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Discursos dados por Sai Baba

01. 01/01/71 Tuerca y tornillo

1 de Enero de 1971

Kurla, Bombay

( Discurso dado en Bombay, en la inauguracion de un Salon Comunitario en el grupo de empresas Kamaani, el mayor fabricante de torres de transmisión en la India y segundo en el mundo )

HOY es un día propicio, porque se le da la bienvenida al Año Nuevo con gran expectativa, y el año anterior se despide en este día sagrado. Cada año, el hombre se despide del año anterior y le da la bienvenida al año nuevo. Esto ha estado sucediendo desde el inicio de la historia del hombre. Pero, ¿cuál es el resultado neto? ¡Solo desesperación y angustia, ansiedad y miedo insano ! Esta es una ocasión para preguntarse y descubrir por qué ha sido así.

Cada uno busca y se esfuerza por estar en paz consigo mismo y con la sociedad, la comunidad en la que tiene que vivir, y encontrar su satisfacción. Él ha tratado de obtener esta paz acumulando riqueza, la cual le da poder sobre los demás y la capacidad de obtener comodidades y conveniencias que le conferirán paz. Él ha tratado de elevarse a posiciones de autoridad e influencia para poder moldear eventos adecuados a sus objetivos y gustos. Pero se ha dado cuenta que estos dos caminos están llenos de miedo y que la paz que estos aseguran puede terminar de un modo rápido y, a veces, violento.

¿Cómo puede el hombre lograr la paz? ¡Solo a través del amor! Shaanthi (paz) es el fruto del árbol de la vida; sin él, el árbol es un tocón estéril. No tiene valor ni validez. La fruta está encerrada en una piel amarga -debes haberlo notado- para que el jugo dulce pueda conservarse y protegerse de los intrusos; tienes que quitar la piel antes de probar la dulzura interior y fortalecerte. La corteza gruesa simboliza las seis pasiones malvadas que se encierran en el corazón amoroso del hombre: lujuria, ira, avaricia, apego, orgullo y odio. Aquellos que pueden quitar la cáscara y tomar contacto con la dulzura interior a través de una férrea y constante disciplina, logran la paz que todos deseamos; esa paz es eterna, inmutable, abrumadora.

Razón de la inseguridad que acecha la tierra

¿De qué sirve un automóvil, un depósito bancario, un bungalow en una extensión elegante en esta ciudad? Si tienes todo esto, pero no tienes amor en tu corazón, el corazón se convierte en un templo oscuro y desierto donde los murciélagos de la lujuria y la ira se reproducen en la noche eterna. Tales corazones están sucios, enfermos de terror y error.

Tenemos esta vasta reunión de los trabajadores de las Organizaciones Kamaani , en los diversos campos de las empresas Kamaani. El industrial, el agrícola, el mercantil, el político y el administrativo - son como los cinco aires vitales que sostienen la actividad del hombre. Estos cinco no deben estar en desacuerdo; deben trabajar al unísono, motivados por el amor y el respeto mutuo. Sólo entonces la comunidad puede tener paz, seguridad y felicidad. Si los cinco no se entienden y cooperan, o si alguno de ellos se desvía en una encrucijada, el desastre es inevitable.

Desafortunadamente, esta cooperación no es visible en estos tiempos. Por otro lado, los intereses de facciones son predominantes y la lucha competitiva continúa, en todos los campos, ¡en el trabajo, la política, la administración, el comercio y la agricultura! ¡Esa es la razón por la cual la ansiedad y la inseguridad acechan la tierra, tanto en áreas rurales como urbanas, y la gente tiene que ocuparse de sus asuntos con la muerte o el desastre que los amenaza en cada esquina! Una ominosa incertidumbre los ensombrece a cada paso. Y, como cura obvia, el pensamiento humano se convierte en violencia y revolución.

El deber es Dios; El trabajo es adoración.

Pero esa violencia y revolución que nombre, nunca puede curar; solo puede empeorar la enfermedad. La agitación ciega la facultad de razonamiento. La pasión, la violencia y la crueldad crean más problemas sin resolver ninguno. Estos ahora están inundando la tierra como un diluvio; personas que no tienen capacidad ni anhelo sincero de asumir responsabilidades y cumplir con las obligaciones del cargo son elevadas a puestos de autoridad. Sólo la capacidad y la voluntad de cumplir con los deberes y soportar las cargas dan derecho a los hombres a tener autoridad sobre los demás. El deber es Dios; El trabajo es adoración. El poder que confiere el cargo tiene que utilizarse con esa actitud de agradecimiento y reverencia.

Si esto es recordado y practicado por cada trabajador, independientemente de su ubicación, donde sea que se encuentre, el trabajo dará felicidad, satisfacción y paz, tanto a la persona interesada como a la sociedad de la que es miembro. Las torres Kamanis de transmisión se erigen en todo el país. Es solo cuando cada tuerca y perno se fija rápida, firmemente y fielmente, que las torres pueden resistir el viento y el clima más rigurosos, ¿no es así? ¿Quién puede decir?,¿cómo podemos juzgar, entre los que participan en la erección de la torre, quién es más importante y quién menos? El trabajo de cada uno es esencial y valioso, así como compartir la responsabilidad. Tener la habilidad y la voluntad de llevar a cabo esa parte de la responsabilidad es su título para ese puesto en la empresa común. No se puede declarar un ítem del trabajo como valioso y otro como menor. Eso solo engendrará malicia y odio. Además de no ser correcto.

Cada uno debe usar su habilidad e inteligencia

Un hombre va por un camino y ve una fruta madura en un árbol al costado. La mente anhela el fruto, pero eso por sí solo no puede satisfacer el anhelo. Los pies lo llevan cerca del árbol. Pero eso no provoca la consumación. Su tronco se inclina, la mano levanta una piedra, el hombro arroja la piedra a la fruta y la fruta cae al suelo. Pero no termina ahí la historia. La fruta debe ser recogida por los dedos, transferida a la boca, los dientes deben morderla, masticarla bien y la lengua debe hacerse cargo de que llegue al estómago. La parte de la tarea de comer ha terminado.

Pero eso no termina con la historia del anhelo por la fruta. Dado que tantos instrumentos cooperaron en el cumplimiento, hay que agradecerles a cada uno. Entonces, el estómago envía fuerza y satisfacción a cada miembro que compartió la aventura de asegurar la fruta y comerla: el ojo, los pies, las manos, los dedos, el hombro, la lengua, los dientes, el esófago. Ninguno de ellos es descuidado o discriminado.

Cada miembro debe actuar de manera efectiva en la coyuntura exacta para cumplir con el deber que se le ha encomendado y que ha aceptado, de modo que el cuerpo pueda vivir en salud y con la máxima eficiencia, alerta con todas sus habilidades y potencialidades. Esto también es cierto para las empresas que el hombre emprende con otros de su clase. Cada uno debe decidir usar su habilidad e inteligencia para cumplir con sus obligaciones.

Cuanto más se comparte el amor, más profundo se hace

El hombre no ha venido a este mundo a pavonearse por un rato en el escenario, consumiendo comida y deambulando alegremente. El hombre viene al mundo para que pueda disfrutar de la Presencia de Dios a través del ejercicio del amor y el cultivo del amor. La tierra es una gran empresa, una fábrica muy ocupada, donde el producto es el amor. Por medio de Saadhana (práctica espiritual), es posible producir amor y exportarlo a millones y millones de personas que lo necesitan. Cuanto más se comparte, más profundo se vuelve, más dulce es su sabor y más vasta es la alegría. ( en adelante Swami hace juegos de palabras entre “go”, que es “ir” y God , que es “Dios” ) Por medio del amor, uno puede acercarse a Dios y permanecer en su presencia, porque Dios es amor, y cuando uno vive en el amor, está viviendo en Go (ir). Si te niegas a Go (ir), estás secando las cuerdas del amor en tu corazón. Si declaras que Dios no está en ninguna parte, estás instalando la noche en tu corazón y preparándolo para planes oscuros y malas acciones.

Una vez un monje que llevaba una túnica ocre tuvo la oportunidad de entrar en una aldea llena de ateos. Allí se encontró con una pandilla de jóvenes que lo desafiaron a demostrarles que el Dios a quien estaba adorando realmente existía. Él dijo que podía hacerlo, pero antes quería una taza de leche.

Cuando le colocaron la leche, no la bebió; pero siguió sentado, mirándola largo tiempo en silencio, con creciente curiosidad. El joven se impacientó; su clamor se hizo insistente. El monje les dijo: "Espera un momento, me han dicho que en la leche hay manteca ; esta taza no la tiene, no veo nada de eso, por más que miro dentro!" Los muchachos se rieron de su inocencia y dijeron: "¡Hombre tonto! No te apresures a sacar conclusiones tan absurdas.

La leche tiene manteca en cada gota; eso es lo que la hace tan nutritiva. Si quieres verla como una entidad concreta separada, tienes que hervir la leche, esperar que enfríe, agregar cuajada agria, esperar algunas horas para que se seque, luego, revolverla y enrollar la mantequilla que flota en una bola". "¡Ah!", Dijo el monje, "¡eso hace que mi tarea de mostrarte a Dios sea mucho más fácil! Dios está en cada cosa, en cada ser, en cada átomo del Universo; es por eso que ellos existen, y podemos reconocerlos y disfrutarlos. Para verlo como una entidad concreta debes seguir un procedimiento prescrito, con seriedad, estricta y sinceramente. Luego, al final de todo, puedes experimentar Su Gracia y Su Gloria".

Lo Divino está en todas partes, cerca y lejos.

La naturaleza que tenemos a nuestro alrededor y con nosotros es la vestidura de Dios. Tenemos evidencia de su belleza, bondad, sabiduría y poder a nuestro alrededor, donde sea que miremos. Pero, el arte de reconocerlo es extraño para nosotros y, por lo tanto, lo negamos y vivimos en la oscuridad. En la atmósfera nos hemos rodeado de la música que emana de todas las estaciones de radiodifusión del mundo, pero ellas no atacan tus oídos en ningún momento. No conoces ninguna estación. Pero si tienes un receptor y lo sintonizas en la longitud de onda correcta, puede escuchar la emisión de cualquier estación en particular; ¡si no lo sintonizas correctamente, obtendrás, en lugar de noticias, solo ruido! Así también, lo Divino está en todas partes: arriba, alrededor, debajo, al lado; tan cerca como tan lejos. Para conocerlo, no necesitas un yanthra (máquina) sino un manthra (fórmula mística, potente con un matiz suave). Dhyaana (meditación) es la fijación de la ubicación de la banda exacta de la estación; el amor es la sintonía en el lugar correcto; ¡darse cuenta de la realidad y la dicha que confiere es la escucha clara y feliz!

Trabaja en el espíritu del amor; eso te llevará a la adoración. Es decir, trabaja sin que te importe la proporción de beneficio que obtengas de ello; trabaja porque es tu deber; trabaja porque te encanta trabajar, trabaja porque esa es la forma en que puedes ofrecerle a Dios la gratitud por las habilidades que Dios te ha otorgado. Este tipo de trabajo conduce a la sabiduría. La sabiduría significa el reconocimiento de la inmanencia de lo Divino en cada ser.

Los hábitos de disciplina por sí solos pueden garantizar la felicidad.

La relación entre el trabajador y el empleador debe ser como la que hay entre el corazón y el cuerpo. Ambos están íntimamente unidos entre sí; dependen uno del otro para su verdadera existencia. El empleador debe asumir el papel del padre y los empleados deben aceptar el papel de los hijos, unidos por el amor y la gratitud al padre. El amor y el afecto deben gobernar las relaciones entre los dos, no el odio ni la envidia. Si se permite que la ira y la irreverencia de unos pocos cieguen al resto, todos sufrirán.

En el Salón Comunitario que inauguro en este momento, quiero sesiones semanales o mensuales de bhajan (agrupación de espirituales) y reuniones de satsang (orientadas espiritualmente). Organicen algunas buenas charlas o discusiones aadhathicas (espirituales), en estas ocasiones. También deseo que ustedes organicen un jardín infantil para sus hijos, donde aprenderán historias de las Escrituras, las epopeyas y la vida de los santos pertenecientes a todas las religiones. También se les debe enseñar a los niños hábitos de limpieza y ayuda y cooperación mutuas. También se les puede enseñar a cantar bhajans y representar pequeñas obras sobre temas seleccionados de los clásicos. También aprenderán hábitos de disciplina, ya que estos por sí solos pueden garantizar la felicidad, individual y social.

¡Encarnaciones del Espíritu Divino! Estoy feliz de tenerlos reunidos a todos. Que el Año Nuevo le conceda paz mental y que se cumpla el ideal de autorrealización de su vida. Que se le agreguen todas las comodidades y el total contento. Esa es mi bendición.


Traduccion Silvina Oviedo

Revision Silvina Oviedo