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Discursos dados por Sai Baba

33. ??/10/71 la Sociedad, la Realidad

Octubre de 1971

DONDE los hombres se reúnen con un propósito en una sociedad, allí se percibe lo Divino: ¡Sath, Chith y Ananda (Ser, Conciencia y Bienaventuranza)! Una personalidad ha surgido; es evidente un destello de razón más claro; un gozo más profundo llena los corazones. Sumérjanse en ellos.

Este es un verdadero esfuerzo espiritual; NO suspirar por la soledad, ni deleitarse en la ruptura de lazos con otros de su especie, ¡enorgulleciéndose de su independencia! Estén con otros; en otros; para otros. Estén con todos, para todos, en todos.

Pero, sin embargo, sean desapegados, sean una fuente inagotable de Amor. Ahí radica el éxito en el esfuerzo espiritual, el triunfo de la disciplina espiritual. Así se manifiesta Sai en ti; así se fomenta el mundo; con Sai dentro; así se purifica el corazón lo suficiente como para instalarlo dentro. Surgen preguntas: ¿Qué relación tienen la sociedad y los lazos sociales con el espíritu y su gloria? ¿Qué relación tiene el espíritu y su gloria con la sociedad y sus enredos y engaños? Tales preguntas surgen de mentes erradas.

El esfuerzo espiritual debe apuntar a la iluminación individual, la mejora social y la divinización de la comunidad humana. Esto es extremadamente urgente y esencial. Mientras está en sociedad, la divinidad inherente al hombre puede florecer más rápidamente, más ampliamente, de modo más fragante. ¡Reconoces el mundo, pero no a Dios que es inmanente en él! Así también, ves al individuo pero no al conjunto, al cuerpo que integra la sociedad.

Todos los seres forman el Cuerpo Universal de Dios.

¡Por supuesto, la Sociedad no es otro cuerpo colectivo compuesto concreto! Es la expansión y expresión de lo Divino en cada uno de sus componentes, notables y agradables como el Uno. La sociedad es la conciencia de esta Divinidad cognoscible. Entonces, el uno no debe huir de los muchos; el individuo no se ve perjudicado por la sociedad. El uno debería más bien ver a los muchos bajo una nueva luz: la luz que revela que la sociedad no es más que Dios, que activa e impulsa el todo compuesto. El UNO se llena más al asociarse con los muchos: ¡gana al perderse en los muchos! Todos los hombres son parientes y amigos, una familia, una aspiración, un intento de adquisición. Todos son igualmente Divinos, todos forman el Cuerpo Universal del Dios Único. Todos son herederos del Ananda que esta conciencia puede dar. Por supuesto, la sociedad no ocurre cuando las personas se reúnen de casualidad o se juntan sin un buen objetivo común. Las habilidades e inteligencias multifacéticas que son aportadas por la mayoría deben fluir puras y claras, sin mancha de deseos egoístas a lo largo del canal del espíritu, entonces alimentarán las raíces de la verdad y la bondad; asegurarán la paz, porque todas las ideas, de más alto y más bajo desaparecerán. Este es el criterio para una sociedad dulce, fuerte y estable; no meros números. Sean conscientes de Dios en todos y en cada uno; entonces, la igualdad interior impresionará a cada uno de manera tan indeleble que la conciencia permanecerá imperturbable. Shanthi (paz) reinará en todos y en cada uno.

Comprendan el Atma o Dios, que es su núcleo; que establecerá Shanti en ti y podrás compartir ese Shanti con los demás ¿Qué puedes dar a los demás, si tu corazon está vacío?

Sientan que son un verdadero miembro de la sociedad

¿Tienen la intención de estar en sociedad? ¿Anhelan servirla y ser servidos por ella? Entonces, busquen a Dios en Todo; vean lo mismo en todos. Anhelen adorar a Dios con servicio desinteresado. Eso por sí solo los convierte en verdaderos miembros de la sociedad. Si se sienten separados, distintos, fuera y más allá de la sociedad, correrán tras el nombre y la fama, serán esclavizados por el odio y la parcialidad, y al final caerán en la ruina. Por lo tanto, eliminen esas malas actitudes; sientan que le están dando a la sociedad lo que le corresponde, ofreciendo a Dios sus propios dones, habilidad e inteligencia. Prometan servir, dedicarse, y cultivar el amor; la sociedad es el reflejo del Dios que adoran, el Dios cuya naturaleza es Ananda. Transfórmense en Amor y conviértanse en Ananda.

Adoren a la sociedad como un Cuerpo Divino; esa es la Verdad, la Visión eterna.