principios por el otro. Tienen que iluminar a las 24 categorías y atraerlas a la Realidad,es decir a la categoría 26, el Paramatma. Cuando se iluminan, desaparecen, porque no pueden sobrevivir a la luz; no son más que criaturas que son la progenie de maya (ilusión y decepción).

Conócete a ti mismo, conoces el mundo

Cuando se analizan y conocen las 24 categorías, no se gana nada. Porque pertenecen a la esfera de lo relativamente real, no a lo absolutamente real. ¡Son jagath (mundo), lo que se mueve, cambia, lo transitorio, lo falso! Los Vedas, Shaasthras y Puraanas no han mencionado nada sobre los orígenes y las desapariciones de estas categorías, con cierto grado de certeza, porque se ocupan más de las operaciones de rescate del Yo que se enrieda en ellos y de la validación de que no tienen importancia. Conócete a ti mismo; conocerás el mundo, que no es más que una proyección de tu mente; esa es la lección transmitida.

Mide el microcosmos, y habrás medido el macrocosmos. Aprende todo acerca de la arcilla; y ya has aprendido todo sobre ollas, sartenes, platos y tazas. Conoce la base, y ya sabes acerca de la superestructura. Conoce el agua, y sabrás sobre lluvia, nubes, vapor, arroyo, río - todas sus modificaciones y manifestaciones. La misma cantidad de plata podría convertirse en un plato hoy, un juego de cucharas mañana, un conjunto de tazas al día siguiente. Cada forma tiene nuevo nombre, los usos de cada uno son diferentes. Cuando se usa o cuando la plata permanece solo como una “masa” de plata, en las manos de cualquiera que la sostenga o la maneje, al principio o al final, siempre será plata. El núcleo, la verdad es siempre Una. En el lóbrego y oscuro crepúsculo de la ignorancia parece todo diverso, entonces, eso te lleva a distinguir y diferenciar sobre la base del nombre y la forma.

Hay dos conjuntos de reglas que regulan la conducta humana: la amoral y la moral. ( nota: lo amoral no tiene bondad ni maldad, ejemplo : la sombra de un arbol ) La amoral es ilustrada por la regla de que tienes que estar en el aeropuerto a una hora en particular, para abordar un avión. La regla moral se ilustra cuando la propiedad del padre se divide entre dos hijos, la mitad para uno y la mitad para el otro, partes iguales para ambos. Desde el punto de vista del dharma (justicia), la igualdad es vista como el principio básico. Desde el punto de vista atmico, todos los seres son iguales.

La semilla primaria del conocimiento

Cuando uno procede a alcanzar la visión Atmica, tiene que negar todo, “No es esto”, hasta que al final del viaje, solo se conoce el Atma. No admite definición, descripción ni designación. Es el fin de la investigación, el summum bonum de todo esfuerzo, el silencio que consume todo discurso. La semilla primaria del conocimiento es "Yo no soy el cuerpo". Contiene tres entidades: Yo, Cuerpo y No. Yo es el Atma, la única verdad. La idea Yo se aplica solo al Yo eterno, sobre el cual, lo transitorio se superpone por ignorancia, nacido de una identificación falsa. Luego, tenemos la entidad llamada dheha (cuerpo) .

Dheha significa aquello que sufrirá destrucción (dah: para quemar). Significa el grupo, de dos metros, de huesos y músculos, nervios y cerebro, los sentidos, los aires vitales, la mente que imagina (construye imágenes), el intelecto que argumenta pros y contras, el chittha que gira en torno a las impresiones y elecciones pasadas y el ahamkaara (ego) que impulsa hacia afuera los equipos internos y externos del hombre. Dheha significa no solo estos, sino que también se compone de las cinco categorías elementales: tierra, agua, fuego, aire y cielo. Finalmente se desintegra en estos cinco, porque es una acumulación de esos cinco. Es amigo y pariente con estos cinco; entonces, por dheha se entiende todas las regiones de los cinco elementos, deha ( el area, el campo ).

La realización no puede ser ganada por el conocimiento libresco

La efloresencia múltiple de mayaa, el deseo primario que proliferó en el Universo, todo eso es el cambio y la combinación de los cinco elementos, para saber qué hombre se ha equipado con la nariz (olor, atributo de tierra), lengua (sabor, atributo de agua), ojo (forma perceptible, atributo de fuego), piel (tacto, atributo de aire) y oído ( sonido, atributo del cielo). Entonces, la afirmación dice: No soy el cuerpo, es decir, declara que la Naturaleza, el Universo, todas las cosas y seres creados, no son el Yo o Aathma (el verdadero Ser), sino solo apariencia del Yo.

El hombre puede alcanzar el objetivo ya sea imaginando algo diferente y distante, y rezándole para adorarlo ( tales formas son útiles solo hasta cierto límite, para purgar la mente de deseos bajos, impulsos sensuales, etc ) o revisar en las profundidades de si mismo, para alcanzar la verdad.

La propia realización no se puede ganar por medio de consejos, escuchando charlas y discursos, estudiando de libros o mediante austeridades. Le preocupaba incluso a Naaradha, que se acercó al sabio Sanathkumaara, por la visión del Infinito. Con este cuerpo en constante descomposición y el intelecto en deterioro, el hombre no puede experimentar y contener la oleada ilimitada de felicidad que surge del darse cuenta de que él es lo absoluto. La sabiduría que viene de la real experiencia es como la lluvia. Incomparable al agua de mar, que es salina, intomable, como el conocimiento libresco o derivado. Por la interacción de los rayos del sol, la salinidad se elimina y el agua que flota ahora en el cielo se ha vuelto dulce y nutritiva. El Sadhana que convierte lo físico en lo metafísico es la acción del sol que confiere potabilidad.

Samaadhi es una palabra muy mal entendida

El sueño profundo a menudo se compara con el samaadhi, porque los sentidos, la mente y la razón están ausentes; solo el ego está inmerso en sí mismo. Está en la dicha, pero no es consciente de esa dicha, sólo el despertarse le da ese conocimiento. Entonces, lo que puede garantizar la Realización es la conciencia en la etapa de vigilia y la dicha en la etapa de sueño. Concéntrese en el punto, donde uno está teniendo a las dos: ese es el momento de la victoria.

Samaadhi es una palabra muy mal entendida. Se la usa mal. Todo tipo de emociones, los ataques de histeria, las crisis nerviosas, los ataques neuróticos ahora son alabados y exaltados como "Samaadhi"! ¡Analiza la palabra! Es “sama-dhee”, es decir, intelecto equilibrado y ecuánime; es decir, una reacción con discernimiento y ecuanimidad, ante el calor y el frío, la tristeza y la alegría; el dolor y el placer, el rechazo o el regocijo. Al que haya alcanzado ese estado, o se da cuenta que él es el “Uno sin segundo”, le será indiferente el miedo o la aprobación, el odio o el amor, la exaltación o la condena. Dónde hay Uno, ¿cómo puede surgir incluso el pensamiento? Ese es el Samaa-dhee, el ser, la conciencia y la dicha.


Traduccion Silvina Oviedo

Revision Silvina Oviedo